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battesimo 200x200Por Claudio Rojas

Él, Jesús, o desde hace 2.000 años Jesucristo, no nos ha dejado huérfanos, tal como lo prometió porque está presente entre nosotros; vive entre nosotros, nos da muestras de presencia a cada instante, nos muestra prodigios para que nos demos cuenta siempre de su presencia y nos consolemos. Ahora ya no se sacrifica por todo el mundo, pero si lo hace por sus elegidos (por lo que su Padre le dio y por quien pidió Jesús antes de ser crucificado- Yo no ruego por el mundo, sino por los que me diste…. Jn 17:9); y llamados, para que estos últimos puedan o tengan la posibilidad de convertirse en elegidos.

Cristo no volverá de la forma como vino hace 2.000 años, sin embargo, Jesús cristificado, está con nosotros camina junto a nosotros y pronto subirá al cielo, para luego bajar y manifestarse con gran potencia y gloria como dice el evangelio (Lc21, Mc 13 y Mateo 24).

Encontramos una interesante profecía:

Beato Padre Francisco Palau
España (1811 – 1872)

Religioso carmelita descalzo español. Creó la 'Escuela de la Virtud' - un modelo de enseñanza catequética en Barcelona.

“De un momento a otro aparecerá un Moisés, un hombre a quien obedecerán los infiernos, los Cielos, los Elementos, la Naturaleza entera. Los prodigios con que se acreditará la Divinidad de Su Misión serán tan estupendos, que los que realizó Moisés ante el Rey de Egipto no son sino una sombra y figura. A sus órdenes los mares saldrán de profundo y hundirán ciudades enteras: la tierra se cubrirá de tinieblas tan densas que ni siquiera se verán en sombra los objetos más inmediatos. A su voz bajará fuego, azufre del Cielo, y abriéndose la tierra, tragará el infierno vivo a los modernos sacrílegos Datan, Coré, Abirón (Num 16), y cuantos disputen Su Misión. Bajo la dirección de este Hombre el Orbe entero batallará contra los insensatos.
Seguirán a este restaurador los elegidos, solo los elegidos, aquellos que tienen escritos sus nombres en el Libro de la Vida, y los demás católicos apostatarán dividiéndose unos de otros. Lo que está escrito del Hijo del hombre, se cumplirá en la persona de este restaurador “ut comtemnatur et multa palcatur” será desconocido, perseguido, despreciado de los católicos cuyos nombres no están escritos en el Libro de la Vida (...)

Satanás será encerrado al abismo por el nuevo Moisés y por sus Apóstoles, y será con él sepultada al infierno la maldad de la Tierra(...) ¿Cuándo vendrá ese restaurador? No se conoce otro restaurador que Elías Tesbites. ”Elías venturus est et eum venerit, restituet omnia”, si viene la restauración verdadera que consiste en la conversión a Dios de todas las Naciones y de sus reyes, el restaurador no puede ser un rey, sino un Apóstol; la guerra no convierte, sino que arruina, y este apóstol será Elías, el Elías prometido, sea cual fuere el nombre que al aparecer se le dé. Llámese Juan, Moisés, Pedro, el nombre importa poco: la misión de Elías restaurará la sociedad humana, porque así Dios lo tiene en Su Providencia ordenado”

Elías vendrá. (Malaquías 4:5-6)

“He aquí, yo os envío el profeta Elías, antes que venga el día del Señor, grande y terrible. él hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición”.

“Yo os envío el profeta Elías”: En esta promesa singular, Dios asegura que él enviará a Elías hacia Israel de nuevo “antes del día del Señor, grande y terrible”. Pero debido a que este Elías viene “antes que venga el día de Dios, grande y terrible”, sabemos que la profecía de Elías esta solamente completamente cumplida antes de la Segunda Venida de Jesús. Juan 17:11-12 y Apocalipsis 11:3-12 hablan de este cumplimiento futuro, cuando Dios enviara, ya sea a Elías de regreso a la tierra en este encargo especial, o enviará a alguien singularmente facultado en el espíritu y cargo de Elías.
El profeta Elías: ¿Por qué Elías? Porque él ministró en un tiempo de crisis en Israel, cuando la nación estaba apartada de Dios, y un tiempo que inmediatamente anticipo un terrible juicio.
Es significativo que, en estas palabras de cierre del Antiguo Testamento, Dios hacer referencia tanto de Moisés y Elías. Ambos se encontraron con Dios en el monte Sinaí (éxodo 3:11 Reyes 19:8-18). Ambos también se encontraron con Jesús en el monte de la Transfiguración (Mateo 17:1-5). “él hará volver el corazón de los padres hacia los hijos”: Esta promesa habla más de una reconciliación de familias. Cuando Dios vuelva el corazón de los hijos hacia los padres, también tiene en mente el volverse hacia el Dios de sus padres.

“No sea que yo venga y hiera la tierra con maldición”: El Antiguo Testamento termina con la amenaza de una maldición, pero también con la expectación de un nuevo amanecer del Sol de justicia.

Ésta sería la nueva realidad de este período. El Consolador vendría para fortalecernos. Jesús se iba, pero enviaría a Éste que nos podría fortalecer.
No dice que el mundo no recibiría al Espíritu de verdad. Dice que el mundo no podría recibirle. El Espíritu de Dios toma la Palabra de Dios y la enseña, y se la abre al creyente, al que escucha la llamada. El no creyente tiene que creer primero en Jesucristo como su Salvador. Luego, el Espíritu Santo podrá morar en él.

El ser humano normal, el no creyente, en quien no mora el Espíritu Santo, no puede percibir ni ver la revelación de Dios, porque Él sólo puede ser visto y adorado en espíritu y en verdad. Es contemplado con el ojo espiritual ("los ojos y los oídos del alma"). Es sólo mediante el Espíritu de Dios que estos ojos y oídos pueden ser abiertos para entender la Palabra de Dios. Así, el Espíritu Santo es el Maestro que nos guía a toda verdad. Sin Él, la Biblia llega a ser sólo un libro de Historia, un libro de hechos. El Espíritu Santo nos enseña las verdades de la Biblia. Había estado pues en el mundo, pero Jesús les dijo a los suyos que después de Su partida,

"Él estará en vosotros".

"No os dejaré huérfanos; volveré a vosotros."

Jesús dijo que no los dejaría huérfanos, sino que vendría en la persona del Consolador prometido.

"Todavía un poco, y el mundo no me verá más, pero vosotros me veréis; porque yo vivo, vosotros también viviréis. En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí y yo en vosotros."

"En aquel día", es el tiempo en que usted y yo vivimos. Es el día que comenzó con Pentecostés. "Vosotros en mí, - dijo el Señor - y yo en vosotros". Ésta fue la declaración más profunda en todo el evangelio de Juan, o en toda la Biblia.

La primera parte de esta declaración, "Vosotros en mí". Se refiere a la salvación. Ser salvo significa estar en Cristo. Es por eso que el apóstol Pedro dijo que somos salvos mediante el bautismo. Porque el bautismo significa identificación, y significa estar identificado con Cristo. Dios ve a todos, o bien en Cristo, o bien fuera de Cristo. O estamos en Él por la fe, o estamos fuera de Él, cargando aun con los pecados. Si estamos en Cristo, entonces, Dios le ve en Cristo, y le atribuye Su justicia. De esa manera, estamos completos en Él.

La segunda parte de esta declaración, "Yo en vosotros", se refiere al proceso en que Dios produce la santificación en el creyente. Es el vivir cristiano aquí en el mundo. ¿Vive Cristo en mí? El apóstol Pablo dijo en su carta a los Gálatas 2:20: "Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y la vida que ahora vivo en el cuerpo, la vivo en la fe del hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí".
Esto es absolutamente aplicable a Elías que está con nosotros y los jóvenes de la tribu de Juan que representan el movimiento cultural internacional “Our voice”, en el tiempo de la segunda venida de Jesucristo.

Claudio Rojas
21 de Septiembre 2020

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- 15-01-20 Compartiendo con Elías, Juan y un enviado del Cielo
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