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chiaraandreaPor Chiara Linguanotto

Durante la entrevista del 3 de noviembre en Radio Saiuz, el conductor Alviano Appi nos preguntó cómo habíamos conocido, Andrea y yo, a la asociación Funima International, de la cual somos los coordinadores en la región del Veneto, y que nos llevó hace seis años a ser testigos de un viaje a Paraguay, donde Funima lleva adelante el proyecto de un comedor para niños que viven en la calle. La temática de la entrevista, que duró una hora y veinte minutos, era el activismo social, pero hablando con Alviano, nos pareció importante dar a conocer nuestro testimonio acerca de cómo la voluntad divina guio nuestros pasos hacia el activismo, para hacer comprender a los oyentes que a veces Funima no representa el punto de partida sino el punto de llegada.

La vida es una aventura maravillosa y el camino por donde te lleva a veces es aparentemente inexplicable, aunque en realidad forma parte de una mezcla de cosas que es al mismo tiempo curiosa y perfecta.

Me han pedido que cuente una parte de este retículo que yo he definido como "UNA LLAMADA DEL CIELO", tanto para mí como para mi marido Andrea, no porque nuestra vida sea más interesante que otras, sino porque cuando el cielo decide establecer un contacto contigo, a veces lo hace de manera incisiva, sin medias tintas, y yo diría que este es nuestro caso. Andrea y yo somos una pareja de personas simples, no quiero añadir nada más porque no está en nosotros atribuirnos adjetivos.

Pienso que ha sido justo la sencillez la que nos hizo enamorarnos uno de otro... En el fondo el amor es simple, siempre que no lo compliquemos nosotros...

Yo estudié contabilidad, también estudié estética y siempre hice este trabajo, primero como empleada y luego como empresaria. Me encanta viajar, leer, practicar deportes, soy muy curiosa y me atrae el conocimiento en todas sus formas.

Andrea estudió ingeniería química en Padova, un camino formativo muy duro que a pesar de su gran rigor científico no ha logrado detener la llamada recibida de su espíritu, pero de esto hablaremos enseguida. Prestó servicios en Lega Ambiente, una experiencia que le ha abierto ciertas perspectivas; es una persona racional, selectiva en las relaciones humanas, que cuando abre su corazón lo hace para siempre… trabajó siempre para una empresa en el sector exportaciones, lo que lo lleva a viajar a menudo.

Desde pequeña he visto la unicidad de cada individuo, y me decía a mi misma che tenía que tener algún sentido…

Siempre me ha fascinado la perfección de la Creación en cualquier manifestación suya, y comprendí que las formas más simples son funcionales a las formas más complejas, creando un equilibrio perfecto entre micro y macrocosmo, los que no se pueden separar uno del otro.

Es por esta razón que más allá del credo religioso siempre me pregunté como es posible que existan personas que no se den cuenta de esta perfección absoluta, y como es que no logran comprender que todo existe porque hay una fuerza poderosa que actúa por encima de todos nosotros.

La marca de fuego para nosotros llegó el 09/11/2009, después de una experiencia que, como un tsunami dio vuelta completamente a nuestras vidas.

En aquel período estábamos los dos en el ápice de nuestra carrera profesional, y en lo que se refiere a mi el hecho de no tener tiempo excepto para trabajar, me llevaba a vivir momentos de infelicidad, y cuanto más me veía con esos pedazos de papel en la mano, más me sentía vacía por dentro.

Esto me llevó a una crisis, nadie aparte de Andrea comprendía lo que yo sentía, ya que la mayor parte de las personas reconocía que el dinero era la única unidad de medida para ser felices...

Para mi era exactamente el contrario, estaba mal y además sentía que me estaba equivocando, ya que era diferente a las personas “normales”.

Nunca habría pensado que aquel sufrimiento se elevaría tan alto que llegaría a molestar a las altas esferas Celestes para que me llamaran…

Y así es que el 9/11/2009 a las 8:30 de la mañana, mientras estaba desayunando, fui testigo de un avistamiento que a la mente humana, aunque esté entrenada y abierta, le cuesta metabolizar.

Después de años recién llegué a comprender que había sido testigo indigno del paso de una astronave madre y de unos cincuenta discos más pequeños, que se pusieron a disposición para que yo pudiera percibir lo imponderable.

Una danza en el cielo envuelta en una mezcla de velocidad y de movimientos que jamás antes había visto, y que me dejaron totalmente incrédula... Había gente que los tenía sobre los techos de las casas y estaban tan cerca de mis ojos que podía distinguir la diversidad de los materiales; los discos eran de color gris antracita oscuro y opaco, mientras que la cúpula era de un material que reflejaba, tipo vidrio o cristal. Aparecieron ante mi vista en formación de 3 y después de haber danzado en el cielo, volvieron a la anterior formación siguiendo ordenadamente a la astronave madre, que impertérrita mantenía su ruta lineal hasta que salió de mi vista. Llamé a las 5 estaciones de carabineros más cercanas para preguntar si por casualidad hubiese habido algún ejercicio militar y la respuesta siempre fue la misma: "¡NO!".

Encendí la televisión esperando ver una edición extraordinaria en todas las redes, en cuánto pensaba que un montón de gente lo debía haber visto, siendo por la mañana y en una de las zonas con más tráfico de Veneto.

Mientras para mí el tiempo se había detenido, estaba paralizada, en pijama sin calcetines, sobre dos baldosas frías y no era capaz de alejarme de la ventana, me di cuenta de que afuera, en el mundo exterior, no había cambiado nada, no había pasado nada.

No entendía, no lograba comprender como era posible esa indiferencia y yo esperaba, esperaba.... Pensaba que era sólo cuestión de tiempo, en el fondo soy yo la impaciente que quiere todo y enseguida.... Pasaron dos horas y a las 10:30, ante las emociones que estaba viviendo que no coincidían con la realidad externa, mi mente empezó a dudar y a pensar que me estaba volviendo loca.

No era capaz ni siquiera de acabar de formular la frase y, como si me hubieran leído el pensamiento, aparecieron de la nada de derecha a izquierda 8/10 esferas enormes de luz pura, una luz blanca que no logro comparar con nada por la pureza que tenía.... Estas esferas se pararon delante de la puerta ventana de mi casa, empezaron a girar en el cielo formando un 8 y luego, después de 10 segundos, desaparecieron en la nada.

Desde aquel momento nunca más tuve dudas sobre la veracidad de lo que vi; pasaron las horas, y los días, y mientras nadie parecía haberse dado cuenta de nada, yo comprendí que mi vida ya no sería la misma, nada sería ya como antes.

Yo no sabía lo que había visto, ya que mi mente no tenía la capacidad de interpretar, pero estaba lista para recibir cualquier tipo de respuesta, mientras que al menos tuviese alguna lógica. Yo quería saber qué era lo que había visto, por qué era la única que lo había visto y cuál era el fin de todo esto.

Respuestas que no llegaron durante 3 largos años, a pesar de que para mi se había convertido en una idea fija, había visto demasiado como para archivar la experiencia en un cajón de la memoria como acontecimiento sin explicación.

Comprendí inmediatamente que había recibido un regalo enorme, aunque no sabía por parte de quién ni el por qué...

Estaba tan convencida que siempre puse la cara cuando hablaba de ello con otras personas. El hecho de que se rieran o no me creyeran no me importaba lo más mínimo, mi objetivo no era que me creyeran. No me interesaba lo que la gente pensara, recibí un regalo y sentía que tenía que dar testimonio de ello compartiéndolo y si no se aceptaba, ningún problema.

Después de 3 años conocí al presidente del grupo ufológico de Veneto, que nos habló de Giorgio Bongiovanni, personaje que hasta aquel momento nosotros desconocíamos.

Después de dejarnos sin palabras hablándonos en tres minutos de platillos volantes, de la Segunda Venida de Cristo, de estigmas y de acontecimientos apocalípticos, a partir del día siguiente empezamos a escuchar conferencias y más conferencias de Pier Giorgio Caria y de Giorgio Bongiovanni.

Empezamos a conocer un lenguaje nuevo, difícil de comprender en cuánto chocaba con muchos esquemas mentales que nuestra psiquis había construido durante años, pero sentíamos que todo encajaba perfectamente.

Hasta nuestra parte física reaccionaba ante ese lenguaje inusual, haciéndonos sentir calor en el pecho y un tambor que parecía desgarrarnos por dentro.... Aquellas palabras fueron un imán que nos detenían ahí, a escuchar aquellas perlas de sabiduría como si fueran néctar puro para nuestro espíritu hambriento, como después de un fuerte ayuno, felices y palpitantes por haber encontrado el camino que lleva hacia la única gran Verdad.

En poco tiempo vivimos todas las emociones: angustia, confusión, miedo, temor, aturdimiento... la mente siente que está perdiendo poder y trata desesperadamente de restablecer el control y susurra: "¿por qué vosotros que tenéis la suerte de tener todo, salud, amistades, que os podéis permitir más de lo mínimo indispensable, no os conformáis y vais adelante como habéis hecho hasta ahora?” Y más: ¿Os encontráis con un estigmatizado que nunca habíais visto antes, que os dice que tenéis que dejar todo, que tenéis que seguirlo, que no podéis seguir a dos dioses, que quiere que dejéis vuestras comodidades y en lugar de escaparos de prisa os enamoráis locamente de él?

La respuesta es que comprendimos que cada palabra suya obedece a la voluntad divina, una voluntad a través de la cual el único valor es el amor en un mundo donde todas las formas de vida merecen respeto y dignidad, pero el amor no puede existir en este mundo atormentado si no es acompañado por la justicia.

Giorgio ha sido el único que nos ha dado respuestas, que nos ha dicho lo que nuestro corazón esperaba desde hace tiempo, lo que siempre hemos sabido pero que estaba en un rincón profundo como si ese fuera su destino.

Giorgio, cáliz viviente con los signos divinos grabados en su cuerpo, con su barba blanca, sus ojos tan llenos de un amor que te deja sin palabras, con una humildad que ha desgarrado nuestro corazón dejándonos desnudos frente a nosotros mismos.

¿De dónde viene y qué hace en este mundo ese ser que sólo sabe hablar el lenguaje de la paz, fraternidad, amor, justicia, solidaridad, activismo?

Tú no lo conoces, sin embargo, sientes que este ser que hace que le pidas cuentas a tu conciencia, posee la Verdad absoluta, y en lugar de escapar reconoces esa autoridad que sólo los grandes maestros custodian con su sabiduría única.

Tu mente quiere que te quedes en el viejo camino oscuro, donde el asfalto es nuevo y fluido, pero esta vez tienes que rendir cuentas a tu espíritu, que gracias a las palabras de este hombre con las manos sangrantes ha hecho emerger tu verdadera esencia que reclama ser escuchada de manera tan violenta que casi te quita el respiro.

Y desde el momento en que tus ojos se encontraron con los suyos te diste cuenta de que has renacido por segunda vez.

Gracias a él que es la encarnación del sacrificio puro, tienes la posibilidad de volver a vivir, ya no sólo a sobrevivir, saliendo del engaño que nos encarcela en la externa ilusión.

Te das cuenta que este mundo no es como debería ser debido a todas las injusticias que hay y si fuéramos dignos de ser llamados seres humanos, dentro de nuestros límites, todos haríamos algo para tratar de dar justicia a quien no la tiene, ser la voz de quien no tiene voz, ser brazos y piernas de quienes han sido privados de la libertad.... Desde hace 30 años hay una rosa que grita en el desierto, pero esta rosa tiene que multiplicarse para convertirse en millones de rosas que griten lo más que puedan para no dejar huérfanos a nuestros hermanos, hasta que el cielo se abra y nuestro Señor Jesús Cristo regrese.

¿Cómo podemos llamarnos seres humanos en un mundo donde cada día mueren 15.000 niños de hambre y en otras partes del mundo mueren personas de enfermedades a causa de una abundancia extrema?

En un mundo dónde la balanza se inclina solo hacia un lado, nadie debería poder dormir tranquilo. Nosotros, que hemos despertado, tenemos que ser el tormento para las almas viles e indiferentes, tenemos que ser la voz que grite a su conciencia y que haga que se sientan indignos de estar en este mundo si no son capaces de mirar más allá de su nariz.

Yo quiero ser un tormento para estas almas, con la esperanza de que un día puedan comprender que la única fuerza que me empujaba era el amor hacia ellos.

Con amor Chiara
6 de noviembre 2020


Adjuntos:

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