Por Roberta Battisti
Hay otros mundos, otras civilizaciones, seres estupendos y muy evolucionados que quisieran ponerse en contacto con nosotros para ayudarnos a evolucionar.
El único camino que recorrer es aprender o seguir viviendo según las enseñanzas que nos ha dejado Jesús Cristo, seguir por el camino que Giorgio nos despeja e ilumina con su sufrimiento, vivir la verdadera fraternidad, sin barreras y sin juicios, sino con amor en la espera del retorno del amor más grande que haya vivido en esta tierra: el Hijo de Dios.
Con amor,
Roberta Battisti
Arca Mani dal Cielo, Buja.
HE ENCONTRADO A PEDRO DURANTE
Es un día tórrido de julio y en el pequeño pueblo donde vivo no hay nadie por la calle. Cuando aparco el coche delante de casa veo por el retrovisor a un señor anciano con un bolso al hombro que camina en medio de la calle y se acerca a mi. Pienso que está vendiendo puerta a puerta y me da una sensación de tristeza y de pena por él, quién sabe que vicisitudes ha tenido en la vida que le han llevado, a su edad, a ganarse la vida de esa forma. Mientras tanto bajo del coche y aunque aún no me ha pedido nada le digo que no compro nada, pero le doy algo, él toma el dinero y las únicas palabras que dice son: “¡Que Dios te bendiga”!
¡Es un momento! ¡Me doy cuenta de que se trata de un encuentro especial! Le miro y me llama la atención su barba blanca, sus largos cabellos blancos, la camisa a cuadros, los ojos de un sabio, pero sobre todo la sensación que me envuelve de repente, de paz, serenidad, amor. Me parece estar en otro mundo. Me siento todavía un poco trastornada e intento entender lo que está sucediendo cuando él se da vuelta, para después volver a alejarse y da vuelta a la esquina. Le sigo. Le busco mirando por toda la calle. ¡Ya no está más! Todo ha sido tan rápido, intenso, como si el tiempo se hubiese detenido.
Tomo conciencia de haber vivido una experiencia fuera de lo normal y se la cuento a mi familia, pero todavía no sabía de quien se trataba ni lo que significaba.
Una tarde nos encontramos con Lorena y Lorenzo, dos queridos hermanos que siguen la Obra desde hace casi veinte años, en casa de mis hermana Gianna y de Renzo para hablar de Giorgio y leer sus mensajes. ¡Pasando por las páginas de su página web veo la “persona” que yo había encontrado y descubro quien es!
Cuando cuento todo a Giorgio él me confirma que me ha visitado Pedro Durante, el apóstol Pedro, un mutante, viajero en el tiempo y en el espacio.
No sé porqué he tenido este gran honor, soy una persona sencilla y no tengo un rol importante, ni grandes virtudes. Pero guardo celosamente en mi corazón esta maravillosa experiencia con la conciencia de que no estamos solos.
11 de Septiembre 2016