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manifestazione gratteriDe Sante Pagano

Ayer, 5 de julio de 2022, hemos participado en una manifestación en Milán en defensa del magistrado Nicola Gratteri, víctima de las recientes y GRAVÍSIMAS AMENAZAS DE MUERTE SUFRIDAS.


Muchas palabras hermosas, muchas buenas intenciones y una serie de tantas hermosas esperanzas y promesas... ciertamente... ¡pero permítanme decir dos cosas al respecto!
La primera es ésta. ¿Cómo es posible que aún hoy, después de 2000 años, tengamos que cuidar las espaldas a personas que simplemente están tratando de poner en práctica un conjunto de valores absolutamente en línea con la buena ética y la moral justa? ¿Cómo es posible todavía hoy, encontrar a los que deberían estar encargados de tutelar al pueblo, en situaciones y acontecimientos absolutamente indecorosos e inenarrables? ¿Y cómo es posible que haya situaciones en las que el Estado se convierte en Mafia y la Mafia en Estado? ¿Dónde está toda esta evolución de la que quiere presumir el hombre?
La segunda es la siguiente. Las manifestaciones, las marchas, las conferencias en defensa de los derechos civiles, son acontecimientos importantísimos, ciertamente, en los que, en la medida de lo posible, el pueblo debería participar siempre. Pero claramente hay un problema, ya que desde siempre hemos manifestado, pero ¿qué ha cambiado al final?
Por lo tanto, hay en esencia algo que no está bien, algo que choca con las intenciones que a menudo gritamos o cantamos en las calles.
El hecho es que, por desgracia, muchos todavía piensan que solo participar en las manifestaciones puede servir para algo. Es como el cristiano que piensa que puede cambiar el mundo simplemente yendo a la iglesia o a misa.
El cambio requiere una acción revolucionaria, dirigida principalmente hacia uno mismo en realidad. Es necesario y se necesita que sean válidamente sólidos y bien estructurados principalmente en nosotros, esos valores y esas actitudes que pretendemos de los políticos y de los funcionarios del Estado. ¿Cómo se puede pretender estar preparados, sin una habitual preparación y ejercicio a la buena moral? ¿Cómo se puede pretender así poder evitar o rechazar cualquier acto, incluso el más pequeño de favoritismo, o incluso la más insignificante actitud que se asemeje a modalidades mafiosas y corruptas?
Lo que aún no se ha comprendido en realidad, es que el cambio requiere una organización, una logística, una puesta en práctica, que no se base en "LO HAGO COMO ME VIENE... ARREGLO PARA LO QUE CREO QUE PUEDE IR... NO!!!"... Hace al menos 2000 años que se avanza de esta manera, y es una vida que el hombre pretende poderse mejorar sin una base sólida y un enfoque justo de la metodología de acción. Y los resultados faltan, ¡la estrategia no demuestra que pueda funcionar!
El cambio requiere en realidad un enfoque práctico, pero sobre todo científico, y ya nada se puede confiar, al solo y simple arreglo, que vulnere y se base en simples consideraciones personales, faltante de un análisis racional o científico sólido en el estudio, enfoque y acción.
La revolución debe comenzar y dirigirse principalmente hacia uno mismo. ¿Cómo puede un árbol, por otra parte, pretender sus frutos con un sabor dulce y atractivo, si antes no se ha ocupado de plantar lo mejor posible sus raíces?

Sante Pagano

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