SOY ADONIESIS.
LA FE Y EN ENAMORAMIENTO DEL TEMPLO DE MI ESPIRITU INMORTAL (EL SOL) DE PARTE DE ALMAS DEVOTAS QUE VIVEN EN LA TIERRA EN MISION DE SER TESTIMONIO, EMOCIONAN MI CORAZON DIVINO Y CAUSAN, A LA FUERZA CREADORA DEL AMOR, EL DESEO DE CREAR NUEVOS CIELOS Y NUEVA TIERRA EN VUESTRO MUNDO
UNA ANTIGUA CIVILIZACIÓN DE VUESTRO PLANETA (ATLANTIDA) ADORABA CON DEVOCIÓN Y RESPETO AL SOL ARAT RA.
LA HERMANA LETIZIA Y OTRAS MUJERES DE LA CONFRATERNIDAD DE JUAN REPRESENTAN EL ARTE, LA BELLEZA, LA FE Y LA DEVOCIÓN DEL CULTO DEL PADRE SOL
LOS ANTIGUOS CABALLEROS TEMPLARIOS QUE CUSTODIABAN EN LA MEMORIA DE SU ASTRAL EL CULTO DEL DIOS SOL ARAT RA DE LA ANTIGUA ATLANTIDA, REPRESENTABAN Y REPRESENTAN A TRAVÉS DEL INIZIADO PARSIFAL, EL TESTIMONIO DE LA MISION DE CRISTO.
LEED Y MEDITAD.
PAZ
CON AMOR UNIVERSAL
VUESTRO ADONIESIS
Planeta Tierra
29 de marzo del 2025
G.B
LA SABIDURÍA Y EL TEMOR DE DIOS
De Letizia Bagnari
Desde hace unos días tengo estas tres palabras en mi cabeza:
"Temor de Dios".
En un momento de paz empiezo a investigar y descubro que el temor de Dios se menciona varias veces en el Evangelio y por eso me encuentro leyendo y reflexionando.
Pienso en los hombres desde la antigüedad y me pregunto "¿Cuándo perdimos el temor de Dios? ¿Qué nos llevó a la perdición?
“¿Por qué lo abandonamos?”
En mi mente estoy en Egipto, donde el pueblo judío estuvo esclavizado durante mucho tiempo pero finalmente obtuvo la liberación a través de Moisés, uno de sus profetas.
El Padre los liberó obrando milagros, abriendo las aguas del Mar Rojo, dejándolos pasar y haciéndolos hundirse tras ellos, derrotando definitivamente a los perseguidores, garantizando la libertad tan esperada. Dio salvación y vida nueva al Pueblo Elegido, pero aquí estamos nuevamente cuando el hombre fue tentado y cedió a la tentación, olvidando el inmenso don recibido.
“No temáis, Dios ha venido…”
Me llamó mucho la atención una frase que dijo Moisés en aquel momento: “No temáis, Dios ha venido a probaros, para que haya temor de Dios en vosotros, para que no pequéis”.
Esta frase inmediatamente me transporta a nosotros y me hace pensar en nuestros errores repetidos a lo largo del tiempo; Él nos ha estado probando durante siglos porque debemos recuperar el temor a Él en nosotros, ese temor de que, si cometemos errores, nos esperan consecuencias devastadoras y una profunda decepción.
Me doy cuenta tan clara y claramente que esta actitud se ha repetido drásticamente en cada civilización pasada y desaparecida, en cada tiempo vivido hasta hoy, debo admitir que el hombre: ¡NO TIENE TEMOR DE DIOS EN ABSOLUTO!
Y así sigue pecando generación tras generación y de vida en vida, concepto que se aplica perfectamente desde los pequeños errores que cometemos individualmente hasta los enormes que comete toda la humanidad, llevándolos a su extinción.
La maldad nos ha castigado y la infidelidad nos ha castigado amargamente.
Inexorablemente hemos llegado así a lo que somos hoy, caminamos por los caminos de las tinieblas y nos hemos deleitado en las perversiones del mal.
Al no tener miedo hemos abandonado literalmente a Nuestro Dios, el que da la salvación y el conocimiento. Hemos dejado de escuchar sus palabras, nuestro oído ya no está atento a la sabiduría que Él nos expresa, al contrario nos sentimos sabios y hemos alcanzado la consciencia absoluta con poder en nuestras manos aplastando la vida, nuestro corazón ya no está encaminado a buscar la ciencia y la inteligencia con fuerza y voluntad como cuando buscamos un tesoro de diamantes, rubíes y oro, porque sí Él nos da Sabiduría pero sólo después de haber comprendido el temor de Dios somos capaces de no pecar y alcanzar la verdadera riqueza eterna.
“Bienaventurado el hombre que teme al Señor y anda en sus caminos”
El Temor de Dios me empuja así a estar más atento y vigilante, a confiar en Él para no equivocarme y entristecerlo, me lleva a no sentirme sabio sino a querer profundizar para tener ese conocimiento;
me hace sentir aún más humilde al servir al Todopoderoso y con Él a mis hermanos, me hace consciente de que yo mismo puedo ser abandonado por Él y por eso concluyo con estas palabras que leí esta mañana:
“Bienaventurado el hombre que teme al Señor y anda en sus caminos” y nuevamente:
“El ojo del Señor vela por los que le temen y por los que esperan en su gracia”.
Siempre a tI devota
Letizia Bagnari
28 de marzo de 2025
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