Esta página web utiliza cookies de carácter técnico propios y de terceros, para mejorar la navegación de los usuarios y para recoger información sobre el uso de la misma. Para conocer los detalles o para desactivar las cookies, puedes consultar nuestra cookie policy. Cerrando este banner, deslizando esta página o haciendo clic sobre cualquier link de la página, estarás aceptando el uso de las cookies.

testa sito 2024 ESP
Lurlo Munch web depositphoto
Por Eleonora

Estos días han sido, y en parte siguen siendo, muy dolorosos. El dolor, sea de la naturaleza que sea, tiene el poder de reducirte a una hoja marchita, como aparece a finales de otoño, cuando en ese último destello colorido de vida, ahora seca, se arruga.


Pero también puede convertirse en un viaje de escucha profunda. Lo imagino como un apneista que desciende al mar azul, hasta que la luz desaparece y solo existe la oscuridad. Esta oscuridad negra te envuelve completamente, te impregna, tú mismo te conviertes en esa oscuridad. Es en ese momento que el dolor y la desesperación se vuelven uno contigo, penetran en tu vientre, solo ellos existen. Todo lo demás desaparece, estás dentro de un vórtice en el que ya no existes. Tú eres ese dolor y eres tú, te invade y te posee.

Las sensaciones corporales sólo te devuelven a este dolor: el vacío, la desesperación, muchas cuchilladas que te arrancan el pecho y el alma, una barra de hierro que te corta el vientre por la mitad y penetra profundamente en la carne. El dolor te deja sin aliento. Si no tienes fe en tu vida y en la posibilidad de encontrar un mensajero de Cristo, no sé si podrás escapar de ese dolor.

En este viaje mío, la vida me ha llevado a encontrarme con una desesperación que no tiene esperanza ni salida. Todo se reduce a una respuesta social que no contempla nada más que el cuerpo. Pocas veces se encuentran caminos alternativos donde se comprenda al hombre en su totalidad compuesta de cuerpo, alma y espíritu.

Quienes se definen como pacientes psiquiátricos en realidad están inmersos en esta oscuridad total, andan a tientas en la oscuridad sin encontrar un brazo que se sumerja en este mar profundo para animarlos un poco o el brazo está ahí pero no lo ven. A veces hace falta muy poco para cambiar tu vida, para tener esperanza, en realidad ese brazo es enviado del cielo. En ese momento, el apneista regresa a la superficie, una brazada a la vez.

La esperanza regresa, vemos la luz. La fe es un hilo fino que me mantiene en contacto con mi verdadera esencia divina. Esto me permite reelaborar un dolor que parecía haberse convertido en todo mi ser. Todo adquiere significado, incluso las experiencias más fuertes que he vivido, obviamente lleva tiempo poder llegar a esta elaboración. Pero como decía, es un viaje, totalmente personal.

A menudo reconozco el sufrimiento en los niños que conozco: un sufrimiento desesperado, en el que los jóvenes andan a tientas en la oscuridad. No significa que su dolor se convierta en un encogimiento sobre sí mismos, sino que puede llevarles a arrastrarse como zombies, o a una rabia ciega y sorda que lo destruye todo, o incluso a un intento de escapar de esta vida.

Pero es un grito, como en el cuadro de Munch, invisible e inaudito.

Leonor
21 de septiembre de 2023

DVD - Boletines

mensajes secretos es

unalagrima2

boletineslink

Sitios amigos

ban3milenio



bannersitoarca

Sitios relacionados

 logofunimanuevo2015lavida box 

crop boxcatania3 

Libros

ilritorno1 TAPA LIBRO laira
cop dererum1 humanidadtapa
books2 TAPA100

Suscríbase a nuestro boletín de noticias
Estoy de acuerdo con el términos y condiciones y el Política de privacidad