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foto4saroPor Rosario Pavone

Ironizando un poco sobre el “punto 3” del título “Napul'è mille culure” que me gustó para la crónica que redacté hace algunos meses sobre la experiencia vivida en esta ciudad, y también recientemente le gustó a Sonia Alea como título para su crónica en la cual transcribió todo lo que se habló en la conferencia que tuvo lugar el 18 de Octubre en Nápoles, me gustaría recordar y transmitir algunas de las impresiones de quienes viajamos hasta allí desde Sicilia para visitar nuevamente esta tierra partenopea. Obviamente voy a evitar entrar en detalles sobre los argumentos que se trataron en dicha conferencia ya que la misma Sonia Alea los ha transcrito de manera fidedigna y meticulosa en su crónica.

En el mes de Mayo pasado junto a Enzo y Carmela habíamos realizado una visita casi improvisada pero al mismo tiempo muy enriquecedora para el espíritu, conocernos y encontrarnos con muchas almas reunidas en una mágica tarde de sábado en nombre de la fraternal común unión. Programando, además, una reunión pública con la gente en la que estaría presente Giorgio Bongiovanni y que finalmente tuvo lugar el pasado domingo 18 de Octubre que, se podría decir, contó con un gran éxito y afluencia de personas. Una actividad que salió muy bien y que querría destacar gracias, además, a la perfecta organización que el nuevo grupo de nuestros hermanos napolitanos supo llevar a cabo. Me gustaría recordar sus nombres, no por quedar bien sino para agradecerles, estos son: Andrea, Marco, Tony, Pako, Paola, Sabrina, Fabiana, Vincenzo, Antonella y Giovanni.

Fot-1saroY para ser el “estreno”, como se suele decir ¡fue todo un éxito!

En la madrugada del sabado 17, salimos desde Sicilia, y esta vez éramos seis, se habían agregado Giorgino, Antonio y Stella, y nos dirigimos juntos a un pueblito a las puertas de Caserta en el que nos hospedarían Giovanni y Antonella, quienes se pusieron a nuestra total disposición, compartiendo con nosotros su casa, dándonos y repartiendo prácticamente todo con su hospitalidad, hasta me atrevería a decir que nos dieron hasta lo que no tenían... Incluso dejaron de lado sus obligaciones, para hacernos de guías y acompañarnos todas las veces que viajamos desde allí hasta Nápoles, recorriendo los 30 km de carretera que separan al pueblito de la gran metrópolis y que corresponden más o menos al tristemente famoso territorio que gracias a las noticias conocemos como la “Terra dei fuochi” (Tierra de los fuegos).

Ni bien llegamos la comida ya estaba lista, a pesar de la hora nos habían esperado para comer todos juntos, incluidos los tres hermosos hijos de Antonella y Giovanni que siempre nos acompañaron y que luego, al menos las dos niñas, entablarían un dulce “feeling” con nuestra querida Stella.  

Apenas comimos corrimos a los pies del Vesubio, a un pequeño Resort en el que también se alojaría Giorgio y donde nos esperaban nuestros amigos de Nápoles junto a Salvatore de la ciudad de Turín y a Cecilia, Anna y Giuseppina de la ciudad de Varese, todos ellos habían viajado juntos para crear esa armonía y camaradería que se crea cada vez que se realiza uno de estos eventos en los que se da testimonio.

Todos estábamos muy felices y nos dirigimos en coche hacia un lugar cercano, subiendo un poco por las laderas del volcán, en las que se encuentran una especie de canteras abandonadas pertenecientes ni más ni menos que al período Borbónico, denominadas “I Conetti”. Se trata de un lugar muy especial, hasta podría decirse misterioso, en el que nuestro querido Tony, un excelente guía, nos dijo que había energías muy fuertes y junto a Marco dijeron que probablemente en el futuro ocurrirá un aterrizaje extraterrestre. Todos estaban algo sorprendidos pero al mismo tiempo maravillados y con gran interés, por mi parte estaba muy ansioso, pensativo y preocupado pero hasta el día de hoy no he logrado comprender porqué, y quizás sea por ello que era el único que sentía un constante temor, casi continuo, por la tierra que estaba bajo nuestros pies.

Foto2saroNo era sugestión, os lo puedo asegurar, pero realmente la tierra temblaba bajo mis pies. “Serán tus zapatos”... me decían aduciendo la sensibilidad que puede tener la suela con respecto a la goma. Pero el hecho es que nada de esto le impidió a nuestros Hermanos hacernos partícipes de Su atención: en pocos minutos y con un sensible aumento de la luz y de la energía fueron apareciendo más de diez objetos que describían parábolas luminosas por encima de nuestras cabezas. Hermoso. Reconfortante.

Luego, todos juntos, fuimos a saborear la pizza napolitana, que recuerdo bien que me gustó mucho, siendo este obviamente otro momento de fraternal camaradería reunidos al calor de la misma llama que nos iluminaba a todos: sonreír, bromear, el entusiasmo de la mesa, son la punta del iceberg sostenido por la alegría y por la felicidad interior. Al día siguiente, por la mañana, nos dirigimos todos a Nápoles, a Ponticelli, en las afueras de la ciudad, donde se encuentran las casas populares.

A través del anuncio en internet de la conferencia nos había llegado una solicitud para que ayudáramos a una familia carenciada, una de las muchas que se supone que viven en una degradación “digna” de una gran ciudad. Con la duda, lo digo con mucha sinceridad, de que el pedido de ayuda fuera una nueva estafa de las que, según me decían..., muchos napolitanos viven, como un estereotipo, de todos modos decidimos responder positiva y fraternalmente al llamado. “No tenemos dinero – precisamos – pero con mucho gusto podemos lograr llevaros algunos víveres”. Y siguiendo de alguna forma el ejemplo de un amigo nuestro de ese lugar, Antonio, que dos días antes había ido generosamente a llevarles algunas cosas, llenamos unas bolsas con una buena cantidad de productos que, generalmente, una familia compraría periódicamente.

Entonces una vez más Tony nos mostró el camino hasta la casa de la familia y allí también se produjo una fantástica e irreal, para nosotros, “charla” digna de los actores Totò y Eduardo, en napolitano puro, con la que les explicaba el motivo de nuestra visita, el porqué de su condición y además los alentó a que intentaran plantear una actividad laboral en la cual él mismo estaría interesado... Y siempre precisando que una cosa es la indigencia y otra muy diferente es la postura astuta y cómoda de muchos que se aprovechan de la generosidad de los demás... Todo sucedía ante nuestra silenciosa admiración ante la conversación, al punto tal que Enzo se sintió de expresar una reflexión suya: “¡Hoy comprendí que para hablarles a los napolitanos (para hacerse entender, n.d.r.) hace falta un napolitano!”

Esta lección de vida también nos fue muy útil.

Por la tarde todos nos dirigimos a la sala antes del inicio de la conferencia pública.

La ponencia de Giorgio era la más esperada: sus explicaciones se fueron uniendo con las respuestas que iba dando a las diferentes preguntas, éstas últimas estaban todas muy atinadas y de una gran calidad como ocurre cada vez más. “Un perfecto catequismo” diría más tarde un estigmatizado laico presente en el público, el fraternal amigo Giulio, que había respondido sinceramente a nuestra invitación a participar del evento y vino junto a Nicola y Carmine desde un pueblito de la Provincia de Salerno.

Esa noche tampoco faltaron, para los ojos especiales, las manifestaciones especiales: la sensibilidad de los teleobjetivos de algunas máquinas fotográficas lograron capturar muchos de los llamados “orbs” que parecían levitar en la sala durante la manifestación; la extraordinaria capacidad de una persona que tiene el don de “ver” más allá de lo “normal” me describió como, en dos momentos diferentes mientras Giorgio hablaba, un “remolino luminoso” en forma de una espiral de colores amarillo dorado y rojo fluía lentamente desde el techo hasta abajo...

Manifestaciones prodigiosas pero que con mi sencilléz exegética recuerdan al famoso postulado del Maestro: “Donde haya dos reunidos en mi nombre, yo estaré en medio de ellos”

Y según mi opinión, esa tarde, nos habíamos reunido en Su nombre y éramos muchos más de dos o tres... La atmósfera que se respiraba y se percibía de fraternal concordia y unión era algo tangible. En muchos se podía ver el brillo en los ojos y la sonrisa del alma.

Nos tuvieron que llamar la atención, como ocurre siempre, para que concluyéramos el debate porque sino habríamos seguido a ultranza sin poder despegarnos, pero era tarde y teníamos que ir todos a otro lugar en el que compartiríamos otro momento de fraternal intimidad y ya estábamos saboreándolo. En el Resort nos estaban esperando con la mesa servida, éramos alrededor de 40 personas entre las que me encantó ver a Clelia y a su hijo Luca, quienes después de la conferencia se agregaron a nosotros para compartir juntos... Comimos algo y entre un bocado y otro se iban intercalando las bromas, las caricias, las sonrisas, las fraternales expresiones para predisponernos a escuchar, desde donde estábamos sentados, el simple y armonioso discurso de Giorgio, dirigido sobre todo al grupo de hermanos napolitanos que está en plena etapa de formación. Los objetivos de la Obra, las actividades importantes, el hecho de designar los roles, la apertura a 360º, la importancia de no encerrarse en sí mismos y sobre todo de no tener un espíritu sectario. La presencia del Amor como valor primordial e irreemplazable en la relación entre los hermanos: el amor primero, durante y después, que nada más tiene que nutrir nuestro sentimiento con respecto al otro. La “justicia” la tenemos que invocar para las causas, tenemos que apelar a ella en contra de los poderosos en contra de los explotadores, de los malvados de esta civilización. Nunca en contra de nuestros hermanos. El “deber” en el trabajo solo si se ve acompañado por la conciencia y sobre todo por el amor por contribuir.

El tiempo es tirano y nos abrazamos calurosamente con todos los hermanos para dirigirnos cada uno a nuestras casas.

Antes de ir a dormir, a la casa de Antonella, el estado de serenidad mental, a pesar del comprensible cansancio debido al sueño, a los viajes y a los frenéticos movimientos que habíamos tenido que pasar, nos permitió saborear varios minutos de intercambio y conversación...

El lunes ya regresábamos, pero antes tuvimos la posibilidad de dar un paseo, con Giovanni como guía, por la zona verde de Caserta, un lugar rico en agua y allí nos detuvimos para cargar algunos bidones con agua de vertiente (la misma que se vende a nivel comercial bajo el nombre de “Lete”). Lo que tiene de especial es que parece ser “agua con gas” natural.

Allí nos encontramos con un viejito de casi cien años que nos habló del agua, del lugar repasando sus recuerdos, haceros una imagen, de cuando el último y “fugaz” Rey de Italia, Humberto, llamado también el Rey de Mayo, venía a descansar con su corte...

Inmediátamente después nos dirigimos a un lugar cerca de allí en el que surge una misteriosa colina en forma de pirámide, a pesar de que la mejor definición tendría que ser una pirámide en forma de colina.  

foto3saroPor muchos otros motivos misteriosos, que sería muy largo explicar, parecería ser que no es posible acercarse mucho a ella ya que... por decirlo de alguna manera... el acceso está custodiado y de alguna forma se impide pasar. ¿Serán rumores? ¿Cuentos? ¿Leyendas metropolitanas?

El hecho es que intenté recorrer algo más de cien metros hacia la base de la “colina” y cuando estaba cerca de alcanzar la base... se escucharon tres disparos de pistola, supuestamente disparados al aire, y fueron suficientes para convencerme de que tal vez era más saludable volver hacia atrás y con el rabillo del ojo divisé una figura humana que se desplazaba por detrás de las ventanas enrejadas de una casa del lugar. ¡Parece increible pero es todo cierto!

El arroz con champiñones nos esperaba perfectamente al dente. Antonella con amor y dedicación nos había regalado lo mejor, incluso de su arte culinario, durante esos días, e inmediatamente después de comer nos preparamos para irnos no sin antes vivir instantes de verdadera y recíproca emoción en el momento de saludarnos con nuestra fraternal y hospitalaria pareja de amigos y sus hermosos hijos. En ese momento nos llamaron por teléfono Enzo y Carmela para saludarnos a todos ya que ellos habían salido de viaje muy temprano por la mañana y querían decirnos lo contentos y emocionados que se sentían interiormente ya que antes de abandonar Nápoles habían visitado la famosa y mística escultura conocida con el nombre de “El Cristo Velado”, una de las verdaderas atracciones turísticas de dicha ciudad. Nosotros no logramos verlo pero quizás lo hagamos la próxima vez...

Emprendemos el camino de regreso felices, colmados, por haber vivido en la sencilléz de la unión el límpido espíritu de la hermandad y del sentimiento común. Los demás, mis hermanos, estaban todos muy felices por este viaje...  

Finalmente, al llegar a Sicilia, al lugar en el que Antonio, que conducía, me dejaría como habíamos acordado, nos bajamos del coche para saludarnos y cuando él levantó la mirada instintivamente pudo ver un claro “flash” en el cielo estrellado del lunes por la noche: como para decir “Ok ¿llegásteis? Bien”.

Casi como si nos hubieran acompañado y protegido...

Rosario Pavone
Kaggi, 1° de Noviembre de 2015

Notas: dos observaciones que querría hacer.

- La primera tiene que ver con un mensaje que nuestro antes mencionado Giulio “recibió” el jueves siguiente a la conferencia del domingo.

“Yo remuevo todas las potencias del fuego, del aire y del agua”. Quienes no se arrepientan vivirán el juicio y el castigo severo y cada latido de vida en vuestra tierra será investido por un fuego purificador. El tiempo ya ha sido establecido, es el tiempo en el que se actualiza mi voluntad, y dicho proceso será un gran dolor para todos aquellos que sigan siendo ciegos y sordos a mi llamado de salvación que emana de Mi Divino Amor. Sacudiré todos los continentes y el rostro del mundo cambiará y allí resurgirá resplandesciente, radiante y santo, ilumniado por mi luz y por mi justicia. Aquellos que respondan a mi llamada de amor se alegarán y su espíritu recibirá sapiencia, bendición y sabiduría y gozarán de una paz y felicidad que nunca antes ha existido en este mundo porque es fruto del Reyno de los Cielos. EL CIELO HABLA A LA TIERRA” (Giulio).

- La segunda corresponde a un hecho que a esta altura ha pasado a ser noticia, pero que se produjo a pocos días de la Conferencia de Nápoles, y a pocos kilómetros de donde nos encontrábamos, siempre en la zona napolitana.

ESTATUA DE LA VIRGEN LLORA EN CAMPANIA

Ayer Vincenzo y yo hemos ido a Macerata Campania para ver la estatua de la Virgencita que llora. Llegamos a la iglesia a las 11:11, después de la liturgia de la misa y preguntamos a una monja si podíamos ver la estatua. Nos dice que vayamos a la Sacristía y que preguntemos directamente al párroco. Ni siquiera habíamos entrado aun a preguntar dado que había mas de un cura. Uno de ellos se estaba quitando la túnica en una pequeña habitación y nos hace señal de que nos acerquemos.

Ahí estaba la estatua de la Virgen, había una sensación de absoluta calma, no sentías ni siquiera de hablar, solo de reflexionar y observar.

Mientras estábamos ahí observándola, entra otro cura quien nos indica el ojo derecho de la estatua, debajo del cual él decía que veía el rastro de las lágrimas que habían descendido por Su cara.

Le preguntamos si Le podíamos sacar fotografías y ante nuestra sorpresa nos contesta que si. Mientras Vincenzo fotografíaba la imagen he sentido un escalofrío, porque los ojos parecían vivos, también Vincenzo tenía la misma sensación. Preguntamos si había llorado otras veces además de ese día cuando lo divulgó el diario Il Mattino di Caserta y nos responde que si, la última vez el viernes 23 de octubre, precisamente en el mismo lugar donde estaba colocada ahora que nosotros estábamos ahí, estaban también los carabinieri. Nos dice que las lágrimas son de color transparente como el agua.

Le preguntamos si podemos volver y nos dice que en su presencia no hay problemas, podemos ir cuando queramos.

Giovanni Andaloro
Vincenzo Piscitelli
30 Ottobre 2015

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