
Lágrimas,
lágrimas de sangre,
lágrimas saladas que descienden copiosamente desde los ojos,
lágrimas que inundan el espíritu,
lágrimas que penetran el alma,
lágrimas que invaden el planeta,
lágrimas de amor para implorar a los pueblos a que cambien,
por suplicar amor, justicia, paz
por esta humanidad sorda y ciega.
Madre, ¿cuántas lágrimas más tendrás que derramar por nosotros?
Cuántas lágrimas más caerán copiosamente de tu rostro
para que Dios nos libere de nuestros insípidos miedos,
de nuestras arrogancias, de nuestras maldades.
Madre, ¿qué tan grande será tu sufrimiento todavía?
¿Hasta cuándo podrá tu rebaño fiel tener la protección de tu santo manto?
Confiamos a tí oh Madre, nuestras inseguridades, nuestras ansiedades, encomendamos a nuestros hijos a tu Sagrado Corazón,
nuestros nietos, nuestros jóvenes,
para que puedas protegerlos ahora y siempre en nombre de tu hijo,
el Salvador,
El Cristo
el rey de los reyes,
El hijo de Dios,
Amén.
Francesca Bianchin
12 de diciembre de 2020
Mensajes adjuntos:
LA VIRGEN DE GUADALUPE Y LA SAGRADA TILMA DEL UNIVERSO
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