Por Fabio Major

Cuando un hijo de la Santa Madre Miriam guiado por la conciencia Crística se cruza en tu camino, se abren las puertas de una nueva vida.

Y es así que tu karma asume una nueva programación, que puede ser comparada con una nueva vida, una encarnación ex novo, transcendiendo la rutina cotidiana normal que prevé la desencarnación y consiguiente reencarnación en un arco temporal de siglos.

Respondiendo positivamente a la llamada del cielo, que las gotas de amor absoluto de un mensajero suyo nos han hecho llegar, la inteligencia Onnicreante puede conceder a los espíritus que anhelan las esferas elevadas, cumplir más rápidamente el camino sobre esta Tierra, viviendo en pocos años experiencias que normalmente requerirían una encarnación completa. Esta gracia hace que podamos alcanzar más rápidamente la tan anhelada meta de una encarnación en un mundo redimido que encarna los valores de la humanidad, del bien hacia el prójimo, del amor desinteresado, puro y sincero hacia nuestros semejantes y la creación, un mundo sin injusticias, abusos y lejos años luz de usar las riquezas como medio de ejercicio del poder y dominación del prójimo.

Para llegar a este status "privilegiado" hace falta alimentar siempre y constantemente la llama que el cielo te ha donado el primer día en que te enamoraste de la Verdad y que contestaste "sí" a la llamada. La puerta para tomar este camino es estrecha y es difícil llegar hasta ella. Está delante de ti, pero hay mil adversidades que afrontar y superar para poder pasar por ella. Distracciones, miedos, debilidades, trampas, consejos equivocados, incapacidad de elaborar una estrategia para llegar hasta ella… todas estas dificultades te ponen a prueba y forman al iniciado que será perseverante y saltará más alto del límite que Dios ha puesto, para llegar, agarrarla y entrar por esa puerta importante que se abre hacia el infinito, donde la fragancia embriagadora de la azucena silvestre hechiza e impregna el aura de la realidad.

En el día dedicado a la Virgen, uno de sus hijos más queridos y fieles nos ha hablado y como siempre nos ha donado el infinito a través de la grandeza sin adornos de la sencillez. Cómo átomos de una cuerda de guitarra que vibran armónicamente al unísono atravesados por una ola sonora, de la misma forma la fraternidad ha reverberado con el sonido de estas palabras.

Este año ha habido un signo, el coronavirus, que mucha gente ha subestimado y otros sobrestimado. La Madre Santa había anunciado señales y este es uno de aquéllos que tenían que ocurrir. Nosotros estamos aquí porque queremos ser servidores de Cristo a través de los mensajes de las apariciones de la Virgen. Yo no anuncio a menudo encuentros de oración, porque para mí es una pérdida de tiempo, la Virgen quiere hechos, pero hoy estamos aquí por devoción, para rezarle.

No tenemos que pedirle ayuda material, sino que nos sostenga en la salud, en la obra de servicio que hemos prometido desde 1989, desde 1951 cuando todo empezó con Eugenio Siragusa en el Etna.
Hoy he recibido un mensaje de la Virgen, la Madre Celeste Santísima Miriam.... Yo que tantísimo la amo, he escrito lo que ella me ha pedido:

“Lo que yo quiero es que mis hijos, discípulos de Cristo, despierten a los que viven en la materia, quiero que den la vida contra los vendedores de muerte... Quiero que sacrifiquen la vida para apoyar a los justos, en contra de los potentes, los criminales, que ya han sido excomulgados.

Quiero que dediquéis toda vuestra vida, no sólo a la oración, sino a las acciones".

Yo quiero vivir con los últimos, como hacía Cristo.

Nosotros somos una familia revolucionaria, nos ayudamos y seguimos adelante. No nos tiene que importar cuando vuelve Cristo, tenemos que seguir adelante, servir a esta causa sabiendo que volverá para estos niños. No sabemos cuándo será. Tenemos que enamorarnos de esta causa y amarla como la ama él, tenemos que dar la vida por ella. No hay vida en este mundo efímero si no luchas por los últimos, por quienes están emarginados, amenazados de muerte. Nosotros tenemos que estar con ellos, con los justos, ser sus servidores, porque hemos sido mandados por Dios sobre la Tierra y dado que conocemos la verdad, tenemos que reconocerlos por los frutos. Nosotros no somos maestros, guías, nosotros somos testigos.

¡Nosotros somos testigos de la verdad!

No tengáis miedo, porque no tenéis que esperar que Él vuelva, ya está aquí, es vuestro servidor.

No tenemos que esperar a nadie. Él está aquí entre vosotros. El hijo del hombre está entre nosotros, con la espada de la justicia de Dios. No es un religioso, un sacerdote. Es una voz de uno que grita en el desierto. No tengáis miedo, cualquier cosa que hagáis por esta causa, os será recompensada 100 veces. Si dáis un brazo, os hará fuertes como Sansón. Si perdéis los ojos, Dios os dará la vista del arcángel Mguel. Si os cortan la lengua, os dará una lengua de dos filos, la de la justicia. Si le dais un hijo, os dará 10.

¿Qué es la fe?

Es hacer lo que pide el cielo sin entenderlo.

Porque en el momento en que te das cuenta no lo haces. Puedes tener miedo de las consecuencias.

Cuando tenía 27 años, la Virgen me dijo que fuera a la Unión Soviética a hablar en la TV y con el presidente. Gracias a la fe lo hice, me encomendé.

Otro hijo iluminado por la Madre Divina toma la palabra.

El mensaje está en sintonía con los mensajes a partir de La Salette, ya que dice que hay que vivir con justicia, con firmeza, dice que sólo con las acciones nos salvaremos, no rezando. Es una Virgen sin emotividad. Su mensaje es por la salvación de los hijos. Aspira a salvar a la humanidad, a los hijos despiertos que siguen el ejemplo y “la ley del hijo”.

Estos mensajes indican que estamos en el tiempo final. Como decía Giovanni, no hay salvación sin acción. Este discurso se integra plenamente en los de la dialéctica de la Madre Santa, pero de hecho nos presenta lo que es la ciencia del espíritu, es decir que la evolución, la ciencia espiritual que regula nuestros cuerpos, pasa por las acciones. Por lo tanto, en este mensaje se entiende y se completa esta gran verdad: el connubio entre la ciencia de la materia y la ciencia del espíritu, dos valores que si no alcanzan el perfecto equilibrio crean un desequilibrio destructivo.

Este concepto estaba expresado en un mensaje de Eugenio el cual subrayaba que, si no hay equilibrio entre ciencia humana y espiritual, la civilización se autodestruye inevitablemente.

Y el hombre señalado por Cristo en este tiempo ha seguido explicando:

El cometa Neowise no ha impactado al Sol, como otros cometas, para llevar la genética.

Este cometa anuncia la venida de Cristo. Es un aglomerado de luz que anuncia un acontecimiento, es decir las nuevas vibraciones que anuncian el cambio y que preceden a que se encienda de nuevo Júpiter.

Habrá civilización en los 12 planetas. La Tierra será el planeta principal por su belleza, aunque algunos planetas ya estén en cuarta dimensión. Habrá un tiempo de "1000 años" (que no hay que entender literalmente), durante el cual la confederación instruirá a los jóvenes sobre la ciencia y la espiritualidad, a través de científicos de todas las ciencias.

El cometa también anuncia el fin de este mundo, que será destruido por nosotros, o por la naturaleza, pero la naturaleza no tocará a quien es funcional a la vida.

Os doy un nuevo mandamiento, amaos los unos a los otros más de lo que Jesús os ha amado.

Jesús decía que los siervos fieles son amados como los hijos y que son como si lo fueran.

Tenéis que creer en la obra, tenéis que sentiros protagonistas, para que todos podáis entrar en la viña del Señor. Tenéis que reforzar la obra para que yo pueda correr más veloz.
En la viña hay muchas tareas, no son todas iguales.

El jefe viticultor necesita a todos los obreros de la viña, cada uno con su propia capacidad. No dejéis que se apodere de vosotros el miedo de que no lo conseguiremos. El Señor se preocupará de todo lo que se necesita. Que no nos faltará nunca, pero si queremos ahorrar porque tenemos miedo, nos llegará a faltar incluso lo necesario. Vamos adelante.

No hay más tiempo, tenéis que confiar en mis consejos.

Sucederán cosas terribles en el mundo, pero no caigáis en el miedo y permaneced con las manos sobre el arado, que el Señor nos abrirá un camino.

Tendréis miedo de la salud y de quedaros sin nada. Si sucumbís bajo el miedo, no os podré ayudar. Si vencéis el miedo, no os ocurrirá nada.

No hay palabras para expresar la gratitud, mezclada con el nudo en la garganta por la responsabilidad, el temor de Dios y la excitación de poder trabajar por esta causa bendecida por el cielo.

Danos fuerza para permanecer siempre en el justo camino oh Madre Divina. Amén.

Fabio Major
17-08-20

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