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francescapanfiliDe Francesca Panfilli

A lo largo de las eras, el Espíritu de la Verdad nos ha hablado y ha desplegado una inmensidad de saber y conocimiento que hoy nos invita a experimentar y manifestar cada vez más. Un conocimiento que representa un nuevo paradigma humano, social, espiritual y cultural. Un nuevo paradigma fundamental para una nueva humanidad, que basa su existencia en la armonía creativa rechazada en cada esfera manifestativa e inmanente del Ser, que de esta manera puede abrirse y desarrollarse a la Vida de acuerdo con las Leyes de la Evolución.

En el escenario actual que vive la humanidad, creo que nos corresponde a los hermanos, que nos reconocemos en Cristo y en la Verdad de los tiempos, de todos los tiempos, desarrollar en todos los aspectos del conocimiento humano este nuevo paradigma basado en la Conciencia- Úna, como ambito sapiencial concreto que se puede desarrollar aún más, manifestando nuestra verdadera naturaleza y los talentos, de los que hemos sido dotados, por el inmenso Padre Creador.
Dejándonos inspirar por la Idea Solar, hoy más que nunca, podemos ser verdaderos portadores del nuevo paradigma social y humano que el Pacto Creativo nos ha dado la oportunidad de conocer para trasladarnos a un nuevo mundo de ciencia y conciencia que se abre a una nueva era. Una nueva era que ya podemos vivir y manifestar si, con valentía, realizamos el nuevo arquetipo de la humanidad futura que desea irrumpir en la vida cotidiana del mundo.
Podemos,por lo tanto, a partir de ahora, trasladar a la civilización actual un paradigma social, espiritual y humano que sigue las instrucciones de un futuro ahora próximo y que se reestructura a sí mismo en la enseñanza Crística. Una enseñanza que encuentra su escencia en la Señal de la comunicación y del contacto con los pueblos del cosmos: interrelación de espíritus, integración de culturas, pleno desarrollo social y humano, espiritual y colectivo de la humanidad de acuerdo con las claves creativas que establecen el desarrollo de la vida.

La fuerza del nuevo paradigma que queremos inculcar en el mundo, en mi opinión, se basa en la fuerza y el sentido profundo y alquímico del Signo (Símbolo) que camina entre nosotros. Un significado que podemos comprender y descubrir día a día solo si trabajamos con comproniso en el conocimiento, estudio de las leyes y su implementación a través de acciones concretas que impliquen dinamismo social y humano.
Siempre nos ha sido dicho que todos podemos reconocernos en la Señal, y que somos todos, aunque indignamente, portadores de esa Señal y hacernos responsables en el despertar del mundo.

Este Signo representa nuestra fuerza, la comunión, nuestra común intención implícita de refundar al Hombre, ese nuevo hombre del cual hablaba el mismo Espíritu de Verdad que nos visitó a lo largo de los tiempos y que ahora estamos llamados a encarnar plenamente, para que el cambio se produzca en nosotros, para que los valores del cielo se conviertan en los de la tierra y Aquel que hace nuevastodas las cosas, nos permita aferrarnos a las dimensiones superiores, renovarnos, hacer morir al hombre viejo para erigir el hombre nuevo portador de la nueva humanidad redimida e integrada con el cosmos en el gran plan de Dios.

El nuevo paradigma que deseamos traer a nuestras vidas y al mundo es lo primordial para la sociedad venidera en la que están vigentes las instrucciones que en el futuro guiarán a los pueblos ya no divididos en naciones sino unidos comunitariamente por la piedra angular de las leyes y valores del espíritu. Por tanto, la Gnosis influira el pensamiento a través de seres de otros mundos que, como instructores y jardineros del cosmos, podrán explicar y enseñar la realidad solar, como lo han venido haciendo con nosotros durante siglos.

Los numerosos conocimientos que se nos han confiado representan el mayor regalo que hemos recibido. Muchos de los secretos creativos nos han sido revelados y con ellos el peso de una responsabilidad y una conciencia que tiene el poder de renovarnos y revolucionar nuestra existencia y el mundo, si se realiza plenamente y se experimenta con la vida.
Ahora, depende de nuestra creatividad, de nuestro libre pensamiento, de nuestro acto de voluntad que nos une a Dios, ejercitar estas enseñanzas, permitirnos ver la realidad con ese parámetro que del Uno a lo múltiple proporciona una estructura del ser a todas las cosas.
Ahora nos toca a nosotros extraer, como alquimistas, el secreto de la piedra filosofal y hacer manifiesto ese principio.
Creemos,(generemos) pensemos, instruyamonos, vayamos a todas las áreas del conocimiento humano y reformémoslas a la luz de la ciencia del espíritu. Experimentemos, incluso aprovechemos la posibilidad de equivocarnos pero practiquemos este acto de pensar creativo y consciente que, en estudio y manifestación a través de la acción, concretiza lo más sublime que la fragua solar tiene para ofrecernos.

Y nunca dejemos de pensar según el parámetro del Padre porque es la estructura de toda la realidad, el medio a través del cual se acepta (declina) la Vida, se inicia el amor, se manifiesta el Creador Increado.
El sol naciente y poniente, los ritmos mismos de la vida y de cada criatura, pululan en Su Ley y manifiestan esta revelación que el ojo del iniciado está invitado a captar para enfrentar los inaccesibles caminos del mundo, para hacer descender la idea solar del hiperuranio creativo al hombre de nuestro tiempo, para aprender a comprender el dulce sabor de Dios que es la Verdad y es Todo, reconociéndonos así en cada esfera de la creación como hijos conscientes que se reflejan en el mar de la sabiduría, toda por experimentar, toda por vivir hasta el regreso al Uno.
La verdad entra en las entrañas físicas y astrales y hace nuevas todas las cosas, construyendo la semilla de la deidad solar de la que venimos. Así, desde la inconsciencia, podemos convertirnos en conciencia manifiesta del arquetipo creador que nos guía y que nos generó.
Así el espíritu eterno, infundido en la construcción del cuerpo, toma conciencia de lo que realmente es reflejándose en Dios y reconociendo en Él ese principio, esa luz primordial estructurante de la realidad, que codifica todo aspecto trascendente e inmanente.
Así, a partir del principio Uno de la Causa Primera, se convierte en Luz consciente que emana de sí misma, la via del arquetipo creador y la genética cósmica de la que se origina y manifiesta.

El nuevo pacto de la séptima generación se está cumpliendo en este momento de gracia ofrecido al hombre para evolucionar, experimentando el valor del potencial genético que le pertenece como hijo despertado a la mente del Gran Principio Único, arquetipo estructurante de la forma y sustancia.
La existencia de un nuevo paradigma que coincida con la matriz que estructura la creación es lo que debe mover todas nuestras acciones. Una acción que debe reflejar la voluntad divina que nos ha creado. Esta es la luz que nos permite ver y actuar.
Esta es la única matriz a la que debemos referirnos para la comprensión de todas las Cosas. Y esta raíz de la vida es el Espíritu Santo mediante el cual Jesucristo actuó en nosotros. Y nosotros, como niños que vemos la luz del mundo por primera vez, asombrados con el corazón que late por la visión de este amor, entendemos y amamos el flujo consciente que nos transporta esta fuerza que arde en nuestro corazón y que debemos manifestar en el mundo: la fuerza de la Verdad, la fuerza del Espíritu, la fuerza para tomar conciencia del Macro-ser que se revela, de Aquel que nos escucha y que se manifiesta así ante nuestros ojos. ¡Qué gracia se nos concede!
Por todo ello es fundamental que nos reencontremos y que animemos nuestro accionar a través del principio estructurador y de su manifestación unificadora en la realidad que podemos definir como base primaria del nuevo paradigma social y humano al que estamos llamados a traer al mundo.

Solo el conocimiento y estudio de una Luz similar, tan universal, basada en la ética que guía la vida, nos permitirá renovar el mundo.
Es difícil condensar el amor solar en una palabra, dada su naturaleza incontenible y eterna, pero estamos seguros de que, con nuestra unión y nuestra visión superior del mundo, este algún día emergerá. De hecho, creemos que se acerca este día y que a partir de ahora, si realizamos estas ideas, podemos manifestarlo entre la gente porque la nueva era camina entre nosotros y nos lleva a la meta gloriosa de la eternidad a través de la realización de lo que realmente somos y seremos.
Siento fuerte el ritmo,( frecuencia) de estos tiempos que se aproximan y el gran impulso que nos están dando los mundos superiores. Un acicate muy fuerte que nos invita a ir cada vez más allá de nosotros mismos, a llevar adelante la revolución solar que nos pide movilizarnos del lado del cosmos, de convertirnos en soldados de Dios, de esa fuerza primigenia que nos ha pensado y nos ha dado la vida.
La nuestra es una existencia extraordinaria en la que podemos experimentar las fuerzas que guían la vida y el cosmos. No podemos perder el tiempo en problemas inútiles o deseos de un futuro imposible.
Nada es como antes para nosotros. Nada hoy es como antes, ni siquiera para toda nuestra humanidad como unidad, llamada a afrontar los efectos de las causas planteadas a lo largo del tiempo.
La vida real nos espera y podemos manifestarla en cada momento, en un futuro que ya está presente.
El nuevo reino somos nosotros, incluso si aún no lo hemos entendido. El nuevo reino ya está aquí. Abandonemos las ambiciones de un fantastica y personal salvación física. No somos nuestro cuerpo aunque si debamos habitar con cuidado este templo que momentáneamente nos ha sido confiado.

Abracemos de lleno esta vida que emerge sin justificarnos, sin pensar en nuestro pequeño yo, sin pensar con el mismo lenguaje de una visión pasada, ahora muerta, que ha hecho al hombre esclavo de la posesión, la materia, los bajos instintos y la estupidez dominante. En cambio debemos anclarnos a nosotros mismos ,imitando al sol que da sin pedir nada y difunde su luz sobre todos y todo, rasgando las tinieblas del alma que nos enreda en feroces dinámicas egoicas que debemos alquimizar si queremos ser portadores, servidores y útiles protagonistas de la nueva visión de la vida que avanza.
Tenemos la alegría y la gracia inmerecida de encontrarnos para militar en una escuela de pensamiento y acción. Una experiencia iniciática que no se vive en la rigidez del dogma y la institución, que no se vive en la elaboración de disturbios emocionales o en el camino del trabajo personal sobre el ego o en la exaltación del cuerpo como instrumento de falsa redención o sacrificio. .
El sendero que nos señalan los ángeles de Dios está compuesto de diseño, voluntad y acción, una concreción espiritual que une lo inminente con lo inmanente y que nos coloca frente a la superacion de nosotros mismos cada dia, siendo guiados por una enseñanza universal que si, culta y erudita, se combina con todos los pueblos y culturas del mundo y del universo.
Civilizaciones que viven sin dominio sobre otras pero mediante la integración y comprensión real de las leyes de la vida.
No hay más tiempo para permanecer anclados en nuestra victimización o en nuestros traumas. El dinamismo que se nos exige es el mismo que anima a las células de nuestro cuerpo que, cada día, mueren y renacen, renovándose constante e incesantemente para reconstruir y mejorar sus funciones.

Flexibilidad y vivacidad en acción son como nuestro Signo que muere cada vez que el Amado Cósmico lo llama para renacer a una nueva vida más fuerte y llena de amor.
La nuestra es una utopía alcanzable que será una futura version del mundo, tan flexible y desconcertante en su sencillez y pureza que nos obliga a aprender las mismas cualidades del agua: adaptarnos siempre a cada entorno y circunstancia, acostumbrarnos a cada recipiente y toda estructura a la que nos somete la vida y las pruebas.
Nuestra utopía es un sistema nuevo que, sin embargo, a diferencia de las grandes ideologías del pasado que siempre han fallado, ya es factible porque ya ha sido implementado por otras civilizaciones que pueblan el cosmos, que nos muestran que, a través de nuevas estructuras basadas en la ética universal y las leyes del espíritu, la Vida puede continuar y expandirse hacia nuevos horizontes evolutivos que hacen al hombre siempre educado en una evolución superior y cada vez más consciente de su naturaleza multidimensional.

Estos pueblos, unidos a nuestra idea iniciática del el amor a la vida que nos une, son el ejemplo concreto y realizable del cual debemos partir. La naturaleza universal, holística y global de su enseñanza puede guiarnos hacia el ascenso evolutivo que se ha materializado en las enseñanzas universales de Cristo aplicables a todos los ámbitos de la vida.
¡Es hora de hacer realidad todo esto! ¡Es hora de decir adiós a nuestra antigua vida! Es hora de acabar con la cultura separatista que nos ha criado en este injusto sistema de bienestar que es la muerte para la mayoría de los hombres de la tierra y una enfermedad del espíritu contraria a la vida de las multitudes.
Debemos hacer comprender al hombre de la tierra este nuevo paradigma con todos los medios que tenemos a nuestro alcance y con toda nuestra creatividad, aplicando la ciencia del espíritu en todos los ámbitos del conocimiento humano. Esto nos permitirá renovarnos, renacer a la vida verdadera, refundarnos y refundar, representar la verdadera alternativa al mundo, realizar las Leyes del Cosmos y experimentar la superación de nosotros mismos cada día. En una palabra, esto nos permitirá evolucionar. De esta manera seremos capaces de imitar al gran Economista Cósmico que a través de peticiones y dinamismo consciente coordina el movimiento evolutivo en todos las direcciones y da sentido y significado a todas las cosas.
Ha llegado el momento de concretar cada vez más los mensajes que llegan a la Tierra desde el Cielo y presentarlos al mundo renovándonos.
No podemos enseñar lo que no hemos entendido o experimentado con nuestra propia vida.
No podemos presentarnos como la alternativa al sistema sin llegar a serlo antes entre nsotros hermanos.
No podemos hablar de Cristo sin tener la ambición de actuar a su imitación.

No podemos llenarnos la boca con palabras que enorgullecen al ego, si no practicamos el Evangelio y nosotros mismos encarnamos el nuevo paradigma que deseamos.
Por supuesto que tendremos caídas, alegrías y tristezas, pero nuestro objetivo debe ser el sol.
Debemos intentarlo y volver a intentarlo, apuntando al Absoluto, amando también nuestra imperfección y vulnerabilidad, siempre impulsados por la intención, el conocimiento, el pensamiento y la acción que realizamos todos los días.
Con el tiempo debemos hacer comprender al hombre cada vez más que un nuevo comunitarismo evolucionado basado en la universalidad de los valores es posible y podemos encarnarlo ahora mismo, más allá de las creencias y de cualquier lógica de oposición. Se necesita toda nuestra fuerza para que esto suceda y que se haga realidad.
Nuestras vidas necesitan encarnar la alternativa que deseamos traer al mundo y que se nos muestra desde arriba. Debemos renunciar a nuestro conformismo hipocrita, a las comodidades y la vida burguesa, de quien limpia su conciencia haciendo algo de por vida en el poco tiempo que nos queda entre el trabajo y la familia.

Debemos asegurarnos de que en cada momento nuestro trabajo sea para Dios y para el ideal al que servimos, para que nuestra propia vida sea el acto de amor que deseamos traer y vivir en el mundo.
En estos tiempos de gran fragmentación social y política, de crisis global, espiritual, económica, sanitaria, climática y cultural, una nueva semilla está por brotar, una nueva flor está lista para florecer en el mundo e inundar con su perfume, los corazones y las mentes de los sedientos de luz y de vida que vagan errantes en la desesperación.
El ejemplo de civilizaciones superiores nos muestra que podemos hacerlo. ¡Los mensajes que nos dan incesantemente nos hacen entender que solo unidos podemos vencer y podemos encarnar la nueva era ahora mismo! Solo así podremos vivir el Reino de Dios que ya está dentro y entre nosotros.
El sacrificio de los mártires y de los que caminan entre nosotros portando los sagrados signos del Maestro Jesucristo son el ejemplo que podemos seguir para convertirnos en una imitación del Sol y encarnar un futuro que ya está presente, para la alegría de nuestro espíritu que aspira a la meta esperada que es la Verdad.

Francsca Panfilli
22 de febrero 2021

- Escritos de Francesca Panfilli
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