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stfanoHOLA A TI QUE LEES...
¡Hola!
Hola, si a ti,
a ti que lees,
tú que eres mi hermano o mi hermana...
si, es cierto, tenemos padres distintos por lo tanto no es posible,
pero,
¡venimos todos del mismo lugar!
Entonces somos hermanos...
En realidad te hablo a ti, pero no a ti que eres un cuerpo,
¡te hablo a ti que eres un ALMA!
Te hablo a ti querida y amada ALMA...
Es hora de que despiertes del sueño en el que has estado por tanto tiempo...
¡Ahora es el momento de brillar y de retomar el camino que habías querido emprender al venir al mundo!
¡Ahora mismo es el tiempo de la elección!
¿Con quién quieres estar?
¿El Bien o el Mal?
Y si ¡todo depende de esta elección!
¿Quieres seguir siendo indiferente con tus Hermanos que sufren y mueren también por tu causa?
Y si, es también por tu causa si un niño muere de hambre, te preguntarás ¿porqué?
¿Yo que tengo que ver? ¡No es mi culpa! ¡Dirás!
Pero yo te digo ¿acaso haces algo para lograr que esto no ocurra?
¿Acaso te preocupas por ayudarlos de alguna forma para que dejen de pasar hambre?
¿O bien piensas: pobrecitos, y sigues de largo?
¡También es culpa tuya porque existe la Mafia!
¡Y aquí harás la misma pregunta y afirmación!
¡¿Yo qué tengo que ver?!
¿Acaso te pones en primera línea para hablar de Justicia?
¿Defiendes a los inocentes?
¿Luchas por las causas injustas que padecen tus hermanos?
¡O bien dices: y de todos modos no puedo hacer nada!
¡También es culpa tuya porque existe la Guerra!
¡No, esto no, dirás! Yo no mato a nadie ni destruyo casas y edificios con misiles!
Claro que no lo haces, pero si haces la guerra con tus hermanos y con aquellos a quienes tienes cerca, por envidia, haces desprecios, por arrogancia te muestras superior, aplastando y sin que te importe nada de los demás.
Entonces ¿sigues creyendo que no es todo culpa tuya lo que te rodea?
¿Qué estás haciendo para lograr que el lugar en el que vives mejore?
¿Todavía crees que puedes acumular riquezas terrenales por algún motivo válido?
Cuando dejes tu cuerpo todas las riquezas terrenales acumuladas quedarán aquí y te iras pobre.
¿Piensas que a lo mejor es cierto?
Tarde o temprano, es inevitable ¡morirás!
¡Ya no estarás aquí!
¡No tendrás más nada de lo que has hecho aquí en la tierra!
Pero te digo que todo esto lo puedes cambiar.
¡Te puedes ir rico!
¡Podrás dejar aquí tu impresión indeleble en la tierra!
¿Quieres saber como?
¡Comienza a Amar tu vida!
El Regalo más precioso que te ha sido dado.
Respeta tu vida dejando de ponerla en peligro, amate y cuida el tiempo que tienes a disposición ¡a este tiempo nadie de lo devolverá!
¡Comienza a amar a tus hermanos, comienza a arremangarte las mangas por aquel que tiene menos suerte que la tuya y que no tiene nada más que la posibilidad de que tú puedas tenderle la mano o hablar para defenderlo!
Sé fuerte e implacable contra las injusticias, sé el primero en hacer lo que los demás no hacen por miedo a ser juzgados, si haces el bien y sientes que es justo hacerlo nadie podrá detenerte, pero no seas hipócrita, tienes que ser verdadero y demostrar con los hechos las palabras que dices!
Tienes que dar el ejemplo para ser creíble, las palabras tienen que ser coherentes con las acciones que emprendes.
¿Quieres seguir siendo un espectador de la vida o quieres vivirla?
¡Tienes poco tiempo a disposición para poder elegir qué es lo que quieres hacer del regalo precioso que te ha sido entregado, dentro de poco los acontecimientos que se presentarán ante tus ojos te harán pensar una vez más únicamente en ti mismo!
Porque es eso lo que haces, cuando ves un terremoto o todas las personas que pierden su casa, dices: bueno, les pasó a ellos y no a mi...
Cuando ves la guerra y personas asesinadas en sus casas destruidas por las bombas, dices: menos mal que aquí no estamos en guerra...
Los hechos de hoy hablan claro, estamos todos cerca de padecer una catastrofe natural o una guerra...
¡Entonces elige de qué parte estar!
Reflexiona, porque si no lo haces quiere decir que no tienes ojos para ver ni oídos para oír, pero mucho menos corazón para vivir.
Te quiero mucho querido hermano y querida hermana, y me entristece verte sufrir a causa de tu elección de no querer abrir los ojos, de no querer escuchar y de no hacer latir tu corazón.
Con afecto sincero.
Stefano Ravera
21 de Noviembre de 2012