Corea del Norte amenazó hoy con "medidas fuertes", hasta la "guerra general", en el caso de que Corea del Sur decida promover, incluso a nivel internacional, la adopción de nuevas sanciones contra Pyongyang.
SEUL y PYONGYANG, 20 (ANSA) - El gobierno norcoreano negó toda responsabilidad en el hundimiento de la corbeta surcoreana Cheonan, ocurrido en marzo, y en la muerte de 46 de sus tripulantes, después de que Seúl mostró como "prueba irrefutable" las piezas del torpedo.
Esta imputación formal a Corea del Norte sobre el hundimiento de la corbeta es el último episodio de la larga serie de enfrentamientos que se verificó en décadas de tensión a la altura del paralelo 38, a menudo en aguas del Mar Amarillo.
La situación era previsible, después de semanas de anticipos y admisiones a medias, pero deja sin embargo muchos interrogantes irresueltos para evitar una escalada peligrosa, sobre todo de tipo militar.
Corea del Sur, como se esperaba, recibió la solidaridad de sus aliados occidentales, después de haber ilustrado los resultados de la comisión internacional de investigaciones con especialistas estadounidenses, australianos, canadienses, británicos y suecos.
El primero de ellos fue el presidente norteamericano, Barack Obama, quien consideró "aplastantes" los elementos de "prueba" obtenidos y declaró "pleno apoyo en defensa de Seúl contra otros actos de agresión". DFB
20/05/2010
Esta imputación formal a Corea del Norte sobre el hundimiento de la corbeta es el último episodio de la larga serie de enfrentamientos que se verificó en décadas de tensión a la altura del paralelo 38, a menudo en aguas del Mar Amarillo.
La situación era previsible, después de semanas de anticipos y admisiones a medias, pero deja sin embargo muchos interrogantes irresueltos para evitar una escalada peligrosa, sobre todo de tipo militar.
Corea del Sur, como se esperaba, recibió la solidaridad de sus aliados occidentales, después de haber ilustrado los resultados de la comisión internacional de investigaciones con especialistas estadounidenses, australianos, canadienses, británicos y suecos.
El primero de ellos fue el presidente norteamericano, Barack Obama, quien consideró "aplastantes" los elementos de "prueba" obtenidos y declaró "pleno apoyo en defensa de Seúl contra otros actos de agresión". DFB
20/05/2010