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Libertad
DEL CIELO A LA TIERRA


HE ESCRITO EL 21 DE ENERO 2011:

LEED LA CRONICA DE MIS HERMANOS AMADISIMOS. UN TESTIMONIO A LA VERDAD DE CRISTO.
JESUS DIJO:  “Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria y todos los ángeles con El, entonces se sentará sobre el trono de su gloria; y todas las naciones serán reunidas delante de El. El separará los unos de los otros, como cuando el pastor separa las ovejas de los cabritos; y pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda. Entonces el rey dirá a los de su derecha: "¡Venid, benditos de mi Padre! Heredad el reino que ha sido preparado para vosotros desde la fundación del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recibisteis; estuve desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; estuve en la cárcel, y vinisteis a Mí.” (Mateo 25, 31-36).
HE AQUI LA VERDAD.
GRACIAS HERMANOS, PAOLA, AGUSTIN Y TODOS VOSOTROS.


VUESTRO EN CRISTO GIORGIO
Pordenone (Italia)
21 de enero 2011

LA CARCEL DEL HOMBRE

Dos cárceles, una dentro de otra.
Una rodeada de altos muros, alambres de púas, torres de vigilancia, desde el automóvil por la carretera ya se distingue como una inmensa isla de hormigón, que imprime en nosotros una sensación de opresión y de pesada tristeza que se confirma mas tarde a medida que avanzamos por los numerosos puestos de chequeo y control. Estamos en la prisión de máxima seguridad sección 41, Campana, Buenos Aires. Los internos recluidos han cometido acciones repudiables por el resto de la sociedad: crímenes, muerte, violaciones... actos que como frutos podridos emergen de un árbol enteramente podrido, que algunos le llaman, de modo blasfemo, civilización occidental y cristiana. Conforme entramos en el pabellón destinado a actividades culturales, varios internos reciben la orden de ayudarnos a disponer los equipos de audio y video con los cuales presentaremos el DVD "Los mensajes secretos de la Virgen". Uno de ellos se acerca, amablemente se presenta, nos dice que trabaja para la radio que los internos tienen en ese pabellón, y nos invita gentilmente a hacernos una nota periodística. ¿Que sienten al entrar por primera vez a este lugar?, me sorprende la pregunta ya con el grabador en rec. Mi falta de reflejos me impide no ser sincero y le confieso la sensación de opresión y tristeza que me envuelve, la tensión del aire cargado de una agresividad latente que la llevan internalizada como algo ya normal. Pero también le aclaro, como gesto de cordialidad y sin dejar de ser sincero que por encima de ello y relegando todo lo anterior a un segundo plano, nuestro corazón no deja de sentir mucha alegría por la oportunidad que nos están dando de presentar un material, que creemos que de verdad los puede ayudar.
Luego nos pregunta sobre nuestra asociación y a que venimos hasta acá. Mientras respondo junto a Paola, pienso, aunque prefiero no expresarlo para no ofender la lógica añoranza del exterior, en la otra cárcel, la que es monstruosamente grande como todo el planeta, ese laberinto eterno desde cuyo centro todo es observado por un minotauro con sus ojos rojos llenos de odio...
La otra cárcel, los mismos crímenes de violencia, muerte y violación están reconfigurados formando un sistema cuyos elementos organizados alrededor de la inteligencia satánica, somos nosotros. En esta otra prisión los internos no comprenden porque están y desconocen sus delitos. Alienados por la sibilina red de la seguridad y el confort material y de los groseros placeres sensoriales, terminan por sostener este sistema hasta agotar su propia esencia vital, en vez de usarla para denunciarlo y combatirlo. El hombre, en sus constantes blasfemias, en sus constantes transgresiones, ha transformado su humanidad en una prisión, confinando su espíritu al sometimiento del mundo y sus poderes; y relativizando el peso de sus propios pecados, ha rechazado la oferta redentora para poder participar del caos llevando la oscuridad de manera implícita en todos los actos de su vida cotidiana, que agregados uno a uno, terminan en su conjunto diseminando muerte por todo el planeta.
Muertos...dejad que los muertos entierren a sus muertos.
Los muertos, que no saben que están muertos, por las noches rezan, invocan el Santo nombre de Cristo y el de su Santa Madre en vano, y en plegarias, en suplicas piden por su familia, por sus trabajos, por su salud, por dinero... ¿pero a que fuerza le están rezando? ¿A que creen que viene Cristo al mundo? ¿A sostener nuestro modo de vida? Cristo también es la destrucción de aquella falsa imagen de lo que creemos que somos y de la consecuente errada forma de vivir que elegimos, ¿alguien puede imaginar a Cristo enseñándonos a conseguir dinero, a quedarnos condicionados por nuestra familia y el entorno?, ¿alguna vez vieron a sus discípulos conformarse con lo que eran, o acaso ellos no le entregaron su vida a El, como El entregó Su vida por nosotros? El Cristo, que nos habló y nos habla, viene como hace ya más de 2000 años, todas las noches a susurrarle a nuestras conciencias:
deja todo,
vende tus cosas,
dáselas a los pobres
toma tu cruz
y sígueme.

... enseñanza esencial del Evangelio, llave para su verdadera interpretación que nos deja por medio de su propio ejemplo San Francisco de Asís, Mahatma Gandhi, Giorgio Bongiovanni...aplicable en cualquier ámbito, bajo cualquier circunstancia, siempre. La desintegración de la identidad del yo en Cristo a través del sacrificio y la negación de uno mismo que permite la reconstrucción del hombre divino, acercándonos a la verdad que nos hará libres por siempre. Este Evangelio que es también el de Maria, de búsqueda constante de perfección, de pureza, es decir... de  conversión. Evangelio que a través de la enésima lagrima de sangre nos llama desesperadamente a reiniciar este proceso extremadamente difícil e infinito y a no soltarlo nunca más. Evangelio que facilitado por el maravilloso DVD que han desarrollado nuestros hermanos por pedido de lo Alto ha llegado desde la otra cárcel a una cárcel en la ciudad de Campana. Y ha llegado hasta allí para ser compartido a través de un prisionero de si mismo que convoca a caminar juntos a prisioneros de un sistema. Todos estamos traspasados por los mismos crímenes; la opresión, el miedo y la angustia que es exactamente la misma allí adentro que allá afuera,  se evaporan en una nube y salimos a hablar con el plexo lleno de luz, con el corazón encendido del agradecimiento al cielo de poder participar de esta misión como siervos de un siervo de Dios.
Al terminar la proyección, sus almas de niños, se acercan, nos llenan de preguntas, a Paola y a mí, nos piden que volvamos, muchas cosas aún por comprender tienen que ser reveladas. El tiempo allí adentro, al igual que su hermano, el espacio, también es confinado. Los encargados de  coordinar el evento nos agradecen por la presentación, les dejamos algunos DVD y fotocopias de los mensajes que podrán ver y leer en una pequeña biblioteca. Los internos nos dicen que van a hablar con aquellos que no pudieron venir para recomendarles que asistan en un próximo encuentro, al cual por supuesto, nos comprometemos. La Verdad más grande de todos los tiempos, no reconoce límite alguno, todo lo abarca y a todos, más tarde o más temprano, nos alcanza.

Agradecemos a Juan Alberto Rambaldo, a Giorgio Bongiovanni, a Cristo.

Agustín Saiz,
Arca Campana, 19 Enero 2011.