La vida es fruto del Amor que genera amor; esa linfa indestructible que se nutre de luz y que vivifica a todas las cosas que vive al unísono con el gran Arquitecto.
Amar es respetar la vida y hacer que ésta sea fecunda y feliz.
Amar quiere decir tener coraje, coraje para ir más allá.
Coraje viene del latín “cor habeo” que significa “tengo corazón”.
Hace falta corazón para amar y por lo tanto coraje.
Por consiguiente quien no ama es un cobarde.
Amar significa vencer nuestra naturaleza inferior, nuestras debilidades, nuestras limitaciones, nuestro ego y vernos en los demás.
Amar significa hacer, dar, actuar, pensar, volver a empezar y cultivar nuestra capacidad de amar, que se traduce en el ser cuidadosos y atentos, en respetar y comprender, en ayudar y apoyar.
Amar significa ver en la sonrisa de quien está frente a ti tu alegría.
Amar es: “La capacidad y la buena disposición para permitir que los seres queridos sean lo que ellos elijan para sí mismos, sin insistir en que hagan lo que a ti te satisficiera o te gustase”.
Amar no quiere decir “apoderarnos” de otro para enriquecerse a uno mismo, sino entregarte a otro para enriquecerlo, para incrementar la felicidad.
Amar también es la capacidad de dejar libre, o separarte de quien amas, porque el amor no retiene, no exige, da la oportunidad de ser feliz, porque Amar es ver a quien amas feliz.
Amar es, sobre todo, “dar” y no recibir.
Creo que amar significa “Dar a los demás lo que querríamos que fuera dado a nosotros, sin pretensiones, ni condiciones”, porque el amor, para serlo, no puede ser otra cosa más que incondicional.
Solo si comprendemos lo que quiere decir amar podemos comenzar a Amar realmente.
Oscar Morosini
6 de Octubre de 2016