REUNIÓN EN EL HOTEL ADDAURA (PALERMO) 27 DE ENERO DE 2013

La sala del Hotel Addaura recibe una vez más, en este domingo de enero, a muchos amigos que han venido a ver a Giorgio Bongiovanni... “un hombre que habla con lo divino y se enfrenta con la sociedad de hoy”, comienza diciendo Giovanni Micale, representante del grupo de Palermo, presentándolo al público presente en la sala. Almas con las cuales tenemos la alegría de reencontrarnos en cada reunión en esta ciudad y almas nuevas con las que tenemos el gusto de conocernos por primera vez. La primera parte del evento se concentra en la presentación del Book fotográfico “GRAN VÍA” realizado por nuestra Asociación FUNIMA International para recaudar fondos a beneficio de nuestros niños de Paraguay. Giorgio expresa su pena por tener que presentar libros de este tipo que no tendrían que existir, dice, porque son la expresión de la grave contradicción de nuestra sociedad porque en realidad este tipo de problemas no tendrían que existir. El texto de gran arte fotográfico gracias al precioso trabajo del fotógrafo Giovanni Marrozzini pero dramático y absurdo al mismo tiempo se propone narrar con imágenes la historia de los niños de la calle en la ciudad de Asunción. Niños que encuentran asistencia en nuestro centro-merendero “Hijos del Sol”.

Después del video que presenta el trabajo incansable de la FUNIMA International, que ahora también apunta su mirada a los niños necesitados de nuestra Italia con un primer aporte al proyecto de Padre Scordato en Palermo, Giorgio, destacando la importancia de la solidaridad, expresa un pensamiento pidiendo un fuerte aplauso al profesor Mario Sordi quien, conjuntamente con el director del instituto internacional de educación Giovanni Paolo II de Roma, contribuyó a la realización del proyecto y ha fallecido, joven, hace apenas unos días. Luego se adentra en el corazón de la conferencia hablando de los rasgos más importantes de su historia y explicando la figura de Cristo: “Cristo era tolerante con las personas que sufrían y enemigo de los poderosos. Denunciaba a los jefes de la Iglesia y era muy severo con los tiranos y muy tierno y misericordioso con los dóciles, los pacíficos, con los últimos” dice exhortándonos a imitarlo y a tomar conciencia de que Su próxima venida traerá consigo Su juicio a los hombres que serán evaluados únicamente y exclusivamente por las obras de cada uno. “El sufrimiento de los estigmas existe para recordar que Él se hizo matar por nosotros, para darnos otra posibilidad” continúa, deteniéndose luego sobre otra parte importante de su misión que consiste en el anunciar que existen infinitos mundos habitados en el océano cósmico y que estas civilizaciones redimidas por el Cristo nos visitan desde hace mucho tiempo y que están a la espera de la orden del Padre Supremo para poderse manifestar también a nuestra humanidad. Posteriormente el discurso se basa en la última parte de la misión que la Virgen le ha confiado y que consiste en desenmascarar el rostro del Anticristo. “En nuestra tierra EL MAL es la mafia” afirma, “¡por lo tanto tenemos que combatir la mafia, no convivir con la mafia!” continua, explicando los objetivos que se propone la revista que él mismo dirige, AntimafiaDuemila. Luego, destacando la seriedad de la misma comenta al público un hecho ocurrido hace algunos años cuando arrestaron al boss mafioso Bernardo Provenzano y encontraron sobre su cómoda un ejemplar de nuestra revista con algunos artículos marcados con rojo y verde con sus relativos comentarios. “Lo más terrible” dice Giorgio “es que la mafia ha logrado corromper hasta nuestras instituciones donde encontramos a hombres vendidos que se han corrompido y a hombres que en cambio han dado la vida por todos nosotros y que representan el verdadero Estado, aquel que protege a los ciudadanos”.

Giorgio habla de los magistrados de las Fiscalías de Palermo y Caltanisetta que están investigando sobre la “negociación” entre Estado y mafia y sobre los mandantes externos de los atentados que cobraron la vida de los jueces Falcone y Borsellino, a este respeto se detiene para explicar la importancia del voto por el pueblo, la única arma capaz de hacer cambiar los destinos del país. “Entonces usemos bien esta arma” exhorta al público pidiéndoles que voten a ANTONIO INGROIA y a su partido político “RIVOLUZIONE CIVILE” (REVOLUCIÓN CIVIL). “¡Mi revista votará por ‘RIVOLUZIONE CIVILE’. Es la primera vez que voy a votar con los ojos cerrados porque es como si me votara a mi mismo. Tenéis que votarlo todos, porque él nos llevará lejos hacia la libertad” dice con orgullo pero también con gran profundidad y preocupación por el futuro próximo.

Luego se da espacio al público presente en la sala y conectado a través de streaming para que formulen sus numerosas preguntas que permiten la explicación en detalle de varios temas espirituales. “Jesús decide sacrificarse porque mientras se encuentra en el huerto del Getsemani entiende que sólo con Su sacrificio podía salvar  a ‘muchos’, porque el resto de la humanidad ya había elegido. En aquel tiempo Israel representaba a la Humanidad porque en aquella tierra estaban presentes muchas culturas diferentes y es por ello que los ‘evaluadores’ extraterrestres eligieron su pueblo. Por lo tanto Cristo en ese momento entendió que sólo cargando la cruz de nuestras debilidades, de nuestros pecados sobre Si mismo, injustamente, podía salvar lo salvable. Si Él no hubiera hecho este insuperable acto de amor, el diluvio habría destruido a toda nuestra Humanidad, con los apóstoles incluidos, que en aquel entonces lo traicionaron por miedo, excepto Juan. Por lo tanto la novedad más absoluta con respecto de los demás mensajeros es que si te sacrificas por tus hermanos los salvas. A lo largo de los milenios Dios ofreció varias veces la salvación, a través de Moisés, de los profetas Elías, Isaías, Jeremías y muchos otros enviados que eran Sus mensajeros. Dios sigue al hombre en este camino evolutivo y cuando el Cristo se encarna ofrece la última posibilidad enviando a Su hijo. A Su hijo que puede con todas las Leyes de la naturaleza, camina sobre las aguas, gobierna las fuerzas de la naturaleza, cura a todos, resucita a los muertos, muere y se resucita incluso a Si mismo. Luego se va y deja una Iglesia y le pide a sus discípulos que la custodien, estos discípulos somos todos nosotros, todos los que hemos sido bautizados”. Giorgio habla del inminente regreso de Cristo a esta tierra pero Él ya está aquí invisible antes de manifestarse al mundo: “Jesús está en la tierra y por lo tanto también el anticristo está en la tierra. Yo se quién es. Es la encarnación de Satanás y lamentablemente los puestos más altos de la Iglesia lo reciben... Si hoy un estigmatizado anuncia el regreso de Cristo ¿acaso no se os ocurre pensar en que hay un motivo? ¿Y pensáis que es una casualidad que esté anunciándolo aquí?” pregunta a la platea que lo escucha atentamente. Pero antes de su regreso tendremos otra visita importante en la tierra y es la de nuestros hermanos cósmicos. “El sistema solar es una macromolécula, la tierra es una célula del universo macrocósmico, los soles son sus glándulas endócrinas”... Giorgio explica cuán incómoda y terrible es la presencia de estos maravillosos Seres que vienen de los lejanos lugares del universo infinito y vivo, incómoda y terrible para el poder de este mundo absurdo. Una sociedad cósmica que no vive en competencia sino en comunión con sus pares, donde la propiedad privada no existe y las riquezas del planeta están al alcance de todos. “El sistema fundado por Cristo” continúa diciendo “¡hoy sería llamado comunista! ¡Pero yo lo defino como el mejor sistema capitalista que puede existir en el universo! Imagináos viajes en el cosmos, océanos cristalinos, niños que juegan con infinita alegría, ingenieros, teólogos, científicos al servicio de todos y que todos serían ricos y tendrían un buen pasar, ningún pobre”. Sus palabras llevan, a las alma de los que lo escuchan, lejos de los agobiantes problemas de la barbarie en la cual vivimos, un fardo pesado de llevar que aplasta los valores del espíritu obligando al hombre a la “NO VIDA”. “A la señal que estáis esperando la tenéis aquí frente a vosotros” sigue diciendo. Luego, en respuesta al relato de una experiencia Giorgio cuenta una suya que nunca antes había contado. “...Jesús se me acercó y me puso Su mano en la cabeza. Sentí una gran energía y al mismo tiempo la sensación de que no estoy haciendo nada, por lo tanto empecé de ir a una velocidad de 110 km por hora a una de 250 km por hora, porque fue como si Jesús me hubiera dicho: ‘¡Despierta! Tienes que correr más para la salvación de las almas! ¡En el momento que te detienes estás en los brazos de Satanás!’ Recibí el mensaje y de hecho estoy aquí”. 

Desde Palermo 

Sonia Alea