Hijos, en vosotros se ha revelado la semilla de luz, se ha roto la cáscara del huevo interior, se ha despertado el Sol del amanecer que ilumina el ojo. Los que son como vosotros, os pueden entender. Los que no son como vosotros no os entenderán. Alimentad el coraje de vuestros sueños más serenos, ya que los sueños no son otra cosa que fabulosas anticipaciones del futuro que os espera, hijos del Sol, amigos de los Celestes mensajeros.

La humanidad sufre una agonía salvaje y oscura como la noche, y le queda todavía mucho por sufrir por las tragedias que ha sembrado en el mundo que le fue confiado cuando el alma del mundo era virgen y pura, virgen y clara como una jovencita que quiere ser cortejada con el amor límpido de los niños, cuidada y protegida por la mano gentil de un caballero blanco y, en cambio, ha sido violada por el príncipe oscuro del mundo y de los hombres que van detrás del orgasmo negro de sus muchas llamadas seductoras y venenosas.

Los que quieren ver la luz, se afanan por buscar la luz, y al final la encuentran. Los que fingen buscar la luz, no la encontrarán: estos engañan y se engañan, pero nuestra luz desvela el fraude. Y los que duermen en el grave sueño del ego, que se entretienen dejándose arrastrar en las locas vueltas del destino que les espera a los consortes del mundo, los que se deleitan en las perdiciones de la materia, no son ellos vuestros enemigos sino enemigos de sí mismos, y por sí mismos preparan para ellos el camino sombrío que desciende hacia el triste fuego de la purificación espiritual. No os quedéis por mucho tiempo con estos condenados, que la amargura de sus corazones no contagie el vuestro, ya que ellos son enfermos que rechazan al médico y a la medicina, perversos disfrazados de personas de bien del conformismo secular, pero nuestra luz desvela el fraude. Consolad sin embargo a los hijos de estos infelices, y curad las heridas de quien se arrepiente y pide ayuda, pero no les déis el tesoro del corazón ya que sus ojos no ven lo que vosotros véis, sus oídos no oyen la caricia de las voces celestes y sus manos de tierra no saben tocar el aura de las cosas eternas.

Escuchad a los guías, vivid según sus enseñanzas, animad y ayudad a los Hermanos que recorren con vosotros el camino de la ascética batalla en este mundo donde sois forasteros.

Amanece el tiempo por venir en la luz de vuestros ojos, amanece y surge potente en la vida de vuestros hijos, amanece la vida que vendrá en el regazo de vuestras madres.

El tiempo es poca cosa, no contéis los días porque es verdad que vosotros vivís un solo y único día, un solo y único tiempo en el que ya se asoman los acontecimientos que ocurrieron, que ocurren y que ocurrirán. No hagáis caso del correr de las horas, porque es verdad que vosotros vivís una hora sola, una hora eterna en la que se manifiesta la multiplicidad de los acontecimientos como si estos estuvieran separados uno del otro como perlas a lo largo del hilo del tiempo, pero en realidad son todos ellos un único evento que espera su cumplimiento, y el cumplimiento lo establece el Retorno del Señor del Tiempo.

Amanece vuestra luz entre los Hermanos, hijos nuestros adorados y bellos, amanece como una joven estrella que se entrevé más allá de las nubes en el horizonte. Pronto vuestra estrella brillará con más intensidad para alertar a los Llamados al último esfuerzo.

Tened Fe y no temáis nunca: en Dios tenéis un Abogado, el único a quién tenéis que Temer. Cuidaos, libraos del mal, abandonad las escorias de los delirios. Nosotros siempre estamos con vosotros, cuando reís o lloráis, cuando observáis el mundo y las cosas del mundo y cuando os observáis a vosotros mismos y a vuestra vida interior. Alejad de vosotros la costumbre de las cosas terrenales, para que seáis libres de los impedimentos de la mente y del cuerpo. Empujaos vosotros mismos en la ascensión, sed fuertes y orgullosos de vuestra misión. Siempre estamos con vosotros, esto no tenéis que olvidarlo nunca. Siempre estamos con vosotros, esto tenéis que recordarlo constantemente.

Ahora es el momento de dejar la sintonía temporal con tus dones, volveremos a ti en el eco del Soplo Luminoso que sientes y no ves, que piensas y no ves. Que la Paz de la Omnipotente Salvación sea contigo.

Cuídate, PAZ, PAZ, PAZ.

En Fe, Marco Marsili

Gubbio,

Santa Maria de la Vittoria.

Un devoto me dijo que "el Buda enseñó paz y amor, los conceptos de Pecado y Castigo en el budismo no son dramáticos como dicen los maestros del Cosmos". En respuesta a estas afirmaciones, un Amigo tibetano me ha indicado algunos párrafos a través del Suspiro Luminoso. Y he escrito:

La Segunda Muerte en la enseñanza budista.

Como los Sabios de las Estrellas, como Hermes Trismegisto, como Juan el apóstol, como San Francisco y como pocos otros espíritus elevados, también el Buda habló de la Segunda Muerte, es decir el renacimiento (reencarnación) en condiciones de vida postrantes que impiden la libre autodeterminación, o que hasta incluso prevén el retroceso, la involución del reino humano al reino animal, la pérdida del Espíritu individual (Ego-Sum) y por lo tanto del libre albedrío, aun manteniendo la conciencia humana. Es decir: renacer animal sabiendo que eres hombre, encarcelado por tanto en el infierno de los impulsos instintivos animales sin posibilidad de actuar libremente, obligado a la mera supervivencia, amenazado por predadores o postrado por la esclavitud.

La Segunda Muerte es la pena espiritual para aquellos que cometen graves crímenes como el homicidio por egoísmo y maldad o bien la violencia contra los niños o el empleo de contaminantes que destruyen la vida del planeta, armas atómicas, etc., pero la Segunda Muerte también puede ser el destino de quien ha conocido la Verdad y luego le ha dado la espalda, de quien ha alcanzado la Verdad pero ha elegido volver atrás, es decir ha elegido no cambiar su propia vida en función de la Verdad misma.

Por medio de esta infernal condición de terrible sufrimiento que dura millones de años, el Espíritu se purifica para luego volver a vivir como hombre libre y continuar el camino evolutivo.

He aquí algunos fragmentos del Loto Sutra:

"... Mientras la casa está en llamas, ellos se divierten, retozan, se entretienen con juegos... incluso en medio del calor de esta gran masa de fuego... no se les ocurre escapar.

... Esta casa tiene una sola salida y la puerta es estrecha...

"Venid, niños, salid.... Venid aquí todos para no morir trágicamente"...

Sin embargo, ellos no prestan atención a las palabras del hombre benévolo... no se preocupan, no se interesan, no le dan importancia, no piensan, no reflexionan...

Y a causa de su ansia y de sus posesiones en esta vida en la próxima padecerán muchos dolores de distinto tipo en el infierno, en el mundo animal, en el reino del demonio...

Ellos juegan, se divierten, retozan, no tienen miedo, no están alarmados, no están aterrorizados, no son conscientes, no piensan, no están ansiosos, y no desean huir.

Al contrario, ellos disfrutan en este tríplice mundo parecido a una vivienda en llamas, y corren de aquí para allá...

"Tengo que liberarlos... para darles la felicidad incalculable e inconcebible del Conocimiento"... [la Doctrina de la Verdad que concierne al inmenso Conocimiento del Omnisciente que se ha Autogenerado].

Los Seres, apegados al goce de los sentidos y atrapados por los placeres del tríplice mundo [parecido a una casa con el techo decrépito en llamas], se queman, son atormentados, consumidos por el sufrimiento, por la tristeza y la desesperación...

{[Este mundo, esta sociedad, es como una casa en llamas que cae a pedazos, hay muchos túneles y habitaciones llenas de excrementos disgustosos, y ahí encuentran refugio miríadas de buitres y pájaros parecidos.

En los rincones anidan espantosas serpientes venenosas, reptiles de pensamientos malos, escorpiones, ratas, ciempiés y criaturas malvadas de todos los tipos. En todo lugar se encuentran Seres no-humanos, excrementos y orina la infestan, multitudes de gusanos e insectos, resuena el ladrido de los chacales y los gritos de los leprosos. Hienas espantosas y crueles, demonios desnudos devoran cadáveres humanos y luego se devoran entre ellos, mientras que perros enfermos y hambrientos se pelean.

Individuos deformes con el pelo desgreñado y con harapos vagan sin meta, pálidos como fantasmas, algunos tienen la boca estrecha como un alfiler, otros, grande como la de un buey, algunos son altos, algunos caminan a cuatro patas. Todas estas criaturas macabras se devoran unas a otras y se mueven entre las llamas, y muchas agonizan quemándose entre quejidos, revolcándose entre orinas y heces, mientras que otros diablos con el cabello en llamas se muerden entre ellos manchándose recíprocamente de sangre con hedor nauseabundo. Así es representada nuestra sociedad.]}

... (Mientras tanto los hijos de la casa), alegremente absortos y entretenidos con sus juegos: estos, concentrados en sus juegos, en su ignorancia se entretienen como tontos. A pesar de la admonición, los estúpidos, intoxicados por los juegos, no hacen caso a las palabras del padre...

"Yo soy el padre, vosotros sois los hijos.... Cuando los Seres gozan de placeres bajos y despreciables, entonces la Guía de los hombres que dice sólo la Verdad, habla de la Noble Verdad del dolor. A aquellos que, al ser infantiles e ignorantes, no ven la raíz del dolor, yo les indico el camino: ¡el afán es el origen del dolor! ... Esta enseñanza confunde la mente de los tontos.... no habléis de ello a los testarudos, a los arrogantes, a los indisciplinados: los insensatos, constantemente intoxicados por las pasiones, con su ignorancia denigrarían la Doctrina [de la Verdad]. Escucha cual es la severa recompensa para quien ha despreciado... el Camino del Despertar.... Escucha cual es el destino de quien desprecia tal enseñanza...

Una vez muertos, ellos permanecerán en los infiernos por una era entera. Por tanto, renacen en bajas formas de vida, los necios recaerán por muchas eras. Después de abandonar los infiernos, nacen entre los animales como perros demacrados o hienas, y serán objeto del escarnio ajeno, con heridas pruríticas, sin pelo o débiles, ya que sienten aversión hacia mi excelso Despertar.

Siempre despreciados por todos los Seres, golpeados con piedras y patadas, ellos gritan; amenazados en todo lugar con bastones, sus miembros están agotados por el hambre y la sed. A veces se convierten en camellos o burros, animales de carga que cargan con pesos, azotados con el látigo y el bastón, constantemente obsesionados por la comida, así están los tontos que han despreciado el Camino de los Despertados. Sucesivamente se transforman en horrorosos chacales, se vuelven ciegos y cojos; los tontos son atormentados por los jóvenes que los golpean con piedras y patadas. Por tanto, una vez muertos, los tontos se transforman en Seres con cuerpos largos como grandes gusanos, obscurecidos y perezosos se agitan sin parar; faltos de patas, se arrastran sobre el vientre y son devorados por una gran infinidad de Seres. Ellos padecen sensaciones terribles por haber despreciado semejante enseñanza.

Y cuando toman forma humana, nacen deformes, cojos, con la joroba, un ojo solo, ciegos, estúpidos, y de baja extracción social, por no haber tenido Fe en mi enseñanza. ... Y en el cuerpo de ésos que no han tenido Fe en el Despertar de los Despertados, toma morada un demonio. Pobres, dedicados a actividades humildes, siempre al servicio ajeno, débiles, con muchas enfermedades, estos vagan por el mundo sin protección. ... Este es, en realidad, el fruto del pecado. ... Robos, disturbios, revoluciones, discordias...: esto es lo que arrastra a la ruina al pecador. Él no ve nunca a Dios... el Rey de reyes que gobierna en la Tierra; el que ha despreciado el Camino de los Despertados está condenado a vivir tiempos sin esperanza.

Este necio no escucha la Doctrina [de la Verdad]; es sordo y sin cabeza, nunca estará sereno por haber despreciado tal Despertar. Por muchas infinitas miríadas de cientos de miles de eras, numerosas como los granos de arena del Ganges, él será estúpido y lisiado: esta es la mala remuneración para quien ha despreciado esta enseñanza. El infierno es su jardín, en la Tierra del sufrimiento se encuentra su morada; él siempre vivirá entre burros, cerdos, hienas y perros. Cuando sea de nuevo humano, estará sometido a ceguera, sordera y necedad. ... Creer en la realidad del cuerpo es su riqueza; la rabia crece lozana dentro de él; está sujeto a pasiones impetuosas y siempre encuentra goce en el vientre de las bestias. Consciente de ello, yo te ordeno que no expreses nunca una enseñanza como esta en presencia de los tontos.

Pero a los que son inteligentes... reflexivos... sabios, a los que buscan el supremo y excelso Despertar, a estos explícales el verdadero sentido. A aquellos que son siempre acérrimos, benevolentes... llenos de ternura, que han renunciado al cuerpo y a la vida, en su presencia enseña esto... ".

* * *

A la luz de estos párrafos, no olvidemos la elevadísima enseñanza de Cristo: Ama al prójimo como a ti mismo. En este sentido, cuidémonos bien de desacreditar a los que viven en condiciones de sufrimiento, pensando de ellos: "Ellos sufren por la justa Ley del Karma, ya que en vidas anteriores han hecho el mal y han despreciado la Verdad."

He aquí, si hemos comprendido la enseñanza solar de Cristo, nosotros NO tenemos que pensar de esta manera. Ya que Cristo nos enseña que EL AMOR VENCE A LA LEY, nosotros somos llamados a cuidar a los que sufren prescindiendo de las causas de su sufrimiento, y somos llamados a tomar su cruz sobre nuestros hombros, para que nuestro amor venza su sufrimiento. Así seremos dignos de Cristo.

En Fe, Marco Marsili