DEL CIELO A LA TIERRA
MARA MARIA. UNA DE LAS MUJERES DEBAJO DE LA CRUZ DE CRISTO.
LEED, APRENDED Y SERVID AL SEÑOR DEL CIELO Y DE LA TIERRA.
!PAZ!
DEL CIELO A LA TIERRA
Montevideo (Uruguay)
15 de agosto 2011. 11:04 horas
G. B.
....EN VOZ ALTA
Por Mara Testaseca
Madre Celeste, Madre divina, en Tu corazón inmaculado estamos, cada uno en su unicidad y belleza. Venimos de ti y a ti volveremos oh Madre Tierra, Pacha Mama, Grand mère.
Depende de nosotros decidir si volver a ti en cuerpo y consciencia, sólo después de haber vencido a la muerte, el mayor obstáculo a superar por parte de los hijos de esta tierra.
Hemos quedado ciegos y sordos al llamado divino del amor, somos hijos que no siguen hasta el final el camino, la verdad y la vida trazados por el Maestro Jesucristo y por los profetas;… preferimos aceptar el engaño del ángel caído y el de la Iglesia Apostólica Romana que en su homilía celebra Su Resurrección y nos pide que roguemos en espera de Su Retorno... ¿pero cómo? Y al mismo tiempo niega el Retorno de Cristo.
Está claro. Todo esto para justificar una vez más sus crímenes, para poder dominar infundiendo el sentido de la culpa y del pecado, para poder imponer castraciones psíquicas y físicas y seguir siendo cómplices de las logias del poder... un puñado de bestias cínicas y sanguinarias que deciden sentados a la mesa quién debe vivir y quién debe morir.
No Madre mía, Madre nuestra, éstos no vencerán a los hijos de la Luz, no podrán poseer Tus almas realmente sedientas de amor, de justicia y de paz.
Tú Mamá Celeste, Tú la primera en absoluto, Tú paloma purísima del divino amor, con Tu terrena y santa humildad has atraído hacia ti a la LUZ del CRISTO SOL.
El 15 de agosto el pueblo de Dios celebra Tu asunción al cielo en espíritu y cuerpo. Nos has demostrado el salto que tenemos que dar, eres el ejemplo a seguir para convertirnos al instante realmente en ciudadanos del cosmos infinito.
Has aceptado el dolor de Tu hijo Cristo sobre la cruz e incluso a pesar de ello dispensas cada día, a cada instante, vida, refugio y consuelo para cada una de Tus criaturas.
Nunca ningún otro misterio ha sido tan claro - misterio develado gracias al ejemplo de Tu vida y gracias a los mensajes del cielo a la tierra recibidos por alguien que te ama y te adora desde lo más profundo de su espíritu.
¡Gracias a ti Giorgio Bongiovanni en eterno¡ La emoción ha sido incontenible hace poco, al surgir el astro solar, recordando el antiguo palpito de un Espíritu grande que tú conoces bien... el espíritu de un hombre que ha sido un grande de esta tierra, y sin embargo el más pequeño del Reino de los Cielos: Juan el Bautista.
“En aquellos días, levantándose María, fue de prisa a la montaña, a una ciudad de Judá; y entró en casa de Zacarías, y saludó a Elisabet. Y aconteció que cuando oyó Isabel la salutación de María, la criatura saltó en su vientre; e Isabel fue llena del Espíritu Santo, y exclamó a gran voz, y dijo: Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre. ¿Por qué se me concede esto a mí, que la madre de mi Señor venga a mí? Porque tan pronto como llegó la voz de tu salutación a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Y bienaventurada la que creyó, porque se cumplirá lo que le fue dicho de parte del Señor.”
¡AVE MARIA! ¡AVE MARIA!
Incluso esta posibilidad nos has dado, Madre de todas las madres: expandir la conciencia y sentir a cada criatura de la tierra como un hijo propio... pero ésto es imposible, y sigue siendo materia filosófica si no vencemos el miedo a la muerte. No iremos a ningún lado, no lograremos glorificar el prometido Retorno de Tu Hijo Cristo.
Él, nuestro inmenso Maestro pocas horas antes del Golgota nos dijo: “...bebed mi sangre, comed mi cuerpo... haced ésto en memoria mía”.
El significado más profundo de estas palabras – que no han sido sólo palabras – nos lo demuestran los justos, los estigmatizados, los mártires de todas las épocas, Giorgio Bongiovanni, quien ha sido definido y es el Cáliz viviente de la comunión cristica, un ser que ha venido entre nosotros y que está herido en su cuerpo por amor, sólo por amor...
Es muy difícil para Giorgio y para seres como él vivir en el infierno de este mundo, su adaptación es imposible. Ellos nos llaman para estar a su lado para amar y amarnos, como Él nos ha amado, para saber la verdad y dar la vida por la verdad.
Una raza de este mundo a la que me siento muy unida me ha enseñado que “no es como naces, sino como mueres que revelas a qué pueblo perteneces”. Si somos hijos de Cristo la indicación es clara e inequívoca.
La Transfiguración: el baño en la luz del CRISTO SOL.
Hablo conmigo misma y me digo: “Querida Mara, basta con invocar, pedir ayuda;... sabes muchas cosas y amas a Cristo, vives la respiración y el ejemplo de un hombre de carne y hueso como Giorgio Bongiovanni cuyo mayor deseo es que amemos y sirvamos al Maestro Jesucristo, con todo nuestro ser, por encima de todo;... sabes perfectamente que no estamos solos ni en el cielo ni en la tierra”
¡Sí, amigos y hermanos del pueblo de Cristo, así es! ¡Llamémonos en el espíritu, sintámonos siempre unidos a cada instante, las distancias no tienen ninguna importancia!
Giorgio Bongiovanni hoy como Giordano Bruno hace 400 años no tiene miedo de decir la verdad, jamás... ya que sabe muy bien que los que le escuchan tienen terror de morir en la oscuridad y en el gélido sentimiento de la soledad y de la condena del desamor.
Madre mía, Madre de todo nosotros, te amo profundamente, Tu manto perfuma a los parvulitos de la vida, me dirijo a Ti siempre en abstinencia de Tu inmenso ejemplo de servicio y devoción... en tus brazos unidos a tu pecho sagrado veo a todas esas almas inocentes cuyos cuerpos físicos gimen de dolor a causa del hambre, de la sed, de las radiaciones nucleares y de las enfermedades causadas por el hombre mismo.
El gran Jefe Sioux Nube Roja enseñó:
“No nos importa la riqueza, ésta no es útil y no nos la podemos llevar con nosotros al morir... Queremos criar a nuestros hijos. No sabemos que hacer de la riqueza que perseguís vosotros; lo único que queremos es amor y paz.”
Madre mía, hoy más que ayer pido justicia y Giorgio Bongiovanni, el estigmatizado, el Bautista de este tiempo nos enseña a no pedirla para nosotros mismos, sino para todos los hijos de la Luz... que así sea.
Con amor. Mara
S. Elpidio a Mare (Italia)
15 de Agosto de 2011