«El arte de la guerra»
por Manlio Dinucci
La entrega anual de las estadísticas oficiales sobre el gasto militar, publicada por el Instituto Internacional de Estudios para la Paz, muestra que después de un ligero descenso en 2014 –provocado por las restricciones presupuestarias en Estados Unidos– el presente año 2015 se caracterizará probablemente por una nueva aceleración de los gastos en materia de armamento a nivel mundial. Mientras Rusia y China refuerzan sus medios de defensa para tratar de protegerse, el gasto militar de Arabia Saudita se dispara a causa de la creación de la Fuerza Común Árabe y de la agresión contra Yemen.
El gasto militar de Italia –calculado según la tasa de cambio normal entre el dólar estadounidense y el euro– se elevó de 65 millones de euros al día –en 2013– a 70 millones diarios en 2014 [1]. Incluso en caso de que se mantuviera en el nivel actual –lo cual es imposible ya que la OTAN está empeñada en que sus miembros aumenten sus gastos en el sector militar), el gasto militar correspondiente al año 2014 equivale, según la tasa de cambio actual, a 29 200 millones de euros, o sea 80 millones de euros diarios.
Eso es lo que se desprende de los datos sobre el gasto militar mundial, publicados por el SIPRI el 13 de abril de 2015 [2] y mucho más precisos que los del ministerio italiano de Defensa, cuyo presupuesto oficial se elevó en 2014 a 18 200 millones de euros, equivalentes a unos 50 millones de euros diarios.
Pero hay que agregar a esa cifra otros gastos militares que no aparecen en el presupuesto destinado a la defensa pero que afectan al ministerio de Desarrollo Económico y que se destinan a la construcción de barcos de guerra, de cazabombarderos y de sistemas de armas, mientras que el financiamiento de las operaciones militares en el exterior, proviene del presupuesto del ministerio de Economía y Finanzas.
El SIPRI sitúa a Italia en el 12º lugar mundial en materia de gasto militar. En primer lugar y muy por delante de sus más cercanos seguidores se mantiene Estados Unidos, que en 2014 dedicó al sector militar 610 000 millones de dólares (equivalentes a 575 000 millones de euros actuales).
Si nos basamos únicamente en los presupuestos de sus ministerios de Defensa, los 28 países de la OTAN dedicaron a ese sector –según las estadísticas oficiales correspondientes a 2013– más 1 000 millardos [3] de dólares anuales, que representan el 56% del gasto militar mundial recogido por el SIPRI.
Pero, en realidad, el gasto de la OTAN es muy superior a esa cifra, sobre todo porque a los gastos del Pentágono hay que agregarles elevadísimos gastos militar que no aparecen en el presupuesto del Departamento de Defensa.
Por ejemplo, los gastos correspondientes al armamento nuclear de Estados Unidos (12 000 millones de dólares al año) salen del presupuesto del Departamento de Energía; las ayudas militares y económicas a aliados estratégicos (47 000 millones anuales) salen de los presupuestos del Departamento de Estado y de la USAID [Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional, siglas en inglés.]; las pensiones de los militares retirados (164 000 millones de dólares anuales) salen del presupuesto del Departamento de Veteranos.
Y también están los gastos de los servicios de inteligencia estadounidenses, cuya cifra oficial (45 000 millones de dólares anuales) es solamente la punta visible del iceberg. Al agregar esos fondos –y otros más– a los gastos del Pentágono se comprueba que Estados Unidos dedica al sector militar alrededor de 900 000 millones de dólares al año, cerca de la mitad del gasto militar mundial, o sea que en el presupuesto federal estadounidense casi 1 dólar de cada 4 se dedica al sector militar.
Después de Estados Unidos, aparecen en la estadística del SIPRI China, con un gasto militar estimado en 216 000 millones de dólares (alrededor de un tercio del de Estados Unidos) y Rusia, con 85 000 millones (alrededor de una séptima parte del de Estados Unidos). Les siguen, Arabia Saudita, Francia, Gran Bretaña, la India, Alemania, Japón, Corea del Sur, Brasil, Italia, Australia, los Emiratos Árabes Unidos y Turquía.
El gasto militar total de esos 15 países representa, según el estimado del SIPRI, el 80% del gasto militar mundial, lo cual muestra que Rusia y China están tratando de reducir la distancia que las separa de Estados Unidos: en 2013-2014 Rusia aumentó su gasto militar en un 8,1% y el de China ascendió en un 9,7%.
Pero los de otros países aumentaron aún más. En ese caso se encuentran Polonia (con un aumento de 13% en un año), Paraguay (13%), Arabia Saudita (17%), Afganistán (20%), Ucrania (23%) y la República del Congo (88%).
Los datos del SIPRI confirman que el gasto militar mundial aumentó a un nivel superior al del último periodo de la guerra fría: cada minuto se gastan en el mundo 3,4 millones de dólares con objetivos militares, o sea 204 millones por hora o 4 900 millones de dólares diarios.
Todo lo anterior es solamente un estimado por defecto de esa loca carrera guerrerista, que provoca masacres no sólo porque conduce al uso creciente de la fuerza sino también porque consume recursos vitales necesarios para luchar contra la pobreza.
Red Voltaire | Roma (Italia) | 15 de abril de 2015
Manlio Dinucci
SIPRI: Aumenta el gasto militar en el mundo
En la mayoría de los países del mundo aumenta el gasto militar, no solamente para la adquisición de armamento, sino también para mejorar la situación socioeconómica de los soldados y funcionarios del sector castrense.
El más reciente informe del Instituto Internacional de Estocolmo para la Investigación de la Paz (SIPRI) revela que el gasto militar se intensificó en la mayoría de los países en 2013. Puede que el total de las inversiones destinadas al sector castrense se haya reducido en un 1,9 por ciento gracias a los recortes realizados tanto por Estados Unidos –tras retirarse de Irak– como por algunos de los socios europeos de la OTAN –exceptuados Alemania y Polonia–, pero, en el resto del mundo, la tendencia a apertrechar a las Fuerzas Armadas se acentuó.
El hecho de que Estados Unidos –responsable de un tercio del gasto militar global– “sólo” haya invertido 1.700 millones de dólares en el sector castrense el año pasado influyó considerablemente en la última estadística del SIPRI. Esta institución no sólo toma en cuenta los recursos reservados para la adquisición de armamento, sino también aquellos destinados a la manutención de las tropas, los costos administrativos y el presupuesto para la investigación científica, el mantenimiento de la infraestructura y los planes de construcción.
Rusia y China se apertrechan
“Rusia se está esforzando en volver a ser un país militarmente fuerte”, dice Brzoska.
Michael Brzoska, director del Instituto para la Investigación de la Paz y la Política de Seguridad (IFSH), de Hamburgo, señala que, por primera vez en quince años, la porción del Producto Social Bruto ruso destinada al gasto militar es mayor que la de Estados Unidos. “Rusia se está esforzando en volver a ser un país militarmente fuerte”, dice Brzoska, acotando que su industria armamentista quedó en el suelo en la década de los noventa y aún tiene muchas limitaciones por compensar.
No obstante, el gigante de Eurasia aparece en el tercer lugar del ranking de Sipri. El segundo lugar lo ocupa China. “Pekín aumenta los gastos en materia de armamento y entrenamiento”, asegura Samuel Perlo-Freeman, coordinador del estudio en cuestión. El experto sostiene que el gasto militar chino aumentó en un 7,4 por ciento, dejando claro que se trata de una cifra estaba basada en estimaciones. Después de todo, los planes y la distribución de los recursos para las Fuerzas Armadas chinas siguen siendo prácticamente secretos.
Fenómeno económico
Arabia Saudita está en el cuarto lugar de la lista de los países con mayor presupuesto para el sector castrense.
En este sentido, los países del Cercano Oriente tampoco sobresalen por su transparencia. Para el año 2013 no hubo datos disponibles sobre el gasto militar en Irán, Catar, Siria, Yemen ni los Emiratos Árabes. Sin embargo, a juicio del SIPRI, todo apunta a que el aumento de los recursos para el sector castrense se mantiene en esa región. Eso se debe a las recurrentes tensiones que se viven en la región en materia de seguridad y también a los ingresos petroleros, que son cada vez mayores.
Arabia Saudita está en el cuarto lugar de la lista de los países con mayor presupuesto para el sector castrense. “El gasto militar es atractivo, en parte, porque permite transferir los petrodólares a las cuentas bancarias privadas”, argumenta Perlo-Freeman. Eso ayuda a explicar también el hecho de que, en 2013, Argelia haya inyectado más dinero en su institución castrense que cualquier otro país africano en la historia: más de 10.000 millones de dólares provenientes de la exportación de petróleo y gas natural.
También en los países centroamericanos –sobre todo en Nicaragua, Guatemala y Honduras– aumenta el gasto militar. Ese fenómeno es atribuido al esfuerzo de los Gobiernos de esa región por doblegar a los carteles de la droga. Considerando a América Latina como subcontinente, el gasto militar registró un ligero aumento, aseguran los expertos del SIPRI.
http://www.dw.de/sipri-aumenta-el-gasto-militar-en-el-mundo/a-17565025