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rosariocenaPor Maria Eugenia Cena
El tan esperado viaje de Giorgio a Argentina, para las Pascuas, a nosotros, los chicos del arca de Rosario, nos agarró con las manos en el chocolate, es decir, con el proyecto de vender huevos de Pascuas, que por primera vez se estaba concretando favorablemente, no solo por las ventas sino porque trabajabamos todos juntos, mañana, tarde y noche. Lo que me reconforta de todo lo que hicimos es notar que lo que nos propongamos en un futuro, seguro lo lograremos.
Cuando Giorgio llego a la reunión en Rosario; el sábado 30 de marzo; el arca desbordaba de gente, yo no podía creer que hubiera tanta, éramos cerca de 80 personas, pero me reconforta pensar que cada vez somos más. Durante la reunión, hizo mucho hincapié en que debemos estar unidos más que nunca, como grupo y como arcas, a causa de los grandes desafíos que debemos atravesar y porque él podía llegar a no estar algún día, y la obra debía seguir su curso, hasta que volviera en otra persona. Ese día, Bruno Alod, uno de los chicos de Rosario, recibió su rubí. Fue una gran alegría para todos.
En la reunión que se hizo en Zárate, el Domingo de Pascuas, volvimos a encontrarnos todas las arcas, esta vez éramos más de 100 y pasamos todo el día con Giorgio haciendole preguntas. Volvió a hacer hincapié en lo dicho el día anterior, nos dijo que en esta oportunidad su viaje tenía el fin  de compartir con nosotros las Pascuas, ya que él estaba siempre muy lejos, hablamos de los seres de luz, de la misión del Papa, nos explicó la diferencia entre el Dios Alá y el Dios Yavé y de las guerras que se están gestando entre otras cosas. Esa tarde tuvimos la dicha de que nos acompañe Luz de Maria. La organización estuvo perfecta, y lo que yo destaco, entre otras cosas como el calor, fue la llegada en el almuerzo, de un integrante del arca de Mexico, Carlos Alberto Santana. Haberlo visto, es para mi, entrar en la cuenta, que somos tantos los llamados a estar en la obra, que Cristo realmente prende la chispa divina en el corazón de cada candidato, y nos junta a través de la obra. Esto me hace considerar que la obra es realmente fuerte espiritualmente. La jornada fue cerrada con un espectaculo de tango, danza propia del país, cenamos y volvimos todos a casa.
El viernes 5 de abril, día de la marcha contra la energía nuclear en Atucha, fuimos convocados en Zárate a las 17:30 hs. De Rosario fuimos la mayoría jóvenes. Al llegar a Atucha, éramos 2 colectivos y una decena de autos, todos en caravana hacia la puerta de la central. La marcha fue pacífica, pero igual hubo control policial y estatal. Se armó un pequeño escenario, y empezamos el evento con banderas, pitos y matracas, bombos y redoblantes. Nos acompañaron más de una decena de organizaciones, que alzaron su voz al cielo y nombraron su justa causa. Debo reconocer que fue muy emocionante. Los obreros de la planta en alguna oportunidad repudiaron nuestra marcha, pero creo que todavía no entienden que en esto, los primeros afectados son ellos, sus hijos y sus nietos; que nuestra marcha es justa, porque queremos un mundo mejor, en absolutamente todos los aspectos.
El sábado 6, la conferencia pública, en el hotel Bauen, comenzó cerca de las 18:00 hs. La sala estaba completa, hicieron la apertura de la misma con la historia de la piedra de Artigas, y luego tomó la palabra Giorgio, nos habló sobre la tribu de Juan, la tribu de Pedro entre otras cosas y contestó muchas preguntas. Esa noche cenamos todos juntos. Una de las cosas que para mi también fue importantisimo es que Emilia, una de las chicas del Arca de Rosario recibió su rubí.
El día siguiente, en la reunión de arcas de Bs As, a la que participamos todos los que quisimos quedarnos a despedir a Giorgio, volvimos a hablar sobre el objetivo del viaje y nos aclaró que si el cielo se lo permitía, el año próximo volvería, nos propuso que, durante el año, sigamos haciendo reuniones regionales de arcas, y así poder contactarnos con él via skype, y entre nosotros. Ese día Ornella Iannitelli, una de las chicas del Arca de Bs As recibio su rubí, también nos pusimos todos felices por ella.
La jornada finalizó cerca de las 17:30 hs. cuando Giorgio se despidió de todos nosotros en la puerta del hotel, rumbo a Italia.
Este encuentro, me sirvió mucho para darme cuenta, por un lado, que cada vez somos más; que cada vez hay mas chicos jovenes, y eso me hace feliz, porque si nosotros somos el futuro de la obra, estoy feliz de llevarla a cabo con ellos; y por otro lado, lo agradable, lo necesario y sobre todo lo importante que es, año a año, reunirnos varios días todos los que estamos en la obra, amalgamarnos como una sola arca y reconocernos como seguidores de una misma causa, El Cristo.

Maria Eugenia Cena
Rosario, 9 de Abril 2013