HE ESCRITO EL 12 DE MAYO DE 2019:

Sabes, amigo mío, si, tu que me estás leyendo, he estado pensando mucho sobre cómo podría transmitirte de la mejor manera estos dos días de misión. Sobre como habría podido contarte las emociones, todo lo que hemos donado GRACIAS a tu ayuda y a la de muchos amigos, voluntarios y colaboradores. Podría contarte como nos han recibido las comunidades a las que hemos ayudado, con esos ojos negros tan profundos que se necesitaría google maps para no perderte dentro, sobre como corren para venir a nuestro encuentro, esos brazos que se echan a tu cuello y te dejan sin palabras y que dicen una sola cosa: "Amigo, cuánto tiempo, no sabes qué tan feliz estoy de verte”.

Podría escribirte mucho y lo he hecho. ¿Pero sabes una cosa? HE TIRADO TODO A LA BASURA.

Porque son cosas que ya te imaginas ¿no es así? Son cosas que has sentido varias veces, no sólo de mí… y para decirlo todo completo, porque me gusta la sinceridad, también te habrás acostumbrado y casi casi ya no haces ni caso. Son cosas que ya se saben. Se saben.

Entonces hablemos de lo que no te imaginas. ¿Te parece?

"La primera vez que vine aquí, poco después de la inundación, dije a esta comunidad que la admiro y también que la envidio un poco, porque habían perdido todo y cuando llegué donde ellos les encontré así, todos alegres, todos sonrientes. Habían perdido todo y nadie estaba amargado, nadie se estaba quejando del mundo, estaban así. Las mujeres sonreían mientras todas las casas estaban arrasadas, destruídas. Es una enseñanza importante… son maestros, porque dan valor a otras cosas que no tienen nada que ver con las cosas materiales, por este motivo perdiendo la casa no perdieron su sonrisa"….

... "Ver vuestras sonrisas es muy gratificante, me dan aún más ganas y fuerza para trabajar y buscar lo que necesitáis para volver aquí y seguir ayudándolos".

Estamos todos en círculo. Voluntarios de Funima, de la Fundación, hombres, mujeres y niños de la comunidad. Ramón Gómez está hablando. El vídeo lo podéis ver en este post, mirad, escuchad.

Ahora… me hablo a mí misma. Porque cada uno tiene que saber mirarse por dentro, antes de hacer preguntas, consideraciones y dar juicios sobre los demás ¿no es así?

Sonia, si mañana Sant'Elpidio a Mare fuera arrasado, si tú perdieras todo: tu casa, la escuela de tu hijo, tu pueblo… ¿sonreirías como estás haciendo hoy? ¿Reirías como si nada hubiera ocurrido?

Bueno… no hay nada de malo en mirar la realidad a la cara.

Ahora, imaginándolo dirías que si, que serías capaz… en esto todos somos buenos. Pero cierra los ojos y reflexiona bien... piensa en que no tendrás la cocina a gas, el agua caliente para lavarte, una cama cómoda dónde apoyar la cabeza, una comida segura para tu hijo.

Yo la respuesta me la he dado…¿y tú?

Quizás reflexionarás sobre ello, quizás dentro de ti sucederá algo, o probablemente nada más cerrar facebook volverás a lamentarte del recibo que debes pagar y es demasiado caro, del rayón en el costado de tu coche, de los cristales líquidos rotos de tu smartphone o del enésimo político ladrón y mafioso que han elegido, cuando sinceramente no has movido un dedo contra él para que no lo fuera.

Y es justo por esto que esta gente, esta cultura, esta tierra son mi casa. Porque a todas las preguntas que acabo de hacer sin duda habrían contestado exactamente lo contrario de lo que yo he contestado, de lo que tú has contestado.

Aquí. Deseo hundir aquí mis raíces para crecer y florecer... en esta tierra dónde más allá de cualquier nube, más allá de cualquier catástrofe y de cualquier pérdida, resplandece siempre el Sol.

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