Por Francesca Bianchin
Soldados de un ejército invisible.
Soldados de un ejército invisible.
Soldados de la luz.
Soldados desarmados frente a las fuerzas oscuras aparentemente invencibles.
Soldados sin uniforme.
Soldados sin gloria en la Tierra, sin medallas en el pecho.
Soldados ante Dios.
Soldados inconscientes y perdidos, derrotados por el materialismo.
Soldados conscientes de serlo, en lucha diaria con la materia que avanza inexorablemente en el alma, en lucha perpetua para que el enemigo retroceda de la línea defensiva de los pensamientos y de las acciones.
Soldados sin distintivos a la vista, pero visibles para los corazones de los que pertenecen al ejército de Cristo.
Soldados que ganan batallas por y en nombre de aquellos que enderezan nuestros pasos y nuestro camino.
Humildes soldados de Cristo en la Tierra, seguidores de aquel cuya voz grita en el desierto desde el principio de los tiempos.
Francesca Bianchin
5 de noviembre del 2019