Pintura de Bruce Pennington
DEL CIELO A LA TIERRA
HE ESCRITO EL 8 DE JULIO DE 2019:
G. B.
- Dónde esté el cadáver ahí se reunirán las águilas
http://www.unpuntoenelinfinito.com/mensajes-2018/8226-donde-este-el-cadaver-alli-se-reuniran-las-aguilas.html
EL RAPTO
Por Saro Pavone
Uno de los acontecimientos más importantes y sugestivos de la Gran Profecía Cristiana de la Segunda Venida de Cristo, es el llamado Rapto, Ascensión, salvífica de la "Esposa" o Iglesia con toda la cantidad de Elegidos que la componen.
Aquí el término "Iglesia" no se da a entender estrictamente como grupo de confesión y religioso, sino que su punto de distinción queda plenamente confirmado a nivel teológico en las palabras perentorias del Maestro mismo: "No todo aquél que me diga Señor, Señor entrará en el Reino de los Cielos, sino aquél que hace la voluntad del Padre mío que está en los Cielos". Eso quiere decir que, para ser "salvados", no es suficiente "creer" y poner en práctica cultos, reglas y sacramentos, sino que es necesario dar y al mismo tiempo ser testimonio veraz del Bien Universal de Cristo, en la vida concreta y en cada instante de la misma. Vivir por los demás así como Juan nos lo recuerda con su sabiduría evangélica: “adorar a Dios en el espíritu y en la verdad", es decir no exteriormente y con la coherencia fáctica del servicio hacia los valores del Espíritu y hacia las causas de la Vida, que son el corazón del mensaje cristico; "comer mi carne" y "beber mi sangre", es decir asimilarse en él, comiendo el "pan de la vida" y por consiguiente bebiendo el "cáliz" de la pasión.
Por lo tanto, en ese día, será una gran sorpresa ver a muchos que no “nos esperabamos”, sentarse dignamente y merecidamente al Banquete, ya que para la llamada y la elección cuenta mucho más ser y no aparentar, hacer y no predicar de forma vacía. Eso quiere decir que a este tipo de salvación pueden aspirar todos, prescindiendo de la religión a la que se pertenezca e incluso a prescindiendo del hecho de considerarse "ateo", en virtud y como prueba del servicio que se ha dado al Verdadero Cristo, aquél que no está en lo alto de los cielos o en los tabernáculos, relegado entre lo místico y lo misterioso, sino Aquel que aloja en los corazones y en las necesidades de cada hombre.
"Rapto" es un término acuñado en referencia a las palabras que San Pablo expresó en su famosa epístola a los Tesalonicenses, y literalmente, del griego "arpazò", tiene el sentido de "arrancar", aferrar con ímpetu y de "improviso". Alguien también lo define como Elevación, y según lo que podemos entender se puede interpretar tambíen como Rescate, que comprende una miríada de elevaciones.
No ocurrirá, como piensan algunos, al final de los acontecimientos en la manifestación con potencia y gloria del Señor que desciende sobre la tierra, ya que en un semejante contexto no tendría sentido un "rapto", aunque con la Venida del Hijo del Hombre, los “que se salven”, los que no son corruptos, de las Copas de la Ira de Dios y del período oscuro, serán "recogidos” "y reunidos por los Ángeles en los cuatro ángulos de la Tierra, desde una extremidad del Cielo hasta la otra”.
Pero sucederá antes o justo cuando empiece la Gran Tribulación, el tiempo de la terrible y sanguinaria tiranía del Anticristo, que dominará y condicionará las almas y las conciencias de los hombres, hasta incluso controlar su pensamiento.
Así como está evidenciado en muchas referencias de las escrituras, de lo cual son un ejemplo las que citamos a continuación: "Velad pues, rezando en todo tiempo, para que seáis considerados dignos de salvaros de todas estas cosas que están por suceder y comparecer delante del Hijo del hombre" (Lucas); "… y para esperar de los cielos a su Hijo, que Él resucitó de entre los muertos, es decir Jesús, que nos libre de la ira venidera. / Ya que Dios no nos ha destinado a la ira, sino a la salvación a través del Señor nuestro Jesús Cristo"… (Pablo).
"Nadie sabe el día y la hora" especifica Jesús, y añade que "será repentino como el relámpago" porque será imprevisible. Por lo tanto, a través de las parábolas y recomendaciones, aconseja a los suyos perseverancia y sobre todo vigilancia.
La fecha no, pero el tiempo se podrá intuir a través de la cantidad de signos que han sido descritos en detalle, por boca de Cristo, en todos los Evangelios. Se manifestarán "pestilencias y carestías", proliferarán "guerras" y el "rumor de guerra", será continuo, habrá una aceleración de la actividad sísmica que provocará "terremotos en todo lugar”.
Será esencialmente un tiempo, como está indicado también en la antiquísima profecía india del "Vishnu Purana", dónde "tanto se multiplicará la iniquidad que la caridad y el amor de la mayor parte se enfriará", como Pablo mismo le describe a Timoteo: "… en los últimos días, vendrán momentos difíciles. Pues los hombres serán egoístas, amigos del dinero, altivos orgullosos, blasfemos, rebeldes a los padres, ingratos, sin religión, sin amor, desleales, calumniadores, incontinentes, inhumanos, enemigos del bien, traidores, temerarios, más amigos de los placeres que de Dios, que tienen una apariencia de piedad, pero en realidad han renegado la fuerza interior!”
Ocurrirá cuando hayan surgido Falsos Profetas y Falsos Cristos que nos indicarán de seguirlos y que sobre todo propondrán, una ética estéril basada en cautivantes deformaciones lejanas de la auténtica espiritualidad y que se contraponen a la misma.
Pero antes veremos "la abominación desoladora en los lugares santos", una descripción que concierne a nuestro parecer la profanación de lo que ha sido considerado y descrito cómo el lugar santo por excelencia, es decir el Cuerpo, "Templo del Espíritu”. Se puede hacer una hipótesis, siguiendo esta exégesis, que se trata de manipulaciones genéticas, clonaciones, las últimas terribles y monstruosas fronteras de los trasplantes y/o algo que tenga que ver con una especie de legitimación de la violación de la inocencia de los niños.
Y no precederá, sigue advirtiendo Pablo, a una manifestación particular, como está descrito con claridad en el párrafo 675 del Catecismo, es decir, la llamada apostasía: “¡Ahora os pedimos, hermanos, en lo que concierne a la venida de nuestro Señor Jesús Cristo y a nuestro encuentro con Él... Que nadie os engañe de ninguna manera! Antes, de hecho, tendrá lugar la apostasía y tendrá que ser revelado el hombre inicuo...”
También habrá Grandes Signos en el Cielo, entre los cuales seguramente hay que citar la contemporánea, mesiánica y masiva presencia de los Ángeles ayer Extraterrestres hoy.
Y aún más. Sucederá "antes de que pase esta Generación", aquí generación no se refiere a generación biológica de los tiempos de Jesús, sino al vasto ciclo de vida, de nacimientos y renacimientos, que se desarrolla a lo largo de una Era o edad astrológica o Eón (Aion), y que dura alrededor de 2.150 años. Un cálculo relacionado con el fenómeno astronómico de la precesión de los equinoccios que corresponde al año Platónico o Perfecto, de alrededor de 25.800 años, suma de las edades de las doce eras zodiacales. En el tiempo del Maestro se acababa de entrar en la Era de Piscis, hoy ya estamos casi al final de la misma, y estamos por entrar en la de Acuario. También tenemos que notar que el Maestro y los que le acompañaban no utilizaron nunca la expresión "Fin del Mundo” sino Fin de la Era o Eón como está escrito en el texto griego. Después fueron los habituales "revisores" quienes le sacaron la molestia de alguna explicación traduciéndolo de forma más complaciente "fin de los tiempos o "fin del mundo”.
Acerca de cómo serán las Ascensiones o el Rapto, Pablo nos da detalles interesantes: "… Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero... Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor”.
Es necesario aclarar la frase "primero resucitarán los muertos". Ante todo, ya que se habla de una categoría de "muertos" que, como dice el buen Felipe, ya han "resucitado" antes, cuando todavía estaban en vida, a los valores del Espíritu y a la "vida eterna", resurgiendo del sueño de los "muertos que entierran a los muertos", ya que si no fuera así, al morir no se podría beneficiar de esta resurrección particular.
Después hay que excluir completamente el "levantarse de la tumba” con el cuerpo físico que se recompone de las cenizas de la nada. Este cuento de que se destapan las tumbas con esqueletos y restos en descomposición que salen fuera, predomina sobre todo en el pensamiento teológico y sobre todo católico, con gran riesgo de hacer el… ridículo y despreciando totalmente la ciencia de la materia y en particular la del espíritu. Es siempre Pablo, efectivamente, el que nos ilumina sobre esto aclarando que "… la trompeta sonará y los muertos resucitarán incorruptibles, y nosotros seremos ‘transformados’ junto a ellos”. Aquí “incorruptibles” no significa exactamente lo mismo que “incorruptos”, como está torpemente traducido en los textos Cei. (*)
Ya que indica, así como Pablo explicará después, la adquisición, ya sea para los muertos que para los vivos, de un nuevo cuerpo durante el rapto, que tendrá la característica principal, que indica "incorruptibilidad", concepto sobre el que volveremos en la parte final de este artículo. Hay que entender que los "muertos en Cristo" de los que se habla no son todos los que han muerto en estos dos mil años, ya que sabemos bien, que el lector comprenda, que todos ellos han experimentado otras existencias a lo largo de los siglos; son en realidad todos los que han dejado el cuerpo físico en un lapso temporal limitado y en todo caso siguiente al "rapto", y esperan, sin más perspectivas de encarnación, con su cuerpo "astral", en la dimensión pneumática o "espiritual" que pertenece a los que han fallecido, "de encontrar - también ellos - al Señor en el aire”.
"Y seremos transformados en un instante"
Volviendo a la premisa anterior, “seremos arrebatados” (textualmente aferrados con fuerza y de repente" – ndr), sobre las nubes, para encontrarnos con el Señor en el aire", en verdad nos es muy familiar ya que nos lleva a pensar en los Ángeles de ayer, Mensajeros Espaciales o Celestes hoy, que fueron raptados en el pasado; las "nubes", de bíblica memoria, no son el vapor de agua, como todos saben bien, sino naves que se mueven y están en el aire o cielo.
Una análoga descripción de las modalidades bajo las que se puede dar el Rapto nos la ofrece Cristo mismo con una de sus frases más enigmáticas: "Allí donde estará el cadáver, allí se juntarán las Águilas". Intentaremos llegar a su significado considerando los términos dobles cuerpo/cadáver y águilas/buitres utilizados en las distintas traducciones a través de otro interesante artículo, que podéis leer siempre aquí en "Eschatusblog.wordpress.com", cuyo título nos lo da la misma sibilina frase: "… Para intentar comprender mejor el significado de esta frase es necesario también encuadrar el contexto del discurso donde la misma nace. En ambos evangelistas se trata del discurso profético de Jesús, el llamado escatológico y que tiene que ver con los eventos que precederán su segunda venida. El tema específico es la “recogida” de los elegidos, lo que Pablo define el impetuoso y repentino “rapto” o ascensión de los verdaderos creyentes o verdadera Iglesia (Como vemos en la imagen gráfica de la foto extraída del album profético Eschatus). De hecho los versículos que preceden inmediatamente al “nuestro” en cuestión hablan de “dos que dormirán en la misma cama... dos mujeres molerán en el mismo molino... dos hombres estarán en el campo... uno será tomado y el otro dejado” y más aún estrictamente relacionado con este tema. A este punto hay que volver a Lucas porque nos ofrece elementos que nos ayudarán a entender mejor. El versículo 37 del cap. 17, después de que el Maestro profetiza que “dos estarán juntos pero solo uno será tomado”, se abre con una interlocución de los discípulos que están escuchando con mucha atención. “Y los discípulos responden diciendo: ¿Dónde será Señor?” Es decir dónde sucederá todo esto? De ahí la respuesta “seca” de Cristo que estamos analizando: donde esté el cadáver, allí se reunirán los buitres. Como para tranquilizarles que en cualquier lugar donde se encuentren serían identificados de la misma forma que un buitre identifica a su presa. Usando en realidad UNA ESPECIE DE METÁFORA FIGURATIVA DE REFERENCIA PARA QUE COMPRENDIERAN, ya que todavía no podían afrontar determinadas dinámicas y revelaciones que hoy sin embargo estamos preparados para asimilar. Obviamente, creo, que este diálogo fué seguramente más articulado de lo que nos cuenta el breve versículo. Lo demuestra el hecho de que siempre en Lucas, en la versión griega, existe un pequeño apéndice del 37º versículo pero que nunca se traduce en nuestros evangelios. Una aclaración de los discípulos mismos que contestan con una locución adverbial “kai autò” que en el griego-italiano interlineal pasa como “Los discípulos –dicen- si será, será si”, pero que puede ser también correctamente “si así mismo”, “seguramente”, “no de otro modo”, casi como si nos diéramos con la mano en la frente para decir: ¡pero claro, así es!
¿Pero quiénes son aquéllos que serán tomados de semejante forma? Para tranquilidad de todos, además de una considerable cantidad de jóvenes y niños que serán llevados a lugar seguro para que sirvan después de "semilla" para los renacimientos, decimos de forma clara y simple que se trata de los llamados "Elegidos" por excelencia, los famosos 144.000 individuos, señalados en la frente y que luego se encontrarán a los pies del monte Sión en la visión de Juan del cap. 14 del Apocalipsis: "Estos son los que siguen a Cristo por donde quiera que vaya. Han sido rescatados de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero. Y en sus bocas no ha sido hallado engaño; son intachables”.
Son los espíritus que acompañaron a Cristo en su misión en el mundo, que se han encarnado en el curso del tiempo para traer "gran fruto" a la Viña de su Señor, qué han traído conocimiento, amaestramiento, ciencia y luz del espíritu, impulsando la evolución de la civilización; los que con sus obras y sus proezas han antepuesto siempre a todo la Ley de Cristo, en cualquier contexto histórico y social; casi siempre contrastados, perseguidos e inmolados en Aras de la ignorancia y de la maldad. No se identifican dentro de una etnia, mucho menos un grupo de creyentes religiosos, sino que van más allá, como "iniciados" al espíritu de servicio hacia el prójimo en cualquier actividad que desarrollen y en cualquier papel que desempeñen humanamente. No tienen miedo de perder su vida, ya que saben que la hallarán.
Hoy, estando cerca del "Nuevo Reino", están encarnados "anónimamente" en los cuerpos de muchas mujeres y muchos hombres que han tomado conciencia de su naturaleza y de su misión. 144.000 no es un número simbólico, tienen la virginidad hacia el pecado que "da angustia y tormento" y el hecho de que pertenezcan a las "doce tribús" que tienen origen en Jacob no significa que hoy sean hebreos, sino que quiere decir que constituyen una descendencia genealógica, aunque sea lejana, que hoy encarna el espíritu de ayer.
Son aquellos mismos por los que el Maestro pidió protección durante su íntima oración antes de ser arrestado: "Padre santo, guárdalos en tu nombre / Cuando estaba con ellos, los guardaba en tu nombre / Yo les he dado tu palabra y el mundo los ha odiado, porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. No te ruego que los saques del mundo, sino que los protejas del Maligno. Ellos están en el mundo, pero no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. Como tú me enviaste al mundo, yo también los he enviado al mundo”. Y pidió que intercediera por todos aquellos que le seguirían: Mas no ruego sólo por estos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos”.
Eugenio Siragusa, cuando hablaba de los Ciento cuarenta y cuatro mil Elegidos afirmaba que ellos "pertenecían" a los doce Apóstoles, doce mil por cada uno de ellos, y que eran también Mutantes. Mutantes no porque se transformasen en fantasmagóricas entidades, sino Mutantes en la profundidad de su significado alquímico y espiritual del término, o bien con la capacidad de cambiar lo negro en blanco, el odio en amor, lo que divide en lo que une, el llanto en sonrisa, el desaliento en alegría.
Y son siempre aquéllos a los que Jesús promete que preparará un "lugar" ya que en la casa de su Padre, el Cosmos, “hay muchas moradas”. “Y cuando me haya ido y os haya preparado el lugar, volveré y os tomaré conmigo, para que dónde yo estoy allí estéis también vosotros”. Así como dice también Pablo, después de haber sido “raptados" y haber encontrado al Señor "en el aire": "y así estaremos siempre con el Señor”.
Otra cosa relacionada con la Recogida de las Primicias de la Verdadera Iglesia de Cristo que puntualiza ese inagotable manantial de sabiduría y conocimiento que es Pablo: “... todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos... y los muertos resucitarán incorruptibles, y nosotros seremos transformados... porque... la carne y la sangre no pueden heredar el Reino de Dios, de la misma manera que la corrupción no hereda la incorruptibilidad... ya que es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad”. Lo cual, sustancialmente, nos dice que en el instante del "Rapto" los cuerpos de los que serán llevados cambiarán de repente avanzando un paso de la incorruptibilidad y mortalidad hacia un estado de incorruptibilidad e inmortalidad, lo cual equivale al famoso salto dimensional y el definitivo abandono de la densidad de la Tercera Dimensión.
" Y así como hemos traído la imagen del hombre terrenal, traeremos también la imagen del Hombre celestial”.
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P.D.: Quisiera dedicar este modesto escrito a todos mis hermanos, en particular a los muchos estudiosos Evangélicos, Testigos de Jehová, y en menor parte Católicos, que con su pasión y sus investigaciones han sido de ayuda para fundamentar y consolidar mi modesta inspirada intuición. De nuestra parte nosotros, hijos de la Iglesia Iniciática de Juan, hemos añadido sólo lo que lamentablemente ha sido negado por la necedad de una concepción teológica mendaz y sedimentada en el tiempo. Pero qué se combina y se armoniza perfectamente con el estudio que hemos presentado.
(*) El término utilizado por san Pablo en su Primera Carta a los Corintios, cap. 15 y versículo 52, es "incorruptibles", traducción fiel del original griego "afthartoi", y así está traducido fielmente en todos los textos. Excepto en los católicos Cei, dónde en cambio utilizan el vocablo impropio de "incorruptos", que sería "adiafthartoi" en griego, y que no existe en el texto de origen. Todo ello para reforzar y avalar la fábula, su summa theologiae, de que se destapan las tumbas con esqueletos y restos en descomposición que salen fuera, un ridículo postulado que instrumentalizan para explicar la "resurrección de los muertos”.
Incorrupto es un adjetivo que indica algo que ha nacido corruptible, y que está siempre sujeto a hipótesis de corrupción. Incorruptible, en cambio, indica que nace con la condición de la incorruptibilidad.
En lo que se refiere a la "Resurrección de los muertos y los vivos", hablaremos de ello más adelante.