Una madre llora, ¿quién puede ser indiferente ante el dolor?.
Es Ella, nuestra amorosa Madre Santísima, llamándonos, manifestándose de tantas maneras.
Buscándonos incansable.
Es Ella, nuestra Madre Tierra, gimiendo por el actuar maléfico de nosotros sus desalmados hijos, que, incansables también, no paramos de infligirle dolor.
Hoy le tocó a Paraná, mi humilde lugar, que recibe cálidamente a todos, mate en mano, lapacho en flor. Mi lugar que casualmente entre reuniones y seminarios de Del Cielo a la Tierra se conmociona por la manifestación de La Madre Inmaculada del Eucarístico Corazón de Jesús, como se ha dado en llamar a esta imagen que representa a una niña de unos 14 años, arrodillada en actitud penitente. Y cercana a ella una estrella de seis puntas, con un corazón central rojo vivo, que se asemeja en mucho al colgante de rubí que usan mis hermanos, ¿otra señal?.
Creo que si otro signo para nosotros, a decir verdad.
Y aquí la iglesia, institución pacata y decadente que ha defraudado históricamente a un pueblo ávido de fe, dice que Ella solo nos pide que "recemos más"...
Pienso: ¿Que recemos más? ¿A quién?; ¿Que recemos más? ¿para qué?.
Si después vamos a mirar mal al primero que se nos cruza, si ignoramos al chico de la calle, si somos indiferentes ante quien necesita una buena palabra.
A mi entender Ella nos pide acción, que sigamos el ejemplo de la manifestación Divina del Amor: Su Hijo JESUCRISTO.
Y como Él transformemos con cada acto el mal en bien, que cuidemos el uno del otro, forjando la Unión, alimentando la Esperanza, defendiendo la Verdad y la Justicia.
Siento que Nuestra Madre Amorosa solo nos pide que pongamos manos a la obra y seamos como Ella: Amor en Acción ....y basta de palabrerías.Marisa Elizabeth Franco
Arca de Paraná - Entre Ríos - Argentina
27/09/2016