Por Sante Pagano
¿Acaso alguna vez nos preguntamos quiénes somos realmente y por qué estamos en el mundo? ¿Acaso alguna vez nos preguntamos si hemos elegido este camino o no? ¿Acaso alguna vez nos preguntamos cuál es el motivo por el cual Dios nos plantea constantemente pruebas y tentaciones?
A lo largo de estas líneas lo único que haré será expresar mi sentimiento que surge de una inspiración repentina.
¿Acaso no es verdad que somos luz vibrante que emite y capta frecuencias? De hecho, si realmente estamos conectados con la divinidad podemos recibir continuamente inspiraciones en forma consciente o inconsciente.
Hay una imagen que últimamente se presenta frente a mi espíritu, como si fuera un holograma que alguien ha proyectado y que hasta el momento se presenta con un significado desconocido esta noche, de repente, me encontré describiendo la explicación de todo esto.
Frente a mi había un paisaje paradisíaco, una enorme extensión de césped verde, una luz que nunca antes había visto. Pura energía, unión fraternal y colaboración era lo que se sentía en el aire, en todos lados. Vi a miles de almas esperando encarnar, todas estaban mirando a un gran Ser de Luz. Maestros y discípulos estaban juntos, unidos en contemplación, con los ojos cerrados y eran todos una sola cosa, estaban conectados telepáticamente con este maravilloso Ser y creaban una comunicación única, colectiva y ordenada. Era un Ser de una enorme autoridad y potencia que estaba demostrando todo lo necesario para la próxima misión en el planeta llamado Tierra y está seleccionando a los soldados que formarán su ejército en base a sus capacidades, potencialidades, karma, voluntad, aptitudes, disponibilidades y lealtad.
Al intentar definir a este Ser podría decir que se trataba de una entidad divina, pero no logro comprender precisamente de quién se trataba ya que no se reveló ante mi, era consciente de mi presencia en medio de la proyección de esta imagen pero seguía como si no pasara nada, como si yo estuviera allí mirando simplemente para transcribir lo que veía. Es solo una sensación, un gran Ser que existe allí, en ese momento y en ese lugar, en ese “no” espacio tiempo. No hace falta algún tipo de presentación, ni nada de ello, así es y así debe ser, no soy quien para preguntar o para interpretar. En la visión cada uno proyectaba su corazón hacia esta inteligencia, mostrando sus temores, sus deseos y sus capacidades, sus carencias, aquí todo es perfecto, tiene que serlo, no puede ser de otra manera. Es así, sin condiciones, todo queda al desnudo, todo tiene un orden propio. Todo queda catalogado, desde el panadero al director de empresas importantes, todo es necesario, nadie es mejor que otro, o indispensable, es como un rompecabezas en el que todo encastra perfectamente. Cada uno tendrá su rol. “Tendremos que crear grupos de personas que trabajarán en este lugar – dijo el Ser de luz – necesito 15 personas, entre ellos alguien que sepa de informática, un contador, un creativo y alguien que tenga la capacidad de controlar los ánimos, ofreceos, dejadme leer en vuestros corazones. Estos grupos llevarán el nombre de ‘Arcas’ y estarán diseminadas en todo el mundo para tener un determinado equilibrio, para concretar algunas situaciones. Seréis puestos a prueba, templados, obstaculizados, burlados, ridiculizados, pero no os preocupéis y no miréis hacia atrás porque no todo eso será necesario. Todo eso servirá para despertar vuestras capacidades y para mantenernos vivos. La dimensión en la que os encontraréis tendrá una densidad energética elevada y por lo tanto necesitaréis estímulos constantes ya que estaréis propensos a adormeceros y a adaptaros al materialismo. Si no os mantenéis alerta podríais llegar a perder vuestra misión. Es muy importante que eso no llegue a ocurrir y por lo tanto tendremos que seleccionar además a las reservas que eventualmente os tengan que llegar a reemplazar en el momento oportuno. En cada Arca pondré al mando a quienes puedan ser guías que os acercarán hacia mi y que me representarán porque los habré elegido, serán mis subtenientes y tendréis que servirlos ya que ellos estarán conectados directamente conmigo y su misión será la de guiaros a su vez. Serán como maestros para vosotros y hermanos al mismo tiempo. Vuestro punto de referencia será Cristo, todo esto es solo por Su Santa voluntad divina. En vuestro ADN está presente el recuerdo de la crucifixión del gran Maestro que no será eliminado, será a lo único que os aferraréis en los momentos de desconsuelo, por lo tanto acudid a este gran dolor para resurgir, es importante que no caigáis... es importante que no caigáis. Yo también reencarnaré y me encontraréis, os sentiréis atraídos por mi persona desde el día en que hayáis visto la luz. Será muy grande el deseo de crecer, de caminar, de hablar, porque el calor del alma será muy fuerte y os querrá acercar hacia mi. Queridos míos será una gran batalla, una gran guerra, una verdadera guerra. Reencarnaré antes que vosotros para preparar vuestro camino, para preparar vuestras cunas, para afilar vuestras espadas, para formar vuestros corazones, para salvaguardar vuestras almas. No descansaréis hasta encontrarme y esta búsqueda será organizada puntualmente para templar vuestras fuerzas. Es importante que no caigáis... es importante que no caigáis... es importante que no caigáis. Dejaré migas de pan en vuestro sendero, mandaré vientos helados para templar vuestro físico, palabras amargas para reforzar vuestra mente y os haré sentir mi abandono para que crezca vuestra alma. Desde pequeños sentiréis mi presencia, me abandonaréis y me volveréis a buscar, pero regresaréis a mi, todos, y si no lo llegarais a hacer yo iré por vosotros. Me reconoceréis de inmediato, será un shock muy grande pero éste será necesario para que se vuelva a encender nuestra conexión. Este será el fin y el comienzo de todo ya que tendréis que tomar una decisión: combatir a mi lado o abandonar la misión, yo seré muy rígido y determinado porque los tiempos se acortarán y el anticristo se habrá dado cuenta de que sus días estarán contados. Seréis mi ejército, os llamaré uno por uno y me amaréis como a un maestro vuestro porque es lo que soy pero también seré vuestro servidor, quien lavará vuestros pies cansados y desnudos, quitaré de mi boca el pan para alimentar a vuestros cuerpos. Me reconoceréis por las señales del Gran Maestro, por las características humildes, por las vestiduras pobres, por las heridas del alma provocadas por las flagelaciones infringidas por un mundo que será diabólico y cruento. Todos juntos seremos llamados para servir al Gran Maestro, juntos tendremos que combatir una dura guerra, una guerra que durará miles de años, ésta será entre el bien y el mal. Algunos de vosotros recordaréis vuestras vidas pasadas en las que me habréis acompañado, otros tendrán apenas algunos recuerdos inconscientes y todo esto tendrá como objetivo que nuestra conexión se mantenga firme, para que no os olvidéis de mi, para que no olvidéis la misión que llevaremos a cabo durante milenios. Cuando seáis pequeños no seréis capaces de tomar la leche del seno de vuestras madres pero en vuestros corazones arderá el fuego de la verdad que irá siempre en aumento. Seréis sometidos a muchas pruebas pero será algo necesario porque la Tierra será apocalíptica y necesitará soldados fuertes, será la batalla final: no tenéis que caer, no podría ocurrir, en el caso que ese sea vuestro deseo íntimo no lo permitiré. Unión, hermandad, respeto, justicia, amor y discernimiento serán suficientes como para continuar pero la fe... no podréis perder la fe, jamás, sin ella la conexión con el Gran Maestro desaparecerá. Nosotros seguiremos su camino, el del sufrimiento y del amor. Ante las injusticias seremos impotentes, débiles frente al látigo y a los golpes, hambrientos junto a las mesas servidas. Tratarán de quitarnos a nuestros hijos, de asesinar a nuestras mujeres, de encarcelar a nuestros padres, pero este es el camino que tendremos que recorrer. Será la única alegría que tendréis, servir al Gran Maestro a toda costa, conscientes de que la muerte no existe y que el bien será el que siempre y como sea tendrá que vencer. Pero esta vez será diferente, no seremos crucificados, esta vez no habrá misericordia, ni perdón, únicamente y exclusivamente justicia, por lo tanto si os llegaran a quitar algo inmediatamente os será devuelto, ni uno de vuestros cabellos será tocado, a menos que yo lo haya permitido por una causa justa. Por lo tanto estad unidos, comportaos como hermanos, como hermanas, como padres y madres y, el gran mentiroso tratará de dividiros por todos los medios pero yo haré que vuestras cadenas sean fuertes para que no os separéis, sois mis discípulos, mis hijos, mis hermanos, mis soldados, y nuestro Maestro será uno solo, Aquel a quien llaman Cristo, Aquel con quien seré una sola cosa ya que sufrirá en mi cuerpo y Aquel con quien vosotros también tendréis que ser una sola cosa, a través de sus llagas presentes en mi cuerpo y en mi alma. Mi misión será la de prepararle el camino para el gran regreso profetizado en todos los textos sagrados del planeta. Esto es todo hijos míos. Ahora podéis cerrar vuestro tercer ojo de modo tal que pueda encender vuestra llama divina, ya que la Tierra nos espera, la Madre Tierra gime de dolor y derrama lágrimas de sangre. Tenemos una guerra por ganar. Y recordaos, siempre, que no tenéis que caer, no podréis caer, seguidme y os mantendré firmes. Y cuando os tenga que dejar permaneced unidos en las llagas de nuestro Señor ya que solo en Su dolor podremos ganar, únicamente a través del camino del sufrimiento podremos adquirir esa enorme fuerza llamada Amor, llamada Justicia”.
Sante Pagano
26 de Noviembre de 2016
00:30 hs.