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Gesu2-100
Di Sandra De Marco
¿Ese Dios a quien el hombre reza es verdaderamente el Dios que Jesús Cristo nos hizo conocer? Jesús dijo: “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán” (Mc 13:31).
La Sagrada Biblia es aún hoy el libro más vendido en el mundo. Ha sido impreso en casi todos los idiomas, está presente en todas las culturas, épocas y razas, incluso allí dónde está prohibido poseerlo. Reconocida universalmente, alabada en el curso de los siglos, venerada, maldecida, profanada, intimada con torturas, encarcelamientos e incluso con la muerte; antigua como los orígenes del hombre, en su nombre han sido combatidas guerras, se han construído obras portentosas, en el bien y en el mal.
La Palabra de Dios ha sido diseminada por todos los rincones del planeta y camina todavía por las calles de la humanidad a través de Sus profetas, de los justos y de los hombres de buena voluntad. Pueblos enteros han declarado que son creyentes, muchos otros se han convertido con el tiempo. La historia de aquel Nazareno, el Hijo de Dios que se hizo Hombre, ha llegado hasta la boca de agnósticos, investigadores, escépticos y de los ateos más convencidos; los hombres han blasfemado, han jurado, han implorado por su misericordia y todos de alguna manera han hablado de ella.
Sin embargo, pocos han percibido el significado y la infinita belleza del mensaje. Pocos han hecho germinar su semilla en el terreno profundo de la vida, lo demuestra el hecho de que en este tiempo incluso los más fervientes devotos, demasiado distraídos y prisionieros de si mismos, la han transformado en una historia como otras, que sus vidas ajetreadas han dejado de lado.
Para la mayoría, la práctica de la fe es un pasatiempo para escuchar profecías y las promesas que Dios hizo en la antiguedad. Repasando un Credo, que ya se ha vuelto pálido, un cristianismo descolorido deleitado por una oración que ya nació cansada y que llega débil a los labios, para después refugiarse detrás de mil compromisos y miles incoherencias.
Viendo este aumento vertiginoso de fariseos, herodianos y tibios surge espontánea una pregunta: si ese “Yo creo” fuese sincero, si los miles de millones de devotos y todas las iglesias practicaran Sus enseñanzas, ¿no se desvanecerían quizás las injusticias, el hambre y todas las guerras? Seguramente la historia del mundo cambiaría. Ese “yo creo ha asumido sin embargo cada vez más el valor común de una opinión, de una convicción aproximada y superficial. Santiago mismo dijo: “También los demonios creen y tiemblan (Santiago 2:19), el hombre es justificado por las obras y no solamente por la fe”(Santiago 2:24).
Y sin embargo, la historia enseña que en aquel tiempo el Señor vivió en sí mismo el abandono y la traición de Sus amigos más íntimos y no esconde para nada Su desilusión, dado que a menudo son los más lejanos los que perciben Su amor. Es así que, después de haber predicado entre las multitudes y cumplido milagros en todo lugar, subirá el Calvario llevando Su cruz a cuestas, renegado incluso por aquellos que estaban cerca de Él. Jesús dijo: “¡Vosotros me habéis visto, sin embargo no creéis!” (Jn 6:36); “Pues ni aun sus hermanos, que habían vivido con Él, creían en Él” (Jn 7:5).
 
A. D. 2013. El Apocalipsis está en pleno cumplimiento. Después de veintitrés años de misión, el Verbo camina aún entre nosotros vestido con los Signos Sagrados de Su Pasión. Un sacrificio que se renueva casi todos los días; todavía hoy los clavos traspasan las extremidades de un hombre que ha venido de otros mundos para despertar a las almas a la Verdad, para reunir ante Su presencia a los elegidos y a los llamados a convertirse en soldados de una nueva resistencia, los candidatos al Nuevo Reino. Paso tras paso Él, el Elegido nos revela el rostro de un Dios que llama a la puerta y sabe esperar días, meses, años, aunque no Le tengamos en cuenta, aunque no lo queramos; que nos distrae de todos nuestros proyectos y nos ofrece Sus planes, que demuela los esquemas en los cuales encajamos el mundo para ser más libres; que está presente, siempre, incluso cuando Le dejamos de lado y nos olvidamos de Él. Él está ahí, siempre listo para tendernos la mano. Un Dios que se fia de los hombres, a pesar de nuestros límites, miserias y pecados.
Pero Cristo dijo también: “Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los que están enfermos” (Mt 9:12).
A este punto surge una fuerte duda: si el Hijo del Hombre muere todavía y resucita ante nuestros ojos, si aún hoy necesitamos ver y tocar, quizás, en fondo, en fondo, ni siquiera nuestro Credo es tan real.
Quizás ese Dios a quien nosotros rezamos no es el Dios que Jesús Cristo nos reveló sino un Dios que nos es cómodo que seguimos conformando según nuestros deseos. Probablemente ha llegado el momento de escudriñar dentro de nuestro corazón y preguntarnos si de verdad nuestro hacer coincide con la Voluntad del Padre.
Nuestra adoración, la súplica ferviente de misericordia y consuelo, golpearse el pecho por las debilidades y los errores, no serán suficientes para manifestar el arrepentimiento, si después ese cambio de hecho nosotros no lo queremos. ¡Mejor, convenzamos a nuestro Dios de que Su Sangre no fluye nunca en vano! Si, convenzámosLe de que nuestro credo es sincero, esforzándonos en cada instante de testimoniar el Evangelio en nuestra vida cotidiana, haciendo que la forma de donar se acerque cada vez más a donarse a si mismos incondicionadamente.
¿De qué habrá servido gritar los ideales de igualdad y fraternidad entre los pueblos, apuntar el dedo contra Sus verdugos o contra aquellos que personifican el mal, si no aprendemos a mirar a quien está a nuestro lado con los mismos ojos con los que miramos a nuestros hijos? ¿De que habrá servido rezar, disfrutar de todas las verdades reveladas, si no nos han vuelto siervos humildes, mientras, en realidad, nos convencemos de que ya estamos salvados? ¿Qué hará el Señor con todos los sollozos y todas las lágrimas esparcidas a los pies de la Cruz, si todavía nos tenemos bien guardados nuestros privilegios, si no estamos dispuestos a dar la cara y la vida por nuestros amigos, a dejar todo por nuestros ideales?
Jesús dijo a Sus discípulos: “Si alguno quiere venir en pos de Mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame. Porque el Hijo del Hombre ha de venir en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces recompensará a cada uno conforme a sus hechos” (Mt16, 24-17). Él regresará con Potencia y Gloria y juzgará como verdadero nuestro Credo si nuestras acciones habrán sido conformes a nuestras convicciones.
A los puritanos y a los hipócritas les dirá: “Porque Juan vino a vosotros en el camino de justicia, y no le creísteis; pero los publicanos y las prostitutas le creyeron. Y aunque vosotros lo visteis, después no cambiasteis de parecer para creerle” (Mt 21:32).
¡Qué ese día pueda decir por cada uno de nosotros: “¡Venid, benditos de mi Padre! Heredad el reino, porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber... De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a Mí me lo hicisteis”.
La salvación será dada a aquellos cuyos ojos fueron capaces de atraversar lo visible y elevarse hacia el Dios invisible, que se manifiesta en ese Prodigio hecho carne y sangre, en el primero y en el último de Sus hermanos, en el miserable que vaga por las orillas de las calles y en la Luz que ilumina nuestros días. Han creído y por ello le han imitado.
 
3 DE JULIO DE 2013 – APARICIÓN EN LA ENCINA – SANT’ELPIDIO A MARE
 
Pier Giorgio: “Ahora os cuento brevemente lo que ha sucedido. Estábamos esperando a Giorgio para una reunión aquí en el arca. La música en el coche a todo volumen acompañaba su llegada. Yo ya sabía que había recibido la segunda parte de un mensaje y Maria José me había dicho que Giorgio tenía un estado de ánimo particular, que estaba muy emocionado. Nos acercamos para saludarle y todos hemos percibido la vibración que emanaba del contacto que había tenido durante el cual había recibido el mensaje. Me he acercado a él diciendo que me habían informado y Giorgio me comenta: “Es muy fuerte... muy fuerte, Jesús es grande”. Mientras tanto llegaban otras personas, no se exactamente cuántas, creo unas cuarenta. Giorgio se ha acercado a la encina y nosotros hemos ido detrás de él, a una cierta distancia; en un cierto momento se ha arrodillado y ha caído en éxtasis. No se cuánto tiempo ha permanecido así, parecía una eternidad. Era como si el tiempo se hubiera suspendido durante esta experiencia, que yo viví hace ya muchísimos años, en el 1989, cuando se le apareció la Virgen a Giorgio en los “Tres Pinos”, pero nunca había vivido la experiencia aquí bajo la encina, porque todavía no vivía aquí. Giorgio estaba ahí, con los brazos abiertos en cruz y miraba hacia la cúspide de la encina. Sonia le sostenía por la espalda, porque estaba curvado hacia atrás, con una posición muy incómoda por las heridas de los pies que seguramente hacían presión contra el suelo. Después de un rato se ha levantado, yo me he acercado enseguida porque se que salir del éxtasis es un momento muy particular, de debilidad y de sufrimiento también físico. Me he dado cuenta de que sus piernas se tambaleaban un poco, considerando también lo empinado del terreno temía que Sonia no tuviera la fuerza para sostenerlo. Me he acercado para ayudarla y poco a poco Giorgio ha salido del éxtasis. Ahora estamos aquí, nos hemos abrazado, ha sido una emoción muy particular y muy fuerte que me ha conmocionado mucho. Maravilloso... gracias Giorgio”.
 
Giorgio: “Hacía mucho que no vivía una aparición en la encina, algunos de vosotros no habían nacido todavía. Ahora os leo el mensaje completo”.
 
DEL CIELO A LA TIERRA
 
MENSAJE DIVINO
 
PRIMERA PARTE
 
A LOS HERMANOS DEL CALIZ VIVIENTE DE LA COMUNIÓN CRÍSTICA.
ALMAS QUE EL PADRE MIO ADONAY ME HA INDICADO QUE DESPIERTE EN ESTE TIEMPO.
SOY YO, HIJOS, RECONOCEDME POR LO QUE OS DIGO.
DESDE SIEMPRE OS TUTELO Y OS PROTEJO. SOY VUESTRO CONSOLADOR Y VOSOTROS SOIS RETOÑOS MIOS QUE HE ELEGIDO EN ESTE TIEMPO PARA PREPARAR EL CAMINO DE MI REGRESO.
HE CRISTALIZADO EN MEDIO VUESTRO AL CALIZ DE LA COMUNIÓN CRÍSTICA, QUIEN LLEVA IMPRESAS EN SU CUERPO LAS HERIDAS DE MI CRUCIFIXIÓN COMO SIGNO VISIBLE Y TANGIBLE DE MI PRESENCIA Y DE MI ESENCIA.
POSEEIS EN VUESTRO ESPÍRITU EL SELLO DEL FUEGO SOLAR QUE ES EL CORAZÓN DE VUESTRA LLAMADA. VOSOTROS ESTÁIS ENTRE AQUELLOS QUE HE ELEGIDO EN EL MUNDO PARA EL NUEVO REINO.
EN VERDAD OS DIGO: SI VUESTRA FE PERMANECIERA ÍNTEGRA Y FUERTE COMO LA ROCA NO OS PERDERÉIS Y QUEDARÉIS PRIMEROS ENTRE LOS PRIMEROS PARA RECOGER A LOS ÚLTIMOS QUE SE UNIRÁN A VOSOTROS. SERÉIS LOS LLAMADOS CONVERTIDOS EN ELEGIDOS.
¡PERO ESTAD ATENTOS!
EN EL EVANGELIO HAN ESCRITO LO QUE HE DICHO: “MUCHOS LOS LLAMADOS Y POCOS LOS ELEGIDOS”.
YO TENGO QUE ADVERTIROS PORQUE A VOSOTROS NUNCA OS HE ESCONDIDO NADA. EL PADRE HA PERMITIDO AL MALIGNO QUE PONGA A PRUEBAVUESTRA FE HASTA EL ESPASMO Y EN ESTOS DÍAS, EN ESTAS HORAS, EN ESTE TIEMPO, ÉL, EL PRÍNCIPE DE ESTE MUNDO, HA PUESTO EN PRÁCTICA UN PROYECTO DIABÓLICO PARA ALEJAR A VUESTRO ESPÍRITU DE LA SANTA VERDAD QUE SERVÍS CON TANTO SACRIFICIO.
OS RUEGO, CON AMOR, NO CAIGÁIS EN LA TRAMPA. SED FUERTES Y FIELES A LAS ENSEÑANZAS QUE OS HAN SIDO DADAS.
MI CALIZ VIVIENTE PUEDE AYUDAROS SI LO DESEÁIS. BUSCADLE Y LLAMADLE, ÉL SERÁ, COMO SIEMPRE, EL EJEMPLO DE CRUZ, SERVICIO, AMOR Y JUSTICIA.
VUESTRA FÉ VACILARÁ A CAUSA DE LAS ESPINAS MATERIALES QUE AFLIGEN VUESTRA CARNE, PERO SI ESTAIS UNIDOS TODOS JUNTO A ÉL, Y VOSOTROS CONMIGO Y EL PADRE MIO, ENTONCES SUPERARÉIS ESTA PRUEBA FINAL.
MI MENSAJERO Y HERMANO VUESTRO SE ENCAMINA HACIA EL ÚLTIMO SENDERO DE LA MISIÓN, QUE LE ACOMPAÑARÁ A LA SUBLIMACIÓN DE SU CARNE Y DE SU ALMA PARA LA GLORIA DEL HIJO DEL HOMBRE Y DEL PADRE MIO. ÉL DISMINUYE Y VOSOTROS DEBÉIS CRECER Y SER TESTIGOS VIVIENTES DE LA VERDAD Y CONTINUADORES DE SU CAMINO. POR ELLO EL TENTADOR QUIERE SEGAROS COMO EL TRIGO.
ESTAD ATENTOS ENTONCES Y PENSAD CONSTANTEMENTE EN VUESTRA MISIÓN, EN LA CAUSA POR LA QUE HABÉIS VENIDO A ESTE MUNDO. TODO LO QUE PUEDA DISTRAER VUESTRA ATENCIÓN, AUNQUE FUERA UNA CAUSA APARENTEMENTE NOBLE, PODRÍA ALEJAROS DEL CAMINO DE VUESTRA PROGRAMACIÓN DIVINA DESEADA POR EL PADRE CELESTE.
HE ORDENADO A MIS ÁNGELES QUE TUTELE VUESTROS ESPÍRITUS, PERO VUESTRA DISPONIBILIDAD HACIA  VUESTRO COMPROMISO DEBE SER COMPLETA, DE LO CONTRARIO NI SIQUIERA LOS ÁNGELES NI YO MISMO, VUESTRO CONSOLADOR, PODREMOS HACER NADA PARA ALEJAROS DE LA TENTACIÓN.
SI NO ESCUCHÁIS MIS LLAMADOS DEBERÉ TRISTEMENTE OBSERVAR A MIS OVEJAS QUE DESCIENDEN DE LA CIMA DE LA MONTAÑA, A DONDE LAS HE GUIADO, HACIA EL VALLE DE LAS SOMBRAS, DE LA OBSCURIDAD Y DE LA PERDICIÓN.
ESTAD ATENTOS POR LO TANTO.
¡YO OS AMO Y OS BENDIGO!
¡PAZ!
 
DEL CIELO A LA TIERRA
 Sant’Elpidio a Mare (Italia)
3 de Julio de 2013. 13:15 horas
G. B.
 
DEL CIELO A LA TIERRA
 
PARTE SEGUNDA
 
¡SOY YO OTRA VEZ HIJOS MÍOS!
 
¡OS RUEGO! ¡OS RUEGO!
¡AFERRAROS A MÍ! ¡TOCAD MI MANTO PARA TENER LA CERTEZA DE SER LOS ELEGIDOS DEL ALTÍSIMO Y HEREDEROS DE SU REINO EN LA TIERRA (Mateo 9, 20-22).
¡HIJOS MÍOS, OS RUEGO!
INVITADME SIEMPRE A VUESTRAS COMUNIONES. INVITADME SIEMPRE A LOS LUGARES DONDE SE DESARROLLA VUESTRA VIDA COTIDIANA Y YO OS DISPENSARÉ DE LOS VENENOS CONTINUOS QUE EL MALIGNO REGURGITA EN VUESTROS ESPÍRITUS INTENTANDO ALEJAROS DE LA LUZ DE CRISTO, HIJO DE DIOS.
¡HIJOS MÍOS, OS RUEGO!
HACEDME PARTÍCIPE DE VUESTRAS INTIMIDADES, ALEGRÍAS, DOLORES, SONRISAS Y LÁGRIMAS Y YO OS INUNDARÉ DE SABIDURÍA, SAPIENCIA Y PERLAS DE CONOCIMIENTO.
¡HIJOS MÍOS, OS RUEGO!
AMÁOS, COMO YO OS HE  AMADO Y OS AMARÉ SIEMPRE, EN LOS SIGLOS DE LOS SIGLOS.
¡HE AQUÍ, YO ESTOY ENTRE VOSOTROS! ¡COMPLACEROS Y ALEGRAOS!
HE REGRESADO, NO OS HE DEJADO HUÉRFANOS.
¡HE AQUÍ, YO SOY!
¡OS AMO Y OS BENDIGO!
¡PAZ!
 
VUESTRO EN ETERNO J †
Sant’Elpidio a Mare (Italia)
3 de Julio de 2013
13:51 horas
 
Giorgio: ¿Qué quieres de mi Señor? ¿Por qué me buscas? Soy el último de los hombres y Tú vienes donde mi. Esto Le he dicho, y hace poco Él se me apareció diciendo: “Giorgio, hijo, Yo te he elegido a ti. No me repliques” y se ha ido.
No te replico Señor, estoy aquí cerca de mis hermanos. Solo que me sorprendes ¿por qué este amor tan grande hacia nosotros indignos? ¿Por qué nos amas tanto? Estás loco, si, loco, Señor. Nosotros que no contamos nada...
¡Somos afortunados! Somos afortunados... no se porqué la vida nos ha dado este regalo. El Señor nos ha elegido: no somos los mejores, ni tampoco los peores, somos gente común, los más mínimos, pero quizás por esto mismo, porque somos los mínimos. Y como quiera que sea nos ha elegido.
¿Qué podemos decirLe? ¿No, no nos elijas? Él me dice: “No me repliques, te he elegido a ti”. ¿Qué puedo responderLe? Yo digo: “Señor, estás loco, y dices cosas locas. ¿Cómo puedes decir: “Yo estoy entre vosotros” a través de mi? ¿Por qué hablas así? Me confundes, pero creo en Ti y defenderé lo que me dices hasta la muerte”.
Entonces aquí estoy. Somos afortunados, custodiemos esta fortuna de tener a Jesús como amigo, consolador, como Maestro y de tener a Sus Ángeles que nos ayudan.
Sufrimos mucho, pero en el Espíritu somos ricos. ¡Hemos sido salvados de la tentación y sería estúpido si nosotros cayéramos en los brazos del maligno después de haber tenido una suerte tan grande! Sólo tenemos que ser felices, amarnos... Estad cerca de mí. Yo no quiero que Jesús hable así, pero Él me lo ordena y entonces yo digo: “Estad cerca de mi”. Estad cerca de mí y veréis que vuestro espíritu no se perderá. Él sabe cuanto somos miserables, también yo lo soy, y sin embargo nos busca, nos perdona todo, cierra un ojo sobre nuestras arrogancias, limitaciones, sobres nuestras imperfecciones y frustraciones, nuestros estress, nuestras angustias diarias. Pero Él quiere que Le busquemos, incluso cuando vamos a trabajar, y que digamos: “Señor ¿dónde estás? Ven, te quiero, te deseo, te quiero y te amo, estáte conmigo, aquí, mientras estoy en el infierno, mientras estoy trabajando, mientras estoy haciendo esto. Estáte aquí, si estás Tú, Satanás no está, pero si Tú no estás, Satanás viene. Estáte conmigo Señor, dime lo que quieres que yo haga y lo haré”.
Cuanto más alimentamos nuestra unión y servimos a nuestra causa, más Él está presente y nos prodiga regalos inmensos. Jesús viene siempre cuando estamos unidos; si en cambio estamos solos es como si pusiéramos un muro delante y Él no puede venir. El Señor no nos da dinero, ni tampoco belleza física, sino el conocimiento, la riqueza más grande que un hombre pueda tener, porque la salvación no se obtiene si no cometes pecados, sino que se adquiere cuando Cristo te da el conocimiento, sólo así te salvarás. Nosotros somos afortunados y debemos alimentar siempre la presencia de Cristo. Tengo una noticia estupenda, un signo del Señor que nos dará alegría, como cuando nos abrazamos por un gol de la selección nacional, no tanto por las cifras, sino por el signo en sí.
 
Fabio me ha comunicado las estadísticas de nuestras páginas web. Año 2012: Redacción AntimafiaDuemila, 58.000 visitas al mes. Desde el 1 de enero del 2013, desde cuando el Señor ha dado a vuestro hermano y siervo la posibilidad de estar presente en Palermo, la media mensual ha alcanzado las cien mil visitas. Bien Lorenzo, Anna Petrozzi, Aaron Pettinari, Emanuele, Miriam, Francesca, Studio3, Sydonia y todos vosotros que colaboráis de alguna manera.
Año 2012, página espiritual monotemática de Giorgio Bongiovanni: 35.000 visitas mensuales. Desde el 1 de enero hemos alcanzado 43.000 visitas. Bien María, muy bien. Bien también los hermanos de Pordenone que divulgan nuestro mensaje en la página del Sicomoro, gracias a Massimo Bonella con todos sus programas y sus blogs. Bien también a los hermanos de Sudamérica, porque a pesar de que yo esté aquí, la media mensual ha ascendido de 25.000 a 31.000. Nuestra obra es grande, grande en el sentido del amor y todavía no ha sucedido nada. Os hago una profecía: nuestra página tendrá veinte, treinta, quizás incluso cincuenta millones de visitas, porque todo el mundo querrá saber lo que significarán estos signos en el cielo. Si están aumentando tan rápidamente y aparentemente no ha sucedido nada todavía, figuraros cuando se darán más apariciones. ¡Entonces preparaos! ¿Estáis contentos? Yo estoy contento, mucho. Ahora hacedme preguntas. Estoy a vuestra disposición.
 
P: ¿Cómo podemos ser tentados o desviados de nuestra misión si hacemos algo noble?
G: Te contesto con un ejemplo. Supongamos que mañana te propongan de colaborar, después de tu trabajo, como voluntario para ayudar a los niños necesitados y descapacitados en un centro infantil. La causa es noble sin duda alguna, pero para ti, que ya elegiste tu misión, sería una distracción. Cada uno de nosotros debe tomar conciencia de cual es su propia misión y adoptar parámetros que nos ayuden a entenderlo. Nuestra misión no es genérica: yo sigo creyendo todavía hoy en todo lo que he dicho y que me ha enseñado Eugenio Siragusa, en los ritos simbólicos e iniciáticos que tuvimos. Para mí siempre fue algo serio, nada de fanatismo ni sectarismo. Cuando recibí la estrella de siete puntas (el sol con el rubí) yo me casé  con esta misión, la de anunciar la Venida de Cristo, hablar de los Extraterrestres, señalar al anticristo y en los límites de lo posible, sin desatender las primeras dos misiones, ayudar a los niños. Si hiciera otra cosa no sería mi misión, sino una tentación, porque yo he aceptado esta llamada; no era una broma, era algo serio. Está claro que Jesús nos está hablando a nosotros, que formamos parte de esta misión, llamémosla de Juan, no a toda la humanidad. Si hoy a Pier Giorgio le ofrecieran participar en un tour en todo el mundo, para dar conferencias, seminarios, sobre la historia de la antigua Grecia, del antiguo Egipto y de los Sumerios, aunque todo lo recaudado lo diera para nuestra Obra, para él sería una tentación. La misión de Pier, que lleva la estrella con el rubí, que cree que forma parte de la tribú de Juan, es la que está haciendo ahora, no hacer un tour para hablar de los Sumerios o de la antigua civilización greca. Sería una causa noble, pero no es su misión.
 
P: ¿Cómo hacemos para saber cual es exactamente nuestra misión?
G: LA MISIÓN LA TIENES DELANTE DE TUS OJOS, ESTÁ HECHA DE CARNE Y SANGRE Y TE HABLA. MÁS CLARO QUE ASÍ... ME PARECE QUE SOMOS BASTANTE AFORTUNADOS, MUCHA GENTE BUSCA LA MISIÓN, PERO DELANTE DE LOS OJOS NO TIENE NADA... SOLO PEQUEÑAS SEÑALES, ALGÚN CUADRO QUE LLORA, LA FOTOGRAFÍA DE UN UFO, O LA APARICIÓN DE UN VIDENTE QUE DICE: “REZAD, REZAD”...
AHORA LA MISIÓN LA TIENES DELANTE, HECHA DE CARNE Y SANGRE CON CINCO HERIDAS EN EL CUERPO QUE TE DICE: “¡SÍGUEME!”. ÉSTA ES TU MISIÓN.
El solo hecho de que estés sentada ahí, haciendo lo que estás haciendo, ya es algo grande. Con el tiempo se nos asigna lo que tenemos que hacer, según la disponibilidad de cada uno. Ésta es nuestra misión: cada uno de nosotros debe aportar algo para la divulgación del Mensaje, a partir de quien cultiva la huerta para el comedor del Arca, hasta quien, como yo o Pier, debe hablar a todos. Somos como un enjambre de abejas: la abeja reina es Jesús y nosotros somos las abejas obreras, algunas se dedican a construir las celdas, otras a nutrir a las crías, a producir la cera o la miel. Nosotros debemos superar juntos las pruebas y las enormes dificultades, si estamos juntos somos una fuerza, no nos gana nadie. No es una cuestión económica, porque se puede estar juntos en todos los lados, incluso en medio de la calle. A un pobre vagabundo le ignoran si está solo, pero cientos de personas en medio de la calle no pasan inadvertidas y alguien nos preguntará el porque estamos allí y que es lo que necesitamos. Si estamos juntos el Señor no nos abandonará nunca. ¡Nunca!
P: ¿Qué está pasando en Egipto?
G: En Egipto está por estallar un golpe de estado. Lo que está sucediendo es un castigo, un acto de justicia divina, porque la degeneración de Egipto, que posee la antigua belleza y sabiduría de Atlántida se puede comparar con el estado inicial de la degeneración atlantidea. Es simbólica. Entonces, del foco del Medio Oriente se desencadenará todo; ahora esperaros lo que sucederá también en Siria e Irán...
 
P: Es una chispa que se propaga...
G: Si lo es. Yo quisiera que fueseis conscientes de que estamos en guerra, de que no hay futuro. No os programéis un futuro de casa y trabajo: el futuro es resistir hasta cuando regrese Jesús. Punto. El futuro termina ahí. Obviamente no debemos hacerlo pasivamente, sino divulgando el Evangelio en el mundo y anunciando Su Segunda Venida. Si hemos logrado duplicar en seis meses las visitas a las páginas web es gracias también a las conferencias de Pier Giorgio Caria, al trabajo extraordinario de Antonio Urzi, sin olvidar la Obra de divulgación de Massimo Bonella, de los hermanos de Pordenone, y todas las actividades que orientan a las personas hacia mi página web personal. Ésta es una señal importante y debemos alegrarnos de ello, si consideramos que se trata de todas formas de un sito web monotemático, donde no se habla de bailarinas, espectáculos, cine, política, mafia, deporte o de temas que obviamente interesan a una vasta gama de público. Nosotros hablamos siempre de la misma historia y la persona es sólo una: yo. Entonces tenemos que seguir adelante y cuidar nuestra “ventana en el mundo”, como nos fue recomendado en un mensaje que recibí de Setun Shenar y de los hermanos celestes.
 
P: No hay otra escuela espiritual, iniciática, que sepa explicar y sacar conclusiones sobre la terrible y al mismo tiempo extraordinaria situación de este tiempo. Mucha gente se queda shockeada, iluminada por el mensaje que difundimos, como si hubiera vivido encerrada durante años en casa y de repente se le abre una ventana sobre el mundo y de golpe puede ver el sol...
G: Es la verdad: ésta es la Iglesia de Juan. Se quedan impactadas también las personas que ya han emprendido un camino espiritual, que no son cerradas, porque las explicaciones vienen directamente del Cielo y son universales. Hace pocos días estuve en Roma, en la plaza Campo de`Fiori, ante el monumento de Giordano Bruno, un amigo mio, justo ahí tuve la inspiración de reunir a dos, tres mil personas para hablar de la Verdad. Sería la apoteosis.
 
P: Si uno de nosotros sigue a un justo sin descuidar la unión con las arcas ¿se puede considerar una tentación?
G: La tentación sería si no les siguiéramos, si nos encerráramos en una secta y quisiéramos hacer todo solo, todo entre nosotros.
Vosotros tenéis que seguirme a mí, yo soy vuestro punto de referencia, no soy yo el que lo quiere. Yo soy sincero: hoy mismo he dicho al Señor, incluso llorando o mientras sangro, que busque a otro hombre a quien yo le hubiera llevado la bolsa y los zapatos. Hoy, cuando me arrodillé, Él me hablo con tono severo y me dicjo: “Yo te elegí a ti, no tienes que replicarme”. Dado que me ha amonestado y sigue eligiéndome a mí, yo acepto. Por ello ahora os digo: “¡Seguidme! Si vosotros me seguiréis, Le seguís a Él, y si yo les sigo a estos hombres no es una tentación.
 
P: El clavo que encontré ese sábado...
G: El clavo que encontraste anunciaba las experiencias que acaecerían en estos días. Él nos avisaba que aparecería aquí. Ayer me limité a decir que era un signo de Su presencia, pero hoy puedo descifrarlo mejor y te puedo confirmar que ese clavo era un aviso para el Arca: “Yo os visitaré”. Y Él  nos ha visitado. Guardadlo, ponedlo al lado de la Virgen con Jesús.
 
P: En Indonesia hay continuamente terremotos muy fuertes. El último, de 6,4 grados Ritcher se registró en alto mar en la isla de Sumatra.
G: Se debe a la deriva de los continentes: la geografía del mundo cambiará y las naciones ya no serán como las vemos ahora.
 
P: En el Evangelio Jesús habla de la gran tribulación. ¿Tú como la interpretas?
G: La gran tribulación inició el 21 de diciembre del 2012. Por la puerta dimensional, la encina que está en frente nuestro, saldrá un vórtice de luz que tomará consigo a mucha gente y se la llevará a El Dorado. Esperemos que me lleve también a mí. Si tuviera lugar una catástrofe y se elevara una ola de 100-200 m. en el Mar Tirreno, que  penetraría por veinte km hacia el interior, esta zona se transformaría en una isla. Aquí no sucederá nada, porque la puerta dimensional hará de escudo, rechazará las olas y las desviará. El mar no puede destruir una puerta dimensional, a menos que no haya sido programada para ello, pero yo se que no será así. Aquí el vórtice es siempre activo. Si venís allí conmigo, os hago tumbaros por el suelo y os hago levitar. Quien sabe, antes o depués, podríamos desaparecer.
 
P: ¿Qué puedes decirnos de la experiencia de Marco de Gubbio?
G: Como ha dicho Setun Shenar en el mensaje, para los Seres de Luz NO ES DIFÍCIL “RAPTAR DULCEMENTE” DE NOCHE A UNO DE VUESTROS JÓVENES Y DARLES LA CERTEZA DE QUE LA FRATERNIDAD CÓSMICA, PREDICADA POR NUESTROS OPERADORES, ES VERDADERA, CIERTA Y VERDADERA. Un día de estos tu hijo se despertará diciendo: “¡Mamá, me han llevado a otro planeta!” ¡Cuánto somos afortunados! ... Yo me siento afortunado. Somos afortunados: tenemos al Señor.
 
P: En la economía espiritual del mensaje crístico de esta noche ¿cuánto cuenta la esencia del espíritu de Juan Bautista y cuánto la de Juan el Apóstol? ¿Hay diferencia entre las raíces de estas dos esencias espirituales?
G: No, ninguna diferencia: son gemelos en el espíritu. Juan el predilecto y Juan Bautista son hermanos en el espíritu, es decir que su sintonía con Jesús es completa. En este tiempo se manifiesta Juan Bautista que representa a los tres, pero sobre todo a Jesús Cristo, que es nuestro Señor. Un día, cuando regresará Jesús, les veréis a los tres juntos y cada uno de ellos, también Juan Bautista y Juan el Apóstol, tendrán que arrodillarse a la presencia del Hijo del Hombre, adorarLe, venerarLe y agradecerLe en los siglos de los siglos por la salvación que nos ha dado a todos nosotros. Jesús les purificó también a ellos con Su sangre, si bien eran santos y no le habían traicionado. Les purificó a todos, menos que a Sí mismo, que es el Ungido de Dios.
 
P: ¿Es posible que se valga del testimonio de estos dos santos?
G: Ambos son Sus instrumentos, no tiene otros. Él se aparece también a otros videntes, no solo a mí, pero ser instrumento de Cristo significa que Él se sirve del cuerpo y del alma de estos dos señores y esto no ocurre con ningún otro.
Jesús se puede aparecer donde sea, sin pedirme permiso y sin informarme. De hecho hay muchas apariciones, hasta en China; pero para hablar, para sangrar y comunicar directamente Su Voluntad hay solo dos instrumentos en la Tierra. Por esta razón incluso hoy protesté diciendo: “Por qué me buscas a mi? ¡Hay otros hombres que valen más!”. Él, con Sus palabras, es como si me hubiera dicho: “Después de veintitrés años en esta encarnación  todavía me dices: “¿Por qué a mi? ¿Cuántos años todavía tienen que pasar?” Qué queréis... también yo soy un poco humano...
 
P: Durante la boda de Canán, en la que estaban Jesús con Sus discípulos, faltaba el vino. La Madre Santísima dijo a Jesús: “No tienen vino”. Y Jesús Le contestó: “-¿Qué tiene que ver eso conmigo, mujer? Todavía no ha llegado mi hora” (Jn 2:4).
Sucesivamente Jesús manifestó Su grandeza cumpliendo un milagro, convirtiendo el agua en vino. ¿A qué se refería cuando dijo: “Todavía no ha llegado mi hora”?
G: Se refería a la última cena. La Virgen quería que Él hiciera un rito crístico, que alzara el pan y diera el vino, pero Jesús Le dijo que todavía no había llegado el tiempo de instituir el santísimo sacramento de la Comunión, y se “limitó” a hacer el milagro.
 
P: En mérito a la Comunión ¿cual es el significado esotérico de comer el cuerpo y beber la sangre?
G: La Comunión es la sintonía que se debe tener con la Madre Tierra y con el Padre Sol, que es la luz crística. Según los hebreos, en los Evangelios hay afirmaciones escandalosas, de hecho las tomaban al pie de la letra y por dicho motivo Le consideraban un loco. En el Evangelio de Juan Jesús dice: “Y Jesús les dijo: -De cierto, de cierto os digo que si no coméis la carne del Hijo del Hombre y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el día final. Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en Mí, y yo en él. Así como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, de la misma manera el que me come también vivirá por Mí. Este es el pan que descendió del cielo. No como el que  comieron vuestros padres y murieron, el que come de este pan vivirá para siempre” (Jn 6, 53-58).
Jesús en aquel momento no se refería a Jesús Hijo del Hombre, sino a la Luz crística que estaba dentro de Él, es decir al Sol. Si no comemos el trigo y no bebemos el zumo de uva, nosotros no podemos entrar en el Reino de Dios, ni sobrevivir físicamente, ni sentir la luz crística dentro de nosotros. Cuanta más energía solar absorbemos, por medio de la comida, de la luz solar, la vibración solar, la enseñanza solar, el verbo solar, el magnetismo solar y lo ponemos en práctica, más entramos en sintonía con Jesús Cristo y nos convertimos en seres solares. Debemos abrazar todo lo que tenga que ver con el Sol. Ahora nos vemos en una situación de emergencia porque estamos en guerra, pero es una anomalía quedarse despiertos por la noche, ya que las energías satánicas se pegan a nosotros. Tendríamos que estar operativos desde las seis de la mañana hasta las siete de la noche, cuando se pone el sol, después tendríamos que irnos a dormir y desdoblarnos en astral, para evitar que las larvas se peguen a nuestro cuerpo y a nuestra alma. No obstante, desde el momento que estamos en misión y debemos despertar almas, en mi caso y también en el vuestro, el Señor cumple el milagro de preservarnos inmunes de Satanás.
 
P: Quisiera contar una anécdota. Yo he vivido en Noruega, como todos saben es un país caracterizado por largas noches invernales, donde el sol no surge nunca sobre el horizonte, durante las cuales bastaba un simple haz de luz para que la gente saliera por las calles, a pesar de las temperaturas tan rígidas. Al mismo tiempo sucede lo contrario, desde mayo hasta finales de julio, cuando el sol no se pone nunca. Precisamente en este periodo yo, que en condiciones normales tiendo a ser una persona que se cansa a menudo, no solo no sentía el cansancio, sino que tenía además muchísima energía.
G: Es un ejemplo perfecto.
 
Pier Giorgio: También yo quisiera contar una anécdota familiar. El año pasado invité a mi casa en Cerdeña a una amiga a quien quería presentarles a mis padres. Mi padre, que desde siempre ha sido campesino, demostrando su amor visceral hacia la Tierra, se puso a hablar con ella y le dice: “Yo siempre he sido un hombre religioso. Voy a la iglesia para escuchar la misa, pero lo hago por tradición. En realidad he comprendido una cosa: para mi Dios es el Sol, porque cuando estoy en el campo y miro el sol en medio de la naturaleza yo se que es Él el que me da la vida, que me dá energía. Entonces yo miro el Sol y siento a Dios dentro de mi”. Me quede estupefacto, porque mi padre nunca había hablado de esta manera.
 
P: Durante el curso prematrimonial, el párroco nos contó la parábola del hijo pródigo. Yo la interpreté como la fe de seguir a Jesús de dos maneras diferentes. En el padre de los jóvenes veía a Dios Padre Creador, mientras los hijos eran dos hombres comunes. El primero dedicaba su vida con fe en Cristo, se comportaba siempre bien y respetaba todas las reglas. El segundo en cambio se rebela, no quiere compartir más la vida del padre y se pone a buscar la libertad y la autonomía; entonces se hace dar todo lo que le espera y parte hacia un país lejano. Después de haber despilfarrado todas sus riquezas y de haber vivido en la degeneración vuelve arrepentido a donde el padre, con mucha humildad y con tal de ser acogido está dispuesto a trabajar con los animales. El padre, nada más verle, va a su encuentro demostrando un amor incontenible y organiza enseguida una gran fiesta. El hijo mayor en cambio, que estaba trabajando en el campo, cuando vuelve no quiere entrar en casa y protesta contra la lógica del padre, y de este modo demuestra que no había sabido instaurar una relación de amor verdadero y sincero, sino que se limitaba a respetar los mandamientos. Y el padre le dice: “Hijo, tú has estado siempre conmigo y todo lo que es mío es tuyo, pero teníamos que hacer fiesta y alegrarnos, porque este hermano tuyo estaba muerto y ha renacido, estaba perdido y ha sido encontrado”.
G: El padre se dirige al hijo mayor y le dice: “Tú eres el heredero de mi imperio” –y está descontado que heredará toda su riqueza. – “Yo había perdido a tu hermano, pero ahora le encontré de nuevo y hay que celebrarlo”. Es una enseñanza estupenda, grande, que nos hace comprender que el Reino de Dios lo hereda solo quien le sirve constante y fielmente. El hijo mayor era constante y fiel, el segundo por el contrario degeneró, se perdió y después volvió. Si nosotros somos el hijo fiel que ha trabajado en la viña y nos sentimos en un cierto sentido traicionados por un padre que celebra la vuelta de un hijo degenerado, es señal de que nos falta un detalle fundamental, sin el cual podemos servir bien a Cristo incluso toda la vida, pero no servirá de nada: nos falta la humildad. Un obrero, un operador de Cristo puede ser capaz, culto, teológicamente preparado, conocer profundamente la Verdad, la de Juan, la de Giorgio, la de Ashtar Sheran, pero si no es humilde no cuenta nada, no heredará el Reino de Dios. Lo heredarán ex delincuentes y asesinos que se han arrepentido y han pedido humildemente de formar parte del Reino de Cristo. Jesús les premiará, mientras Giorgio Bongiovanni, si no es humilde, no será premiado. ¡Entonces sed humildes! Jesús no es el director de una empresa, donde el que obtiene más ganancias merece un porcentaje de títulos bancarios más alta. Jesús es el titular de una empresa donde hay que sacar beneficios, pero con humildad. Él prefiere a quien saca pocos, incluso a quien se equivoca y se cae por el suelo, pero que es humilde: le dará más fuerza. Sin humildad, queridos hermanos, nosotros no iremos a ninguna parte. Tenemos que ser humildes siempre y no es fácil. Es el sentimiento más difícil de realizar. Ser humildes es más difícil que amar, porque amar es parte del instinto bestial del hombre, es el instinto de la procreación.
Instintivamente nosotros estamos ligados a la creación. Con la relación erótica nosotros amamos, no existe una relación erótica de odio, excepto la violencia carnal, pero ese es otro tema. En el amor existe también el instinto, entonces, en un cierto sentido, es más fácil amar. Por esta razón a veces me sorprendo cuando los hombres se odian y se matan. Amar forma parte de la naturaleza de las cosas, del ser humano. No es fácil en cambio desarrollar un sentimiento que no existe en el ser humano y que se debe cultivar. Lo primero lo tienes que sembrar, regar y después hacerlo crecer: esta pequeña semilla se llama humildad y no la tienes desde el nacimiento, te lo tienes que conquistar porque es el secreto del conocimiento y de la evolución, de la sabiduría, del ser genios. El Espíritu Santo revela la ciencia cósmica al hombre humilde; el hombre arrogante se la tiene que conquistar como Caín, con el sudor de la sangre. Entonces el secreto en la verdad es ser humildes, sencillos. Jesús lo enseñó cuando lavó los pies a los apóstoles y se dejó crucificar; sin embargo Él era muy autoritario, incluso daba latigazos, gritaba siempre contra los poderosos. Era violento en la justicia, no era débil, pero con sus hermanos era humilde, nos ha enseñado que a través de este sentimiento adquieres el conocimiento y con él evolucionas.
 
P: ¿La humildad lleva consigo el perdón?
G: No solo. La humildad lleva consigo todos los valores sublimes de la justicia, del amor, de la fraternidad. La humildad es todo. Jesús dice siempre: “Sed humildes”.
 
P: ¿Qué significado tiene una imagen sagrada que emana aceite?
G: El aceite es el símbolo de la unción de Cristo. Durante la confirmación somos señalados en la frente con el aceite, lo cual significa que somos soldados de Cristo llamados a servir a la Obra. Cuando una estatua llora aceite debemos prepararnos para la unción de Cristo, aquellos que se encuentran ante la estatua son llamados a servir a la Obra. Cristo unge solo a quien Le sirve.
 
P: Durante la maravillosa experiencia que vivió Marco (http://www.unpuntoenelinfinito.com/mensajes-2013/5027-la-confederacion-interestelar.html), la joven científica hace notar como los habitantes del planeta Tao viven completamente en simbiosis consciente con el Alma del Mundo.
G: Cuando digo que en otros mundos todos viven en paz, fraternidad y armonía estoy hablando de simbiosis consciente. En estos planetas, como en el Planeta Tao, los habitantes viven en armonía, se respetan y se quieren; el dinero no existe, los supermercados están llenos de productos que puedes tomar gratis, aunque es obvio que no puedes abusar. Si en casa te sirven cinco paquetes de galletas no puedes llevarte 30, de lo contrario, apenas te alejas y pasas por la entrada llega el robot programado por Kadar Laku, que te para y te impone que no puedes poseer todo lo que es superfluo para ti. Cuando todos los seres se quieren, cuando la ciencia, los bienes, los chalets, la comida, la energía solar, etc. se ofrecen gratuitamente y se ponen a disposición de los habitantes del planeta, reina lo que podemos llamar la simbiosis recíproca.
 
P: ¿Por que la científica se lamenta de que la habían seguido, si bien los invitados habían sido llevados allí?
G: Ella se lamentaba de que la habían seguido porque evidentemente no sabía que la Confederación interestelar de los seres de luz, capitaneada en ese caso por Setun Shenar, por orden superior, había arrebatado a Marco para que viviera esa experiencia y después la divulgara en el planeta Tierra. La científica hizo su deber preguntando porque se encontraban allí. Ciertamente después lo entendió y al final explica todo lo contrario y se adapta a la experiencia.
 
P: ¿Ella no había sido informada? ¿O estaba programado todo con la intención de dar determinadas explicaciones?
G: En los planetas, por cada cosa que sucede no por fuerza se informa a todos los habitantes. La científica no es un ser de luz, es una extraterrestre que pertenece a la cuarta dimensión, diez, quizás veinte millones de años más evolucionada que nosotros, que viaja en astronave y supera la velocidad de la luz. Evidentemente no tenía los grados militares para ser informada, o simplemente no tenía que serlo, porque no era necesario. Si era un programa o no, no importa. Lo importante es el fin: en dicha no-información, donde ella hablaba de simbiosis, había de todos modos una enseñanza.
 
P: ¿Qué significa que Eugenio y Licia se hayan quedado para mantener la vibración del medio de transporte con el que vinieron?
G: Eugenio y Licia evidentemente fueron llevados con Marco, porque tenían que vivir esa experiencia y servían para crear armonía. La vibración no dependía de la astronave para nada, sino de como estaban en armonía entre ellos.
 
P: ¿Fueron llevados contemporaneamente?
G: No se si se llevaron a los seis contemporaneamente. Para los hermanos celestes no es un problema, pueden hacerlo de seguro. Si lo hicieron hay un motivo: para que yo lo divulgara a todo el mundo.
 
P: Con nuestro nivel de conocimiento estamos lejos de la simbiosis consciente...
G: La simbiosis consciente no es un conocimiento, es un status di vita, exactamente lo que viven en otros planetas.
 
P: Estar en sintonía con la creación es una realización individual elevada.
G: ¿Cómo se puede estar en sintonía con un planeta donde reina el infierno?
 
P: ¿Podemos realizarla dentro de nuestros límites?
G: La podemos realizar entre nosotros. Sucede cuando el sentimiento de los celos y de la envidia no solo ha desaparecido, sino que además sientes un orgasmo espiritual viendo a un hermano que ama a una hermana, o a un hermano que ama a otro hermano y no a ti, y tú disfrutas lo mismo de su amor. Si en cambio eres celosa de todo, de cualquier cosa, estarás siempre cercana al instinto bestial material. Todavía no estamos a este nivel, porque no somos capaces de amar infinitamente, desinteresadamente; nosotros queremos siempre algo de Dios, de Jesús, del Cielo. Tú das, pero te esperas recibir algo en cambio, lo cual es instintivo y legítimo, pero no es amor crístico. Podemos alcanzar la simbiosis consciente cuando no pediremos más nunca nada al Cielo, y daremos solamente. Entonces el Cielo te dará sin que te des cuenta.
Cuando el Cielo, eligiendo a uno de nuestros hermanos, le ama, le acaricia, le exalta y nosotros que lo sabemos disfrutamos de ello, nos sentimos exaltados, sin sentir celos ni envidia, entonces estamos cerca de la simbiosis consciente. De lo contrario permaneceremos siempre en el instinto animal, que es un instinto bonito y forma parte de la naturaleza, pero no te permite ascender en la evolución espiritual. El hecho de que el león sea celoso de su leona es maravilloso, pero el león no es Setun Shenar, es una bestia. Si quiere ser como Setun Shenar debe entregar  todas sus hembras a otros leones, y alegrarse mientras estos las aman y las fecundan; sólo de esta forma de bestia se convertirá en hombre o ángel. Jesús leía en el aura de los apóstoles la envidia y los celos, les reñía, se enfadaba y les amonestaba, llegó a decir a Pedro: “¡Véte Satanás!”.
Jesús no soportaba los celos y se desencadenaba, porque estos sentimientos impedían a Sus hermanos desarrollar interiormente la simbiosis consciente. Cuando amaréis infinitamente sin celos, seréis como los extraterrestres. En el planeta Tao existe el amor consciente, no existe el celo; no existe tampoco la anarquía o la pornografía, faltaría más. Cuando una pareja se ama, no hay celos si el compañero o la compañera de vida ama a otro hermano o hermana; si el Maestro de todo el planeta abraza sobre todo a un hermano, los demás habitantes no son celosos, son felices porque están en simbiosis, mientras que el que siente sentimientos humanos queda aislado o incluso le echan, le hacen subir a una nave y le llevan a la Tierra. Hay muchos de mis hermanos extraterrestres que vienen de planetas maravillosos, están aquí por castigo, por tener sentimientos de posesión y de celos. No les mandaron al infierno: les mandaron a sufrir un poco, fueron echados para que no contaminen a otros. Así es que tenemos que ser humildes, amarnos y respetarnos. En nuestras batallas por defender los valores podemos incluso reñir, pero nunca por celos o envidia.
 
P: ¿Qué sucede durante el éxtasis? ¿Cómo es tu contacto con Jesús?
G: Hacía veinte años que no me sucedía algo así. Mi espíritu y mi alma están dentro del cuerpo como en este preciso momento. En cambio durante el éxtasis sucede un desdoblamiento controlado desde el estado físico: mi espíritu y mi alma, es decir mi astral, son llevados afuera, a la dimensión donde en este caso está Jesús, mientras el lugar cerca de la encina queda igual. En ese lugar, como en toda la Tierra, hay también una dimensión que se llama imponderable, etérica o espiritual, donde las almas espirituales poco evolucionadas (demoníacas) o super evolucionadas (de luz) pueden entrar y visitarlo. A mí me llevan a esa dimensión, en ese lugar que está aquí y veo a quien tengo que ver, en este caso a Jesús. Pierdo completamente los sentidos, pero el corazón late porque hay un enlace, el hilo de plata, que une el astral con mi cuerpo; si se quebrase moriría por colapso cardiocirculatorio.
 
P: ¿Cómo se podría quebrar?
G: No se puede quebrar porque está la protección de Jesús, de los Ángeles y demás. Podría quebrarse si se tratara de una posesión y en vez de Jesús se me apareciera el demonio, entonces incluso podría morir, porque él quiere hacerme sufrir. Pero en mi caso creo propio que se trate de Jesús y cuando sucede esto yo me siento en la beatitud.
 
P: ¿Puede venir el diablo?
G: No, el diablo no puede venir durante el éxtasis.
 
P: ¿Cómo se desarrolla el diálogo con Jesús?
G: Esta tarde no ha habido ningún diálogo, sino una intervención de Jesús que me ha llevado después de muchísimos años a tener el contacto de esta forma cerca de la encina. Yo, desde hace años, vivo el contacto con Él durante la sangración, que es también un éxtasis. Ésta ha sido una experiencia especial, en este lugar sagrado, con los hermanos de esta arca, porque había necesidad de ello y es importante. El motivo lo conoce sólo Él, yo no voy a rebuscar porque lo hace o cómo lo hace, aunque lo siento dentro y sé el porqué. La aparición de esta tarde, además de daros un signo a vosotros, a volveros más fuertes en la unión, a sentir a Cristo, a elevar el misticismo, la armonía, la fraternidad, el amor, la esencia energética de Cristo, etc., ha sido un signo que tenía que ver conmigo, donde Él me ha amonestado diciéndome: “Te elegí a ti, no quiero que me repliques”.
 
P: ¿Cómo te lo dijo?
G: Me lo ha dicho exactamente como os lo dije cuando os dí el mensaje. En esa dimensión la percepción del audio es distinta que la nuestra, la voz no es humana, es espiritual. Cuando entro en esta dimensión os lo comunico con la voz física, no lo puedo hacer telepáticamente.
 
P: ¿Puedes describirnos la voz espiritual?
G: Te contesto con una pregunta y con mí ejemplo te hago entender lo que quiero decir: ¿me dices cómo es el rumor del mar? ¿Lo puedes expresar? Tú que has escuchado el rumor del mar ¿lo puedes repetir con la voz? Bien, por cuanto tú te  esfuerces en imitarlo no lo lograrás nunca, aunque tengas bien claro en tu mente el rumor de las olas de un mar tranquilo o en tormenta. Para darme una idea tendrías que traerme una grabación, pero yo no tengo grabaciones de Jesús que habla, si la tuviera te dejaría escucharla. No podré jamás expresarlo, como tú no podrás jamás expresar el rumor de las olas del mar, aunque lo tengas en tu cabeza y sé que no lo olvidarás nunca.
Os recomiendo, guardad como un tesoro estos días, llegarán otros mensajes, otros signos.
Os amo mucho y, vosotros lo sabéis, estoy aquí para serviros hasta el final de mis días. Os beso en el corazón.
 
7 DE JULIO DE 2013 -  PORDENONE
 
El Hijo de Dios insiste, una vez más el Cristo Resucitado se manifiesta sólo a pocos íntimos. Una vez más muere en la Cruz y resucita delante de Sus hermanos que, guiados en el mismo camino mesiánico que lleva hacia la Redención, son llamados a ser testigos de un nuevo milagro. La razón pierde fuerza y hay lugar sólo para la adoración a la presencia de ese amor inmensamente grande y justo que exhorta a una toma de conciencia existencial, drástica, a un arrepentimiento y un enmendar sin compromisos. Un amor que transforma, que anula todo lo que es temporáneo y se desvanece y te deja a la merced de un amor universal, infinitamente maravilloso y eterno. Unos instantes para retomar fuerzas y Giorgio ya está a disposición de todos sus hermanos. Antes de pasar lista de las arcas conectadas, que no podía faltar, llama hacia sí a Sonia, una hermana que está embarazada de pocos meses: “Sonia, ven aquí. Te he visto durante mi Pasión y no tuve la fuerza para tender mi mano”. Giorgio posa la palma de la mano sobre su vientre, lo acaricia y añade: “Te miraba y en mi mente me decía “Bendito el fruto de tu seno”...
El himno a la vida inaugura también el encuentro de hoy...
 
Giorgio: Cada vez que sangro me parece que muero y resucito. Desde hace veintitrés años muero y resucito; no en el sentido espiritual, porque la muerte no existe. Es una muerte y una resurrección física, donde siento todos los dolores del mundo, toda la piedad del mundo, toda la alegría de los fieles en Cristo... Siento también el olor de la muerte, que no es nauseabundo, es un perfume, un saborear la muerte que te visita mientras sufres...
Cierto, mi sufrimiento es místico, no es real, es un sufrimiento que viene del mundo espiritual, en particular de aquel donde se encuentran actualmente Cristo y toda su Coorte Angelical. Ahí tiene su origen, porque Jesús Cristo en este momento se encuentra contemporáneamente en dos lugares distintos: en el mundo espiritual y en la Tierra, por ahora está de incógnito, se manifiesta a través de Jesús Cristo mediante el cuerpo del Hijo del Hombre. Saborear ese dulce perfume, el olor de muerte, no es lo que vosotros pensáis. No es el olor de la descomposición que emana un cadáver. La muerte que yo saboreo es bonita, alegre: es un olor agradable. San Francisco la llamaba hermana muerte, porque es una puerta decorada extraordinariamente con dibujos maravillosos, que se abre con un toque de luz. Imaginaos una puerta donde esté escrito “soy la muerte”, que te abre hacia un mundo diferente y te hace entrar en una dimensión verdadera, respecto de la nuestra. Cierto, es también una puerta que se abre a mundos espirituales donde tendrás que sufrir, pero esto, hermanos que me escucháis, no es vuestro caso. Esa puerta de muerte que se abre para los pecadores tenaces, obstinados en no arrepentirse, es una puerta seguramente de dolor, de oscuridad, pero vosotros hermanos no tenéis que temer a la muerte. Yo la vivo varias veces a la semana, cuando sangro. La veo en la cara, me sonríe, me acaricia y me acompaña hacia ese mundo que tanto me falta, al que quisiera volver; aunque yo regreso de buena voluntad a la Tierra porque Jesús así lo quiere. Después, cuando resucito, siento mi cuerpo más limpio, como si me hubiera dado una buena ducha refrescante después de tantos años. A vosotros os parecerá extraño que después de todos esos dolores y lamentos yo me sienta como si me hubiese dado una ducha, pero es así, porque me siento purificado de todas mis larvas. Después de la sangración me siento siempre nuevo: yo muero y resucito. De verdad sucede algo extraordinario, que los médicos quizás sepan explicar: en los últimos momentos, antes de volver en mi, cuando todavía siento mucho dolor, veo todo lo que me rodea en blanco y negro, también las personas. No distingo los colores y es algo increíble. En ese momento en mi mente pienso que estoy por morir, que estoy dejando este mundo y en el instante en el que reaparecen los colores siento que he resucitado, que he vuelto a la vida. Es una sensación que vivo y que os quiero transmitir. He venido a este mundo para servir y estar con los hermanos; toda mi vida es para los hermanos y quiero morir pronunciando la palabra “hermanos”.
He recibido este mensaje que quiero leeros otra vez:
 
Queridos hermanos,
El amor universal infinito de Cristo por nosotros me hace sentir como si yo no fuera nada. Aunque no soy digno de ser su instrumento, haré su voluntad . Cuánto, cuánto amor de Cristo hacia nosotros, sus hermanos pecadores, pero sin duda nos sentimos honrados de servirLE y amarLE con el corazón y el alma.
Leed! Meditad y deducid.
Vuestro Giorgio.
 
DEL CIELO A LA TIERRA
 
MENSAJE DIVINO
 
PRIMERA Y SEGUNDA PARTE
 
 
Giorgio: Cuando Jesús dice en el mensaje: “Aferraros a mi túnica”, me hace recordar un pasaje del Evangelio de Mateo (Mt 9:20 – Lc 8:43). Una mujer que sufría de hemorragia desde hacía 12 años, se acerca a Cristo y Le toca la túnica. Cristo no se da cuenta de ella, pero sintiendo una energía muy potente que salía de Sí mismo, pregunta a los hermanos y a Pedro, que estaban a Su lado, y dice: “¿Quién me ha tocado la túnica?” Todos negaban, pero Pedro dijo: “Maestro, la multitud se ciñe por todas partes a tu alrededor y te aplasta”. Los Apóstoles, en efecto, además de acompañar a Jesús tenían que hacerLe de guardaespaldas, porque la gente se dejaba llevar por el fanatismo ‘positivo’. Yo detesto los fanatismos, pero en el caso de Cristo, no olvidadlo nunca, si Él se presentase, cualquier gesto de exaltación y de devoción hacia Él nunca sería fanatismo. Repito: si un día tendrías la fortuna de tener a Cristo frente a vosotros, físicamente, y sentís el deseo de arrodillaros, de adorarLe, besarLe los pies, las manos, y lo mismo todos los que estén con vosotros: eso se llama devoción. En las grandes enseñanzas de los Maestros de Oriente, este tipo de gesto se define acto de devoción del discípulo hacia el propio Guru. Yo no lo acepto hacia mí, porque no soy un Guru, soy un hermano vuestro vestido de cilicio, pero si es Cristo, y la gente se agolpa para expresar su devoción yo estoy de acuerdo.  Se lo merece, porque Él es Cristo, nuestra Divinidad que desciende del mundo espiritual solar y se encarna (la encarnación de un Maestro en un ser humano se llama personificación del Avatar). La adoración hacia el Hijo del hombre está justificada, porque Jesús contiene en Sí la Divinidad. La multitud se agolpaba para adorarLe, muchos también para obtener la sanación de sus familiares, porque sabían que Cristo era el Hijo de Dios, o por lo menos lo intuían.
Así la mujer se abrió camino con prepotencia entre la multitud para tocarLe. Pero Jesús dijo: ¡Alguien me ha tocado. He sentido que una fuerza salía de mi”. Entonces la mujer, viendo que no podía seguir escondida, pasó adelante y, tirándose a Sus pies, dijo delante de todos el motivo por el cual Le había tocado y que se había curado en el instante.
La mujer Le dió gracias, adorándoLe, y besándoLe los pies, y el Señor, que es casi Dios, con su gran humildad, le dijo: “Mujer ¿por qué me das las gracias? Tu fe te ha salvado, vete en paz”.
Entonces, cuando Jesús dice en el mensaje: “Aferraros a mi túnica”, quiere decir que Él está delante nuestro, aunque no nos esté mirando, aunque aparentemente no nos está siguiendo o no se digna de una mirada. Si nosotros Le tocamos, si tiramos de Su túnica abriéndonos paso entre la multitud sin que Él lo sepa, pero al mismo tiempo lo sabe, porque Cristo es omnipresente, ocurrirá el milagro de la salvación.
La sanación de la mujer que perdía sangre desde hacía doce años es, en realidad, un símbolo de la sanación del Espíritu. Para creer o para obtener la salvación, yo no debo pretender que Él se me aparezca, y si no se me aparece, no creo. Vosotros tiradLe de la túnica: Él, sin que os mostréis, os sanará. Viendo nuestra fe, preguntará a alguno de Sus Ángeles: “¿Quien es el que me está molestando desde la Tierra? ¿Quién me molesta y dice estas cosas?” Y los Ángeles contestarán: “Es un tal Giorgio Bongiovanni, nos molesta cada minuto: ¡es él el que te tira de la túnica!” El Señor dirá: “¡Bien, muy bien este joven, tiene fe!”
 
He llorado mucho cuando he recibido este mensaje, porque cuando dice: “¡HE AQUÍ, YO ESTOY ENTRE VOSOTROS!... ¡HE VUELTO, NO OS HE DEJADO HUÉRFANOS. HE AQUÍ, YO SOY!”, aunque no lo diga claramente, hace entender que Él se manifiesta a través de los Signos de los estigmas que yo llevo, a través de mi alma y de este cuerpo hecho de carne insignificante. Ese día, llorando por la fuerte emoción y el gran honor, repliqué al Señor: ¿Por qué? ¿Por qué? Eres un loco, eres un loco Señor Jesús. ¿Por qué me elijes a mi? Yo no soy hipócrita, yo obedezco a Jesús, soy un soldado, un guerrero honrado y transparente, nunca miento a Cristo. A Él le digo siempre la verdad y también hoy, con este sentimiento que siento desde siempre, he dicho: “Señor ¿por qué me eliges a mi? ¿Qué quieres de mí? ¿Yo que te puedo dar? Tú quieres manifestarTe y dar un mensaje al mundo... Sé que lo harás personalmente, un día, pero hasta cuando no Te lo ordene Tu Padre, eliges Tus instrumentos... Me elegiste a mi ¿pero yo qué Te puedo dar? Quizás no soy el que Tú buscas. Te amo y me siento honrado, esto sí, pero hay muchos hombres con talento, más poderosos que yo...” Él no ha dicho nada, ni siquiera ha respondido. Después, por la noche, he ido al Arca y a los pies de la encina tuve la aparición, donde Jesús me dio un mensaje personal que quiero compartir con vosotros.
 
Se me ha aparecido y ha dicho: “GIORGIO, AMIGO Y HERMANO...”.
(Yo): “... Señor...”
(Jesús): “¡MÍRAME!”
(Yo): “Señor, Te miro”
De nuevo (Jesús): “¡MÍRAME!”
(Yo): “Señor, Te miro”,
y por tercera vez: “¡MÍRAME!”
Y yo, asustado: “Te miro Señor, dime ¿qué deseas?”
Jesús: “TE ELEGÍ A TI, NO ME REPLIQUES, OBEDECE”
 
No me ha dado explicaciones de por qué me haya elegido a mí, entonces no me ha dejado satisfecho, pero Él es el Señor, obedezco y basta. Esto es lo que ha ocurrido durante el éxtasis.
 
El mensaje de Cristo tiene que ver con todos nosotros y da justo en el blanco, porque nosotros nos sentimos probados todos los días. No ahora, mientras estamos aquí reunidos, pero sí en la vida cotidiana considerando que raramente los hermanos trabajan juntos; vivimos las pruebas en los lugares donde vamos diariamente, cuando estamos en contacto con otras personas, cuando afrontamos dificultades que se nos presentan en los lugares de trabajo, afrontando la crisis y los problemas materiales, sentimentales, personales o de salud. Cristo, que conoce nuestras dificultades, nuestros límites y nuestros pecados, nos dice humildemente: “Dejadme entrar en vuestra vida”. La Divinidad se hace humilde y es una enseñanza que debéis y debemos interiorizar: la humildad es la base. Cristo, humilde y Divino al mismo tiempo, dice: “Dejadme entrar en vuestra vida”, lo cual significa que, cuando tenemos problemas, en el trabajo, donde quiera que nos encontremos, también en las reuniones extra espirituales, donde estáis más de dos, Él está entre vosotros. Es lógico que cuando nos reunimos sentimos a Cristo; Él esto lo sabe. De hecho no dice: “Cuando os reunís en el Arca, buscadme”, porque nosotros, con todos nuestros límites, cuando estamos en el Arca sentimos a Cristo, Lo vivimos; Él lo sabe: “Llamadme, buscadme, invitadme cuando vivís vuestra cotidianidad”, cuando vais a trabajar, cuando os enfadáis con los clientes si tenéis una actividad comercial, si sois empleados públicos u obreros; cuando afrontáis dificultades banales que os agobian, o tenéis problemas económicos serios. Cristo quiere que Le busquemos, que Le digamos: “Señor, en este momento el mundo me da fastidio; no me gusta lo que hago, pero tengo que hacerlo, estoy obligado... es mi responsabilidad, mi deber y la sociedad me impone que lo haga... Te quiero Señor... ¿estás aquí? Te busco, ayúdame, sostenme... Yo estoy contento igual, aunque tenga problemas no tiene importancia, superaré este momento... Señor ¿estás? ¿Estás aquí?” ¡Esto es lo que quiere el Señor! Nosotros debemos vivir a Cristo siempre, siempre, sobre todo cuando tenemos dificultades. Es maravilloso este mensaje, emocionante, extraordinario. “Buscadme”, dice, “Buscadme, tenedme presente cuando os sentís mal, y no sólo físicamente. En cualquier situación, si me buscas, yo seré vuestra medicina, vuestra solución”.
Evidentemente nosotros no lo hacemos, Él nos exhorta a hacerlo en el trabajo, en la comunión, en nuestra intimidad. Cuando estáis en compañía de vuestra mujer, de una compañera, de un amigo, una amiga, un hermano, una hermana, una mamá, un papá, una novia, cuando vivimos el amor con una mujer, un novio... Cristo dice: “Buscadme en vuestra intimidad”, pensad en Él cuando hacéis el amor con vuestro compañero y decid: ¡Gracias Señor, que me estás dando la posibilidad de amar, de procrear!” Jesús no quiere ser invitado para hacer de mirón, sino que quiere estar presente en el amor Crístico, incluso cuando os encontráis con el hermano carnal con quien no os entendéis pero estáis buscando una salida para amaros. Y así, también en las grandes comuniones, en la política, etc. El mundo está viviendo una situación Apocalíptica, se está encaminando hacia la autodestrucción y la causa es muy sencilla, casi banal, pero es la clave: el hombre no busca a Cristo, Le rechaza.
Aunque Cristo se invitara de alguna forma y pidiera participar, el hombre se rehusaría y Le diría de estarse fuera. A los jóvenes de las arcas, en particular, les digo: “Cuando os amáis, buscad a Cristo. Llamad al tercero en discordia, que no está de más, es la Luz que os da la vida, porque ese amor se sublima: desde el plano físico erótico anima interiormente en todos los sentidos (psíquico, físico y espiritual), mientras a nivel emotivo se transforma y se vuelve solar, divino.
Ese amor que sientes hacia tu compañera de vida y viceversa ya no es solo amor humano, sino divino y lo mismo en todas las cosas.
 
Cristo además advierte: “Estad atentos: sois tentados”, porque se puede caer en la tentación, en la mortificación y en la depresión. La tentación no es sólo enorgullecerse y decir: “Yo soy el mejor, el más capaz... son ellos los que se están equivocando, yo tengo siempre razón, nadie me comprende, todos dan asco, yo soy el mejor: ésta es una tentación de megalomanía, egolatría. Existe también la tentación de la autodestrucción, cuando nos convencemos que somos incapaces, hasta el punto que consideramos vano cualquier esfuerzo. Si yo me digo a mi mismo: “Doy asco, no merezco nada, el Señor ni siquiera me mira. ¿Quién soy yo? La vida es un infierno, tengo demasiados problemas y no saldré de ellos, de seguro fracasaré”. Aunque no se reniegue a Cristo se corre el riesgo de dejarse por problemas económicos o de trabajo, resignándose a terminar mal. El diablo trabaja mucho sobre esto, pero Él nos dice: “Si me buscáis yo vengo. Yo no os dejo, no os abandono”. Jesús no está sentado allí arriba en un trono. Aquí en la Tierra los reyes ignoran a sus súbditos y, a parte alguna excepción, el que escribe al Papa o a la reina de Inglaterra, no recibirá nunca una respuesta. Cristo en cambio cuenta con un servicio de secretaría infalible: si mandas una mail espiritual, Él te contesta enseguida. El problema se presenta si no abres el mail, que es el corazón, y no lees la respuesta, si tienes cerrado el correo y después te dices a ti mismo que Cristo no te ha contestado.
Este mensaje vale sobre todo para nosotros, para la iglesia de Juan: Jesús se preocupa por mis hermanos, que sois vosotros, para que permanezcáis unidos e íntegros.
 
Ahora, antes de pasar a vuestras preguntas, os presento a una persona y os cuento un hecho. Vosotros todos sabéis que Eugenio Siragusa era mi padre espiritual, mi maestro; iba siempre a donde él, he sido educado bajo su guía y ha sido el punto de referencia máximo en mi vida. He recibido de él la iniciación que me prepararía a un nivel tal como para ser lo que soy hoy. En este periodo de crecimiento, desde la edad de 14 años, frecuentaba casi diariamente también otras personas, otros puntos de referencia maravillosos, a quienes yo consideraba como mis hermanos mayores, guías. Tenían entre los veinte y veintitrés años y algunos ya trabajaban. A pesar de la diferencia de edad, yo les molestaba continuamente, a todas horas, para que me llevaran donde Eugenio...
A menudo me escapaba de la escuela, porque Eugenio y los hermanos eran toda mi vida. Con ellos he vivido experiencias maravillosas, una convivencia fraterna y extraordinaria. Algunos me han seguido siempre fielmente y cuando fundé junto a mi hermano Filippo la revista Nonsiamosoli, de la cual yo era director, no me abandonaron, incluso cuando empecé a ser una de las personas más importantes para Eugenio, uno de los discípulos predilectos. No eran envidiosos y han sido fieles desde que recibí los estigmas hasta hoy. A algunos les he perdido por el camino, en cambio ellos no han sentido envidia, al contrario eran felices y honrados de que uno de ellos se hubiera convertido en un mensajero de Cristo. Lo viven como si les hubiese sucedido a ellos, sin ningún celo. Uno de ellos está aquí presente y deseo que le escuchéis; para mí es como un hermano mayor, aunque para él yo sea un maestro, la guía de todos nosotros. Yo siento en el corazón que seguirá siendo uno de mis hermanos mayores, hacia quien tengo respeto y devoción por lo que me ha dado y por la fidelidad que me ha transmitido. Para mi es bonito y extraordinario escuchar a este hermano, tan culto espiritualmente y preparado como yo, quizás más que yo: Enzo Ranieri. Ven, abrázame”.
 
Enzo: “Tú me honras demasiado. Estoy emocionadísimo... No es muy normal para mi hablar a una platea como ésta, al máximo soy capaz de hablar con dos o tres personas”.
 
Giorgio: ¡Son todos hermanos! Yo era un adolescente de sólo catorce años, cuando él y los demás me tomaban de la mano para llevarme donde Eugenio. Yo decía: “Enzo ¿cuándo vamos donde Eugenio? Y él: “Pero si hemos estado ayer”. Y yo: “¡Bueno, vamos de nuevo!”.
 
Enzo: Es verdad. Él lo intentaba por todos lados, incluso con astucias, y al final nos llevaba siempre allí. A veces con el pretexto de que íbamos al monte o a dar un paseo, decía: “Bien, ya que estamos aquí, pasemos un momento donde Eugenio”. Al final la intención era siempre esa... ¿Ahora qué es lo que puedo decir? En mi vida me siento honrado de haber recorrido y de recorrer todavía esa parte de camino, de experiencia, junto a mi hermano Giorgio. Por lo que él representa, por lo que él ha hecho y está haciendo por todos nosotros, y que comparto plenamente. Yo hace poco he asistido a su sangración y me sentía totalmente anulado.
Creedme, no sentía ninguna emoción, me sentía completamente vacío. Me preguntaba: “Pero porque me tengo que sentir así?” Tendría que tener algún sentimiento, sentir algo ante la sangración, los estigmas, que para mí no son Giorgio, sino algo más grande, son Jesús Cristo que se manifiesta. Sin embargo me sentía así. Preguntaba al Padre: “¿Por qué me tengo que sentir así? ¿Por qué no siento nada?” Y hace poco, mientras escuchaba a Giorgio me llegó la respuesta: “Porque los sentimientos humanos a veces son falaces. Tú búscame en espíritu y verdad, sólo esta forma de sentir es eterna e inmutable. Búscame en el espíritu, búscadme en vuestro espíritu y en el de vuestros hermanos, porque Yo estoy ahí. El Maestro Cristo está sobre todo en el espíritu, tenéis que buscarLe ahí y en la Verdad”. Yo estoy convencido de que todos vosotros Le buscáis, porque si hoy estáis aquí es seguramente porque estáis buscando algo. Todos vosotros estáis buscando lo mismo: la Verdad, entonces buscadLe en la Verdad y en el Espíritu. Esto es lo que me ha sucedido hoy. No tengo nada más que decir, porque estoy emocionado y ni siquiera me preparé algo que decir. Pero estoy contento de estar aquí, de haber venido a esta Arca. Mi presencia aquí es un reconocimiento para todos los hermanos del Arca de Pordenone, por lo que habéis hecho por la Obra, por Giorgio y por lo que seguiréis haciendo también mañana.
 
Giorgio: Es la verdad. Sobre el mensaje de Cristo ¿puedes decirnos lo que has percibido?
Enzo: Lo que he percibido, creo que está relacionado de alguna manera con la reflexión que acabo de expresar. Yo no quisiera ver a Cristo en un signo de sufrimiento, como los estigmas, el signo que la Humanidad, la débil naturaleza del hombre, Le infligieron. Yo quisiera encontrarLe en la Luz, en las cosas bonitas... ¿Por qué en cambio tengo que encontrarle así? ¿Por qué necesitamos todavía sangre, sufrimiento, Signos como éste? ¿Por qué? ¿Para poder percibir, comunicar y lograr transmitir ciertos conocimientos y ciertos valores, es necesario que Él se rebaje a nuestros niveles, a nuestras vibraciones, en la dimensión material? Por desgracia nosotros necesitamos todavía estas cosas, y estos Seres se tienen que rebajar todavía a nuestra dimensión para que comprendamos. Yo en cambio quisiera exactamente lo contrario. Quisiera que nosotros creciéramos, de manera que estas personas no tengan que rebajarse a nuestras vibraciones para que nosotros entendamos algo. Es decir que nos corresponde crecer, evolucionar, para poder comunicar de forma más solar, más genuina, más energética.
 
P: Así es, somos nosotros los que tenemos que ascender.
Giorgio: Si tenéis alguna pregunta, Enzo está a vuestra disposición. Él es humilde, modesto, pero creedme: el fuego solar que está dentro de mi está también dentro de él.
 
P: ¿A qué edad empezaste a buscar la Verdad?
Enzo: Prácticamente desde siempre, porque con el tiempo se puede comprender desde cuando empezaste a buscar. En el pasado cometí errores que me llevaron hacia otros caminos, errores que eran fruto de mi búsqueda no consciente. Y de todos modos, aún cuando me encontraba en un camino equivocado, nacía siempre del deseo de una búsqueda interior. Esto no vale sólo para mi, si reflexionáis realmente es para todos, porque el espíritu se manifiesta en cada uno de nosotros. Todos los hombres reciben signos, pero lamentablemente no tenemos la consciencia del espíritu y no tomamos conciencia de esta parte que forma parte del hombre, no reconocerla es la mayor fuente de problemas para la Humanidad. Para todos los grandes Avatar el mensaje principal es éste: reconocer el espíritu, la chispa divina que está dentro de nosotros y hacer que el animal-hombre llegue a ser hombre. Nosotros en cambio Le crucificamos y Le rechazamos, sin hacer nuestro Su mensaje. Si tomásemos conciencia del espíritu, de esta chispa divina que tenemos dentro, nos daremos cuenta de que tanto ella como el espíritu comunican siempre con nosotros, siempre, todos los días, desde el nacimiento.
Lamentablemente, nosotros nos identificamos en el cuerpo, en la materia y pensamos que los mensajes del espíritu se refieran al plano material, pero no es así. Cuando adquiramos la conciencia del espíritu y haya un despertar espiritual, nos daremos cuenta de que estos mensajes en realidad pertenecen al espíritu y sirven para nuestra evolución. Es el espíritu mismo el que nos guía. Cuando el ser humano nace, nace también espiritualmente, no sólo físicamente. Sin embargo nuestra civilización está acostumbrada a nutrir solamente el cuerpo descuidando completamente el espíritu. Si nos alimentamos bien, creceremos bien físicamente, si nos alimentamos mal, creceremos mal. Sin embargo, aún sin nutrir bien al espíritu, creceremos lo mismo físicamente como animal hombre, pero muy poco como hombre-hombre, hombre-espíritu, como ser individual, chispa divina. Es por lo tanto indispensable tomar conciencia de la partícula divina que tenemos dentro de nosotros, que es el espíritu y empezar a alimentarla.
 
P: ¿La partícula divina de que se nutre?
Enzo: Se nutre de la Verdad. De esa Verdad que Jesús Cristo vino a traernos hace dos mil años, la misma Verdad que está impresa en los valores ínsitos en el hombre, que forman el hombre-hombre. Su meta no es ser animal, sino la santidad, la naturaleza angelical del hombre, del espíritu. Esto es lo que tenemos que hacer, practicar las virtudes del espíritu, que es el sustento que nos hace evolucionar mucho más rápidamente de lo que podemos imaginar; nos vuelve más sensibles hacia el mundo del espíritu, es decir, más sensibles a nuestra guía interior, haciendo que nuestra evolución sea más rápida hacia la perfección. Jesús no dijo a caso: “Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto” (Mt 5:48) Nosotros tenemos que perfeccionar las virtudes, poniéndolas en práctica día tras día, momento por momento, haciendo sacrificios; todo lo que sea necesario para que nuestro espíritu evolucione, éste es el camino que debemos seguir. Nosotros somos los únicos verdaderos artífices de nuestra evolución o de nuestra involución, no podemos atribuir culpas a nadie. Si fallamos es sólo culpa nuestra, porque nos hacemos sordos y ciegos respecto a una Verdad que es evidente y natural, que se está presentando en estos últimos tiempos aún con más evidencia. Está escrito en la Biblia, en los últimos tiempos los seres serán instruidos directamente por el Espíritu Santo, por esa parte divina que tenemos dentro de nosotros.
 
P: ¿Puedes explicar nuevamente porqué no sentías emociones durante la sangración?
Enzo: Yo no sentía emociones porque tengo que ir más allá de la naturaleza material, debo buscar la naturaleza espiritual. Los sentimientos en la naturaleza espiritual no tienen nada que ver con los sentimientos humanos, que son un poco falaces, porque filtran a través de los órganos materiales (cerebro, corazón). Sentirme vacio me empuja a ir más allá y buscar la energía más allá de lo material, la energía del espíritu. No sé si estáis de acuerdo, pero esto es lo que yo he percibido. Las cosas que yo llego a comprender, como muchas otras cosas, llegan así, de una sensación de vacío, lo que puede ser una especie de aislamiento entre el cuerpo humano y el espíritu. No sé cómo explicarlo, porque aunque yo haya pedido iluminarme, todavía hoy tampoco yo comprendo el fenómeno.
 
Tiziano: Gracias, porque has destacado también un sentimiento mío, lo que sentí la vez anterior asistiendo a una sangración de Giorgio. No una separación, más bien una cierta indiferencia. Me lo pregunté también yo como te lo preguntaste tú y me di una respuesta. En substancia me sentí completamente parte del Uno, al punto de no sentir la diferencia. Superando la percepción material no sentía más la diferencia entre la sangre de Cristo, la realidad que nos comunica, aquella de la que nosotros formamos parte aunque no nos damos cuenta de formar parte, porque realmente nosotros somos aquella realidad, de la cual provenimos y a la cual regresaremos. Lo que has dicho, me acerca ulteriormente a esta grandísima experiencia, que tiene un valor inconmensurable y que estábamos destinados a vivir: el encuentro con Giorgio y todo lo que nos transmite: Quisiera aludir al mensaje donde Cristo dice: MI MENSAJERO Y HERMANO VUESTRO SE ENCAMINA HACIA EL ULTIMO SENDERO DE LA MISIÓN QUE LE ACOMPAÑARÁ A LA SUBLIMACIÓN DE SU CARNE Y DE SU ALMA PARA LA GLORIA DEL HIJO DEL HOMBRE Y DEL PADRE MIO. Los tiempos en los que Giorgio ya no estará, lamentablemente, con nosotros se acercan, pero existe en nuestro interior algo que nos une tan fuerte, de lo cual somos y formamos parte, yo te quería decir esto.
Giorgio: Gracias.
 
Enzo: Quisiera precisar una cosa. Ese sentimiento no es indiferencia, es otra cosa. Es una condición casi deseada, impuesta. Hay también un poco de desesperación en sentirse así, en no sentir piedad, ningún sentimiento. Es también porque yo no quiero más ligar mis sentimientos a los signos, quiero que sea directo, que sea exactamente esto, sentir de Espíritu a Espíritu, de Luz a Luz. Si por hipótesis mañana Giorgio no tuviera más los estigmas, para mí no cambiaría nada absolutamente, porque ya no me sirven los estigmas, ni los signos. Yo me reconozco en la Obra, en la Luz que su espíritu expresa, en lo que Giorgio tiene, hace y divulga: en esto me tengo que reconocer. Lo que importa no son los signos, estos son para los débiles. Ahora debo reconocer que soy realmente hermano de Giorgio en espíritu. No quiero más signos, porque son símbolo de aquel sufrimiento que nosotros todavía imprimimos en Jesús Cristo. No quiero más que Él vuelva y vuelva de nuevo en el sufrimiento. Quiero reconocer a Jesús Cristo en Espíritu y Verdad”.
 
Giorgio: ¿Habéis visto con quien he crecido yo? Enzo es un maestro.
 
Giampietro: También yo, como Tiziano, te agradezco porque has destacado una experiencia idéntica a la mía, pero no tenía el valor de hablar de ello. Encontrarme delante de la sangración y sentir el vacío, me avergonzaba tanto que prefería incluso no estar. Me había sucedido otras veces y me sentía un poco fuera de lugar, pero tú has resaltado ese aspecto y en esto me siento hermano, te lo agradezco mucho. Al contrario de lo que os ha sucedido a Tiziano y a ti, y que tiene su respuesta, hoy me sucedió algo extraño. Cuando bajé las escaleras, después de haber asistido a la sangración, se me nubló la vista, no podía ver bien por el ojo derecho y ni siquiera podía enfocar bien los rostros de las personas. Me aparté un poco y cuando cerraba los ojos veía una media luna toda llena de colores. No sé lo que pueda significar y tampoco importa, pero me ha sorprendido que haya tenido una especie de impacto físico. Tú recibiste una respuesta espiritual, a él otra cosa diferente, a mí en cambio en forma de juego cromático.
Gracias.
 
Enzo: Un día, mientras iba al Arca de Catania, sentía dentro de mí un mensaje que me decía: “Estigmatizando a Giorgio, os he estigmatizado a todos vosotros”, un mensaje que Giorgio mismo ha repetido varias veces. Pero quisiera precisar también otra cosa. Frente a la sangre de Cristo, a Su sacrificio, en cualquier lugar donde me encuentre, aunque esté lleno de dudas, si no estoy seguro, no renunciaré a honrar esa sangre. Puede parecer una contradicción por lo que he dicho antes, pero no lo es. Esta experiencia la he madurado en Mantova, porque, quizás vosotros no lo sabéis, allí están conservadas las ampollas de cristal que contienen la sangre de Cristo crucificado.
Longino, el soldado que traspasó el costado de Cristo, inmediatamente después de la muerte de nuestro Señor, reconoció que Él era el Hijo de Dios y recogió Su sangre, que después de varias peripecias llegó a Mantova. Hoy está conservada en la Basílica de San Andrés, bajo la cripta. Estando en Mantova por motivos de trabajo, la he visitado. No sé si la sangre estaba de verdad. Me han referido simplemente que esa es la ampolla que contiene la sangre de Cristo recogida con la tierra del Gólgota, y que cada viernes Santo la exponen y la llevan en procesión por las calles del centro histórico. Entonces me dije a mi mismo: “Aquí está la sangre de Cristo, que Él ha derramado por nosotros”, no he podido evitar de arrodillarme. Yo ya no quiero más que el Señor comunique a través del sufrimiento, sino con la alegría de vivir, el amor, con sentimientos más idóneos.
 
Giorgio: Enzo ha dicho que desde el momento en que sabe que la sangre de Cristo está en un determinado lugar, él la honra cueste lo que cueste, aunque tuviera mil dudas. Es sólo un ejemplo, porque no tiene dudas, y añade: “Donde está la sangre de Cristo derramada por nosotros y por nuestra salvación, tenemos que arrodillarnos y honrarla con la Obra”. No obstante, aunque pareciera una contradicción, Enzo quiere llegar a comunicar con Cristo sin sufrimiento. Simbólicamente se refiere al Reino de Dios en la Tierra, donde el hombre no necesita la crucifixión, sino vivir a Cristo con alegría.
Enzo es mi hermano en el Espíritu. El día en el que yo ya no esté, si el Padre me llama a una vida mejor, podéis recurrir a él para enseñanzas espirituales, porque es uno de los hermanos espirituales, aquí en la Tierra, que podéis tener como punto de referencia. Tiene en su corazón el mismo fuego que tengo yo, así que en mi ausencia os contestaría a cualquier pregunta.
 
Maria Rita: Vengo de Mantova y quisiera precisar que Enzo y yo no nos conocíamos, pero he descubierto que hasta hace unos días vivía a pocos pasos de mi casa. Quisiera preguntarte si esto es un signo...
Giorgio: ¿Para hacer una arca en Mantova? Claro que lo es. Si Enzo está en Mantova, donde trabaja con su hijo Andrea, organizadme una bonita conferencia. Iré, podéis contar con ello. Espero este año mismo o a principios del que viene.
 
Maria Rita: Hoy es como si hubiera recibido miles de millones de milagros.
Enzo: Seguramente es un signo, también porque Mantova es una ciudad que me gusta mucho y estoy seguro de que no estoy aquí por casualidad. Es una sensación que siempre he sentido dentro de mí, y todavía la siento. Hace tiempo que pensaba en una conferencia en Mantova. Creo que hay muchas almas sensibles, no por casualidad es una ciudad bonita, tranquila y pacífica. Tiene que haber algo especial a la fuerza, solo tenemos que dar los pasos justos. Ésta es la tierra bañada por la Sangre de Cristo. Longino llevó allí las ampollas, las enterró y permanecieron allí por seiscientos años, hasta que un día se le apareció Santa Isabel a un monje que le dijo que excavara en el punto exacto donde estaban; así lo hizo y justo en ese lugar fue construída la Basílica.
Mantova fue uno de los lugares particularmente atacado por las invasiones barbaras, en el 1630 un ejército de treinta seis mil lanceros la asediaron y saquearon, y desgraciadamente las ampollas se perdieron. Por fortuna el obispo de Mantova había dado una parte del contenido a algunos poderosos de Europa, al emperador austrohúngaro, al Papa y al rey de Francia, así que fue posible recomponer las ampollas. La tradición continúa hasta hoy.
 
P: En referencia al maravilloso mensaje de estos días de Jesús Cristo ¿qué se entiende con “poseéis en vuestro espíritu el sello del fuego solar”?
Giorgio: El sello solar es el Bautismo de fuego, que sobreviene cuando el Espíritu Santo te ha tocado. El toque del Espíritu Santo viene directamente de la forja de los Dioses, que es el Sol, donde viven todos los Espíritus Divinos. Mientras los habitantes de la Tierra viven en la superficie de la Tierra, en los Soles viven los Seres de Luz, los que nosotros llamamos Extraterrestres de Luz. Los instrumentos de la Nasa nos muestran el sol como una esfera de fuego, sobre cuya superficie hay un vórtice de capas, cada una de las cuales es como una región italiana de grande. Se trata de miles de millones de capas, que alcanzan temperaturas que oscilan alrededor de diez mil grados. Esto es lo que captan sus instrumentos y es todo verdad. Pero existe también otro tipo de instrumentación energética, más etérea, que localiza en estas capas pequeñas células, parecidas a las celdas de las abejas. El Sol está formado por capas de celdas, como las que vemos en los enjambres de las abejas y cada capa tiene una función que la Nasa no sabe. Ellos ven gas, pero en realidad cada celda está formada por una comunidad de Seres de Luz que viven allí, como las abejas. El interior del Sol, el núcleo central al que la Nasa atribuye 10 millones de grados centígrados, en realidad es frío, una especie de hielo, te anula y no percibes más el calor. El sello solar de los Seres, que viven en la capa superficial del Sol, lo dan aquellos que viven en el nucleo central del Sol: Cristo, la Virgen, las Divinidades, Krishna, hasta el Padre Adonay, que es el Rey. El sello solar es sellado con el Bautismo de Fuego, donde la sabiduría, el conocimiento de estos Seres quedan impresos en el corazón y perpetuados. Pero tú mismo te lo puedes quitar, como decía Enzo, cuando permites al tentador y a quien ha querido privarte de él a causa de los pecados, debilidades de la carne, corrupción, etc. Entonces, si nos dejamos condicionar, perderemos el sello solar y será sólo culpa nuestra.
 
P: También Cristo se dejó tentar...
Giorgio: También en este caso Jesús da una enseñanza. Cuando se encarnó, Él no necesitaba nada, quería enseñarnos. Para que pudiéramos comprender, hacía acciones humanas, como cuando se fue al desierto para ser tentado. Cristo manda sobre todos, los buenos y los malos, si sucede algo malo en la Tierra es porque lo permite, por respeto del libre albedrío. Él, como es obvio, no ordena el mal, pero lo permite; pero no lo permite cuando ordena al demonio que abandone el cuerpo del sordomudo o del endemoniado de Gerasa y de todos los espíritus inmundos que le llevaban a Su presencia Él.
Si el demonio abandonaba al joven endemoniado, estaba claro que era Cristo el que daba la orden. Estaba tan claro que los escribas y los fariseos hipócritas decían: “¿Veis? Echa a los demonios porque Él es el príncipe de los demonios” y Le injuriaban. Todos ellos manipulaban una verdad para inculcar al pueblo la falsedad. Cristo es de verdad también el jefe de los demonios, por eso les echa, pero no por voluntad de ellos: Él es el Rey de los Reyes, entonces da órdenes también a Satanás. ¿Por qué motivo entonces Jesús, que tiene a Cristo dentro y manda sobre el tentador, si bien no tenga necesidad de nada, va al desierto para ser tentado?
Ésta es una pregunta filosófica, como las que hacía Giordano Bruno. Si Él es el Perfecto y nunca podría caer en tentación ¿por qué va al desierto y se deja tentar, sabiendo que después vencerá la tentación? Cristo nos enseña que, en el momento en el que te encarnas, estás sujeto a las tentaciones de la materia y como el gran Maestro que es nos dice: “También yo, que soy Cristo incorporado en Jesús, dado que estoy encarnado, puedo ser tentado”. Lo demuestra en el desierto, donde Él vence la tentación. La respuesta de Cristo al filósofo Giordano Bruno es: “Yo voy al desierto, me dejo tentar y venzo la tentación, porque es teóricamente posible que un Avatar, un Ser Divino encarnado pueda hacerse tentar y caer, si no es fuerte en la fe”. Es decir que, si un Avatar desciende sobre la Tierra y se encarna puede ser tentado, figurémonos nosotros que no somos nada. Si recibiéramos el sello solar, que es el conocimiento supremo, la gnosis, es decir, el conocimiento de la Verdad, de Cristo, lo que nosotros simples e ignorantes, comúnmente definimos la respuesta positiva a la llamada de Cristo... si contestamos sí a la llamada, tenemos el gozo y el honor de ser bautizados, pero corremos el riesgo de caer si nos dejamos tentar. O sea que, a vosotros que habéis recibido el sello solar, que simbólicamente lleváis con la estrella y el rubí, os recomiendo que no caigáis en la trampa.
 
Enzo: Hay también otra explicación. La encontráis en el Evangelio de Tomás que, como sabéis, refería fielmente las palabras de Jesús: “Si sacáis a la luz lo que está dentro de vosotros, lo que sacáis a la luz os salvará. Si no sacáis a la luz lo que está dentro de vosotros, lo que no sacáis a la luz os destruirá”. El sello solar es éste: la Luz que está dentro de vosotros. Tenéis que sacarla afuera, como está haciendo Giorgio en la Obra que lleva adelante y que nosotros reconocemos porque llevamos el mismo sello; cuando decimos: “Este hombre dice cosas buenas y justas”, reconocemos la Luz que está en él.
 
P: Yo pienso que el sello solar sea intocable y que no pueda ser contaminado; por ese motivo el hombre ha podido contaminar el agua, el aire y la Tierra, pero no podrá contaminar el fuego. ¿Es una intuición correcta?
Giorgio: Muy correcta. El hombre ha contaminado todos los elementos de la naturaleza, menos que el fuego, porque es el elemento que purifica, por excelencia y no lo puede contaminar. Nosotros tenemos el sello solar pero no lo podemos contaminar, pero sí perder temporalmente si firmamos un pacto con el diablo. Satanás nos quiere quitar el alma, pero no puede hacerlo porque es eterna; nosotros no podemos morir ni siquiera si lo deseamos. Ni siquiera Satanás puede eliminarnos. Por un lado estamos condenados, por suerte o desgracia, yo diría por suerte, a vivir en eterno, porque Dios nos ha dado la eternidad creándonos el Espíritu “Yo soy”. Cuando digo: “Yo soy”, lo seré por la eternidad. Pero una vez adquirido el sello solar, podemos perderlo, porque Satanás existe, no olvidadlo nunca, de lo contrario le será más fácil engañaros; tenedlo siempre presente y en seria consideración, sólo así podréis luchar. Si por el contrario le ignoráis ya habéis perdido, porque es precisamente lo que quiere para obrar sin ser molestado. Satanás no es un personaje cinematrográfico, su presencia es fuerte porque donde está Cristo está también Satanás. Cada vez que tengo una aparición, una sangración, se que él vendrá enseguida a buscarme para proponerme cosas cautivantes, es normal. No se presentará a vosotros con una aparición, sino de alguna forma que Giorgio no os ha explicado, por falta de tiempo o de oportunidad. Lo hará sin que os deis cuenta y se llevará el sello solar, el don de la fe, esa marca que Cristo ha impreso en vuestro corazón, por el cual creéis que Jesús resucitó, que resucitó a Lázaro, aunque no tengáis las pruebas y el relato de los Evangelios no sea perfecto. Si Satanás logra arrancároslo, pagaréis las consecuencias con el karma. El castigo no es eterno, antes o después lo reconquistaréis de nuevo, pero sólo a través de varias reencarnaciones y muchos sufrimientos. En el mensaje Cristo nos recomienda y dice: “Estad atentos y no os dejéis arrancar el sello solar de Lucifer, mi enemigo”.
 
P: ¿Quien tentó a Lucifer?
Giorgio: Lucifer cayó y perdió el sello solar, porque la verdadera tentación no es tampoco Satanás: la verdadera tentación es el egoísmo, el ego. La victoria sobre todo y todos se obtiene solamente exaltándose a sí mismos en la humildad, sólo así nos convertimos en discípulos predilectos de Cristo y solo entonces Satanás no podrá hacer más nada. No podrá conquistaros ni siquiera si os ofreciera el Reino del mundo, o realizara el deseo más grande de vuestra vida.
 
P: Para nosotros que amamos la Verdad ¿cuál es el deseo más grande de nuestra vida?
Giorgio: El deseo más grande para nosotros los hermanos, que servimos a la Verdad, podría ser, por ejemplo, estar cerca de Giorgio, viajar con él o incluso tomar su lugar o el de Pier Giorgio. Para una persona que no sirve a la Obra podría ser encontrar al Presidente de la República, al futbolista más grande, al mejor cantante, escritor, histórico, al mejor magistrado, etc. Si el deseo no es controlado, o mejor dicho, gobernado por la humildad, os vendrá a buscar un cierto señor que se llama Satanás. Él no se presenta con la cola y con los cuernos, lo hace con el rostro de Ashtar Sheran, de la Virgen, incluso con el rostro de Jesús estigmatizado y te dice: “Querido hermano, he escuchado lo que sientes y quiero que seas el mejor de todos, que tú hagas carrera”. Y dado que se te aparece Cristo y te lo dice, te pondrás a trabajar como un loco para lograr resultados, pero lo harás pasando por encima de tu hermano, serás ambicioso y te abrirás camino dominando, corrompiéndote éticamente. Cuando serás el mejor, querrás ser servido, exaltado, venerado, adorado, pero en realidad serás un  hombre en las manos de Satanás, porque el valor fundamental que Cristo nos enseña la humildad.
Satanás ha conquistado a los genios más grandes (Hitler, Mussolini, Stalin y muchísimos otros quizás menos importantes que deseaban el bien del mundo) y cuando fueron obstaculizados, cayeron en la violencia y fracasaron. Esa es la prueba de que estaban con Satanás. Cristo, cuando lo obstaculizaron con la violencia no reaccionó con la violencia, prefirió perder, ser matado, perseguido, destruído, si bien Él era inmortal, habría resucitado y Sus ideas habrían seguido adelante. Cuando nosotros, pequeños como somos, somos obstaculizados por la ambición de querer hacer algo o ser alguien en la Obra, y reaccionamos con arrogancia, desobediencia e intolerancia, sin humildad, esa ambición es una tentación. En nuestra obra somos grandes, importantes ante Cristo y por Cristo, si lavamos los pies a nuestros hermanos, si somos sus siervos. Yo tengo el signo de los estigmas, pero quiero ser vuestro siervo y esto lo he soñado de niño. No quiero ser el sustituto de Eugenio, nunca lo soñé en mi vida; me ha sido impuesto.
Yo quería sólo servir a quien trabajaba para la Obra, en cambio Cristo me ha impuesto hacer lo que hago, pero no tengo que olvidarme de servir y de estar preparado, siempre, en cualquier momento, para servir a un hermano mayor, que Cristo puede llamar de un momento a otro. Sabed muy bien, no olvidadlo nunca, que yo estoy listo para ser su siervo. Si seré así el sello solar no lo perderé nunca.
 
P: ¿Por qué Wojtyla fue el único que sabía que la plaga que más le hacía sufrir a Padre Pio era la de la espalda? El santo estigmatizado quizás quería mostrarle el peso de su Iglesia?
Giorgio: En el 1948 Padre Pio reveló al joven cura polaco que la herida que tenía en la espalda derecha, que le fue provocada a Jesús por la cruz que llevó hasta el final  del Calvario, era la más dolorosa. Karol Wojtyla fue el único que lo sabía. Con este gesto Padre Pio le dio un mensaje: “Tú tienes que llevar la cruz de la Iglesia”, la tienes que reformar, ser un mártir. Yo creo que en cambio él no obedeció, sino que se volvió una star. Una opinión que no tengo sólo yo: hay Alguien más grande que yo que piensa lo mismo.
 
P: En el mensaje Jesús dice: “SI VUESTRA FE PERMANECIERA ÍNTEGRA Y FUERTE COMO LA ROCA NO OS PERDERÉIS Y QUEDARÉIS PRIMEROS ENTRE LOS PRIMEROS PARA RECOGER A LOS ÚLTIMOS QUE SE UNIRÁN A VOSOTROS”. Los “primeros entre los primeros” es solo para reforzar?  O tiene otro significado?
Giorgio: El mensaje de Jesús está dirigido sobre todo a nosotros, a todos los hermanos de las Arcas, sin excluir a los demás hermanos del mundo que no conocemos, esto lo quiero subrayar para evitar tentaciones de sectarismo. En este mensaje Cristo nos habla a nosotros, pero recordaos que en otros mensajes se refiere también a otras comunidades, incluso de China; son millones las personas que se salvarán, porque Cristo tiene sus instrumentos para hablarles a estas personas. Este mensaje es para los hermanos de las Arcas en particular y somos indignamente honrados de ello, entonces los primeros de los primeros son las personas que siguen la Obra desde hace muchísimo tiempo. Si su fe seguirá siendo íntegra, no serán últimos, no se perderán; permanecerán primeros entre los primeros y recibirán a los últimos que van llegando, sobre todo a los jóvenes, pero también personas que llegan ahora y que están mucho más preparadas que nosotros, porque lo tienen dentro. Os hago un ejemplo. Enzo, que hoy está aquí con nosotros, conoce la Obra desde hace treinta años, es un primero entre los primeros; si su fe será íntegra, como yo estoy segurísimo que será, acogerá sus hermanos últimos con amor y hará que sean primeros como él; de la misma manera lo harán los demás. Primeros entre los primeros no quiere decir sólo como tiempo físico, sino también como evolución espiritual. Se sabe que entre nosotros hay personas muy cultas interiormente, que han alcanzado un nivel espiritual notable.
Domenico, que ha fundado el grupo, conoce la Obra desde hace veinte años, no treinta, pero es siempre uno de los primeros, una persona que tiene dentro una evolución más avanzada con respecto de otros. Domenico, como Enzo o Alviano, por hacer algunos ejemplos, tienen la obligación de tener íntegra la fe, de ser fuertes y de recibir a los últimos: esto es lo que significa. Hay muchísimos: Pier Giorgio Caria, Mara Testasecca, Sonia Alea, mi compañera, no los nombro a todos, pero tenemos que ser humildes de reconocer que tienen algo más que nosotros. Cristo les ha llamado para ser guías, para conducir a otros y es sobre todo para ellos porque tienen una mayor responsabilidad, no porque quiere exaltarles.
 
P: Hace tiempo una mujer embarazada se tiró al agua para salvar a su amiga que se estaba ahogando en el mar, pero al final no se salvó nadie. ¿Cómo clasificas este gesto extremo de amor de la joven madre hacia la amiga y con respecto a la criatura que llevaba en su seno?
Enzo: Si en ese momento la joven madre sintió que tenía que salvar a su amiga, es decir, un gesto espontáneo, entonces es muy válido porque se sacrificó a sí misma y a su niño. Sacrificarse por otra persona, yo creo que sea lo máximo, más que lo máximo, considerando que estaba embarazada.
 
Giorgio: Pienso igual que Enzo. Nosotros fuimos iniciados y educados por la misma fuente y os aseguro que yo habría contestado igual, cómo si hubiésemos estudiado el mismo guión. Éstas son pequeñas señales, que demuestran que la fuente que nos ha educado es Divina. La respuesta es exacta, perfectamente lógica: ella se sacrificó a sí misma y al niño, entonces ella, el niño y su amiga irán a la Luz de Cristo instantáneamente. Si ese espíritu tenía que nacer para purificarse, el sublime sacrificio de amor de la madre le evitó una encarnación kármica; ya no es necesario que nazca, irá directamente a la Luz. Si en cambio, legítimamente, no se hubiera sentido de arriesgar la vida de su niño, Jesús no la habría castigada y ambos habrían continuado el recorrido de su vida. Dado que la madre tenía el libre albedrío, es evidente que el niño tenía que nacer por una cuestión kármica; sobre esto Enzo estará de acuerdo conmigo. Si en cambio ese niño estaba destinado a una misión específica, un mensajero, los Seres de Luz habrían paralizado a la madre con lazos espirituales, para impedirle que se tirase al agua.
¡Qué bonita es la naturaleza del hombre! Extrema en la muerte, en la violencia, pero también en la belleza: esa madre ha hecho algo sublime, un acto de amor hacia la amiga, y Cristo, la Luz, la premia a ella, al hijo y a la amiga. El amor hacia la amiga ha superado el instinto de la naturaleza, ya no es amor natural, es un amor crístico. Cuando pones en práctica el amor crístico, sacrificas tu vida por amor a Cristo, por la Verdad, se te cancelan todos los pecados, las pruebas y vas directamente a la cuarta dimensión. Si nuestros hermanos caídos, Falcone y Borsellino, hubieran tenido un karma que descontar, con su sacrificio pasaron a ser Seres de Luz porque su amor hacia la sociedad era crístico, no era un amor interesado. Renunciaron a todo, no les interesaba ganar dinero o hacer carrera.
También John Kennedy dio un vuelco radical a su vida. Hijo de multimillonarios, elegido por la mafia, su padre medio mafioso, un play boy, mujeres, dinero, presidente de los Estados Unidos, aclamado por todos y de repente da un vuelco radical a su vida. Dice que las armas no le gustan, no a la guerra en Vietnam, quiere destruir la mafia, dar derechos a los negros, a los miserables. Cuando le disparan, por ese amor crístico, Cristo le canceló todo, incluso una eventual segunda muerte o varias encarnaciones de purificación.
 
Enzo: Esto sucede también porque en las elecciones kármicas está la elección de la evolución del espíritu. Cuando se hacen determinadas elecciones es el Espíritu el que toma la decisión justa, la del sacrificio, la perfección de la virtud. En este caso la madre eligió la perfección de la virtud: dar la vida por otra vida, que es una elección kármica y la hará evolucionar seguramente. En cada elección karmica está siempre la elección de la evolución del Espíritu. Cuando nos sucede algo, si la elección es equivocada, tendremos que repetir la experiencia hasta cuando tomemos la decisión justa que nos permitirá evolucionar espiritualmente.
Giorgio: Uno de los puntos de referencia máximos de la Obra lo tenéis aquí cerca y como él hay otros.
 
P: ¿Y si él quisiera seguirte?
Giorgio: Ahora, a donde voy yo él no puede venir. No podemos irnos los dos.
 
Enzo: Yo no voy a ninguna parte.
Giorgio: Él no va a ninguna parte, si lo dice habrá un motivo.
 
Enzo: Hace tiempo soñé que Giorgio y yo hacíamos acomodar a las personas dentro de los discos volantes, para llevarles a un lugar seguro, porque estaban ocurriendo cosas terribles. Después de salvar a todos yo hice mención de entrar en la nave, pero Giorgio me detuvo y me dijo: “No, tú no. Tú tienes que quedarte aquí conmigo”, así que quedaros tranquilos.
 
Tiziano: Hace unos días me hice una herida en la palma de la mano con el destornillador y el dolor era insoportable. Sé que no se puede paragonar, pero me pregunté cómo haces tú para soportar tanto dolor...
Giorgio: Es la misma pregunta que me hago yo. ¿Cómo hago? No lo se. Estoy seguro de que resistir al dolor es mérito de Jesús Cristo, porque podría incluso morir a causa de este dolor. Por ello tengo la certezza de que Jesús me ayuda, Él entra dentro de mi y en ese momento me siento el uno y el Otro, en la misma cosa. Me ayuda a resistir también ahora que el dolor ha disminuido, respecto al de la sangración, porque el dolor lo tengo siempre. La adaptación al sufrimiento de los estigmas cuando no sangro es extraordinario. Claro, tengo límites: no puedo correr, ni llevar maletas que pesen, de vez en cuando me tengo que sentar, no puedo lavarme como quiero, pero son límites fáciles de superar. Durante la sangración el dolor tengo que soportarlo por compleo, al 100%. ¿Cómo hago para resistir? Rezo a Jesús que me ayude y Él me ayuda siempre a superarlo.
 
Enzo: La pregunta que yo me hago en cambio cuando me hago daño es: “¿Dónde me equivoqué?”, y después intento no equivocarme más.
Giorgio: Ésta es una respuesta muy interesante.
 
P: Yo quisiera compartir y comprender una experiencia que he vivido. Había preparado una salsa boloñesa y la puse en el congelador dividida en partes. Después de cuatro días tomo una dosis y noto que tiene forma de corazón. ¿Es una casualidad?
Giorgio: La casualidad no existe. El significado es éste: “Amaos y sed felices, suceda lo que suceda, porque en vuestra vida estoy Yo, el Corazón de Cristo”. Es una señal que avala el mensaje, donde Él dice: “Invitadme a vuestra cotidianidad”. Jesús quiere que Le invites a comer, que Le hagas partícipe cuando cocinas, lavas, cuando estás con el niño, con tu marido, cuando amas, planchas... Él quiere estar presente, no hacer de mirón, quiere estar, entonces nosotros tenemos que pensar en Él en nuestro quehacer diario, porque no hace falta pensar en Él mientras estamos aquí, todos juntos. Si estamos hablando de Jesús es obvio que estamos pensando en Él, debemos tenerLe presente en nuestras cosas de todos los días, proque a veces nos dejamos condicionar por el estress, el ansia, las preocupaciones, tristeza, nerviosismo y de hecho Le dejamos de lado. Si en cambio Le tenemos presente, probablemente los problemas los tendremos igual, pero los superaremos mucho más facilmente.
 
Sandra De Marco
29 de Septiembre de 2013
San Giovanni di Polcenigo (PN)

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