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Desde Pablo Medina hasta Gleydson Carvalho. Los nuevos mártires de la información
Por Giorgio Bongiovanni - 7 de Agosto de 2015

¡Basta! ¡Basta! En un mundo destrozado por las guerras, por la corrupción, por las mafias, en el que las criminalidades organizadas mundiales son cada vez más aguerridas son los testigos los que molestan cada vez más.
Dar testimonio, describir los hechos, denunciar al hampa representan el mantra del “periodista periodista” que en Italia ha tenido ejemplos extraordinarios como Giuseppe Alfano, Carlo Casalegno, Cosimo Cristina, Mauro De Mauro, Giuseppe Fava, Mario Francese, Peppino Impastato, Mauro Rostagno, Giancarlo Siani, Giovanni Spampinato, Walter Tobagi, Ilaria Alpi y Miran Hrovatin. Son solo algunos de los mártires de la información con los que cuenta que nuestro país. Pero también en el extranjero hay ejemplos de colegas valientes que han sacrificado su vida.
Según las cifras de los primeros seis meses del año, el 2015 se prospecta incluso peor que los anteriores, siendo que el balance de los mismos ya había sido terrorífico. De hecho son nada menos que 76 los periodistas asesinados entre enero y julio en todo el mundo. En agosto el balance alcanzó los 78 con dos episodios que nos conmueven profundamente.  
El primero en Méjico, con la muerte del fotoperiodista Rubén Espinosa quien con sus tomas denunciaba los abusos del poder. Su último reportaje se trataba del interior de la casa de un grupo de estudiantes, asaltados por 10 hombres armados con machetes, al regreso de una manifestación de protesta. 
El segundo episodio ocurrió, hace poco más de 24 horas, en Brasil. Esta vez quien fue asesinado en forma brutal fue el locutor radiofónico Gleydson Carvalho, protagonista de duras acusaciones de corrupción contra políticos y funcionarios públicos de Camoncin, a 379 km de Fortaleza en la región Nordeste de Ceará. El escenario del crimen fue el estudio de Radio Liberdade FM, lugar al que entraron dos sicarios disparando a Carvalho en plena transmisión en directo de su programa.
Es en América Latina donde se ha abierto  un frente de esta guerra en contra de los periodistas. Todavía es un vivo recuerdo para nosotros la muerte de Pablo Medina, un colega y amigo paraguayo (corresponsal de nuestro periódico), asesinado por sus denuncias contra los Narcotraficantes y las conexiones que los mismos tienen con la política de su país.
Ellos son los nuevos mártires de la información. ¿Cuánto más larga será aún la lista de colegas que, por el simple hecho de cumplir con su deber de denuncia contra la mafia mundial, seguirán siendo asesinados?  
Las señales son claras. El crimen organizado a nivel mundial no quiere ser molestado por los periodistas y cronistas que actúan para sensibilizar a la población para que luche en contra de la criminalidad.  
Hace algunos días Claudio Fava –hijo del célebre periodista asesinado, Giuseppe Fava- vicepresidente de la Comisión Parlamentaria Antimafia, presentó un informe sobre el estado de la información del cual surge que desde el año 2006 hasta el 31 de octubre de 2014 en Italia “son 2.060 los periodistas amenazados por las mafias, con un constante incremento que registró su punto máximo en los primeros diez meses del año pasado, 421 actos de violencia o intimidación, casi tres cada dos días”.
Solidaridad, rabia y sentido de justicia frente a ciertas amenazas, ante tantas muertes, es lo que nos impulsa seguir adelante y a no detenernos. Cueste lo que cueste. Es la mejor forma de honrar la memoria de nuestros colegas.

http://www.antimafiaduemila.com/2015080756448/giorgio-bongiovanni/morti-e-minacce-adesso-basta.html