DEL CIELO A LA TIERRA
HE ESCRITO EL 22 DE OCTUBRE DE 2020:
EL HERMANO FRANCESCO MAZZACANE, INICIADO EN LA ANTIGUA Y SOLAR ESCUELA ALQUIMICA DE CAGLIOSTRO, SAINT GERMAIN Y SAINT MARTIN, LOS TRES MUTANTES APÓSTOLES DE CRISTO, HA DADO UNA CONFERENCIA EN ROMA SOBRE EL VERBO HERMÉTICO-ALQUIMICO.
LEED ATENTAMENTE Y ESCUCHAD INTENSAMENTE.
EN FE
G.B.
PLANETA TIERRA
22 de octubre 2020
La alquimia hermética de la palabra puede ser considerada la nueva revolución del lenguaje. Es una inversión total de la semántica, una revelación del sentido de los términos más allá de su significado. Usando un término que cuestiona a la filosofía oriental, y que da bien la idea, podemos decir que la alquimia hermética de la palabra levanta el velo de maya sobre el verdadero sentido de las palabras para hacernos descubrir que todos los adverbios, los sustantivos y los verbos usados en nuestros discursos cotidianos - fonemas que para nuestros oídos ya son normales - incluso manteniendo íntegro el grafema pueden asumir otra forma. Y una vibración más elevada.
Un conocido proverbio hebreo dice que la mejor manera de esconder un árbol es ponerlo en una selva. Ahora bien, con su estupenda conferencia, del día 11 de octubre en el arca de Roma, Francesco Mazzacane ha demostrado que ya sólo de la lengua italiana, no por casualidad, madre de muchos autores inmortales - uno de ellos Dante Alighieri -, es posible elaborar un nuevo lenguaje que provee muchas e importantes indicaciones: un 'verbo' iniciático que se esconde a la vista o, mejor dicho, a los oídos de los profanos. Sabemos que la palabra es ritmo, vibración, esencia, energía. Pero ante todo la palabra es idea manifiesta, es pensamiento que nutre y da forma. Sin la imagen elaborada en las áreas designadas por el Sistema Nervioso Central, en efecto, no existe palabra, no existe acontecimiento, no existe creación.
Hermético puede tener un doble significado: cierre perfecto o estancamiento, pero también misterioso, oculto, enigmático. Alquimia, en cambio, del árabe al-kimiya, es 'piedra filosofal'; mientras que del griego su significado es transmutación, manipulación o 'sentimientos de afinidad'. Palabra, del latín 'parábola', es la expresión dicha o escrita de un concepto o de una idea. A través de la fonología, que determina la comunicación oral, las personas comunican entre ellas desde la noche de los tiempos siempre y cuando se hayan establecido en precedencia algunas convenciones (sonidos, lemas y grafemas), dando la posibilidad a los hombres de dialogar y entenderse. Existe una diferencia sustancial entre escritura y lenguaje: los grafemas - es decir los signos - tienen que ser vistos y elaborados por el cerebro, y al fin transformados en sonidos, es decir expresados a través de la voz. Tenemos después las pausas y las entonaciones, que definen el sentido de las palabras en los diálogos. Pero toda esta teoría gramatical desaparece frente a una evidencia clara como el agua: las palabras pueden ser leídas (y comprendidas) de forma esotérica o exotérica.
¿Un ejemplo? El verbo mandar normalmente se entiende como 'alguien que tiene la autoridad de imponer una orden a alguien más', pero en la alquimia de la palabra el término se divide y adquiere otro sentido: saber mandar es tener el justo discernimiento para entender 'como-andar'. La lista de las palabras que se mezclan por afinidad y poseen un sentido oculto, que se revelan al ojo y al oído del iniciado, son muchas de verdad: empezando por la vibración primigenia, el OM indio (aum: hombre), a la semilla (el sí mismo en mí). ¡Entonces la Palabra es la Semilla! Esta clave de lectura representa el método que los iniciados de la obra de Juan pueden usar, jugando, para llegar a la raíz del verbo. ¡‘Es-encia’ es decir Pensamiento sin forma), Dios Padre!
Alquimia hermética quiere decir que la palabra contiene en su interior 'otros' elementos (alquimia-química del espíritu). Con la palabra nosotros podemos crear o destruir, por lo tanto, es importante aprender a usarla bien. El método no se puede transmitir con un vídeo, porque la palabra tiene su propia vibración que necesita la mirada: mirar a los ojos y ser mirados, para entender por medio de la intuición si lo que nos estamos diciendo corresponde a verdad o no. Los maestros iniciados, empezando por el tres veces grande Hermes Trismegisto, sabían qué hacía falta saber hablar y entenderse en tres niveles: físico, anímico y espiritual. Los lenguajes son múltiples, pero para ser maestros hace falta dominar los tres aspectos y por eso se enseñaba y se aprendía "de boca a oído".
El iniciático es el lenguaje del espíritu y ocupa el nivel más alto de los tres: es la gnosis, y puede ayudarnos a vivir en la verdadera realidad si aprendemos a descifrar los signos como en un juego, el juego de Dios. La vida es juego; no por casualidad Lila, para los orientales, es el juego de la creación divina parecida al chorro de una fuente. Este lenguaje hermético fue preparado hace mucho tiempo precisamente para el momento histórico que estamos viviendo, para que conociéramos los significados más profundos de las palabras en sus distintos niveles.
La conferencia en Roma comienza con un tributo a Enrico Montesano: actor popular que, después de haber hecho reír a toda Italia en teatros y cines, hoy, desde su canal de Youtube, intenta estimular a los italianos a que piensen. Montesano habla de cosas obvias, que ocultan en realidad las situaciones dramáticas que estamos viviendo y que la masa no parece percibir. El actor subraya también la urgente necesidad de buscar el real valor de los vocablos y no permitir que pierdan valor, puesto que en las palabras es custodiada la energía divina. Francesco Mazzacane afirma que Dios mismo es Palabra, más bien Palabra Sagrada (AUM-OM es el Verbo al que hace referencia Juan, el Evangelista. Y si la palabra disminuye su potencia intrínseca, también la estética (belleza/ética) pierde valor.
La Belleza de la Palabra reside en el Espíritu. Gracia y Belleza (o bien el Femenino Sagrado, expresado en su máximo nivel por la Santa Madre), tienen que ser protegidas, nutridas, regeneradas. Y esto puede hacerse con el método justo o 'espíritu justo', es decir divirtiéndose en la búsqueda del Verdadero contenido de la Palabra. Hablando de términos áuricos con un significado intrínseco, después de Montesano el protagonista no podía no ser Dante, el autor de la Divina Comedia. El Alighieri, cuyo verdadero nombre era Durante, conocía la Palabra y su Verdadera acepción, de hecho, usó los versos de forma revolucionaria, componiendo una obra maestra literaria escrita para ser descifrada en una época precisa.
Dante fue el precursor del Dolce Stil Novo, una forma de escritura para saborear en un tiempo verdaderamente lleno de gracia y belleza. Dante había entendido que la semántica (semilla-antigua), ya no era adecuada y hacía falta crear algo nuevo, dulce. Un estilo que estuviera lleno de Belleza, pero también de fuerza. Por esto su comedia es considerada a todos los efectos 'divina', una obra sin tiempo y que habla de un Amor que deriva de la primera vibración creante, el primer sonido, el Aum (hombre; aum: au-more, au-micizia). Gnosis ¿qué quiere decir? Es el anagrama de sueños, pero también de signo, y de ignos, el fuego. Fueron los alquimistas los que trajeron estas palabras a la Tierra. Ellos querían que alguien intuyera y se dedicara a este juego para que hoy nosotros pudiéramos desarrollar nuestra capacidad intuitiva (in-tui-activa).
Los orientales llaman 'buddhi' la capacidad intuitiva y es el Camino que lleva a lo Divino. Por esto es importante jugar con las palabras, para recobrar ese sentido hermético que hoy por fin puede ser desvelado a los iniciados de la obra de Juan. El Maestro de la Palabra fue Cristo, el Maestro de los maestros que hace dos mil años despertó a los iniciados de la Tierra, y que a través de Su hablar en parábolas escondió (el verbo) a los eruditos y a los sabios, revelándoselo a los puros de corazón. ¿Quiénes son ellos? Muy simple, los que tienen el amor, el ¡AUM! A. propósito de OM, es casi imposible no citar a otro gran maestro oriental, Paramahansa Yogananda, que ha dedicado toda su vida a difundir mensajes de amor y que conocía muy bien el gran poder de la palabra. Efectivamente todas las escuelas iniciáticas de oriente y occidente hablan de estos temas, pero al no tener el sonido justo no logran comunicar La Verdad. El poder real, concreto reside en el AUM, en el amor: es Él el que crea y sustenta todas las cosas en los mundos.
Hoy nosotros ignoramos cuán estéril es la palabra vacía de amor. En esta época, dónde se nos niega la palabra, la amistad y el compartir, pero también el justo pensamiento y la conciencia ¿qué podemos hacer? Tenemos que aprender a hacer virtud (virtus) del virus. ¡Parece como si esta situación actual debida al Covid fuera una Señal de Dios que tenemos que saber interpretar!
Los iniciados pueden hacerlo porque poseen el sonido justo (el Amor y la amistad), y todos somos llamados a desarrollar esta semilla de conocimiento. La palabra de Dios no es sólo el uso del verbo del Señor, sino que es Dios mismo. El Señor es Palabra. Y su iglesia (chi-è-sa, es decir el iniciado que comprende el real valor de la Palabra, sabe que el verbo es un arma potente. Por eso se tiene que usar en el justo modo. Quienquiera, pasando por el conjunto de la disciplina del Sí mismo y la meditación (meditar-acción) para reconocer sus propios demonios, puede ampliar la intuición y penetrar los secretos de la gnosis.
Un conocimiento de nivel muy alto, indispensable más que nunca en este momento, esto es la gnosis. Pero para apreciarla se necesita un método iniciático compuesto de dos formas: la paloma (candor) y la serpiente (la astucia). Si no entendemos esto, la semilla, es decir 'el si en mí', no dará fruto. Para hacer que sea fértil la tierra que acogerá la semilla tenemos que acordarnos (sonido) en el amor y en la fraternidad. Sólo entonces nuestra 'libre-acción' será posible. Para dar fuerza a las palabras tienen que ser comprendidas en su pleno sentido, y es siempre el comandante - el que tiene el grado más alto – el que tiene que bajar a los infiernos. Sólo un experto como Caronte (Cristo), el barquero de almas, podía tener éxito en esta ardua empresa. Volviendo a Dante, se dice que Alighieri formó parte de la doctrina oculta de la cruz y el águila: dos símbolos que nos reconducen a la obra de Juan. Dante sabía cuál era su objetivo, porque era un verdadero comandante; él sabía 'como-andar', por eso la Divina Comedia no ha concluido todavía: concluirá cuando acaben los tiempos, con la segunda venida de Cristo a la Tierra.
La noche termina con preguntas a las que el relator Francesco Mazzacane responde remarcando el hecho de que todo ya está dentro de nosotros y que no hay ninguna necesidad de fagocitar informaciones iniciáticas, sino vivir en la acción como sugieren los términos medit-acción y contempl-acción. El Espíritu Justo que "sanifica" y santifica la obra, tiene que ser siempre, por lo tanto, respaldado por Oraciones hechas con el corazón.
Mensajes adjuntos:
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