Por Oscar Morosini
UNIÓN
Muchas notas, una detrás de la otra, formando hermosas, encantadoras y divinas sinfonías.
Muchos copos de nieve se unen cubriendo paisajes que sugestionan a nuestros ojos.
Muchas gotas de agua juntas forman los ríos, los lagos, el mar y los océanos, plasmando y permitiendo que exista la vida en nuestro mundo.
Muchos granitos de arena dan vida a espléndidas playas, en las que al relajarnos podemos admirar al Padre Sol nacer y ocultarse.
Muchos y pequeños átomos de hidrógeno y oxígeno nos permiten respirar y por lo tanto vivir.
Son todos elementos indispensables y atómicos, pero que al unirse crean maravillas.
Nosotros, por más simples y pequeños que seamos, porque ante la Creación no somos nada, unidos podemos hacer mucho, hasta incluso concretar lo que pensábamos que podía ser imposible, utópico.
Únicamente juntos no tenemos límites y únicamente juntos podemos cambiar el mundo. Cada uno de nosotros es indispensable para alcanzar el objetivo que solo la masa, la colectividad puede alcanzar.
Para poder hacerlo tenemos que buscarnos, como lo hacen ellos: las notas, los copos de nieve, las gotas de agua, los granitos de arena y que si no lo hicieran no podríamos escuchar sinfonías, ver montañas nevadas, ni mares, ni playas.
Y así como el viento transporta las notas, los copos, las gotas, los granitos de arena, llevando la música hasta los oídos de todos, modificando los valles nevados, golpeando en el mar y haciendo volar los granitos de arena que modificarán las dunas de los desiertos, nosotros tampoco tenemos que ser estáticos y buscar a todos los hermanos, no solo a aquellos con los que sentimos una mayor sintonía. Porque si lo hacemos reforzaremos nuestra unión, seguirá nevando y lloviendo, logrando que la nieve no se derrita y que los ríos no se sequen, seguirá llegando gente que se una a nuestro sueño, un pianista seguirá tocando, y al final venceremos.
SOLIDARIDAD
Solidaridad, su principal significado es: una forma de compromiso ético-social a favor de los demás.
Juntar por la calle los fragmentos de la vida, los dolores y las desilusiones de los demás.
Secar las lágrimas de las que ni siquiera conocemos su razón de ser.
Consolar a los corazones que ya se han perdido y que están destrozados.
Dar lo “Mejor” de nosotros a las personas devolviéndoles la fuerza para volver a empezar.
Escuchar sus historias de vida y sus problemas, incluso cuando sean “Estúpidos”... porque cuando algo hace sufrir jamás es estúpido.
Encarrilar los trenes que han salido de los rieles, volviéndolos a poner en marcha, en forma segura y hacia metas correctas.
Caminar por este camino, en el marco de una mentalidad de “Buenos”, en el marco de un ánimo listo a perder todo de nosotros mismos para dárselo a los demás, para que puedan reconquistar la confianza, la fuerza para continuar y para volver a empezar.
En en transcurso no podemos arrepentirnos de ninguna decisión, no podemos reprocharnos nada.
Lo que hacemos por los demás queda en el mundo y es inmortal, a diferencia de lo que hacemos por nosotros mismos.
Ya que los corazones que han sido tocados por el significado más noble del término “ser humanos” (que nos importen los demás) despertarán los suyos, comprendiendo la importancia de lo que han recibido y a su vez se lo entregarán a los demás.
Oscar Morosini
Septiembre de 2016