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cristo_lagoA TODAS LAS MUJERES
El pensamiento viaja hoy hacia todas vosotras mujeres, mujeres que amáis, mujeres que sufrís, mujeres que creáis la vida... y a vosotras Mujeres especiales, amigas mías, hermanas amadas y a ti mi amada Madre de este tiempo, a ti mi pequeña gran mujer y a todas vosotras pequeñas grandes mujeres, ángeles como ella, a Lorella madre perla, y a Aquella que ha posado un rayo de Su Luz de Amor en cada uno de nuestros corazones, Ella, la más hermosa, la más sublime de las Madres, Madre de Nuestro Señor Jesús Cristo, a ti nuestra adorada Madre Celeste Miriam confiamos nuestro camino. Que Tu Santo manto envuelva a nuestro amadísimo Giorgio, a todos tus hijos en misión sobre la tierra, ilumina su camino y el de nuestros hijos. Sobre Tu Corazón Inmaculado apoyamos nuestra cabeza Madre amada nuestra, danos la Fuerza, la Fe, el Valor y mucho Amor, ese Amor que viene de Ti y que mueve los mundos y las Estrellas.

Miriam, Mujer y Madre, Miriam, Mujer y Compañera.

Dedicado a todas vosotras.
Es la Magdalena que le habla al Maestro y el Maestro Jesús le responde.
Oíd... Escuchad... es Él el que habla a nuestro corazón de Mujer.

Pero cuando el atardecer de sus ojos alboreó en los míos, desaparecieron y se apagaron todos los astros de mis noches y me volví Miriam únicamente Miriam: una mujer que se había extraviado sobre la tierra que conocía, para luego encontrarse a sí misma en nuevos mundos.
Y volví a insistir: “Ven a mi casa y comparte el pan y el vino conmigo. Te ruego que entres en mi casa. Todo lo que tenía de la tierra y del cielo se reunía en mis palabras.
Entonces me observó fijamente, y sobre mi espíritu alumbró la luz de sus ojos. Y me dijo: “Tú tienes muchos amantes, en cambio soy yo el único que te ama. Los demás hombres se aman a sí mismos a tu lado, pero yo quiero y amo tu alma. Los demás hombres ven en ti una belleza que se marchita antes de la terminación de sus años, pero la hermosura que yo veo en ti no se marchitará jamás. En el otoño de tus días no temerá aquella belleza mirarse a sí misma en un espejo, y nadie podrá acusarla ni denigrarla. Sólo yo amo lo que es invisible en ti.

Khalil Gibrán

Os amo
Recordad que juntas unidas somos una fuerza
Sonia Alea
Sant'Elpidio a Mare, 8 de marzo de 2010

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