El sábado 19 de noviembre la Asociación Cultural Un Punto En El Infinito realizaba una charla pública en Fray Bentos, departamento del Uruguay.
Una charla más para muchos pero no para mí. No era la primera vez que presenciaba una pero si la primera vez que iba a participar.
Nos encontramos con Gonzalo Leal a las 12:30 hs en la terminal de ómnibus en Montevideo y a las 13 hs partimos. Gonzalo me contó historias y anécdotas muy interesantes de la obra, así se nos pasó el viaje, riendo y aprendiendo cada vez más del hermano.
Llegamos a Fray Bentos y allí nos esperaba Patricia Para subirnos a un taxi y llevarnos al lugar de la charla - la casa de Mirta- donde todos los hermanos nos esperaban de brazos abiertos.
Los minutos pasaban y yo me preguntaba por qué tan inmenso regalo? Por qué una persona como yo, tan pequeña e insignificante iba a tener el privilegio de hablarles a personas de algo tan grande? Por qué iba a tener el privilegio de hablar junto a Gonzalo? Un libro viviente dentro de la obra...
Yo no había hecho nada, el enorme sacrificio lo habían hecho los hermanos de Fray Bentos, llevándonos al lugar, difundiendo la charla y planificando todo.
La hora de salir llegaba, mis nervios aumentaban, el cuerpo me empezaba a temblar, el corazón me latía por mil, en uruguayo, resumiéndolo en una sola palabra se dice CAGAZO.
Salimos, pasamos por esa puerta que nos dividía de las personas...
Cuando dije mi primera palabra ya no sentía nada, estaba muy tranquilo. Si, estaba un poco nervioso, pero nada fuera de lo normal. Fue algo muy raro, como que algo me hubiera tranquilizado.
Le hablamos a un público de 26 personas de los cuales 16 eran desconocidos.
Hice una breve presentación de quienes éramos. Luego Gonzalo mostró imágenes increíbles de la Virgen llorando sangre, círculos de trigo, ovnis, explicándolas y relacionándolas todas entre ellas y con la situación mundial, mostrando y dejando en evidencia las malas decisiones del hombre.
Por último intervine para decir algunas cosas, entre ellas, que no nos crean lo que le decíamos, simplemente que lo estudien y que disciernan, que podemos creer o no en Cristo, podemos creer o no la experiencia mística de Giorgio, pero que nadie puede negar sus obras y acciones, eso es tangible, eso teníamos que hacer, obras a favor de la vida.
A mí izquierda había una familia - padre, madre e hijo-. Hacía un rato El Niño (que dormía a upa del padre) al mirarlo me provocó una sensación extraña al punto de emocionarme mucho sin saber porque. Luego de algunas preguntas, comentarios y algunos debates, la mamá del niño contó una breve experiencia con su hijo:
"Una vez iba en el Omnibus y él - señaló al hijo- se despertó, miro el cielo y dijo: "Dios está viniendo, él está muy enojado con los hombres, muy enojado, y ya está viniendo para acá". Cuando quise hacerle más preguntas continuó jugando como si nada". ¿Qué más puedo agregar después de esto ? En ese niño se resume todo.
Con todo esto ya eran las 23:30hs cuando dimos por terminada la charla. Se notó de parte de las personas el "querer más". La verdad los llamaba. Al ver todo esto pedimos sus mails para poder mandarles nuestras pagina Web, información y poder contactarnos con ellos.
Al día siguiente, después de una noche estupenda y acogedora en la casa de Mirta, me puse a recorrer su fondo lleno de cultivos, flores, y aroma fresco...
Viendo esta última foto, me viene a la mente como tenemos que ser, tenemos que imitar a las abejas, ellas trabajan humildes y silenciosas, cada una aporta su granito de polen para así juntas crear la miel. Nosotros tenemos que ser igual, y juntos poder crear la gran dulzura de la vida.
Agradezco profundamente al padre por esta inmerecida experiencia, agradezco por habernos dejado poner un granito más en esta inmensa obra.Diego Grachot.
Montevideo 3 de diciembre 2016.