Por Fabian Ranieri

Después de unas pascuas de emociones y encuentros con hermanos, ahora, en casa, meditando todo lo que se vivió en esos días, sigo sintiendo esa vibración en mi corazón, ese fuego Crístico.

Fueron muchas emociones… como siempre después de cada encuentro que tenemos con Giorgio y mis hermanos.

El sábado fue totalmente emotivo, con la presencia de Juan Alberto y de los Apóstoles Omar y Ramón.

Tengo que discrepar con lo que dijera Juan Alberto en su exposición, porque en realidad es como nos dijo Cristina Collino: somos nosotros quienes tenemos que pedir disculpas.

En mi caso soy el primero que tendría que pedir disculpas por no hacer lo que él nos ha mandado hacer. Siempre con dificultades en mi Arca por distintas razones, pero NO sos culpable Juan… en todo caso llevamos una gran parte de esa mochila que quieres poner solo en tus hombros.

Cuando conocí por primera vez a Giorgio que fue por el año 2.006, recuerdo que fue maravilloso… Sentados en el bar del Bauen tratando de poner una fecha para hacer una conferencia en mi ciudad -La Plata- paradito a mi lado estaba Juan, y él decía: “a La Plata no podés ir, es muy lejos...”, etc., y yo en mi interior me enojé con él… Juan soy el primero que te pide perdón por ese enojo contigo, defendiendo al MAESTRO. Hoy te conozco y te reconozco, me enseñaste muchas cosas, aprendí mucho, sos un gran Maestro. Fuerza, adelante, no se me achique que estamos en la vanguardia juntos hasta que regrese el Maestro Jesús…

Que decir de nuestro amigo, hermano, Maestro Giorgio… Es muy grande para poder describir lo que siento… Él me ha dicho que me lleva en su CORAZÓN… yo no solo te llevo en el mío, sino que quisiera acompañarte a tu lado siempre; seguramente si el cielo lo permite en otro tiempo futuro estaremos luchando codo a codo.

Desde la primera vez que me entero de tí, me llego tu Paz, Amor, entrega… fue en los años 1.990 o 1991, en esa época recibía unas revistas de España - “MAS ALLA”- donde te hacían un reportaje, ahí recordé una parte de la autobiografía de Yogananda donde visita a Teresa Neumann. Tratando de ensamblar ese milagro con el tuyo, pasaron los años y en el 2.006 te encuentro en FISI con Pedro Romaniuk, a quien yo seguía en esos tiempos por sus charlas. Desde ese momento no me despego de tu lado, te encontré, te reconocí, inconscientemente en esos momentos, y hoy soy consciente que viniste a despertar a mis hermanos y a mí, GRACIAS AMIGO, HERMANO; MAESTRO… seguir a tu lado es lo mejor que me ha sucedido en esta vida y lo expreso desde lo más íntimo de mi ser, con amor y devoción, por tu entrega, valor, sabiduría… gracias, gracias, gracias.

Del domingo, que decir… que fue una explosión interna para cada uno de los presentes y si me dejan comentar mi pensamiento, esta energía llegó a todos los que no estuvieron presentes. Decir que no amamos a este hombre que grita en el desierto, seria blasfemia. Estuvimos por ese AMOR incondicional que tiene hacia nosotros, amor que no desvanece a pesar de nuestras debilidades. Nos Ama, nos cuida y está dispuesto a dar su vida por nosotros.

Nos hemos postrados al piso por la presencia del gran Maestro, el Cristo…

Todos estuvimos viviendo una verdadera comunión de FUEGO…

Amén
Fabian Ranieri
La Plata, Buenos Aires

8/4/2018