De Matias Guffanti
A Giorgio Bongiovanni, a su familia y a todos los hombres y mujeres que viven en la vida y dan vida con sus palabras, sueños y actos.
En cada partícula está la vida. Y cada partícula es la vida. Por ella está formado todo. Y a ella la forma todo lo que es.
Su esencia inteligente es la justicia que juzga a todos por igual. Iguales con riquezas en la materia o sin riquezas. Iguales con poder humano o sin él. Iguales, con fama o sin ella. Iguales frente a sus ojos, que sólo ve en nosotros su presencia o su ausencia, en los frutos que entregamos ante ella. La que con su sentencia, en un acto de amor incomprensible, nos enseña y vuelve a enseñar, que no vive en el pasado ni en el futuro ilusorio que nos ciega, sino, en la conciencia del eterno presente, donde el tiempo no existe y cada instante es tan profundo como el infinito universo que nos envuelve y nos forma.
NIBIRU ARAT RA.
PLANETA TIERRA
21 de agosto 2019. 20:01 horas
¡Maravilloso Cielo!
Por Sara Tomarelli
Por Juli Jimena
El ciego no es el que camina por la calle con un bastón y un perrito. No es el que pide ayuda para atravesar la calle o el que lleva gafas porque le molesta la luz.
El auténtico ciego es la sociedad, aquella que tú llamas amigos, hermanos y familia. Esa sociedad que hace prostituir a las mujeres y al mismo tiempo mata a los niños arrancándoles el corazón porque ya no verán a su mamá.
Es aquella donde nuestro cuerpo tiene un precio, dónde pagamos por el aire que respiramos, donde no tienes nunca el derecho de ser tu mismo.
Por Riccardo Caronia
Ríe.
Caminando entre botellas vacías
Vacías como tú
Llora, porque ya no sabes reír.
Sueña.
Entre el mar de la materia
Esquematiza, porque ya no sabes soñar.
Gasta.
Tiempo y dinero
Para decidir cuál será tu próxima emoción sintética,
Sintético como las sustancias que te componen.
Y llámalo juventud
Porque a la máquina de la muerte le gusta así.
Y estarás listo, también tú, para convertirte en un asesino de valores.
Despiadados como quien te ha privado de abrir las alas.
En este mundo gris
Dónde puedes soñar con sobrevivir
Porque vivir no está permitido.
Riccardo Caronia
7 de Junio 2019
Por Leandro Gómez
A horas de haber culminado nuestro primer trayecto, me encuentro fuera del lugar donde pasaremos la noche.
Pienso y creo fuerte que jamás es tarde para empezar a escribir las crónicas de nuestras vidas, menos aun cuando las experiencias quedan marcadas en nuestra piel, como tatuajes intangibles, quienes desde el fondo del alma regocijan por el profundo hecho de haberlos vivido.
Hemos estado en la boca del lobo y días atrás acompañado a los rebaños que luchan en contra del mismo. Debemos, día a día ser cada vez más conscientes y capaces de inclinar el corazón hacia estas causas, llevadas adelante por justos y justas.
Hemos estado en el nido de la serpiente, con la compañía de águilas, las cuales, con sus alas dan su vida por cada uno de nosotros, sus huevos o pichones, quienes directa o indirectamente, somos participes de su lucha. Ellos quienes, con Lucifer en frente, tienen dentro suyo la certeza de que un mundo mejor es posible. Aquellos quienes, con inteligencia y firmeza en su voz hacen temblar los eslabones más altos de gobiernos, aquellos que con su sola presencia intimidan a las bestias, que con todo el dinero del mundo y el poder no logran acallar aquellos gritos.
Por Mariela
En los días que pasaron los chicos de Our Voice por Cardales me han permitido ser testigo de la Gran Obra maravillosa y sobre todo misericordiosa de Nuestro Padre que incansablemente nos ofrece su Amor infinito del cual se alimenta nuestro espíritu, fuí testigo también de la fuerza arrolladora que se despliega a través de ellos donde las almas moribundas del mundo pueden beber del néctar delicioso de este Amor que ya casi no existe en este mundo. Amor que despierta, Amor que libera del velo del engaño, Amor verdadero y sobre todo justo, Amor del que el mundo se ha olvidado.
Él es el gran Amor que se dona y como un acto de Justicia dará su veredicto a esta humanidad corrupta y desobediente y sólo por Amor. Yo fuì testigo del Gran Amor del Padre hacia nosotros.
Por Leandro Gómez
Ahora que estamos por subir al buque... no quería dejar este país sin mandarle esto que escribí ayer a la noche en la playa.
Los momentos quedan guardados en cada lugar que hemos vivido. Las enseñanzas en la muerte del ser se reúnen con todas las demás hermanas, que del otro lado esperan para acompañarnos en la eternidad. Somos agua y somos tierra, somos sangre y somos carne. Somos parte de un mismo mundo, que por más que caminemos en líneas contrarias, volveremos a cruzarnos tarde o temprano. Por que somos eso, somos vida y somos muerte. Somos lo que queda de nosotros cuando ya no estamos, y somos quiénes siempre estaremos a pesar de la ausencia. Somos arena mojada que el sol seca por las mañanas, somos arenas del tiempo en un tic Tac que no perdona ni al ciego, nadie lo ve presente, pero ahí está, siendo aliado y enemigo nuestro.