SACRIFICIO

El Señor ha dado el ejemplo máximo de sacrificio para salvar a la humanidad, dar todo de sí mismo, de su tiempo, de su paciencia, de su sufrimiento, por eso ha dado ejemplo para que todos pudieran hacer otro tanto.

Servir es la obra más grande que puede hacer un espíritu, y cuanto más consciente se vuelve, más dispuesto está a hacerse cargo del servicio a sus hermanos, a la nación, a toda la humanidad, al universo, a la creación.

Estar dispuesto a dejarlo todo, a negarse a sí mismo, a domar la propia personalidad, las propias necesidades, eso se pide pero no coercitivamente. En la llamada apertura del corazón, la voz del alma se hace cada vez más presente, el deseo de servir, entonces se vuelve imparable, llevándolo a dedicar cada vez más tiempo a las obras de justicia, amor, asistencia, progreso social.

Esto a través de las propias tribulaciones internas, de las propias resistencias, de las asechanzas demoníacas, de los sufrimientos del cuerpo, de la expiación del propio karma y también del familiar, nacional o mundial. Cuando ocurra la aniquilación total del propio ego, entonces el alma podrá actuar en nombre del Señor. Ya no seré yo quien haga las obras sino que seré guiado, seré un instrumento, el pequeño yo egoico será sumiso, será alquimizado, será disciplinado.

Debe haber coherencia entre mente y corazón, debe haber equilibrio entre la tríada inferior y superior (alma). Este es el camino angosto que no todos están dispuestos a hacer, pues sólo atrae a quienes ya tienen un nivel evolutivo espiritual suficiente para poder afrontar el compromiso.

Cuando leemos de los Mártires de los Santos de los Herejes que sacrificaron (donando al Señor) todo, incluyendo su propia vida en este plano dimensional, pasando por indecibles sufrimientos psicológicos, físicos pero su determinación fue tal que nada los hubiera hecho desistir, su fe era granito volcado completamente al servicio, a la justicia, incorruptible de parte de satanás.

Esto les han transmitido, esto es un ejemplo de la derrota del anticristo contra ellos y cada uno de ellos es un ejemplo vivo que no es imposible.

Así que trabajemos, cargando nuestra cruz, superando nuestros límites, preguntando nuestras necesidades, expresando nuestros talentos, sirviendo con humildad, con paciencia, con amor la obra del Señor, dispuestos a sacrificarnos por un proyecto cósmico donde cada uno se convierte en el reflejo del Creador.

En el tiempo que aún nos es concedido, cada uno tendrá que trabajar sus miedos, apegos, juicios, indolencias y los aspectos de la personalidad que los ralentizan, los vuelven corruptibles, maleables por la fuerza oscura. Cada día debe convertirse en un desafío con uno mismo, un entrenamiento para expresar los propios talentos, para aprovechar cada oportunidad para expresar lo mejor de uno, ayudándose con los que hacen el camino juntos, con fraterna confianza y humildad, mansedumbre y paciencia, recordando que el prójimo es siempre el espejo de nuestras partes internas que no queremos reconocer.

“24Entonces Jesús dijo a sus discípulos: «Si alguno quiere venir derecho a mí, reniegue de sí mismo, tome su cruz y sígame. 25Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por causa de mí, la hallará. 26Porque ¿De hecho ,qué ventaja tendrá el hombre si ganare todo el mundo, pero perdiere su vida? ¿O qué puede dar un hombre a cambio de su vida? 27Porque el Hijo del hombre está por venir en la gloria de su Padre, con sus ángeles, y entonces recompensará a cada uno conforme a sus obras. 28 De cierto os digo, que hay algunos entre los presentes que no morirán antes de haber visto venir al Hijo del hombre con su reino. Estas palabras deben estar grabadas en la mente y siempre que nos sintamos débiles y perdidos serán fuego para el espíritu. Buena combustión Cristica a todos y que estas palabras puedan servirles de ayuda.