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Gesu-Sinedrio100LA PLAZA DE LOS MÁRTIRES

Esos pies traspasados por las llagas caminan lentamente en una de las plazas de la ciudad de Asunción, Paraguay. Con humildes zapatos del color de la noche ese paso doloroso recorre repetidamente el perímetro del palco marcando el correr del tiempo. La mirada se dirige una vez más hacia la pantalla de su teléfono celular. Son las 19:00 hs. la cita con el público había sido fijada para las 18:30 hs. Pero como es sabido la impuntualidad es una característica de las tierras del sur. Esperamos un poco más. Sus ojos sondean la plaza. La expresión de su rostro atraviesa mi pecho. Giorgio Bongiovanni, 51 años, señalado desde hace 25 años por las llagas sagradas de la pasión de Cristo, su vida ha sido tocada por una profunda experiencia mística, espiritual y completamente dedicada a una constante obra social. Ha recorrido 12.000 kilómetros para estar aquí, junto a sus hermanos y colaboradores en esta tierra de Paraguay, junto a Su hijo Giovanni, a los amigos que lo han acompañado desde Italia y a los hermanos que llegaron desde Argentina, desde Uruguay, desde Chile. Detrás suyo está la familia Medina, completa. Los hermanos, las hermanas, la madre, el padre y la hija mayor de Pablo están allí, sentados en algunas sillas ubicadas en un gasebo. En sus rostros marcados por el dolor se ve toda la rabia, la impotencia, el deseo de una justicia verdadera que no volverá a la vida a su amado Pablo pero que quizás pueda darles un atisbo de paz para seguir viviendo. La mirada de Giorgio se detiene una vez más en las agujas del reloj y nuevamente frente a él, en la plaza. Doscientas personas, o quizás más, esperan que comience el evento. Nosotros somos cien. A lo lejos observo a mis hermanos que aprovechan los últimos minutos para seguir llamando la atención de la gente, invitándola a participar. Otros, listos, cada uno en su lugar operativo, miran a su alrededor. La expresión de una expectativa desilusionada presente en los rostros de nuestros jóvenes me desintegra el corazón. ¿Dónde están las miles de personas que se unen al dolor de esta familia destruida? ¿Dónde está la indignación de un pueblo oprimido desde hace siglos y que finalmente grita: “¡basta!”? Logro ver algunas personas detrás de las ventanas, o en los balcones de los edificios vecinos. Quizás quieren escuchar sin que se note mucho. Lamentablemente la situación me recuerda a mi tierra. A nuestra ciudad: Palermo, donde la ley del silencio se ha convertido en bandera. Ira, cólera, rabia, disgusto, se apoderan de mí invadiéndome como un río en crecida, atravesando cada átomo de mi cuerpo y cada célula de mi espíritu. ¡No es justo! Grito al cielo en silencio.

¡No es justo! Y una oración que hago a Aquel que todo lo ve y que sigue esperando, brota prepotente desde lo profundo de mi alma. ¡Padre, haz que descienda tu justicia divina porque en este mundo nada es justo! Rescata de esta humanidad infernal a tus pequeños y sopla Tu fuego sagrado purificador sobre esta tierra. Levanta los océanos para que limpien este mundo con tal de que el gérmen del mal sea erradicado de esta sociedad cobarde, malvada, perversa, indiferente y egoísta.

Venga tu reino donde tus hijos finalmente puedan ser recibidos al haber sido desarraigados hacia un mundo que no les pertenece, los hombres de buena voluntad, los puros, los pacíficos, los sedientos de justicia. ¿En cuántas plazas, Padre mío, tenemos que seguir escuchando Barrabás? ¿Acaso no te parece que ya es suficiente?

Los buenos son pocos y en realidad los malos tampoco son muchos. Pero es la gran masa la que hace la diferencia. Sobre quienes el Señor dijo: “A los tibios los vomitaré de mi boca”. Son precisamente ellos los que hacen la diferencia, la gente del pueblo. Holgazana, miedosa, cobarde, ingrata, incapaz de tomar una posición, de decidir de qué lado estar, de luchar por los verdaderos ideales, de combatir valientemente por el futuro de sus hijos apoyando las batallas de los justos. A Jesús Cristo lo dejaron solo. Su misma gente fue la que lo traicionó y asesinó. Hombres y mujeres a los que Él, el hijo del Hombre, había curado en la carne y en el espíritu. Lo dejaron solo. No lo defendieron. No lo protegieron. Se vendieron por miedo, por arrogancia, por bajeza. Él, el mayor revolucionario de todos los tiempos, que tenía poder sobre la vida y la muerte de los hombres, que mandaba a las fuerzas de la naturaleza para que hicieran limpieza y las mismas le obedecían, que sabía entrar en el duro corazón del hombre dándoles al mismo tiempo la frescura de un niño y la sabiduría de un anciano. Él, que sobre ese camino polvoriento que llevaba al Gólgota cayó por el peso de la cruz y le dijo a su Madre que corrió a sostenerlo: “Ves Madre yo hago nuevas todas las cosas”. Él, con ese sublime sacrificio desgarró los cielos y le ganó al mundo, liberando a los hombres de la muerte, devolviéndoles la clave del conocimiento. Y por amor, solo por amor, siguió volviendo a la tierra por aquellos que el Padre había dejado en el mundo pero que no son del mundo, a través de innumerables hombres y mujeres que a lo largo de los siglos han dado su vida para defender Sus ideales. A lo largo de la historia de nuestra humanidad, de Oriente a Occidente hemos tenido mártires, hasta llegar a nuestros días. Bajo un guión que se repite en forma trágica e idéntica. Al final, sin excepción alguna, todos fueron dejados solos para luchar y defender los altos ideales de Justicia y Verdad, traicionados por el Judas de cada uno, o por la gente. Por dar algunos nombres, Giordano Bruno, Ernesto Guevara, Martin Luther King, Juana De Arco, Mahatma Gandhi, Papa Luciani, Padre Puglisi, Peppino Impastato, Carlo Alberto Dalla Chiesa, Giovanni Falcone, Paolo Borsellino. Y ahora Pablo Medina. La lista de los mártires que han bañado de sangre nuestras sucias y míseras consciencias es muy larga.

Levanto los ojos al cielo y en ese grito silencioso pronuncio una única plegaria. Padre, deja caer esa cruz que el hombre erigió crucificando a Tu hijo predilecto, nuestro Señor, el Rey de los universos, deja caer esa cruz sobre esta tierra, esa cruz que se sigue erigiendo cada día con el martirio de los justos y la masacre de los inocentes. Déjala caer para que el hombre pueda recordar que eres el Creador y no solo lo creado, y que al bajar la cabeza pueda finalmente despertar de este sueño maléfico, golpeándose el pecho con su puño pidiéndote perdón por haberse olvidado de Él, por haber violado a todas Tus criaturas, por haber destruido Tu Creación. Un ojo invisible observa y escribe en la libreta de la vida imprimiendo esas imágenes en la historia de este tiempo. Una nueva plaza. Un nuevo palco. Esos pies. Esa mirada. Esos ojos perdidos de una hija destrozada por el dolor. La conmovedora humildad de una madre y un padre que siguen encontrando la fuerza para sostener en sus manos un afiche que dice “Justicia para Pablo”. Apretando fuerte como si su hijo asesinado estuviera allí, en ese pedazo de papel arrugado. Una madre a la que lo único que le ha quedado es el aliento para decir: justicia. Una nueva imagen de la piedad. Un nuevo hijo que ha sido bajado de la cruz y depositado en los brazos de su madre.

Las actividades

Dos semanas antes Jean Georges Almendras, ex periodista de “Canal 4”, emisora nacional de Montevideo, Uruguay, quien también fue aislado por su orgullosa obstinación en decir siempre la verdad, llegó a esta tierra para ayudar al representante de Giorgio Bongiovanni en Paraguay, Omar Cristaldo, y a su delegado en lo que respecta a las actividades antimafia, el magistrado Jorge Figueredo. Georges viajó junto a la madre de su hijo Giorgio David, nuestra amada Erika, responsable de las arcas de Uruguay, junto a la dulce Emilia, de 19 años, vice responsable del arca de Rosario acompañada por su padre Martín y por nuestro querido Bruno, también de 19 años. Ellos fueron los encargados de preparar todo para cuando llegara Giorgio, planteando las bases para albergar a todos los hermanos organizando las actividades de preparación del evento tan esperado. Giorgio, acompañado por Giovanni, Walter, Francesco, Marco, Francesca y por quien escribe, luego de nueve años pone pie en tierra paraguaya. Hoy es 14 de Noviembre. También acaba de llegar su representante en toda Latinoamérica, el Juez Juan Alberto Rambaldo, junto a su mujer Alejandra y en etapas van llegando además todos los hermanos de las diferentes arcas de Argentina, de Uruguay y de Chile. Tres días intensos de incesante trabajo para todos. La cocina, la seguridad, el volanteo, la difusión. Quisiera nombrarlos a todos, por lo preciosos que sois, uno por uno. Primero que nada los jóvenes, Bruno, Tomás, Patricio, Matías, Fermín, Ornella, Chacho, Patricia, Maria Eugenia... Todos, sin excepción. 10.000 afiches pegados y 50.000 volantes entregados en toda la ciudad, la conferencia de prensa y las comunicaciones enviadas a los medios de información locales y nacionales, la entrevista realizada a Giorgio por el periódico “ABC Color”, en el que trabajaba Pablo Medina y en el que ahora ha quedado una silla vacía. Los programas de radio y televisión. Las noches pasadas en vela. Hombres y mujeres, juntos, después de haber viajado miles de kilómetros, dejando el trabajo, la familia, endeudándose para poder afrontar los gastos del viaje, conviviendo juntos (alrededor de 90 personas) en la casa de los queridos Omar e Hilda, junto a ellos sus hermosos hijos, Lucero, Giovanni, Julio César, Andrés con sus respectivas compañeras y la más pequeña de la casa, la dulce Alana María Paz, quienes de repente se han sentido rodeados en su propia casa por una “tribu” de personas, quedando involucrados plenamente en las diferentes actividades.

“Les pedimos más al Estado, a la magistratura y a la política” dijo Giorgio Bongiovanni ante los micrófonos de los periodistas y cronistas a lo largo de los diferentes encuentros con los medios de comunicación “para que se logre evitar que el poder se corrompa con la mafia. Paraguay es un país extraordinario, tenéis que evitar que se transforme en un estado narco. Queremos llegar a sensibilizar a los ciudadanos porque cuando el pueblo comienza a tomar consciencia es cuando puede levantarse. En todo esto la prensa tiene una gran responsabilidad. En Italia hemos juntado miles de firmas para pedirle al Gobierno que promulgue leyes antimafia y para reclamar justicia. Si aquí, en Paraguay, no se aprueba una ley severa que castigue el delito por mafia morirán otros Pablo Medina. Es importante ir a las escuelas, invitar a los magistrados para que hablen con los chicos, invertir en la educación hacia la legalidad, en contra de la droga, en contra del narcotráfico. Al principio no es necesario declarar abiertamente que uno está en contra del narcotráfico, porque comprendo el miedo de la gente, pero por lo pronto es necesario alejarse de todo eso. Si el Estado protegiera a los arrepentidos mafiosos y apoyara el trabajo de la policía que no es corrupta, la gente comenzaría a tener confianza nuevamente. Nosotros queremos darle esperanza a la gente”.

La movilización

18 de Noviembre. Asunción. Comienza la manifestación en la “Plaza de la Democracia”. Juan Carlos Paolini del programa de radio “Tierra Viva” que se emite desde la ciudad de Rosario (Santa Fe- Argentina) abre el evento al que se han adherido el Sindicato de periodistas, la Coordinadora de abogados de Paraguay, el famoso periodista Eduardo Galeano, y la Federación nacional de estudiantes de secundaria. Luego toma la palabra el periodista Jean Georges Almendras, quien destaca que la intención de la movilización es la de llamar la atención de los ciudadanos del pueblo paraguayo para que se tome conciencia y se reaccione ante un hecho tan grave como el asesinato de un periodista suyo. Un hombre con la frente bien alta como Pablo Medina. “La justicia actúa para someter a los que exigen sus derechos y a los que quieren decir la verdad.” (...) “Nosotros como ciudadanos reafirmamos que el responsable directo de lo que está ocurriendo es el Presidente de la República.” (...) “Los tres poderes del Estado son responsables de la muerte de Medina” denuncia el representante de la Federación Nacional de estudiantes, el joven Federico Enciso mientras que el periodista Antonio Pecci del diario “Última Hora” representante de la Coordinadora de Periodistas en Alerta recuerda que “Para mi es un deber como periodista y como un ciudadano estar en un acto como este para pedir  justicia por Pablo y por los más de 30 colegas asesinados en 25 años” (...) “no es un hecho aislado, hay 130 dirigentes sociales asesinados en estos 25 años de Democracia, quiere decir que no estamos en una Democracia plena en este País.” (...) “Si en Paraguay no nos organizamos, si la ciudadanía, los hombres y mujeres no se organizan quiere decir que dejaremos nuestro destino en las manos de los asesinos”. (...) “Tenemos que comprender este fenómeno nuevo de la narco-política, que los tentáculos del narcotráfico están metidos en el Poder Judicial, en el Parlamento, en los partidos políticos” (...) El Padre Oliva, un sacerdote misionero que trabaja en la ciudad de Asunción, se detiene en el punto de la urgente necesidad de una mayor seguridad para los periodistas amenazados: “Tenemos que pedir mayor protección para los periodistas que se encuentran en primera linea en todo el mundo, porque a menudo no se capta cuál es el peligro que corren cuando denuncian a los sicarios y a los corruptos. Hoy los periodistas terminan siendo asesinados y nosotros los lloramos, pero en realidad antes se tendrían que haber dispuesto medidas adecuadas de protección. En este País se actúa en la impunidad” - afirma posteriormente Kattya Gonzalez presidenta de la Coordinadora de abogados paraguayos – “En este País la riqueza se concentra en las manos de muy pocos y la mayoría del pueblo tiene mendigar no solamente pan para su mesa, sino también tiene que mendigar servicios básicos y tambíen justicia, y eso duele”. (...) “Es por ello que el Paraguay tiene que empezar a debatir, a indignarse.” (...) “Cuando se mata a un periodista, se le da estocada al corazón del proceso democrático porque es a través del periodismo y de la prensa se visibilizan las ideas ciudadanas, a través de los medios estamos creando esa conciencia crítica.” (...) “Un País sin justicia es un País que no tiene paz, a Paraguay le falta justicia.” Los oradores se suceden uno detrás de otro expresando con fuerza su denuncia y dando su solidaridad a la familia de Pablo Medina, el periodista del periódico nacional “ABC Color”, quien además era un colaborador, amigo y hermano nuestro, asesinado por haber sido un obstáculo a los intereses del poder político-mafioso del Paraguay. “Se creía que la droga era una cuestión puntual” afirma el Juez Juan Alberto Rambaldo, “en realidad la metodología es única y pertenece a todo el ámbito en el que se desarrolla este espantoso pulpo que se llama crimen organizado y narcotráfico. Este no es un problema paraguayo, la droga de Paraguay va a Brasil, a Argentina, a Chile, a Uruguay y hasta Europa” – continúa – “es decir ellos utilizan las limitación estructural de la justicia de cada País para limitar sus posibilidades de ser reprimidos.” (...) “Esa lucha contra el crimen organizado no tiene simplemente la imagen de los sicarios que matan a los periodistas o a aquellos que luchan por la libertad, atrás de esos sicarios hay ideólogos, hay intereses, has estructuras formadas para lavar el dinero que se recauda de la comercialización de los narcóticos.” (...) “No podemos quedarnos quietos porque se está conformando un estado criminal dentro de nuestros Estados nacionales. Pero recordemos una cosa: la fuerza radica en el pueblo y solo el pueblo salvará al pueblo”. Incluso el Senador Luis Alberto Wagner del Partido Liberal confirmó la presencia de la mafia en las instituciones paraguayas y de la fuerte vigencia de una ley del silencio. Luego al referirse a Vilmar Acosta, acusado de ser el ideólogo del homicidio de Medina y a su hermano, Vidal Acosta, dijo: “En el patio de su casa encontraron restos de personas asesinadas, torturadas y ellos fueron liberados, el Ministro de la Corte, Víctor Núñez, ratificó la libertad de ambos. ¿Si eso no es un narcoministro qué es.” (...) “Si Núñes no les aprobaba su libertad ambos habrían estado en la cárcel y entonces Pablo posiblemente no habría muerto” – concluye el Senador. Luego llega el turno de Jorge Figueredo: “Me indigna que en este País sigamos permitiendo que la narcopolítica se infiltre en nuestras instituciones, se infiltre en los tres poderes del Estado. Aquel que tiene miedo muere todos los días, aquel que no tiene miedo muere una sola vez” - dice el magistrado recordando las palabras de Paolo Borsellino -. “Reivindico la figura del amigo, del compañero, del hermano, Pablo Medina, porque realmente Pablo dio la vida por cada uno de nosotros. Pero no recordemos a Pablo muerto porque Pablo no está muerto, porque por medio de nuestras piernas, de nuestras luchas sigue viviendo, porque los ideales no mueren. Pueden matar un cuerpo pero jamás los ideales, pueden matar un físico pero jamás las utopías, porque las utopías de paz y amor muy pronto se van a hacer realidad en la nueva civilización. Exigimos a los tres poderes del Estado que tengan la voluntad política de combatir realmente no solo al crimen organizado, sino a la mafia que está carcomiendo a nuestras sociedades. Y para que esa lucha tenga éxito depende de cada uno de nosotros, cada uno de los ciudadanos paraguayos y latinoamericanos debemos ser protagonistas del cambio y debemos resistir y para mantener la resistencia debe iniciarse en este País una verdadera revolución civil” concluye Figueredo con gran pasión.

La palabra pasa al director de la revista AntimafiaDuemila, el inspirador del evento, Giorgio Bongiovanni, quien llama al palco a la hija de Pablo, Dyrsen Medina. A su lado y mirando a las cámaras de televisión que filman la manifestación, se dirige al Alcalde de Ypejhú, Vilmar Acosta Marques, conocido como "Neneco" Acosta, acusado precisamente de ser el ideólogo del homicidio del periodista y de su asistente Antonia Almada: “Antes que nada quiero decirle al señor Acosta, el asesino de Pablo Medina, y a todo su clan mafioso: ¡Entrégate! ¡Es inútil que sigas prófugo! ¡Declara ante la justicia quiénes son tus cómplices! ¡Tienes que decir quién te ordenó el delito de Pablo Medina, nosotros sabemos que no has sido solo tú, cobarde, no has sido solo tú, Acosta y tus hermanos, y tus cómplices, hay alguien arriba! Señor Presidente Cartes ¿usted tiene miedo de que Acosta declare, quiénes son todos los cómplices políticos? ¡Entrégate si tienes un poco de dignidad, frente a la hija de Pablo te lo pido, porque puedes seguramente escapar de la justicia humana, pero nunca lograrás escapar de la Justicia Divina. No tienes ningún lugar del mundo en el que te puedas esconder. ¡Entrégate! ¡Declara la verdad y así podrás salvar tu alma, y quizás liberarías a este País de los cómplices narcotraficantes”. Bongiovanni le pide a los representantes de la comisión bicameral que fue creada posteriormente al asesinato de Pablo Medina que “propongan una ley al Gobierno, una ley antimafia, donde el delito de mafia, simplemente por el hecho de ser mafioso sea castigado con muchos años de cárcel, como la que tenemos en Italia, y que tutele a los arrepentidos; Italia es la patria de la mafia, pero también es la patria de la antimafia, que no quiere que el Estado se transforme en un Estado-mafia. El pueblo no tiene que permitirlo, el pueblo se tiene que levantar, hoy es un día de inicio, de inicio de una protesta, el pero es el inicio de un nuevo camino de revolución civil”. Dirigiéndose al Ministro Víctor Núñez quien descalificó las investigaciones periodísticas de Pablo Medina dijo: “Le pedimos al señor Ministro que renuncie. Yo creo más en mi amigo Pablo que decía que usted es amigo de los narcos que en usted que dice que mi amigo escribía mentiras! ¡Renuncie, señor Ministro, renuncie a su cargo! ¡Usted ofende la Constitución de su País!”

Junto a Giorgio se encuentra Dyrsen Medina quien con toda su rabia y desesperación pide justicia por su padre arriba del palco: “Mi padre era un gran hombre que dio la vida por decir la verdad. Si no estamos unidos en esto todos estaremos condenados a morir. Tenemos que unirnos, y decir: ¡Basta a la impunidad! El Paraguay merece justicia, yo y mi familia pedimos un proceso político, queremos un Paraguay limpio, queremos un Paraguay en paz y todo depende de nosotros. Mi padre nos dejó un valioso ideal por el cual luchar, tenemos que seguir luchando. No podemos permitir más muertes”. 

(https://www.youtube.com/watch?v=YWsFpludTLY) Con lágrimas en los ojos denunció gritando: “Quiero hacer una denuncia pública al diario ‘ABC Color’, porque estoy muy indignada de que se utilice el nombre de mi padre. Exijo y prohibo totalmente cualquier publicación. Yo se muchas cosas y las diré a su debido tiempo” y así continúa Dyrsen, con toda su desesperación que quedará impresa en nuestros corazones para siempre: “¿Por qué le sacaron la custodia a mi papá en el momento que el más lo necesitaba? La Dirección de ABC Color sabía bien los riesgos que corría mi padre, sabía de las amenazas, pero nunca lo protegieron. A veces pagaba de su bolsillo la protección para algún servicio periodístico. ¡Le dejaron solo! ¡Ahora basta! ¡Tres muertos en la misma casa son muchos!"

Los hermanos de Pablo, Francisco y Gaspar Medina, sostienen a su sobrina que ha quedado huérfana de padre, de un padre especial, único, al que ella, la primogénita, adoraba muchísimo. A su lado también se encuentra el hijo de Salvador Medina de 13 años. “Ya hemos perdido tres miembros de nuestra familia” continúa diciendo Francisco, denunciando la corrupción que se encuentra detrás de las instituciones provocando magnicidios de hombres libres que “molestan y obstaculizan” al poder “a mi mamá parecería ser que ya se le acabaron las lágrimas, a mi papá también, ya no podemos llorar” dicen y dirigiéndose al Ministro Núñez continúan: “Le aseguro al señor Ministro que jamás Pablo escribió lo que no sabía, él tenía sus fuentes y en esas fuentes se basaba y corroboraba fehacientemente antes de informar. Jamás entró en contradicción.” (...) “La idea que dejó Pablo que continúe para siempre entre nosotros”, concluye hablando en guaraní, el idioma nativo, trayendo hacia nosotros bajo ese cielo estrellado el fuerte grito de los antiguos guerreros indios que se eleva hasta el Gran Espíritu.

La manifestación llega a su fin con las conmovedoras imágenes del video dedicado a Pablo Medina, inspirado por Giorgio Bongiovanni y realizado por Giorgio Barbagallo, entre las desgarradoras lágrimas de sus familiares. Al final de la movilización un enviado de la Televisión Nacional paraguaya “Tele Futuro” en desde la Plaza de la Democracia, en vivo para el Noticiero de la noche a Giorgio Bongiovanni y a Dyrsen Medina.

Consideraciones y victorias

El pueblo estaba ausente en la plaza pero el evento ha provocado un gran impacto por la repercusión mediática que ha tenido el hecho de que una delegación de diferentes países europeos y latinoamericanos haya sido la que se ha interesado del caso. Por ahora los asesinos siguen prófugos y los ideólogos de rostro oculto siguen impunes pero, así como en Italia, hay un antes y un después de Paolo, ahora en Paraguay está ocurriendo lo mismo con la muerte de Pablo. Desde la desaparición del periodista de “ABC Color” se ha instituido por primera vez una Comisión bicameral que investigará sobre el homicidio, la misma se encuentra formada por tres Senadores (Arnoldo Wiens del Partido Colorado, Luis A. Wagner del Partido Liberal y Miguel A. López Perito, del movimiento Avanza País) y por tres Diputados (Olimpio Rojas, Pablino Rodriguez y Tomás Rivas Benítez). La Comisión trabajará en sinergia con el Poder Judicial, el Ministerio Público y los organismos de seguridad del Estado. Durante estos intensos días de actividad representantes de AntimafiaDuemila se han reunido con la Comisión, representada por el Senador del Congreso Nacional Dr. Arnoldo Wiens y con su colega parlamentario, Arnaldo Giuzzio, para solicitarle la promulgación de nuevas leyes que puedan castigar la connivencia de hombres de las instituciones con el poder mafioso.

La magistrada Sandra Quiñónez quien tiene a su cargo las investigaciones interrogará al actual Intendente de Ypejhú, Emigdio Morel, y a sus concejales, después de la fuga del anterior Intendente, Vilmar Acosta (considerado el ideólgo del homicidio Medina-Almada y que actualmente se encuentra prófugo de la justicia).

El Senador Arnaldo Giuzzio, ex magistrado antidroga que ahora pertenece al bloque del Partido Democrático progresista, acusó duramente durante la sesión del Senado a algunos políticos de tener contactos con los narcotraficantes, presentando una lista de nombres basada en escuchas telefónicas y otros datos recopilados por la SENAD (Secretaría Nacional Antidroga), dicho organismo ha emprendido una operación conjunta para eliminar la enorme cantidad de marihuana de la zona controlada por el clan mafioso Acosta Marques, responsable del homicidio del periodista Pablo Medina y de su asistente Antonia Almada.

Del operativo, reforzado por la presencia de helicópteros, participaron cien hombres que requisaron toda la zona incluso en busca del clan que aún se encuentra prófugo.

Por otro lado los medios de comunicación difundieron el caso de un nuevo atentado contra una camioneta de la SENAD ocurrido hace pocos días en el que fallecieron dos militares y una persona resultó herida, precisamente pocos días después de la presentación ante el Congreso del documento con los nombres de los políticos que serían cercanos a los narcos.

Además la opinión pública ha reaccionado ante la cuestión que tiene que ver con los políticos pertenecientes a los diferentes partidos, especialmente los tradicionales: Colorado y Liberal, así como también los Jueces, Fiscales, policías y funcionarios de gran parte de las instituciones públicas, que estarían vinculados al crimen organizado y a la mafia. Tres mil millones setecientos de dólares al año es la ganancia estimada, por defecto, por parte del narcotráfico en Paraguay. Números impresionantes que se reparten entre la producción de cocaína y marihuana.

Lamentablemente Paraguay ha pasado de ser un País sometido a años de dictadura a un País en manos de los narcos, convirtiéndose en un verdadero Estado-mafia dentro del cual muchos políticos son financiados por los narcotraficantes y terminan convirtiéndose hasta incluso en Ministros.

El Presidente de la Corte Suprema, al que Bongiovanni le había pedido la renuncia, Víctor Núñez, renunció finalmente en estos días y el Presidente de la República del Paraguay, Horacio Cartes, quien también había sido mencionado durante la manifestación, dio la orden de establecer un servicio de escolta a Dyrsen Medina, con la promesa de hacer lo posible para castigar a los narcotraficantes.

Giorgio Bongiovanni habla con su gente

“La novedad en esta nueva revolución no es tanto la revolución en si misma porque siempre los hombres que la han inspirado han luchado por los ideales de la hermandad, del amor y de la justicia, por la libertad de pensamiento, por la paz en el mundo, sino el hecho de que hoy nosotros hacemos todo esto en nombre de Cristo. No en forma laica, por lo tanto, como hemos hecho hasta ahora pero en nombre de Cristo. Ha llegado el momento en el que ambas misiones se unan en una sola. Como siempre las nuevas etapas de mi vida comienzan en Sudamérica. Desde aquí, lentamente, comenzaré a hacerlo también en Palermo. Esto significa una sola cosa, que Jesús está por regresar. Todavía estamos en el comienzo de la parte final de mi misión. Recuerdo cuando Jesús, en un mensaje, me dijo: 'Cuando la lanza del Arcángel hiera al anticristo en su corazón tú tendrás que desenmascararlo'.

El Cielo nos hace vivir y comprender las cosas muy lentamente. Nos prepara. Hemos comenzado con la difusión del mensaje sobre el Retorno de Cristo, ahora estamos tocando el peligro y la muerte con nuestras propias manos. Os agradezco por vuestra fidelidad pero tengo que deciros que a partir de este momento tendréis que pensar seriamente si queréis continuar andando este camino porque esta será una guerra. Una guerra en contra del mal. Nosotros le pedimos al Cielo que haga justicia por sus mártires y desarrollamos una revolución político-espiritual en nombre de Dios. No podemos permitirnos ser indiferentes. Tenemos la obligación de apoyar las causas justas que luchan por la Verdad y por la Justicia social. No tenemos la posibilidad de elegir. Tenemos la obligación de pedir justicia cuando nos encontramos ante una injusticia, no para nosotros, sino para los demás. Esto se llama guerra. Podrían preguntarnos: ‘¿Por qué estáis en todas partes?’ y tendréis que responder: ‘¿Por qué, acaso vosotros no estáis en todas partes? ¿No controláis todo: la economía, el pensamiento de la gente, las decisiones...?’ Entonces nosotros, por más que seamos pocos, queremos entrar en todas las cosas injustas. Y lo hacemos en nombre de Dios. En un mundo en el que el valor absoluto es el dinero, tenemos que trabajar para poder vivir, pero el resto de las horas que tenemos a disposición a lo largo del día tenemos que estar en batalla. No podéis pensar en las vacaciones, en tomaros dos días para descansar, esto no existe porque Pablo fue asesinado. Quiero inculcarle a la gente el virus de la revolución. Tengo miedo a la indiferencia y por ello nunca me detengo. Pero mi misión es la de provocar a Dios. Dios necesita ser provocado, porque Él quiere ver que sus hijos reaccionan, de lo contrario no hará justicia porque creerá que nosotros estamos conformes así. Nosotros somos los pioneros de esta nueva revolución de la que en el futuro los estudiantes de la Nueva Era hablarán y estudiarán. La semilla del bien, la semilla de la revolución entra lentamente, abre su camino y ya nada la puede detener. La semilla es Cristo. La denuncia que nosotros hacemos tiene que servir para abrir las conciencias de lo contrario no sirve de nada y para poder ponerla en práctica primero tenemos que tener las pruebas, las evidencias, sino no podemos denunciar. Tenéis que recordad que si vosotros sois mis amigos también sois sus enemigos (del demonio, n.d.r.) y que él, el anticristo, me ha dicho: ‘En el momento que tus amigos se separen de ti yo los devoraré’.”

Paraguay, después de 35 años de la dictadura de Stroessner el pueblo paraguayo pensó que encontraría su libertad en la Democracia la que en realidad es como un caballo de troya en el que se ocultaban los nuevos represores. De hecho el País sigue siendo aplastado por las organizaciones criminales. Un pueblo, así como muchos otros, que ha abandonado la esperanza. Un pueblo resignado. Esto es lo que vi en los ojos de la gente de Paraguay, abandonada a su suerte en medio de la ruinosa ciudad, abandonada a si misma. La vi en los ojos de esos niños que en medio de la calle recuperaban la sonrisa en nuestro pequeño centro de asistencia “Hijos del Sol”, centro que llevan adelante con gran sacrificio y esfuerzo, pero sobre todo con gran amor nuestros queridos Omar, Hilda, Graciela, Esmilce, Alba Lucero y otros colaboradores.

Esta vez, en este tiempo, un elemento nuevo se agregó a la lucha por la libertad. Discreto. Constante. Incisivo. Decidido. La Señal Divina recorre el largo camino de los mártires llegando hasta el día de hoy. Paolo Borsellino y Pablo Medina dos puntos extremos de un Diseño Divino. El Alfa y el Omega. El principio y el fin de un tiempo.

Para que ya no haya plazas de mártires.
Para que podamos ser muchos algún día gritando Cristo y no Barrabás.
Dedicado a Pablo Medina, Paolo Borsellino
Y a todos los Mártires de la Justicia
con profunda devoción
Sonia Alea

Asunción (Paraguay)

7.12.2014