Guatemala. Devolver la dignidad a quien crea la vida
Por Giovanni Bongiovanni
En La Granadilla tiene su sede también "El Emporio de las Mujeres", la cooperativa de mujeres constituida por la asociación. Participan en el proyecto algunas mujeres de las aldeas limítrofes con difíciles experiencias de vida sobre sus espaldas, sus mismos hijos frecuentan el centro.
El proyecto tiene como objetivo la recuperación de la dignidad y el rol de la mujer respecto a la comunidad, además del mantenimento de la familia, de los hijos, para que no se vean obligados a trabajar por cuenta de empresas que fabrican fuegos de artificio o no sean explotados en los campos por alguna multinacional.
La primera vez que oí hablar de este proyecto en Italia fue a través de Carlo y Lorella, en una reunión de la coordinación nacional de la que nuestras dos asociaciones forman parte, el CIPSI.
Por casualidad, y entre muchas otras cosas, me muestran sus productos y me hablan de este proyecto. Me quedé impresionado por su manufactura, nunca me habría imaginado que lo hubiera realizado un grupo de mujeres en una aldea aislada en el interior de bosques y malezas, la jungla guatemalteca. ¡Y en cambio sí! Y de aquí nace todo, la idea de querer colaborar empezando por este proyecto: dar trabajo a las mujeres comprando sus productos, estuches, bolsos, fundas y guanteras.
Pero principalmente las bolsas, acolchadas, con franjas multicolores que podríamos usar para nuestros ‘panettoni’ de Navidad. Esto me encantó, por la calidad con la que habían sido realizadas, por los colores y por la idea de confeccionar un producto que tenga esa procedencia y así ayudar a sustentar la vida de esas personas.
¡Dicho y hecho! ¡He partido como un loco para Guatemala! Con el objetivo principal de conocer la realidad social que ha puesto en pie la asociación “Sulla Strada”, y traer a Italia el testimonio de su trabajo, la ayuda que dan a las poblaciones locales de origen maya, el centro para niños en La Granadilla, el hospital con médicos italianos en Llano de la Virgen y la cooperativa de mujeres El Emporio de las Mujeres.
Ayudar dando trabajo y devolviendo dignidad a las personas y a nosotros mismos; con FUNIMA International haremos nuestra parte en todo esto.
Conozco a Carla, la coordinadora italiana de la asociación, de la cooperativa, una persona estupenda que esos días se dividía en cuatro debido a sus múltiples tareas en el hospital. Ella es un punto de referencia en esta misión para todos los médicos, junto a su marido Gianni. El fue el primero que me hizo de guía, después de que Carlo me presentara al grupo, hablándome muchísimo de la misión y de todo lo que había que saber sobre el contexto local. Son una pareja espléndida. Antes de marcharme pude entrevistar a Carla, le pregunté como nació el Emporio de las Mujeres... me lo contó con lágrimas en los ojos, con la misma alegría que se siente por el nacimiento de un niño, la ternura, el afecto. Espléndido.
"Al principio a las mujeres les preguntábamos qué querían hacer, no les hemos impuesto un trabajo, las hemos reunido a todas y hemos empezado a pensar juntas en ideas, lejos de los maridos”.
"Aquí la mujer sufre muchísimo la sumisión al hombre, no habla y no se expresa en presencia de ellos, debido a la violencia doméstica y a las humillaciones”.
Han llegado por sí mismas a elegir después de haber intentado varias cosas, y después de varios intentos salió el trabajo que les iba mejor".
"Con la óptima manualidad que las caracteriza hemos comenzado a adquirir las primeras máquinas de coser y los materiales para empezar a realizar las primeras ideas creativas".
Han aprendido muy rápidamente, no lo esperábamos, después de poco tiempo llegó el primer pedido grande de miles de piezas, en tiempo récord, superando algunas dificultades lograron entregarlo... la satisfacción por las nubes y con la moral para seguir adelante. Hoy son un bonito grupo y el trabajo está aumentando".
Hago filmaciones para que el grupo de colaboradores de FUNIMA International pueda ver esta realidad social, paso unos momentos con ellas mientras trabajan para filmar algunos detalles y entrevistar a otra figura clave en este proyecto, Vivien. Una chica encantadora, grácil y con el pelo muy largo, muy capaz, que toma todos los pedidos, compra materiales, establece el tiempo de entrega que las mujeres tienen que respetar. Es la coordinadora. Es tímida y no ha querido hablar pero se deja convencer después de que le explico el motivo. ¡Me han resultado muy simpáticas... todas! Intentaban no hacer caso de mi presencia mientras las filmaba y, de vez en cuando, se tomaban el pelo en su lengua que yo entendía a medias: "¡Pero sonríele ¿no?!” se decían la una a la otra, y cuando salí del laboratorio se echaron todas a reír y le tomaban el pelo sobre todo a Vivien, que había sido la única que había hablado, para nada preocupadas de que yo estuviera justo fuera de la puerta. La saludo a ella por todas con un abrazo cariñoso y las dejo trabajar mientras yo vuelvo al hospital de Llano de la Virgen después de habernos puesto de acuerdo con ella y Carla sobre pedidos, tipologías y colores. Hubiera querido llevarme conmigo todo lo que tenían en el laboratorio, pero tenían que entregarlo a otros clientes. Para nosotros llegará el pedido en verano y lo utilizaremos en la campaña de Navidad.
Me llevo conmigo un magnífico recuerdo de esta experiencia, de las actividades de los proyectos bien estudiados dónde puedes ver los resultados tangibles de las etapas que se cumplen, una trayectoria de crecimiento a 360 grados, desde la salud, a la educación, al trabajo. De los voluntarios italianos, médicos y todos los demás, de su simpatía, de los momentos que hemos pasado juntos. El recuerdo de esta gente, gentil, acogedora, educada. De esta tierra, multicolor, antigua.
Hace algunos días volví a leer una cita de Marcel Proust, que se refiere al "viaje" donde dice: "El descubrimiento no consiste en buscar nuevos lugares sino en ver con ojos diferentes."
Es estupenda y creo que es absolutamente verdad. Pienso que la forma en que podremos obtener más frutos todos los de Funima International, los de Sulla Strada, los operadores, los voluntarios que nos preocupamos por el prójimo, por las futuras generaciones, por el planeta, sea precisamente la de estar siempre de viaje, por el camino, donde puedes edificar y construir no sólo edificios sino también relaciones sólidas, incluso en movimiento, porque es estable el sentimiento que llevamos dentro, de amor y de renovación.
Giovanni Bongiovanni
Presidente FUNIMA International
27 de Marzo 2019
Mensajes adjuntos:
- 13-03-19 Guatemala. Por el camino de la espiritualidad (parte II)