El día de mi trigésimo tercer cumpleaños, agradezco a los Señores de las Estrellas por haberme despertado a la Verdad del Tiempo de todos los tiempos, y prometo a los Guías Divinos y a todos mis amigos el permanecer fiel al ideal crístico que inflama el corazón de mi espíritu y alimenta el ímpetu de la acción, por el triunfo de la Luz en este mundo tenebroso que pronto verá el amanecer de la nueva era. Entre las nubes de los augurios veo amanecer el sol invencible de las antiguas promesas.
En este día que siento tan importante para mi vida en este mundo, renuevo mi compromiso de servir a la gran obra del Amor que mueve el Sol y las otras estrellas, con el orgullo que me enseñaron los nobles errantes de las praderas celestiales.
Que la flor de este sincero pacto brille sobre mi frente, para que no deje de honrarlo, para la gloria de Aquel que mueve todo, cuyo dulce imperio se eleva sobre el cielo y la tierra.
Vosotros que quereis respirar el viento de la verdadera libertad conmigo!
Desde mundos lejanos viene el suave latido de innumerables corazones, su canto de esperanza nos llega como el eco de la música distante, cruzando los espacios ilimitados de nuestra iglesia eterna, la patria celestial.
¡Llegará la primavera! Nosotros somos sus mensajeros, pioneros del amor en el tiempo del odio que tendrá que acabar.
Las lágrimas y el sudor bañan los campos de nuestra exhortación cultivados con las semillas de oro de nuestra Obra, por el bien de los niños que nacerán y que habitarán los fragantes jardines del tiempo que viene.
¡Ánimo! ¡Las poderosas alas del águila mística nos protegen! ¡La pureza es la fuerza de nuestros pensamientos, que la llama límpida de nuestras almas nos lleve finalmente a las moradas melodiosas que nos esperan más allá del beso de la victoria!
Marco) + (Marsili
13 de enero 2019