De Marusca Ricci
En los primeros años del cristianismo, la Santa Navidad se celebraba el 7 de enero y este sigue siendo el caso hoy en día en la religión ortodoxa. Según la ciencia del espíritu expresada por Rudolf Steiner, el 25 de diciembre desciende al cuerpo físico del Niño el alma purísima que se había encarnado en el primer Adán, esto acontece antes de la Caída del llamado pecado original. El Espíritu Solar Crístico desciende (personifica) a Jesús, en el Bautismo en el Jordán donde el Padre da testimonio de esta Verdad con las Palabras "He aquí mi Hijo Amado, en quien me complazco”

El Evangelio nos dice que, de hecho, después del Bautismo, Jesucristo (solo ahora podemos llamarlo así) es tentado por Satanás, quien sabía muy bien que solo ahora ese hombre era el Cristo. Después de vencer las tres tentaciones, Jesús puede realizar su primer milagro: la transmutación del agua en vino en las bodas de Caná.

La transmutación del agua en vino representa la misión de Cristo: hacer compenetrar, a través de la Redención, el agua, es decir, toda la memoria, la historia de la humanidad terrestre, por el Espíritu Solar, por la Inteligencia Cósmica (el vino contiene en sí mismo el poder del Sol). Estos tres pasajes, el descenso del Espíritu Solar Crístico, las tres tentaciones y su superación, el milagro de las bodas de Caná, ocultan muchas Verdades, que sólo pueden ser reveladas a quienes tienen ojos para ver.
Uno de estas es la transición de la genética ADN a la GNA. Incluso aquellos que ya nacieron con esta genética, en realidad, en vidas pasadas han realizado esta transformación que luego reanudaron en un nuevo renacimiento. Si prestamos atención a los tres pasajes descritos anteriormente, vemos que la Obra de Cristo, que se manifiesta en el milagro, solo puede tener lugar después de vencer las tres tentaciones. No es que Cristo necesitara ser tentado para comenzar su vida pública, pero lo hizo para darnos la enseñanza.

Por tanto, el hombre terrestre puede acoger a Cristo como portador de la Inteligencia Cósmica y ser penetrado por él, sólo después de haber superado las tres tentaciones. Esto significa pasar de la genética del ADN a la GNA.
Sin embargo, esta transformación no es definitiva, al menos por ahora. En nuestro tiempo, las tentaciones de Satanás se presentan continuamente y permiten al hombre con genética GNA fortalecer su voluntad y ampliar cada vez más el recibo de los "flujos cósmicos" permitiendo por un lado la realización de "Yo Soy Espíritu Eterno". y por otro lado “Danos, Padre, Tu Luz y Tu Fuego, que todos tus hijos te reconozcan como Padre y te amen eternamente”.
Todo esto, sin embargo, abre el escenario de la transformación social. El hombre terrestre GNA, si por un lado redescubre en sí mismo el poder del Fuego Paterno, por otro lo manifiesta en la acción que crea, lo que se dice, un mundo nuevo, pero que en realidad es el mundo más antiguo, el sin tiempo, ni espacio, porque es omnipresente en los principios que mueven los astros y las estrellas y que ahora quiere irrumpir en la tierra con fuerza y poder.

 

Marusca Ricci
26 Diciembre del 2020