EL PAN DE LA VIDA
15 y 16 de agosto 2009 – Encuentro espiritual en Arca 3
El 15 de agosto es el día en el que se recuerda la Ascensión al Cielo de nuestra Celeste Madre Miriam, pero es también el día de “Ferragosto”, es decir el día en el que todas las personas en Italia, o casi todas, están de vacaciones. Las personas que todavía no se han ido, van a los lugares elegidos para pasar las vacaciones, o se conceden unas horas de relax para dejar a un lado la rutina cotidiana.
Desgraciadamente es también el día en el que se cuentan todos los años demasiados muertos en las carreteras. La gente, se deja llevar por el frenesí de las vacaciones, en búsqueda de algo que después en realidad no encuentra, se pone a menudo en peligro y sobre todo a los demás. ¿Pero cuántas personas dedican un poco de ese tiempo precioso al propio espíritu, a una búsqueda interior, a la búsqueda de la verdad, al conocimiento? ¿Cuántos están preocupados de verdad del futuro de sus propios hijos, del desastre que nuestra generación les está dejando como herencia? Pocas, poquísimas. Sin embargo no es difícil saber, basta solamente el deseo de encontrar y la voluntad de buscar, pero el habituarse a una sociedad absurda se ha apoderado de los hombres que habitan en este mundo y el estímulo de cambiar se ha apagado así como el amor hacia la vida. Muchos se preguntan: ¿Pero cómo será el infierno? Estamos dentro de él ¡querido hombre!
Pero hay algo peor, mucho peor. La muerte segunda, un infierno que priva al hombre de la capacidad de comportarse como tal, reconduciéndolo dentro del alma colectiva animal, al fin de que le sea quitada la posibilidad de hacer daño al prójimo y le sea dada la posibilidad de aprender a través del sufrimiento, visto que no le será quitada la conciencia de haber sido hombre. Depende de cada uno de nosotros lo que elegimos.
El paraíso puede ser vivido también dentro del infierno. Sí, porque el paraíso es una condición interior, una consciencia, la consciencia del bien más precioso que el Gran Espíritu, Padre-Madre, nos ha donado: la Vida. El Sol, en el holocausto de este mundo, sale cada mañana, pase lo que pase, se eleva alto en el cielo continuando a prodigar a los hombres alimento y calor con Sus luminosos rayos, acariciando la Tierra y a sus hijos con las manos cálidas, fuertes y seguras de un Padre.
Pero el tiempo está por caducar, el tiempo para esta humanidad adúltera y malvada se ha terminado, Cristo está preparando Su manifestación en el mundo porque una nueva era está a las puertas: la Era de Acuario. La nueva era de la que hablaba el Maestro de los Maestros Jesús-Cristo está entrando en este nuevo tiempo, en el cual las tinieblas serán desechadas y la Luz reinará y dará calor al Hombre Nuevo.
Nosotros, aunque sin merecerlo, vivimos el paraíso aún con todas nuestras debilidades y nuestros pecados que tenemos que mejorar y cambiar. Hemos dicho sí a nuestro Rey, Jesús-Cristo, que nos ha llamado a servirLo, y a la Tierra que pide ayuda a sus hijos.
Hemos dicho si al Amor, a la Justicia para los débiles y los inocentes, a la Paz, a la Fraternidad entre los pueblos y en este servicio que cumplimos en la práctica en las actividades sociales que llevamos adelante estamos iluminados por el faro de un ser muy especial que como un comandante está siempre en la proa de la nave, al timón, incluso cuando el mar está en tempestad y algunos de nosotros se retiran bajo cubierta para protegerse, el faro de un hombre que, aún siendo como un general, combate siempre en primera fila, delante nuestro. Se llama Giorgio Bongiovanni. A él le debemos lo que somos hoy. Hombres y mujeres realizados en el respeto de los valores éticos y morales de la vida, en la ayuda al prójimo, en la lucha por la libertad de los pueblos, al lado de los justos, sosteniéndolos, por la defensa del supremo valor de la justicia, por la defensa de la Verdad sin la cual el hombre vivirá siempre como prisionero de un poder que lo subyuga, prisionero de sí mismo. Conscientes de las Leyes que gobiernan la Creación y por lo tanto también al hombre, vamos adelante con nuestra batalla, junto a aquellos en el mundo que, como nosotros, luchan por los mismos ideales mejorándonos día tras día, siguiendo las preciosas enseñanzas que el más grande entre los hombres, Jesús Cristo, nos ha dejado de herencia en los Evangelios, anunciando Su segunda venida a la Tierra, ansiosos en la espera de ese día que El ha anunciado.
Las notas de una antigua dulce melodía se difunden entorno a los amigos y hermanos que han venido a estar con nosotros de varias partes de Italia, de varias arcas. Nos alegramos como siempre de estar juntos y de poder “alejarnos” del trabajo cotidiano que de todas formas llevamos adelante con pasión y de poder dedicar un poco de tiempo al espíritu que anhela a tener más consciencia. Las sillas están todas ocupadas debajo de nuestra gran encina mientras el sol brilla alto en este día de Santa María, nuestra Madre protectora, mientras los árboles mueven sus hojas acariciadas por el viento.
Giorgio lentamente, nada más llegar después de una enésima sangración, se acerca a los hermanos, les saluda dulcemente con la mano y se sienta en frente de ellos. Las manos, descubiertas, muestran esos signos vivos que están aún trasudando esa sangre sagrada... las notas de esa melodía entra en nuestros pechos junto al prodigio que aún se cumple ante nuestros ojos. La voz profunda... conmocionada... y quebrada por un llanto que perfuma de un amor que no se puede describir con palabras, de un sufrimiento por el calvario de demasiadas pequeñas criaturas, de tantos inocentes en este mundo... Giorgio, como siervo de Jesús, invita a los hermanos que nunca lo han visto de cerca, a que se acerquen a ese signo, susurrando que el Maestro poco antes, durante la sangración, le había pedido que lo hiciera, su humildad y su forma de sentirse siempre indigno frente a una presencia tan sublime perfuma de santidad... los hermanos, uno a uno, se acercan lentamente... en el aire solo los sonidos de la tierra y de sus elementos que coronan ese momento tan intenso... alguien se arrodilla dulcemente... otro besa sus manos llagadas... otro más acaricia delicadamente esos signos... también nuestros niños, que hasta poco antes jugaban en los alrededores, se detienen para presenciar lo que estaba sucediendo, las niñas más pequeñas se acercan a él espontáneamente con sus sonrisas beatas y le dan sus manitas... “Una de ellas estaba allí” susurra Giorgio “dejad que los niños se acerquen a mí, dijo el Maestro”... la intensidad y la profundidad espiritual que se respira nos hace difícil retener las lágrimas... alzo la mirada... dos perlas de las cuales brotan lágrimas como diademas me impactan profundamente, son los grandes ojos de Lorella que en esa mirada narran el camino de esa santa cruz... me siento envuelta en una onda de energía de amor donde no siento más la percepción de donde termina mi ser y donde empieza el de mis hermanos, el de los pájaros que vuelan a nuestro alrededor, del viento, del agua, de la Luz…el único sentimiento está encerrado en una sola palabra: Unión. Unión con los elementos creados... unión con la Vida... unión con Dios.
La intensidad de ese momento, no sabría definir su tiempo, lo definiría una ausencia de tiempo, prosigue con la misma fuerte vibración y con la voz profundamente emocionada de Giorgio que empieza lentamente a hablar infundiendo en nuestros espíritus un conocimiento y una conciencia que no son de este mundo. El Verbo se hace palabra una vez más delante de todos nosotros todavía conmocionados por lo que hemos tenido el honor de vivir, de percibir, de sentir. Pequeñas degustaciones de vida verdadera.
“El vendrá después de mí, pero El está delante de mí, porque era antes que yo... no es la primera vez que digo estas cosas... debemos prepararnos para recibirlo, porque nadie conoce el día ni la hora, pero el tiempo es este... hoy que es 15 de agosto, día de la Santísima Madre, se que Ella es feliz de que estemos todos juntos aquí, es cierto que está triste por todo lo que sucede en el mundo, pero feliz de que algunos de sus hijos estén juntos así como nosotros hoy, también en otras partes del mundo.
El arcángel Gabriel, un hermano nuestro que venía del Cosmos, pero que estaba guiado por el Espíritu Santo, porque es un Angel de Cristo, se le apareció a Miriam mientras estaba en su alcoba y le dijo: “He sido mandado por Dios para anunciarte que darás a la luz un hijo por obra del Espíritu Santo”, Ella aceptó Su misión adorando a Dios, después fue a visitar a Elisabeta, su prima, que también llevaba en su seno a un mensajero de Dios, Juan Bautista, el cual saltó en el vientre de su madre cuando Maria entró en su casa, sabía que en Su seno se había posado el Maestro Jesús. Lamentablemente casi nadie habla en las sinagogas o en los sanedrines de este tiempo de las verdades escritas en el evangelio, porque los fariseos de este tiempo son peores que aquellos de hace 2000 años que usurpan el nombre de Cristo por sus intereses... “Beata tu eres entre las mujeres”, dice Elisabeta a la Virgen que le contesta con unas palabras que os quiero recordar: “El Espíritu de Dios se ha dignado de llamar a su sierva... Dios hará justicia, consolando a los pobres y a los afligidos y abatiendo a sus enemigos con su Ira...” (Luca Cap. 1 vers. 40).
La Santa Madre María anuncia ella misma la Justicia Divina. ¡Leed el Evangelio!
La Madre Celeste da las gracias a Dios e invita al hombre a ser temeroso de Dios... Esta Madre, que aparece desde hace dos mil años, anuncia también Ella la venida de Su Hijo y la justicia en el mundo y nosotros debemos darle gracias porque si el brazo de la Justicia de Su hijo no se ha abatido todavía sobre el mundo se lo debemos a Ella, a Su misericordia, pero este es el tiempo y Jesús lo había profetizado en muchas, muchas conversaciones que tenía con el pueblo de hace dos mil años y se desesperaba porque a menudo no le creían, pero anunciaba estos tiempos... y por cuanto fuese grande ese tiempo en el que Jesús vino a la tierra, que es el evento más importante de toda la historia de la humanidad, este tiempo próximo será aún más grande porque veremos a Cristo con toda su Gloria y con toda Su Potencia. “Vosotros no podéis imaginar cuantas personas han soñado este momento”, decía Jesús a menudo a Sus discípulos, “cuantos profetas, cuantos mensajeros de Dios hubieran querido ver lo que vosotros veis y escuchar lo que vosotros escucháis pero no lo vieron y no lo escucharon”, y les recordaba la fortuna que tenían porque el reino de Dios caminaba entre ellos. Pero yo os digo en verdad que este tiempo próximo será aún más importante porque todos vosotros veréis la gloria de Cristo descender del Cielo con potencia y en ese momento llegará el juicio.
Jesús enseñaba mediante parábolas, refiriéndose a nuestros tiempos, os quiero recordar por ejemplo la parábola de ese rey, de ese patrón que tenía una viña grande pero que tuvo que partir por un largo viaje, dejando a sus siervos el cometido de cuidarla. Después de un tiempo, ocupado en conquistar otras tierras, manda algunos siervos a controlar la situación de su viña y a anunciar a los que se estaban ocupando de ella que él estaba por volver. Los administradores de la viña, en vez de recibir a los siervos enviados por el patrón, les echan de la propiedad golpeándolos. Abatidos los siervos vuelven donde el patrón y le dicen: “¡Nos han golpeado y no nos han reconocido!”. El patrón decide entonces de enviar a un grupo de otros siervos suyos más numeroso, pero también esta vez los administradores de la viña ordenan que les bastonéen y esta vez también de matarles. Cuando el patrón lo supo decide de enviar esta vez a su hijo predilecto pensando: “Le verán y finalmente comprenderán que soy yo el que los manda y así se calmarán y prepararán la viña con toda la administración de mis bienes para cuando yo regrese”. Pero de nuevo los administradores deciden, con los demás siervos que se habían quedado en la viña, de matar al hijo del patrón para que la herencia les toque a ellos. Cuando el patrón recibe la noticia de lo sucedido va él mismo a su viña y extermina a todos los que la habían administrado diciéndoles: “No sois dignos de administrar mi viña, la entregaré a otros siervos que buscaré y encontraré fuera de mi reino”. (Luca cap.20 vers.9). Esta es una parábola que se refiere a nuestro tiempo... el reino simboliza la Tierra, el patrón simboliza a Dios, el hijo predilecto es Cristo y los administradores inicuos son las religiones de este tiempo y los hombres en sí. Con esta parábola el Maestro nos ha transmitido que El anunciaría Su retorno pero que si el hombre no hubiera estado pronto manifestaría su Justicia. Tenemos que prepararnos a esto. Jesús decía siempre: “Amaos como yo os he amado... no seréis reconocidos como mis discípulos si entre vosotros no sentís el amor de uno hacia el otro y si no os ayudáis el uno con el otro, seréis reconocidos en cambio como falsos y tendrán razón”. (Juan cap.15. Vers.12). Si en cambio nos amamos los unos con los otros entonces somos de verdad discípulos de Cristo.
Pero El dijo muchas y muchas otras cosas que antes de dejar este cuerpo tendré que deciros sobre las cosas que Jesús-Cristo ha dicho y os revelaré la Verdad.
Otro paso del Evangelio que se refiere a este tiempo es lo que os cuento ahora. Cuando se encontraba en Jerusalén, Jesús iba a predicar en el templo todos los días, sobretodo en la última parte de su vida. El Maestro había revelado a Sus apóstoles que en esta ciudad pronto sería asesinado y por este motivo no querían que El se detuviese en esa ciudad. Un día Pedro, mientras Jesús hablaba de esta inminente profecía le interrumpe y con gran preocupación intenta disuadir al Maestro diciéndole: “¡No, Señor, que no suceda nunca!”. Entonces él dijo a Pedro con autoridad: ¡Quítate de delante de Mí, Satanás! Tu no piensas en las cosas de Dios, sino en las de los hombres”. (Mateo cap.16 vers.22). ¿Pero por qué Jesús riñe a Su apóstol tan duramente? Porque nos quiere hacer entender que nosotros no debemos obrar según nuestra forma de comprender, sino según la voluntad de Dios, según lo que Dios desea de nosotros. Por lo tanto también el mejor de nosotros puede ser un portador de tentación. Pedro era uno de los apóstoles predilectos, el fundador de Su Iglesia, el guardián de la Iglesia espiritual, pero Jesús le apunta con el dedo porque ve en él la tentación. Pedro se deja tentar en la materia por debilidad, en efecto era voluntad de Cristo Su sacrificio por la salvación de Sus amigos y por lo tanto también de Pedro.
Quiero explicaros que el Evangelio ha sido escrito para hoy, os cuento otro hecho de ese tiempo cuando el Maestro de los Maestros caminaba entre los hombres.
Jesús un día tuvo una disputa durísima con los judíos, porque no le creían, había curado a un Samaritano que había pedido Su ayuda y en ese tiempo los Samaritanos no tenían ningún valor para los judíos. El Sanedrín y los judíos le acusaban porque no creían en El y no soportaban que aún siendo judío no fuese racista como sin embargo lo eran los fanáticos potentes de ese tiempo. Así que le decían: “¡Eres un endemoniado!” Pero Jesús les contestaba: “No estoy endemoniado, yo no hago mi voluntad, sino la de Aquel que me ha mandado... quien cree en mi tendrá vida eterna”. Los judíos le contestaban: “¿Pero tú piensas que nosotros no tenemos como Padre a Abraham?...” y Jesús les decía: “Si, vuestro padre es Abraham, pero vosotros no ponéis en práctica en las obras las enseñanzas de Abraham, decís que tenéis a Dios con vosotros, pero vuestro Dios es Satanás, el diablo, el Dios de la mentira”. Jesús se desespera y les dice: “¿Pero por qué no comprendéis mi lenguaje? (Juan cap.8 vers.37. Pero visto que después de haber cumplido tantos milagros, incluso la resurrección de Lázaro todavía no Le creían el Maestro les dijo unos días después: “Se cumple así la profecía de Dios que a través del profeta Isaías dijo: He cerrado sus corazones y he cegado sus ojos para que no se arrepientan para no ser condenados” (Juan cap.12 vers.37). Tenéis que conocer a Dios... es espectacular... es algo extraordinario... Jesús les quiere decir: “Vosotros que sois malos no me reconocéis pero reconocedme al menos por las obras que hago”. Pero visto que todavía no le creían, Jesús, dirigiéndose a Su Padre dijo: “Padre glorifica Tu nombre”. De improviso una voz se elevó dentro del templo desde el Cielo y dijo: “Yo lo he glorificado y lo seguiré glorificando”. (Juan cap.12 vers.28) y todos lo escucharon. Imaginad que ahora aquí en este momento se eleve una voz como el rumor de un trueno ¿cómo os sentiríais? ¡Os quedarías shockeados! Pero en ese momento sucedió exactamente así y la gente inmediatamente después, todavía impactada, intentando hallar una explicación lógica pensaba: “Habrá sido un trueno”... pero Jesús leyendo en sus pensamientos dijo: “Esta voz no ha venido para mí, sino para vosotros”.
En otro sermón Jesús se refiere a este tiempo diciendo: “En verdad os digo que las puertas del reino serán cerradas a su pueblo y serán abiertas a la gente que viene de oriente y de occidente, porque vosotros no habéis creído”, profetizando después la destrucción de Jerusalén. En varias ocasiones el Maestro dice que El no reconocerá a su pueblo, pero reconocerá entre su pueblo y toda la humanidad solamente a los que habrán hecho su voluntad. “Yo elegiré mi pueblo fuera de mi pueblo”, dice Jesús y este nuevo pueblo son los gentiles, sois vosotros, los pueblos latinos, el nuevo pueblo elegido. Por esto yo estoy aquí. Les dice además: “¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que te son enviados! ¿Cuántas veces quise juntar a tus hijos, así como la gallina junta sus pollitos debajo de sus alas? Pero tú no has querido y entonces no me verás más hasta cuando dirás: “Bendito Aquel que viene en el nombre del Señor”. (Luca cap.13. vers.34). Si no ponemos en práctica los mandamientos que Cristo nos ha dejado no podremos heredar la tierra y el fin de nuestra misión en este mundo es precisamente el de heredar el nuevo Reino. ¿Y cuáles son los mandamientos? Los que Jesús enumera son siete: ama a tu prójimo como a ti mismo, no matar, no cometer adulterio, no robar, no decir falso testimonio, honrar al padre y a la madre, no estafar. Estos son los mandamientos que Jesús nos ha dejado. Dos han sido añadidos por el pobre Moisés que tenía que vérselas con un pueblo “difícil” y que para poder establecer una orden moral añadió –no desear las cosas ajenas y no desear la mujer de otros- pero en realidad la mujer y las cosas no pertenecen a nadie, solo a Dios. Jesús enumera por lo tanto los mandamientos al joven rico diciéndole después la frase: “Es más fácil que un camello entre en una aguja que un rico en el reino de los cielos” (Mateo cap.19 vers.16). Y entonces yo os digo: “¡Ay de vosotros los ricos!” El que sea rico de nosotros tendrá grandes problemas, así que os deseo que seáis pobres o que por lo menos tengáis lo necesario, pero quien tenga más de lo necesario, tendrá grandes problemas con Cristo. Jesús habló claro cuando el joven rico le dijo: “¿Maestro, he hecho todo, he observado todos los siete mandamientos, ahora que tengo que hacer?” “Te falta solo una cosa por hacer, hijo: “Vende todo, dalo a los pobres y sígueme”. (Lucas cap.18 vers.18). El Maestro no deja lugar a dudas sobre lo que quiere decir y que dice. Significa que tenemos que estar disponibles a dejar todo, en cualquier momento que El nos lo pueda pedir, y eventualmente a poner todo a disposición de los demás, de una causa justa, de quien lo necesita, esto es lo que significa. Cuando Cristo dice: “Ven y sígueme” no lo dice en el sentido que muchos curas de hoy quisieran: vende todo, dame a mí el dinero y así yo se lo doy a los huérfanos... no es así... Cristo es la Verdad, Cristo es el Amor y la Justicia al mismo tiempo, por lo que dar todo lo que tienes por Cristo significa darlo por una de Sus causas justas en el mundo, entonces será fácil que entres en el Reino de los Cielos, de lo contrario te quedarás fuera... Yo no tengo nada y cuando tengo algo me preocupo enseguida de liberarme inmediatamente porque me molesta, no me falta lo necesario, pero tengo solo eso, si me llega algo rápidamente lo pongo a disposición de las necesidades de la Verdad y de la obra... Quiero haceros realizar, inculcar que el Evangelio es para hoy, es el Camino que hay que seguir hoy.
Una vez llevaron a Jesús nueve leprosos que Le dijeron: “Señor te ruego, ayúdanos, ten misericordia de nosotros” y el Maestro les contestó: “¡Tened fe! Id y decidlo a los sacerdotes”, y mientras andaban se dieron cuenta de que habían sanado. Pero solo uno de ellos vuelve atrás para dar las gracias al Señor diciéndole: “Señor gracias” y glorificando a Dios. Era un samaritano, es decir una alma que no pertenecía al pueblo elegido. Jesús entonces le dice: ¿Pero no erais nueve? ¿Dónde están los demás que he sanado, has venido tú que eres Samaritano y no han venido los demás que son judíos?” (Lucas cap.19 vers.11). Por esta razón el Señor profetiza: “En verdad os digo que serán expulsados del reino los hijos del reino, mientras vendrán de oriente y de occidente y se ganarán el reino del Cielo”. Nosotros somos los samaritanos de hoy, no somos el pueblo elegido, somos los ilegítimos, los marginados, los que quiere Jesús, los pecadores que se arrepienten, los últimos, los humildes, los simples.
Es espectacular escuchar a Cristo... una vez dijo a un fariseo que creía ser justo delante de todos: “Quien se humilla será exaltado, quien se exalta será humillado” (Lucas cap.14 vers.11). Un día un fariseo va al templo y ruega al Señor: “Señor, dame fuerza, yo soy perfecto, ayuno dos veces a la semana, pago todos los impuestos, ayudo a los pobres, soy rico pero administro mis bienes, dame fuerza, no soy como ese pecador, ese pagano, ese publicano. Delante tuyo Padre yo soy justo”. Pero también el pecador ruega al Padre, diciendo: “Señor no soy digno ni siquiera de mirarte porque soy un pecador, no soy digno de estar en este lugar, pero te pido perdón y quiero rescatarme”. Según vosotros a quien recibe en Su reino el Señor ¿al fariseo o al pecador? “Quien se humilla será exaltado, quien se exalta será humillado”, dijo Jesús. Entonces si nosotros nos humillamos delante del hermano y somos siervos el uno del otro, también en la sociedad, seremos grandes en el reino de Dios.
Una enseñanza que volvemos a encontrar cuando un soldado romano, un centurión, manda a algunos ancianos judíos para pedir a Jesús que sane a su siervo y Jesús le dice: “Si, voy a curarlo”, pero cuando informaron al centurión que el Maestro estaba por ir a su casa, manda algunos de sus amigos donde El para decirle en su nombre: “No Señor, yo no soy digno de recibirte en casa, por este motivo no he ido donde ti, pero tu di una sola palabra y mi siervo sanará. También yo estoy sometido a autoridad y tengo a mis dependientes soldados, soy un oficial militar y si les digo –haz esto- ellos lo hacen, así que si tú dices una sola palabra se que serás escuchado”. Jesús, sorprendido por esas palabras, dice mirando a sus discípulos y a los judíos presentes: “Nunca he visto una fe más grande que esta ni siquiera en Israel...” (Lucas cap.7 vers.1).
He recordado el concepto que quería decir antes y que no le gusta mucho al diablo, por eso hace que desaparezca de mi mente, cuando Jesús dice: “En verdad os digo que el reino de los cielos será dado a las prostitutas, (Mateo cap. 22 vers. 31), a los pecadores, a los ladrones, les será dado a ellos porque se han arrepentido”, no hay nada más grande en el cielo que ver a un espíritu arrepentirse y rescatarse, los ángeles hacen fiesta, por eso Cristo apuesta sobre nosotros que somos todos pecadores, en el sentido que tenemos nuestras debilidades y no apuesta sobre los hipócritas o sobre los que parecen perfectos, sin pecado. Por eso El busca a los vagabundos, a aquellos que quieren rescatarse y que ponen su vida al servicio de una causa justa, por eso nuestro deber es el de despertar a las almas, estad muy atentos, hay un pasaje del evangelio que os repetiré toda la noche donde Jesús dice: “¡Vigilad!” Leed en el vocabulario lo que significa vigilar. Jesús dice: “No os dejéis conquistar por las cosas materiales, por las cosas humanas, porque vuestro Maestro regresará cuando menos os lo esperéis y no os preocupéis hoy de lo que comeréis mañana...” (Mateo cap.6 vers.25), de como haremos para pagar el alquiler, de lo que haremos en el futuro, o de tener miedo de no salir adelante... si tenéis fe en Dios, El hará que no os falte nada. Lo decía Jesús: “¿Los pájaros trabajan? No, sin embargo acaso ¿Yo no les doy de comer? Y vosotros que sois más que los pájaros ¿por qué os preocupáis? (Mateo cap.6 vers.25). Nosotros ya no podemos pensar en nosotros mismos, si es que lo hemos hecho alguna vez, nosotros debemos pensar en despertar las almas y anunciar la justicia divina, pero ninguno de nosotros tendrá el derecho de anunciar nada si antes no amamos a nuestros enemigos, debemos primero amar a quien nos odia y solamente después tendremos el derecho de anunciar la justicia. Cuando Jesús manda a sus apóstoles a despertar las almas les dice: “Id, perdonad, curad, resucitad a los muertos, librad endemoniados y si no sois recibidos en una ciudad, os aseguro que Sodoma habrá sido tratada mejor que esa ciudad en el día del juicio”. (Marcos cap.16 vers. 15 – Mateo cap. 10 vers.14). Jesús es muy severo, en todo el Evangelio aparece el binomio amor y justicia. Jesús que condena a quien no cree, Jesús que perdona al arrepentido, mientras los fariseos hacen exactamente lo contrario, condenan a los arrepentidos y toleran su iniquidad y sus hipocresías, entonces nosotros nos tenemos que dedicar en los tiempos venideros sobre todo a esto, a despertar almas. La parábola de los talentos me parece perfecta: “A quien tiene, será dado, a quien no tiene, le será quitado incluso lo que tiene” (Mateo cap.25 vers.14) ¿sabéis lo que significa? Nosotros que tenemos tanto, que hemos sido despertados por Cristo en la Verdad debemos dar, hacer fructificar estos talentos porque si nos tuviésemos la verdad solo para nosotros, cuando El volverá nos dirá: “¿Habéis hecho fructificar los talentos que os he dejado? ¿Toda la riqueza que os he donado, la habéis hecho fructificar? ¿Cuántas almas habéis despertado, cuántas almas habéis ayudado en proporción a lo que os he dado?” Entonces habrá quien responderá: “¡Señor, nosotros las riquezas que nos has dado nos las hemos guardado bien porque tú eres un hombre justo y severo y teníamos miedo de perdernos si entrábamos en la sociedad y de perder las riquezas!” Y entonces Jesús les dirá: “¡Siervos infieles, teníais la Verdad y os la habéis tenido para vosotros y ahora os la quito y la regalo a los que han hecho fructificar sus propios talentos aún teniendo menos que vosotros!”. Por este motivo, mientras tenga aliento, seguiré hablando de la verdad, nunca serán cerradas mis puertas hasta el día en el que Cristo descienda del cielo.
Pero debemos ser también sagaces, muy sagaces, y previsores porque a veces somos ingenuos y estúpidos, no ponemos en práctica la astucia que Cristo nos ha enseñado y en cambio tenemos que hacerlo, sobre todo con los hijos de este mundo. Jesús lo explica en la famosa y aparentemente incomprensible parábola: “Ganaos amigos con las riquezas injustas” (Lucas cap.16). Os cuento la parábola. Había un hombre muy rico que tenía un administrador, un mayordomo, que ya no le administraba bien sus bienes, entonces va donde él y le dice: “Tú estás administrando mal mis bienes, mis riquezas, por lo tanto te tienes que marchar, prepárate porque ya no te dejo administrar nada. El mayordomo se traumatiza y se pregunta: “¿Que hago ahora? No se zapar y ¿cuánto tiempo me costaría aprender? No lo lograría. Pedir limosna... me avergüenzo ¿cómo hago? Entonces, después de mucho pensar encuentra la solución: “¡Se cómo hacer! Llama a todos los deudores del patrón y habla con cada uno de ellos diciendo: ¿Tu cuánto debías a mi patrón? Cien barriles de aceite. Escribe en el papel cincuenta. ¿Y tú cuanto debías a mi patrón? Quinientos sacos de grano. Escribe doscientos cincuenta. De esta forma se conquistó la amistad no solo de los deudores, sino también de muchas otras personas. Cuando el patrón supo lo que había hecho su mayordomo le admira y lo halaga por su sagacidad. Esta es la historia que Jesús nos cuenta para enseñarnos cuanto es importante ser sagaces en este tiempo... “Ganaos amigos de la riqueza injusta porque los hijos de este mundo son sagaces y saben cómo resolver sus problemas, mientras los hijos de la luz no”. Jesús no da elogios ciertamente a quien roba o a quien obra contra la Ley, sino que elogia el valor de la sagacidad y nos pide que seamos sagaces, previsores, astutos, no ser ingenuos en este mundo.
En nuestra vida está siempre presente el maligno que nos tiende sus trampas. Estas trampas nos llegan a menudo también a través del amor, si no fuera así serían tentaciones demasiado claras y no caeríamos... obviamente no a través del amor desinteresado, sino del amor interesado... a través de personas que te prometen paraísos, personas que te adulan, etc... entonces Jesús nos enseña y nos dice: hazte listo, usa esa situación que viene del “mal” por interés tuyo que no es personal, sino intencionado a una de Mis causas que estás sirviendo, pero siempre en el respeto de la ley. Es decir que Jesús nos quiere decir con esa enseñanza: “Hijos mío ¿eres rico? Atención, la riqueza no te debe someter, hacerte esclavo, usa este talento que te he dado para hacerme conocer, para ayudar una de Mis obras sociales, una de Mis causas en favor de la vida, una de Mis causas que has elegido servir. ¿Tienes un poder material? No dejes que te aplaste y te domine, úsalo con inteligencia para hacer conocer la Verdad de Mis enseñanzas a todos, para defender a mis hijos indefensos y para luchar contra las injusticias... sed astutos hijos míos, pero en la justicia y en la verdad, no en la mentira. El Señor nos quiere decir: sed astutos y no os dejéis engañar, sed inteligentes y agudos para encontrar siempre, en cualquier situación, una salida al fin de que podáis hacer triunfar el bien, de lo contrario el diablo os hará caer en su trampa.
El Señor es espectacular, yo Lo adoro también por esto... porque El tenía... tenía ciertas salidas... que nadie entendía nada... también los apóstoles a menudo no entendían nada de lo que el Maestro decía o hacía, pero Lo amaban mucho, después cuando recibieron el Espíritu Santo, se convirtieron en Maestros también ellos... cuando Jesús fue a resucitar a Lázaro que estaba en Betania, cerca de Jerusalén, dice a quien lo acompaña: “Vamos donde nuestro amigo que se ha dormido y lo despertamos y los apóstoles que no entendían decían: “¿Cómo duerme?” Pensando que se había dormido y que Jesús quizás lo quería despertar porque era tarde... entonces Jesús tenía que explicar siempre todo y les dice: “¡Se ha muerto! “Entonces vamos”, dicen los apóstoles, pero todos se quedan perplejos porque Lázaro se había muerto hacía cuatro días y seguramente su cuerpo ya olía mal. Tomás, el incrédulo y sarcástico de siempre dice: “Si, si, vamos, vamos a morir con él! (Juan cap.11).Pero os dais cuenta de que Jesús Cristo, el hijo de Dios, estaba ahí con ellos y después de haberle dicho algo tan importante como la de ir a resucitar a uno que estaba muerto desde hacía cuatro días ¡¡¡Tomás le contesta así!!! Yo me río a veces cuando recuerdo estas cosas... nada, a Tomás no le entraba en la cabeza quien era Jesús... cuando después veía el milagro entonces se arrodillaba y su fe volvía a ser viva: ¡Señor gracias! Señor mío, tú eres Dios.
Otra cosa que os quiero recomendar, dice Giorgio intensamente, muchas veces me preguntan: “¿Pero por qué Dios no hace justicia?... ¿por qué no viene Jesús?... ¿por qué no mejoran las cosas en favor de los afligidos?... Y yo contesto así y también vosotros tenéis que contestar de este modo: porque no rezamos bastante, rezar no en el sentido de recitar las letanías, sino en el sentido de la fe y Jesús nos hace comprender esto con otra estupenda parábola que deberíais inculcaros en la cabeza hasta que explote en vuestro corazón. Jesús cuenta de una mujer que va donde el juez infame que no tenía temor de Dios y que odiaba a los hombres y le dice con insistencia: “Juez, por favor, haz justicia con mi hijo” y el juez contestaba: “¡No, no me molestes! ¡No tengo tiempo!”. Pero esta mujer seguía yendo donde él insistentemente, una y otra vez, hasta que el juez la dice: “Yo no temo a Dios ni mucho menos a los hombres, pero esta mujer de verdad que me la quiero quitar de encima, le hago justicia y así me libro de ella” y hace que esa mujer gane la causa. Jesús dice entonces a los apóstoles: “Si este juez deshonesto que no temía a Dios, después de la insistencia continua de la mujer, ha satisfecho su ruego de justicia, ¿pensáis quizás que Dios que es bueno y misericordioso no satisfaga los ruegos de sus elegidos?”. Recordad: “Pedid y os será dado, llamad y os será abierto” (Luca cap.18). ¿No está claro el significado de esta parábola? Jesús cuenta además: “Un día un hombre va a despertar a un amigo y le dice: -Escucha, uno de mis hermanos espirituales ha llegado ahora de un largo viaje, ¿puedes darme un poco de pan? Eran las doce de la noche y el amigo contesta: ¿Pero estás bromeando? ¡No, no te puedo dar nada, todos están durmiendo, también mis hijos! Y Jesús dice: “Pensáis que ese hombre no haya continuado a llamar insistentemente a la puerta del amigo, hasta que el amigo, solo para que no llamase más, no le diese el pan?”. Y de hecho se lo dio. Pedid con insistencia y con fe y os será dado. Estad seguros.
Estoy aquí para serviros, estoy aquí para hablar de Cristo. Por favor, hacedme preguntas, dice Giorgio.
¿Cómo hay que pedir?
Con la oración y con las obras, no para nosotros mismos, sino para los demás, por la verdad. El sabe lo que necesitamos, no hace falta que se lo pidamos. El sabe que necesitamos vestirnos, comer, beber, pagar lo que le corresponde a César, es decir, al Estado y por lo tanto trabajar. El se preocupa por nosotros y nosotros nos tenemos que preocupar de la verdad, de la fe, de la espiritualidad, de encontrar los medios para poder servir y ayudar a difundir la Verdad. Pero no tenemos que contentarnos de pedir solo una vez a Dios, sino mil veces, y Dios, después de haber probado tu fe y la fe significa perseverar en el bien a pesar de las dificultades y cuando estás sufriendo una injusticia, te abrirá las puertas y la montaña se desplazará.
¿Por qué cuando preguntaron a Juan Bautista si era Elías él lo negó y negó también que fuera un profeta?
Porque Juan Bautista no daba testimonio de sí mismo, daba testimonio de Cristo, pero se lo había revelado a sus discípulos, pero no a los demonios. ¿Quién le hizo la pregunta, los discípulos o los demonios? Los fariseos, es decir, los demonios, porque los fariseos son demonios, también hoy, y no podrán escapar de la ira santa de Dios que les domina y que les condenará a la muerte segunda. Así como hoy en la Iglesia también hace dos mil años estaban presentes en el Sanedrín almas buenas y también espíritus muy especiales que también entonces eran una ajustada minoría, desgraciadamente, pero el poder de la iglesia de hoy Jesús lo aniquilará, lo exterminará con Su justicia. Jesús amaba mucho a Juan Bautista y Juan Bautista se sentía indignamente amado por él, Jesús le amaba y hablaba tanto de El. Era el único hombre en la Tierra, además de los profetas de las escrituras, que Jesús exaltaba siempre. Jesús le amaba porque tenía el coraje de decir la verdad y en aquel tiempo los que hablaban de Cristo arriesgaban la vida, sobre todo cuando Jesús se había vuelto enemigo de sus perseguidores... Entonces Jesús decía a la gente: “¿Qué habéis ido a buscar al desierto? ¿Qué es lo que habéis ido a ver? ¿Un hombre vestido de ropa delicada? (Mateo cap.11) Juan Bautista era su precursor.
En el Evangelio de Juan, Jesús dice que el pan desciende del Cielo e incluso dice: “... el que no come la carne y la sangre del hijo del hombre...” ¿quiere decir que hablaba precisamente de la carne física?
Giorgio: ¿Pero quién es Cristo?
Respuesta: El hijo de Dios...
G: ¿Pero la expresión de su figura espiritual y física donde la vemos?
R: En Jesús...
G: ¿Pero en qué astro espléndido?
R: El Sol...
G: ¿El Sol no es el Padre? ¿Y entonces como hacemos para comernos el cuerpo de Jesús? Si lo tomamos literalmente es absurdo, tenemos que interpretar los símbolos en algo que sea concreto en la materia. El cuerpo de Cristo se simboliza en el pan, la sangre de Cristo se simboliza en el vino y es así que el Maestro distribuye el pan y el vino a Sus discípulos diciendo: “Tomad, este es mi cuerpo, bebed esta es mi sangre ofrecido en sacrificio por vosotros”... no por los demás... por vosotros y por muchos “por la redención de muchos”. Es decir que el Sol, el cuerpo crístico del Sol, es el pan ¿pero sabéis por qué? Ahora os hago una pregunta: ¿cuándo madura el grano? ¿En el solsticio de verano? ¿Y cuando madura la uva? ¿En el solsticio de verano? Es decir que el Sol carga su cuerpo transmitiendo su máxima energía en estos dos particulares elementos que se convierten en carne y sangre, el “Cuerpo de Cristo”.
¡El Cristo es el Sol! Escribíroslo en la cabeza, Cristo es el Sol, Jesús es el hijo del hombre. Cuando Jesús dice: “Yo soy la luz del mundo” es Cristo que está en El, el que habla, por esto debemos arrodillarnos en frente Suyo y adorarlo porque Jesús hijo del hombre se ha convertido en Jesús Cristo. Cuando Jesús dice: “Comed y bebed mi cuerpo”, no está hablando un hombre, está hablando el Sol... “Yo soy agua viva fresca” ¿pero quién es el que habla? Es el Sol el que habla, porque es El, el que crea la vida. Y los frutos de la tierra que encarnan la concentración máxima de Su energía, de Su fuerza, de Su vida son el pan y el vino, pero Su energía, Su vida, se manifiestan también en la lechuga, en un higo, en una manzana, en todos los elementos de la tierra.
Recordad que en la iglesia, en el santísimo sacramento, está representado el Sol, no está representada la cruz u otra cosa, la iglesia es consciente, mejor dicho, los príncipes de la iglesia, porque la iglesia somos nosotros, ellos conocen la verdad pero como dice Jesús: “Pues vosotros no entráis, ni dejáis entrar a los demás”(Mateo cap.23 vers.13) porque ellos que conocen la verdad la ocultan.
Jesús quiere explicarnos que en el momento en el que nos volvemos conscientes de Su real identidad podemos servirle mejor, por esto nos invita a hacer la comunión, hacer la comunión significa estar juntos y recordar Su esencia, vivir la esencia de Jesús que es el Cristo, que es el Sol. Un día, cuando esta humanidad adore al Sol, así como lo adoraba en un tiempo, hace 14.000.000 de años, tomareis conciencia de lo que os estoy diciendo hoy. En ese tiempo vivía en la tierra un pueblo que se llamaba Atlántida, donde vivía yo, pero no se adoraba al sol con ritos fanáticos como después pasó con los pueblos maya y azteca cuando degeneraron. Esas civilizaciones que se remontaron hacia esa cultura en el curso de los milenios adoraban al Sol en su esencia porque sabían que desde ese astro se manifestaba la Divinidad, sabían que los Seres de Luz venían de allí, sabían quién es El, el Sol, el dispensador de todo. El cuerpo cósmico de Cristo es el Sol, todos los soles del universo son Su cuerpo cósmico. Obviamente el Espíritu no tiene forma, es pura Inteligencia, pero es Inteligencia Divina que crea formas y substancias en el Sol y crea la Idea. El Sol después, a su vez, observad lo que crea a nivel físico... mirad a vuestro alrededor... todo lo que veis lo da a la luz la Madre Tierra, ¿pero quién insemina esta bellísima célula cósmica? El Sol. Así como el hombre insemina a una mujer que en su vientre protege y crece una nueva vida hasta que la da a luz. “Yo y el Padre mío somos una sola cosa”, dice Jesús cristificado, por esto cuando miráis el Sol no hay diferencia si veis a Cristo o a Su Padre, pero sin Cristo no podéis ver a Su Padre, esta es la diferencia. Para llegar al Padre necesitamos al Hijo. El Padre desea que nosotros le amemos, que le adoremos, que le sirvamos, que le reconozcamos a condición de que adoremos a Su hijo unigénito, porque a El ha confiado toda la existencia de lo Creado, por lo tanto el Padre, podemos decir, es Aquel que está detrás, pero la figura central de nuestra vida, para que podamos conocer, comprender y contemplar al Padre, es Jesús-Cristo, sin El no existe nada, existen las tinieblas. Y cuando digo Cristo no quiero decir las religiones, sino los valores, las obras, también un ateo que no cree en Cristo y obra en el amor, lucha por la justicia y vive en el respeto de las Leyes universales, Cristo está en él y estad seguros de que heredará el Reino prometido. Cuando el ateo reconozca al Señor Le dirá: “Señor, perdóname, en mi mente no te he contemplado, estaba cerrado, pero he puesto en práctica las obras del bien que es lo que Tu has enseñado” y el Señor le contestará: “Hijo, perdono que tuvieses la mente cerrada, pero aunque no estaba en tu mente Yo estaba presente en tu corazón, así que entrarás a formar parte de mi Reino”. Al “creyente” en cambio que come a Cristo todos los días y no pone en práctica Sus enseñanzas Le dirá: “Tu que me has tenido siempre en la mente y en la boca pero no has observado mis mandamientos, aléjate de mí, hipócrita, no te reconozco”. Os aseguro que esto es lo que sucederá.
Los falsos profetas
Los falsos profetas son los políticos, los falsos profetas son los altos cargos de las instituciones religiosas, los falsos profetas son aquellos que se autoproclaman Dios o Cristo en la Tierra...
Yo no puedo juzgar, no tengo este poder... Pero el que vendrá después de mi juzgará... Yo solo puedo advertiros que estéis atentos, hay muchos mensajeros en la Tierra pero hay también muchos falsos profetas, el Papa es un falso profeta porque debería representar a la iglesia de Cristo y sin embargo representa una iglesia a donde ha entrado el humo de Satanás, mientras sin embargo son verdaderos profetas los misioneros de la misma iglesia que viven el mensaje de Cristo con su vida, pero son también falsos profetas la mayor parte de los gurúes, falso profeta es la moda, falso profeta es la droga, falso profeta es la bomba atómica, falso profeta es el bienestar material prometido por todas las multinacionales de este mundo, falso profeta es viciar a los propios hijos a una vida lujosa, materialista, ambiciosa, esto es falso profeta, falso profeta es la guerra, la mafia, etc.. Son falsos profetas porque aunque no digan: “Yo soy Cristo”, engañan a los hombres haciendo creer lo que es falso por interés personal... “¡Este es el mejor partido! ... Votadme y os resuelvo todos los problemas”,... “Formad parte de nuestra iglesia y vuestra alma será salvada”... Pero Jesús también en este caso nos da la solución para comprender, para poder discernir: “Por sus frutos conoceréis quienes son”.
También a mí me dicen que soy un falso profeta, pero yo soy feliz de que me lo digan y os explico por qué: ¿Habéis oído alguna vez decir a un potente que el Papa o un obispo sea un falso profeta? O al contrario, al Papa que un potente sea un falso profeta? No. Si fuese halagado por el pueblo estaría muy preocupado, porque Jesús dice en el Evangelio: “Cuando os perseguirán debéis alegraros, si en cambio seréis halagados por la gente y adulados por el poder, es el diablo el que está con vosotros”. (Mateo cap.5 vers.3). Este es el significado de la cruz, hasta que Jesús no regrese a la Tierra nuestra misión será la de no ser escuchados, ni comprendidos, incluso perseguidos y matados, una vez sucedía también esto, hoy no sé lo que sucederá todavía.
El anticristo y el pueblo hebreo
El anticristo no es una persona, el que maneja los hilos por encima de todos los anticristos es el diablo que manipula la mente de estos grandes potentes, del poder de oriente y del poder de occidente. En el momento en el que retorne Jesús, el anticristo podría incluso identificarse en una persona, pero lo que cuenta es que cuando los dos testigos desenmascaren su rostro no revelarán el nombre de un ser específico, sino que revelarán el poder que mueve a este hombre, o esta serie de hombres. Por lo tanto el anticristo no es una persona, sino “el poder” escondido que se concentra detrás de aquella o de aquellas personas. Podría ser el hombre más rico del mundo ¿Por qué no? El presidente de un consejo de administración de potentes, pero él será solo el símbolo... la globalización es el anticristo, la guerra preventiva es el anticristo, la justificación de la construcción de armas nucleares es el anticristo... hagamos la guerra contra los terroristas, esto es anticristo... yo soy hebreo, llevo la estrella de David al cuello, un medallón original que viene de Palestina de hace 2000 años, por eso puedo hablar a mis hermanos hebreos, a mi pueblo antiguo y criticarlo, las bombas atómicas de Israel son el anticristo, los que han construido el primer misil nuclear son el anticristo. Por esta razón acuso a mis hermanos hebreos, como el profeta Isaías, como el Bautista que decía: “¡Sois desobedientes, Dios os castigará!”. Y Dios les castigará sirviéndose de los enemigos de su pueblo, siempre ha pasado así, se ha servido de los egipcios, de los filisteos, de Babilonia... esta vez se servirá de IRAN. Ochocientos millones de árabes han rodeado Israel... yo soy judío pero si mi pueblo desobedece al Padre Adonay, deseo que sea castigado así como pasó con Sodoma y Gomorra, como sucedió con el Diluvio Universal y como sucederá cuando Cristo regrese, mientras, deseo que mis hermanos hebreos, los puros, los buenos, los justos sean salvados. Yo reconozco en Abraham a mi Padre, en Moisés a mi Padre, en David a mi Padre, pero en Jesús a mi Rey. Desgraciadamente somos duros, estamos muy apegados todavía a las cosas materiales, al poder, somos racistas, fascistas, homicidas, ávidos de poder... ¿ves lo que han hecho en Palestina? Ese pueblo desea vivir tranquilo en un trozo de tierra y para intentar obtener ese derecho suyo lanza cuatro pequeños cohetes, porque de eso se trata, hacia la tierra de Israel ¿y qué hace Israel? Como respuesta les manda la potente flota entera a destruir un pueblo entero en Gaza, esto hace el pueblo elegido por Dios. Es lo mismo que si vas a Sicilia y exterminas a todos los sicilianos para terminar con la mafia ¿te parece sensato? Ellos razonan así. Entonces hay que cambiar pero ninguno de nosotros tiene el poder de hacerles cambiar, pero hay un Señor que se llama Adonay, que es el mismo Adonay que ellos adoran, que se las hará pagar muy cara, si no hay un arrepentimiento. Israel habría podido gobernar el mundo entero por los talentos que tiene, por los valores que tienen, por esto había sido elegido como pueblo de Dios, por la genética, por el amor, pero si sigue desobedeciendo el Padre Adonay no será tierno con él. Quiero precisar de todas formas que Israel simboliza la humanidad y cuando Jesús en el Evangelio dice: “Los hijos de Israel” se refiere al mundo.
Los arcángeles solares
Los arcángeles son siete y son todos Ashtar Sheran, que significa “Jefe Santo”. Yo conozco a dos de ellos, a Gabriel y a Miguel, son dos Seres que se asemejan mucho y son Seres de Luz, que vienen con estas extraordinarias astronaves. Piensa un poco que blasfemia estoy diciendo...
La manipulación de las enseñanzas de Cristo y la importancia de los Evangelios
Si, es verdad, en los distintos concilios la iglesia ha manipulado, omitido y modificado demasiadas cosas como la reencarnación, la eternidad del espíritu, la condenación eterna que no existe, la vida en el cosmos, el retorno de Cristo con potencia y gloria... lo han hecho por razones políticas, por razones espirituales, por poder tener el control de las almas, por el poder temporal, los motivos son varios. Pero a pesar de todo, aunque la Biblia haya sido manipulada, los cuatro Evangelios canónicos refieren suficientemente las enseñanzas del Maestro Jesús Cristo. Lo último que me queda por hacer en esta vida es escribir el quinto Evangelio donde no habrá ninguna novedad, explicará solo, así como he intentado explicarlo hoy, lo que Jesús ha dicho, llevando sus enseñanzas al plano de la lógica moderna. Cuando Jesús dijo: “Las estrellas del cielo caerán en la Tierra” (Marco cap.13 vers.25) explicará que Jesús hablaba de las astronaves que descenderán sobre la Tierra, cuando Jesús dijo: “Y entonces veréis el signo del Hijo del Hombre”, explicaré que El hablaba de una gran Cruz en el Cielo que será como esta que veis... y cuando dijo: “La casa del Padre Mío tiene muchas moradas” (Juan cap.14 vers.2) explicaré que El hablaba de otros planetas en el cosmos... El desea que yo haga esto... Puedo explicar el evangelio porque Jesús me ha dado esta gracia, aunque no lo merezca.
Regresará como un ladrón en la noche
Sé que este es el tiempo de la venida de Cristo, o sea, de los asteroides, catástrofes, maremotos, terremotos, hambre, pestilencias, guerras, todos son signos que nos anuncian Su venida y es ahí donde tenemos que estar más atentos, porque nos dejaremos tentar por el miedo, miedo de no tener más nada, miedo de morir, miedo de todo y en cambio tenemos que tener fe, porque Jesús nos ha dicho: “Ni un pelo de vuestro cabello perecerá” (Luca cap.21 vers.18).
Pensáis que quizás exagero cuando hablo de estos tiempos que se acercan, pero os quiero recordar que tenéis que estar atentos porque Jesús en el Evangelio dice todo y os advierte, os advierte cuando dice: “Estad atentos en esos días, porque seréis disuadidos por las cosas materiales, porque el hijo del hombre vendrá cuando nadie se lo espera, tampoco vosotros...” (Lucas cap.21 vers.34 – Marco cap.13). Efectivamente ¿quién espera hoy a Jesús? También nosotros a veces, nos dejamos llevar por nuestras cosas cotidianas, no pensamos que El podría llegar de un momento a otro y sin embargo llegará así, quizás mientras estamos en casa, o en el banco, o en la escuela, o mientras nos estamos divirtiendo, o mientras estamos ayudando a alguien, pero lo que cuenta es que nos encuentre con las manos bien firmes en el arado, que significa tener a Cristo siempre dentro del corazón, mientras trabajamos en Su Obra... está claro que si Jesús regresa mientras estamos robando, estamos perdidos... si regresara mientras estamos haciendo daño a alguien, estamos perdidos, aunque hayamos hecho bien al prójimo hasta ese momento... El Señor dirá: “Lo siento... no podrás venir al reino de los cielos”... Al contrario, el que hasta el día anterior había robado y ese día se arrepiente pidiendo perdón a Dios y entregándose completamente a una de Sus causas en el mundo, el Señor llega y le dice: “Bien hijo, te has arrepentido y por esto te perdono, ven conmigo a mi Reino”. Así que para evitar esto perseveremos siempre en el bien y no me refiero a nuestros pecados porque Jesús un día nos puede encontrar mientras tenemos una debilidad humana, una debilidad de la carne, o mientras nos estamos bebiendo un vaso grande de cerveza, o mientras nos tomamos unos días de vacaciones, cuando no hubiéramos tenido que tomarnos ni siquiera un minuto, para predicar y trabajar en Su viña, entonces quizás nos dará un bofetón pequeño y nos reñirá pero después nos dirá: “Se que me has sido fiel, se que mañana habrías continuado haciendo lo que has hecho hasta ayer así que te perdono”.
Tenemos que estar preparados y sobre todo con la fe firme en Cristo y en la obra al fin de que cuando llegue y nos pregunte: “¿Que estás haciendo hijo mío?” Nosotros podamos contestar: “Maestro mío, estoy ayudando a Tus niños”... “Estoy sirviendo la misión de Madre Teresa”... “Estoy apoyando a Tus justos que luchan contra la mafia”... “Estoy despertando las almas a Tu Verdad”... “Estoy trabajando por la defensa del ambiente”... Esto es lo que tenemos que responder. Los que por el contrario estén ocupados en engañar al prójimo, buscando tener cada vez más poder, pensando en vestidos caros que comprar, en ser indiferente hacia todo lo que está sucediendo en el mundo, será castigado duramente. También los pobres que no han tenido fe serán castigados duramente porque Cristo les dirá: “El mensaje era para vosotros, para vuestra liberación, yo he venido a liberaros, no he venido para salvar a los ricos y si ni siquiera vosotros me creéis ¿qué harán todos los demás? Por esta razón los primeros que perecerán seréis vosotros que no habéis tenido fe y no me habéis esperado”... Atención cuando digo de creer no me refiero a la religión, me refiero a las enseñanzas, a los valores, porque uno puede ser musulmán, budista, puede seguir a Krishna, no tiene importancia, son importantes las enseñanzas Crísticas que Jesús Cristo y los profetas que han venido durante los milenios de la historia de la humanidad nos han transmitido.
Los pobres de espíritu
En la tierra se han encarnado seres poco evolucionados, medio evolucionados y muy evolucionados, es una jerarquía, es normal... Jesús decía: “Beatos los pobres de espíritu porque de ellos es el reino de los cielos” (Mateo cap.5). El Maestro nos quiere decir: “Beato ese hombre que tiene poca evolución espiritual, pero que posee la fe, porque aunque no entienda las sutilezas espirituales porque le falta esa preparación interior y porque no tiene bastante conocimiento, como lo tenéis vosotros, se confía a mí que soy Cristo. Pero vosotros que sois ricos de espíritu, que conocéis todas las leyes, que sois evolucionados y me rechazáis y os dejáis atraer por la materia seréis condenados”. Por lo tanto el Maestro perdona al pobre de espíritu que se deja atraer por la materia pero Le reconoce y entonces le premia con el nuevo reino, pero no perdona al rico de espíritu que tiene una elevada evolución espiritual y que acepta la tentación de la materia renegando la Verdad que conoce y de la que es consciente.
Uno se equivoca porque no sabe, el otro se equivoca porque quiere equivocarse.
El Reino de Dios está dentro de vosotros
Cuando Cristo te dice que el Reino de Dios está dentro de ti, te está diciendo que tu espíritu no ha nacido de la carne, tu espíritu viene de Dios, es decir que una parte de El, de su Reino vive dentro de ti, debes solo descubrirlo. ¿Y cómo lo descubres? Lo descubres cuando realizas que el Reino de Dios es el amor, la justicia, la humildad, la fraternidad, la tolerancia, la armonía, el equilibrio, la concordia, la ternura, la adoración, el respeto de las leyes universales. Si realizas estos valores viviéndolos con tu prójimo entonces conocerás el Reino de Dios dentro de ti.
La disponibilidad
Un día, mientras Jesús volvía a Jerusalén tenía hambre y se acercó a un árbol de higos esperando encontrar frutos maduros pero viendo que el árbol tenía solo hojas el Maestro se enfadó y dijo al árbol: “Higuera maldita, de ti no nacerá nada” y la higuera se secó en el instante. Pedro, que tenía más valor que los demás a decir lo que pensaba, Le preguntó: “Maestro ¿pero has visto que se ha secado? Y Jesús le contesta: “Si tenéis fe aunque sea solo como un grano de sal decid a esa montaña: “¡Desplázate! y se desplazará” (Marco cap.11 vers.12)
El Maestro transmite una enseñanza inmensa con esta parábola en lo que se refiere a la fe; ¿pero por qué Jesús hace secar la higuera que no había dado fruto si esa no era la estación adecuada?
Es un símbolo espectacular, extraordinario, pocos lograreis entenderlo si no os ensimismáis en este concepto. Cualquier cosa que Jesús veía, para El era la vida que se manifestaba, habla a la planta que no da fruto como a un ser individual, la planta para Jesús es una persona y dado que El es el Hijo de Dios quiere decir a ese ser viviente que tiene que estar siempre disponible para el Señor, incluso cuando no tiene tiempo, cuando no está maduro, cuando no lo sabe hacer. La enseñanza es “la disponibilidad”. El Maestro sacrifica esa planta para decir a los apóstoles: “Cuando yo os llamo porque os necesito, vosotros debéis estar siempre disponibles, siempre”... Jesús dijo que tenía hambre pero en realidad El quería dar una importante enseñanza, de hecho, en otra parte del Evangelio Sus apóstoles, viéndole ayunar desde hacía días, Le preguntan: “¿Pero por qué no comes?” Y El les contesta: “Yo me alimento de un pan que vosotros no conocéis”. Está claro por lo tanto que en ese caso El quería enseñar la “disponibilidad”... Cuando El nos llama debemos estar preparados para responderLe: “Si Maestro, aquí estoy”, aunque nos encontremos en situaciones particulares... mi mujer está dando a la luz... mi hijo no está bien... el trabajo... etc. porque en ese momento dejamos en Sus manos a nuestro ser querido o esa situación. El premia la disponibilidad.
Después de la pausa para cenar, estamos de nuevo juntos para recibir nuevas perlas de sabiduría, el encuentro prosigue también en la tarde del día siguiente.
“Os quiero dar las gracias por haber venido aquí hoy, habéis hecho un largo viaje para venir a verme, habéis hecho un sacrificio pero no en vano, en vez de ir hoy a la playa, o a la discoteca, a bailar, habéis venido aquí a escuchar esta voz que grita en el desierto de la humanidad. Pero os quiero decir que esta llamada a la cual habéis respondido, no es la mía, sino de Cristo. No porque yo sea Cristo, yo soy solo un mensajero Suyo. Los ángeles de Cristo y Cristo mismo me han recomendado que os anuncie Su venida, me han recomendado que os hable del Evangelio pero me ha quedado otra cosa pendiente y os la quiero decir ahora, antes de ir a dormir.
Os cuento otra parábola de Jesús: “El patrón de una viña salió a la plaza por la mañana pronto y vio varios jóvenes desbandados, sintiendo piedad porque veía a estos jóvenes sin hacer nada y sin trabajo les dice: “¿Que hacéis aquí? Y ellos contestan: “Estamos esperando”. El patrón decide de hacerles una propuesta. “Yo os doy trabajo... ir ahora a trabajar en mi tierra, os pagaré una moneda al día ¿estáis de acuerdo?”. “¿Si estamos de acuerdo? ¡Somos felices!” Responden. Satisfecho por la respuesta de los chicos vuelve a casa. Al atardecer el patrón de la viña sale de nuevo y ve en la plaza a otros jóvenes: “¿Estáis aquí en la plaza sin hacer nada?” les pregunta: “¿Es posible que no tengáis un trabajo? ¿Estáis aquí en la plaza esperando que alguien os ayude? Y los jóvenes contestan: “¡Es que nadie nos da trabajo y nos paga la jornada!”. Y también a ellos el patrón de la viña les dice: “Está bien ¿queréis trabajar para mí?”. “¡Claro que queremos trabajar contigo!” le contestan los chicos. “Entonces id a trabajar y daros prisa porque queda poco tiempo, es casi de noche”. Terminada la jornada de trabajo, los dos grupos de jóvenes van a cobrar las monedas ganadas. El patrón paga una moneda a cada joven del primer grupo que había trabajado desde la mañana temprano y paga una moneda a cada uno de los jóvenes del segundo grupo que había trabajado solo la última hora. Cuando el primer grupo lo sabe se queja con el patrón: “¿Por qué patrón has pagado a esos chicos las mismas monedas que nos has dado a nosotros si ellos han trabajado solo una hora y nosotros todo el día?” Y el patrón les contesta: “Pero queridos chicos míos ¿no nos habíamos puesto de acuerdo que os habría dado una moneda a cada uno? ¿Qué mal os he hecho? En lo que se refiere a los demás jóvenes os digo que yo hago lo que quiero con lo que es mío, así que os pregunto: ¿Por qué os tendría que molestar mi bondad y mi generosidad con los demás?”. El Maestro, después de haber contado la parábola añade: “Los últimos serán los primeros y los primeros serán los últimos, muchos los llamados y pocos los elegidos” (Mateo cap.20 vers. 1). Esto significa que debemos estar siempre disponibles a la llamada y ser fieles a la misma, lo mismo si la llamada se ha recibido hace 20 años u hoy. El hermano que se despierta hoy y va a trabajar en la viña del Señor tiene los mismos derechos que el que se ha despertado hace veinte años, es más, es más fácil que sea premiado más porque el que trabaja desde hace tanto tiempo en la viña del Señor puede ser tentado, probado, mientras el último es más fresco y más fiel y se vuelve el primero... por este motivo tenemos que estar atentos a estar siempre felices de la generosidad del Señor y nosotros debemos hacer siempre Su voluntad... queridos hermanos míos, hemos sido llamados muchos ¿pero cuántos seremos fieles hasta el final? ¿Cuántos resistiremos? Jesús lo recuerda en la parábola del sembrador donde habla precisamente de los llamados: “La semilla que cae en la piedra no brota, la semilla que cae por el camino es pisada, la semilla que cae en una tierra que no era fértil las espinas la ahogaron y la semilla que cayó en tierra fuerte y fértil brota y dará mucho fruto”. (Marcos cap.4 vers.3).
Las semillas que caen en el camino son los que escuchan el mensaje de Dios en un primer momento pero el diablo les tienta en la fe y se alejan del camino, las que caen en la piedra son los que creen pero al no tener una raíz profunda su credo se abandonan a la tentación y se pierden, la semilla que cae en medio de las espinas son los que responden si a la llamada pero con el tiempo se dejan tentar por las preocupaciones y por los bienes materiales y se pierden, la semilla que cae en la tierra fértil son los que responden si a la llamada y perseveran en el tiempo en servir al Señor.
Nosotros tenemos que ser la buena semilla que crece en la tierra fértil. Muchas cosas sucederán en vuestra vida a partir de mañana que os disuadirán a las que no debéis prestar atención.
Relación entre estigmas y eucaristía
El Cuerpo de Cristo es ofrecido por la salvación de nuestros pecados. Dado que la ley de “causa-efecto” no puede ser detenida, el Padre ha permitido la venida de Su hijo unigénito a la Tierra para anular el karma de los llamados y que de todas formas la Ley se cumpliera. Permitiendo a Su Hijo que se sacrificase en la materia, sufriendo en el cuerpo y en el espíritu y cargando sobre Si mismo nuestro karma. Por esta razón este sacrificio es supremo, inimitable, único en la historia de esta humanidad. El Cuerpo de Cristo durante la eucaristía, como os he explicado hoy, es la personificación del Sol en nuestra vida, pero es también el recuerdo del sacrificio del Sol que a través de un hombre, Jesús, nos ha dado el ejemplo de amor incondicional. Hay tres tipos de amor en el universo: el amor altruista que es el primer nivel de amor, un amor que quiere recibir algo a cambio, por ejemplo el amor de pareja, después está el amor desinteresado que es el segundo nivel de amor, ese amor donde tu das pero no te interesa recibir nada en cambio; o sea que ya se trata de un amor que se acerca al de Cristo, es un amor santo, y el tercer nivel es el más grande, el amor incondicional que es el amor crístico, que significa dar la vida por tus amigos, por todos, sin pedir nada y sin saber ni siquiera si ese amor y ese sacrificio hayan servido de algo, pero lo haces lo mismo... no hablamos obviamente de sacrificios inútiles porque Cristo se ha sacrificado por todos aquellos que El sabía que redimiría, no se ha sacrificado ciertamente por los que no han creído en El, efectivamente El dice: “No he venido para condenar al mundo, sino para salvar al mundo, pero el que me rechaza y no acoge mi palabra tiene quien le condena, la palabra que he anunciado le condenará en el último día”.
Estas heridas, los estigmas, recuerdan ese tercer nivel de amor, el amor incondicional, porque Cristo ofrece la Redención a quien acepta Su amor, cancelando su karma y esto sucede por primera y única vez en la historia, porque no se repetirá nunca más, por lo menos en esta civilización. ¿Pero sabéis lo que es el karma? “Lo que siembras recoges”... “ojo por ojo, diente por diente”... “a cada causa corresponde un efecto”... “si hoy has hecho mal a alguien mañana lo recibirás”, Cristo habla continuamente de esta Ley en el Evangelio... “Vete y no peques más, de lo contrario te sucederá algo peor”... “deja la espada, si de espada hieres de espada mueres”... “lo que darás recibirás”. Cristo nos recuerda continuamente en el evangelio la ley de “causa y efecto”, la repite continuamente porque quiere hacer comprender que es la Ley más importante del Padre que no puede ser superada y quiere hacer comprender al hombre que El ha venido para darnos la posibilidad, por primera vez en la historia de la humanidad de superar esta ley... una oportunidad única. Con Su sacrificio nos ha dicho: “Estoy aquí... me ofrezco a vosotros” es decir “tomo sobre mi vuestros pecados” porque la Ley del Padre no se puede violar, por lo cual esos pecados cometidos por nosotros deben ser pagados, esa causa negativa emitida por nosotros tendrá una consecuencia y esa consecuencia Cristo la atrae sobre El quemándola con Su sublime sacrificio de amor incondicional. “Padre castígame en la carne y salva a mis hermanos que creen en ti”. ¿Pero habéis comprendido este concepto? Es inconmensurable, por eso os digo que también los maestros que han venido a la tierra se han purificado con el sacrificio de Jesús Cristo. Los estigmas sirven para recordar esto y quieren hacer recordar también que el hombre está todavía a tiempo de aceptar el rescate, de despertarse y arrepentirse, porque este Gólgota está todavía aquí, vivo por vosotros, pero solamente hasta el día de Su regreso con Potencia y Gloria sobre las nubes del Cielo. Después será demasiado tarde. Hemos tenido dos mil años de tiempo. El mismo dice: “Cuando las potencias Celestes sean trastornadas también aquellos que se despertarán no tendrán mas tiempo para arrepentirse... Entonces aparecerá en el cielo el signo del hijo del hombre y todas las tribus de la tierra se golpearán el pecho”. Este es el último tiempo. Yo no soy Jesús, pero el signo que llevo está vivo y presente para recordaros que todavía estáis a tiempo antes de que se desencadene el juicio final.
El nivel del amor en la vida de pareja
En la vida de pareja se desarrolla el primer nivel del amor, el amor altruista porque tú das a tu compañero y deseas ser compensado, pero después la pareja tiene que desarrollar el amor desinteresado y anhelar a vivir el amor incondicional. Son muchos los que han realizado y vivido el amor desinteresado, los verdaderos santos, los verdaderos misioneros que han dado sin pensar en recibir nada en cambio, mientras han sido poquísimos los que han vivido el amor incondicional porque dar la vida por los demás no es tan sencillo, pero ha habido, además de Jesús Cristo, otros grandes seres como Gandhi, Falcone y Borsellino, San Francisco, Madre Teresa de Calcuta... Dar la vida por los demás significa estar disponibles a darla, primero entregándonos con todo nuestro ser por una causa a favor de la humanidad y después estando dispuestos a darla físicamente si la vida nos lo pidiese. Este es el amor incondicional.
El amor, el único valor que puede sustituir a la Ley de causa-efecto
Cristo nos da una oportunidad única en la historia de esta civilización enseñándonos que el amor, en casos excepcionales, puede sustituir a la ley de causa-efecto, pero solo si este amor es aceptado: “Señor gracias por haberte sacrificado por mí, yo soy un pecador indigno, me arrepiento y acepto tu sacrificio de amor, a partir de hoy seré un hombre nuevo”. En ese momento tu pecado se borra. Pero solo en el momento en que ponemos en práctica Sus enseñanzas, de lo contrario ese sacrificio será vano. Los que no habrán aceptado el ofrecimiento de redención se verán descontando no solo sus propios pecados, sino también los que Cristo ha descontado por Ellos en la cruz. Los que en cambio han aceptado la sangre que El ha derramado como ofrecimiento redentor se rescatarán. Por eso cuando Jesús vuelva no perdonará porque ha sido rechazado un ofrecimiento de rescate único, de un amor inconmensurable. Dios es justo, su misericordia es una oportunidad pero no es la Ley, la misericordia es una posibilidad de amor pero la ley es: causa-efecto.
Jesús Cristo y María Magdalena
Cristo es una manifestación andrógena. Pero Jesús como hombre, representaba la parte masculina, el tao, mientras María representaba la parte femenina. Magdalena estaba siempre apartada, porque la parte manifestativa era Jesús, pero ella estaba allí, presente, y Jesús a veces reñía a los apóstoles cuando se lamentaban porque ella le acariciaba, le pasaba el aceite por la cabeza, le acariciaba los pies, lo hizo varias veces, lo hizo en casa del fariseo, en casa de Simón el leproso, en casa de su hermana Marta. Un día, mientras Jesús estaba en casa de Simón el leproso a cenar, María le unta perfumes, le baña los pies, en pocas palabras le mima un poco pero los apóstoles que eran más celosos que las mujeres dicen al Maestro: “¿Por qué todo este derroche cuando todo ese dinero gastado para comprar aceites y perfumes podían ser dados a los pobres?”. María en efecto había usado una gran cantidad de aceite de Nardo contenido en un precioso frasco de alabastro, que tenía una energía particular y que costaba muchísimo en esa época. Pero Jesús riñe a los apóstoles y dice: “A los pobres les tendréis siempre con vosotros, pero a mí no me tendréis siempre y esta mujer me está amando... deberíais ser felices de que ella me esté pasando estos perfumes que servirán para mi sepultura”. El sabía efectivamente que estaba por llegar su hora y dado que respetaba las leyes, era muy diligente en estas cosas y conocía la tradición según la cual había que pasar los ungüentos por el cuerpo antes de la sepultura, había permitido a María, que lo había hecho instintivamente, que le pasase aceite y ungüento sobre la cabeza y en los pies porque sabía que no habría podido hacerlo más tarde después de su muerte. Después el Señor que oía murmurar a sus apóstoles y que era rebelde pero en el sentido positivo y justo, les dice: “¿Habéis oído esto? Y entonces en todo el mundo y por toda la historia de la humanidad se contará lo que esta mujer ha hecho por mi”. (Juan cap.12. vers.3) y en efecto después de 2.000 años todavía hablamos de ello visto que lo refieren los Evangelios.
Ella era la compañera espiritual de Jesús.
Los cuatro Evangelios
Los cuatro Evangelios son suficientes para conocer la verdad, allí la encontráis, pero si queréis hacer una búsqueda todavía más profunda os puedo aconsejar, a vosotros que sois mis hermanos los Evangelios Apócrifos, porque dicen muchas verdades que en los Evangelios Canónicos han quitado, o han manipulado. Yo he crecido con el Evangelio de Juan, porque represento a Juan el Bautista y amo mucho a Juan el Apóstol, que es mi hermano en el espíritu, pero como tengo que explicar la vida de Cristo en todas Sus manifestaciones, sobre todo deteniéndome en todo lo que Él ha dicho y todo lo que Él ha hecho, porque Jesús incluso cuando respiraba daba un mensaje a la humanidad, me sirvo de los cuatro Evangelios para daros referencias. En cada uno de ellos encontramos particularidades únicas, por ejemplo el de Juan con respecto al de Mateo, comenta particularidades que el de Mateo no transmite, pero Juan no cuenta los detalles de los milagros, en cambio Mateo, Lucas y Marco son muy capilares en esto, Juan resalta la parte que se refiere a los discursos de Jesús. De hecho Juan era amante de la filosofía cósmica, mientras que los otros estaban más atraídos por el aspecto milagroso, es decir trataban de demostrar con todo su ser que la prueba de que Jesús era el Cristo, estaba precisamente en esos milagros. Por lo tanto todos los Evangelios son importantes juntos, dan el cuadro general de la vida de Jesús en aquel tiempo. Es muy hermoso incluso el Evangelio Apócrifo de Pedro, el de Tomás. Yo el Evangelio lo conozco no porque lo he leído, sino porque lo he vivido. A Jesús y los Apóstoles los he conocido personalmente, a veces leo pasajes del Evangelio para ver si en el tiempo han sido reportados correctamente algunos hechos comentados por los Apóstoles, vividos dos mil años atrás.
El valor de la humildad
“Si quieres ser el más grande entre vosotros, sé el más pequeño, si quieres ser el primero, sé el último, si quieres ser exaltado se humilde”, Jesús era coherente en sus enseñanzas… Y muchas enseñanzas son al contrario de lo que nosotros pensamos y que a menudo ponemos en práctica…la autoridad no se expresa con la arrogancia, en los Cielos la autoridad se expresa con el carisma, con la humildad, Dios te manda con carisma no con arrogancia y tú lo obedeces con honor.
Una noche Jesús decidió ir a descansar a una ciudad cercana y deseaba estar solo porque estaba cansado, por lo tanto les dijo a los apóstoles: “No dejen venir a nadie porque me tengo que regenerar”. Cuando Jesús sanaba, de hecho, las personas le quitaban toda la linfa vital y el Maestro quedaba completamente vacío de energía. Entonces mientras se encontraba en una casa tomada en “alquiler” digamos, para descansar, (normalmente el Maestro era siempre hospedado por alguien), se acercó a esta casa una señora “Cananea”, es decir no del pueblo de Israel, sino de las regiones de Tiro y Sidón, habiendo oído hablar por todos lados del Maestro, de que Jesús se encontraba allí. También el Maestro tenía a sus chicos, los apóstoles, que le hacían de filtro y lo ayudaban con las personas que llegaban a veces, entre exaltados, molestos y gente buena y por lo tanto les recomienda que Le dejen tranquilo. Pero esta señora que insistía tanto les dio tanta piedad a los Apóstoles, que trataron de convencer al Maestro diciéndole: “Rabbi escucha a esta señora que se lamenta tanto por su hija”. Ellos sabían que el Maestro sentía a la mujer desde dentro de la casa, que hablaba con ellos y habituados a verlo resucitar a los muertos, a curar todo tipo de enfermedades de la gente, se preguntaban qué le costaba al Maestro tocar a esta mujer o decirle una sola palabra. Pero el Señor no responde. Entonces los Apóstoles deciden dejarla entrar esperando que el Maestro al verla se habría apiadado como tantas otras veces. Cuando la mujer entra a la casa y le ruega insistentemente a Jesús: “Señor ayúdame, mi hija está tan mal, está atormentada por un demonio”, pero Él continúa ignorándola, no la mira y no le responde. Pero la mujer continúa insistiendo. Y entonces el Maestro ya cansado le responde: “Mujer, primero debo ayudar a los hijos, luego puedo ayudar a los perros”. Hijos quería decir pueblo de Israel y perros los demás pueblos… es decir antes de ayudar a los demás debo ayudar a mi pueblo. La frase exacta del Evangelio es: “No está bien tomar el pan de los hijos para tirárselo a los perritos”(Mateo cap.15, vers. 21). La mujer con gran maestría pero sobre todo con gran humildad en el alma le responde a Jesús: “Cierto Señor, pero incluso los perros están debajo de la mesa y recogen las migas de los hijos”. El Señor que además de ser amor puro, también era un hombre muy inteligente y a menudo un provocador y con sus provocaciones despertaba los talentos que se escondían dentro de las personas que se le acercaban, impactado y maravillado por esa respuesta le responde a la mujer: “¡Mujer! ¡Bien, muy bien! ¡Verdaderamente grande es tu fe! Por lo que me has dicho tu hija sanará al instante”…desmintiendo entonces lo que había dicho un poco antes: “primero me dedico a mi pueblo y después a los demás”…Jesús quería hacer surgir de esa mujer el valor de la universalidad, por lo tanto le hace comprender: “Yo he venido para Israel, no he venido para tu pueblo, antes debo redimir a Israel y después puedo redimir a la humanidad”, técnicamente Jesús de frente a la ley de Israel es impecable, pero al mismo tiempo provoca a la mujer para ver si ella reconoce en Él al Cristo de todos, no al Cristo solo de Israel. Y esa mujer se lo dice de una forma tan humilde con las palabras que traducidas espiritualmente significaban: “Tú has venido para la humanidad no solamente para Israel”, había comprendido que era el Hijo de Dios.
Por qué Dios siente el instinto de crear
Preguntadle a una mujer ¿porqué desea tener un hijo? y te será dada la misma respuesta que os daría Dios. Un gran Maestro que se llama Hermes Trismegisto dijo: “Como es arriba es abajo”, cambia solamente la forma pero no la sustancia… Dios crea porque se ama a sí mismo, ama la vida por sí misma y expresa este amor en la creación continua de las formas… esta pregunta no tiene una respuesta lógica, tiene una respuesta emocional y un sentimiento, sería un problema si tuviese una explicación lógica, si tu pregunta tuviese una explicación lógica Dios sería cínico. El día que un hombre me de la respuesta de por qué Dios crea, Dios se convierte en un científico loco que hace experimentos y a mí los experimentos no me gustan, a mi me gusta la pasión, más allá de la lógica, pero antes por instinto, por amor y el amor no tiene lógica.
Todo el resto Dios lo hace por lógica: la ley, la armonía, causa y efecto, el universo y el big bang, las galaxias, la materia, la química y la física… pero el motivo por el cual Él crea es el sentimiento de puro Amor. Una vez sentí decir a un amigo mío filósofo, mientras respondía a una pregunta provocativa: “Dios está presente dentro de vosotros, más de cuanto vosotros estáis presentes en vosotros mismos”. Se llamaba Giordano Bruno, era un gran personaje que escribía obras teatrales, estaba en contra del poder, en contra de la Iglesia, él pensaba que la lógica del cosmos tuviese un fin matemático, numérico y científico, pero además mantenía el pensamiento de que la vida se manifiesta por puro sentimiento, por pasión, no por una lógica del cosmos que tuviese un fin matemático numérico y científico, pero además sostenía el pensamiento de que la vida se manifiesta por puro sentimiento, por pasión, no por una lógica como los hombres querrían hacernos creer, cierto en realidad esta lógica existe pero es indescifrable, entonces ¿por qué tendríamos que tratar de descubrirla a toda costa, de entenderla cuando es tan sublime y se encuentra tan lejana de nuestros conceptos racionales humanos?
El inicio de la nueva Era
Sobre siete mil millones de personas que componen la humanidad quedarán entre seis y siete millones de personas que heredaran la tierra. Apenas concluido el juicio Jesús organizará sobre la Tierra una súper civilización. Por lo tanto elegirá grupos de ángeles, es decir de seres superiores provenientes de otros planetas, que organizarán el desarrollo social, ético, económico, político, religioso y espiritual, de la nueva sociedad que la Tierra merece. Él estará presente por un período de tiempo, inmediatamente la tecnología dará un salto de miles de años, por lo tanto tendremos la tecnología que habríamos desarrollado en el tres mil, terminará el consumo de las energías de los hidrocarburos, serán utilizadas exclusivamente las energías alternativas, las personas se organizarán en comunidad y en un primer tiempo no se perderá la cultura propia de los países, las relaciones serán vividas y alimentadas por la hermandad cósmica, por la hermandad Crística y Jesús le dejará a cada grupo un Maestro, un Guía.
La sociedad será provista de robots que desarrollarán las actividades laborales de las cuales hoy se ocupa el hombre: agricultura, oficina, obras, fábricas, limpieza de la casa, cocina, etc.… todo lo que en este momento es “trabajo que esclaviza al hombre” será absolutamente abolido. La humanidad tendrá necesidad de una gran regeneración, habrá la oración, la contemplación, es decir el conocimiento, el hombre deberá conocer, viajar, explorar la Tierra, éste será el trabajo de la humanidad. Todo será purificado y la ciencia positiva será puesta totalmente al servicio del hombre. La Tierra será una escuela y todos los hombres serán los estudiantes que por algunos años tendrán que aprender este nuevo estilo de vida y al salir de la escuela regresaran a sus propias casas y experimentarán lo que el Guía Divino les ha enseñado, posteriormente harán los test viajando en el interior del planeta y sucesivamente en el cosmos, hasta realizar el valor de la Hermandad Cósmica. Obviamente no existirán las enfermedades y la muerte tendrá el valor de un viaje, será vivida conscientemente. La vida promedio del hombre será al inicio de 300 años, las futuras generaciones en cambio llegarán hasta los 1200 años por cada encarnación. La concepción del tiempo será más acelerada, es decir si una hora de hoy es de 60 minutos en el futuro será vivida de 25 minutos, por lo tanto 1200 años se vivirán como si fuesen 600 de hoy. El envejecimiento será muy lento, porque las células tendrán una linfa energética centuplicada con respecto a la que tenemos ahora.
He visto a Jesús, he sentido Su perfume
Yo he visto a Jesús, su piel emanaba un hermosísimo perfume de rosas, como cuando la rosa está seca, de hecho la rosa fresca tiene un perfume femenino, en cambio cuando está seca tiene un perfume masculino.
La piel era olivada, del tipo de Palestina, llevaba puesta una túnica usada, vieja, como la que usaba hace dos mil años. Cuando Lorella pone las rosas a la Virgen y que después se secan, en casa se siente un olor bellísimo, ese es el perfume preciso que siento cuando Jesús se me aparece. Y a menudo siento este olor que he sentido sobre la piel del Maestro cuando Lo he abrazado, provenir de los estigmas que llevo en mi cuerpo.
¿Qué sensación he tenido cuando lo he abrazado? Cuando Él te abraza te sientes en éxtasis, te sientes indigno, sientes el deseo de arrodillarte, en cambio Él en ese momento me ha abrazado…y por lo tanto te sientes amigo, hermano y sientes tantos sentimientos juntos, sobre todo la devoción, por lo que me respecta a mí la devoción. Es cierto que en ese momento no pensaba en el perfume que sentía de Su piel, pero después de que se fue me di cuenta de ese olor bellísimo que emanaba Su piel…en ese momento me sentí un tonto, te sientes como que no tienes la capacidad de entender, de desear, por lo fuerte que es la emoción que te explota dentro del corazón, solo después razonas sobre todos los detalles… No sabía que decir y de mi voz salió un solo: “¿Maestro puedo ofrecerte el pan?”, en realidad luego he comprendido que esas palabras tenían un profundo significado, de las cuales en ese momento no tenía absoluta consciencia. Y a esa pregunta Él me respondió: “Si, claro pero tienes que comer conmigo el pan de la vida”, que significa servir a la verdad y por lo tanto hacerla entrar dentro de ti y ser libre en el espíritu. En ese momento sucede incluso que no crees lo que estás viendo, eres incrédulo, dices: “No puede ser ¿cómo es posible? Pero te dejas llevar por esa experiencia y no te haces más ninguna pregunta, no sabes ni siquiera dónde estás, en qué tiempo estás, quién eres, si estás muerto, si estás vivo, nada, tu vida está en manos de esa situación, de esa experiencia, que termina solo cuando te das cuenta de que Él se ha ido y no sabes cuánto ha durado, un mes, dos años, tres años, 5 minutos, estos son todas las sensaciones que experimentas… y me hice la pregunta de cómo hará la gente para soportar Su presencia con autoridad y así he pensado: “¡Tanta gente morirá de infarto!”. Cuando sangro en cambio lo veo mientras estoy en éxtasis, esa es la visión espiritual y es siempre la misma a lo largo de los años, no cambia nunca, es una beatitud que vives fuera de este mundo en Su dimensión.
Con profunda devoción.
Sonia Alea
Sant'Elpidio a Mare, 28 septiembre 2009