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GiorgioyErikaaDEL CIELO A LA TIERRA

HE ESCRITO EL 22 DE ENERO DE 2015:

ERIKA, UNA DE MIS AMADISIMAS HERMANAS EN CRISTO.
ESTUVO EN LA CÁRCEL, DETENIDA EN URUGUAY, DURANTE 5 AÑOS.
¿CUÁL ERA SU CULPA? HABER SIDO FIEL A UN REVOLUCIONARIO SUDAMERICANO QUE LUCHABA POR LA LIBERTAD Y LA JUSTICIA.
ERIKA, UNA IDEALISTA UTOPISTA, SEGUIDORA DE CRISTO, DEL CHE GUEVARA, DEL PADRE PIO Y DE GIORDANO BRUNO.
ERIKA, COMPAÑERA DE VIAJE DEL GRAN PERIODISTA JEAN GEORGES ALMENDRAS, DE QUIEN ME SIENTO HONRADO DE SER AMIGO, AMBOS SON LOS PADRES DE GIORGIO DAVID, UN PARVULITO DE DIOS.
ERIKA FABIANA PAIS PEREIRA. GRACIAS.
TE AMO, SIEMPRE TE AMÉ, SIEMPRE TE AMARÉ.
EN CRISTO, TU HERMANO Y SERVIDOR GIORGIO.

Palermo (Italia)

22 de Enero de 2015

La Elección

Cuanto duele el alma en el olvido. Cuanto duele crecer en el espíritu, sabernos limitados, reconocernos en la tentación, en el error demoníaco cometido más de una vez. Cuanto duele reconocernos humanos. Pero él, Giorgio, a través de los mares viene a nosotros  para golpearnos en la cara; a traernos la prueba anunciada, la que nos destruiría antes del Retorno, o no, depende solo de nosotros.

Pero mientras eso sucede nuestras almas jugarán a la perfección, apostarán que no caeremos, buscarán muros de piedra donde sostenerse. Oscuros espacios donde vomitar soledades, soleados rincones donde apoyar nuestros ojos empañados de lágrimas.

Y, él, desde allá, desde el otro lado del océano, observará y quizás nos tenderá una mano. Pero la prueba es nuestra. El dolor es nuestro, la alegría es nuestra, el amor es todo nuestro. ¿Qué importa nada, qué importa todo si nuestros espíritus se encadenan a este mundo?

Una daga asesina apunta a nuestro corazón, somos nosotros mismos en las tinieblas de las percepciones, en esa extraña decisión de ser a medias, amar a medias, vivir a medias, sentir a medias cuando, sin embargo, la Verdad se expande delante nuestro así como es, toda entera, tal como fue creada.

El universo es nuestro, allí está majestuoso frente a nuestras miradas, frente a nuestros miedos y razones, ahí está, estiremos la mano y acariciémoslo. Besémoslo como si fuera la última vez en la eternidad que besaremos.

La Verdad, magnífica Verdad, majestuosa Verdad, cruel Verdad, quisiera poder abrazarte y fundirme en tu sentido eterno. Quisiera explotar en mil pedazos para poder ser una con Vos. Quisiera poder detener mi corazón por varias horas para poder percibir la fuerza de Tu creación. Trascender los mares y llanuras y que no me hipnoticen los bosques, el agua y las estrellas, ni sus ojos, ni su voz.

Quisiera jugar con la Verdad a que la encuentro, que me besa y que aunque salga corriendo su sabor me impregne.

Es tan doloroso poder alcanzarla y tan gratificante al mismo tiempo, que muchos de nosotros pensamos que no la merecemos y casi al descuido la alejamos de nuestro ser. Pero Giorgio la persigue, le habla, intercede y nos la trae de regreso. Nos la traduce, nos la inocula como una inyección salvadora y nosotros bebemos de ella, pero nos desbordamos. Y nuevamente caemos.

Y así como una música suave el tiempo transcurre y los constructores de desidias, de sistemas defenestrantes, abusadores y asesinos del amor nos indican cómo vivir, como oler, como sonreír, como actuar frente a una rosa. Y nos conflictuamos una y otra vez. El miedo a perder, a no tener, o a la oscuridad, o al abandono, el miedo a todo toma forma bajo sus techos. ¿Es tan difícil elegir? Elegir entre expandir el plexo y convertirse en estrellas fugaces en el vasto universo o elegir el doblar la espalda y comer de la mano lúgubre del sistema demoníaco que chupa nuestra energía y bebe nuestra sangre.

Elegir la Cruz de hoy y el Sol de la mañana o la ligereza de la comodidad y la oscuridad de la eternidad. Es solo eso, una simple elección que nos arrastrará a un torbellino luminoso y nos levantará lejos en el cielo para que juguemos con las estrellas, nuestras Hermanas. ¿Qué poder sobre la tierra podrá jamás ofrecernos ser Uno con el Sol? ¿Qué ley fantástica creada por el Hombre nos ofrecerá la Justicia Eterna? ¿Qué ciencia manipulada por el mal podrá otorgarnos la plenitud espiritual? ¿Qué dolor físico y humano podrá ser más fuerte que el Amor del Padre? ¿Qué muerte puede ser más justa que la de los Justos? ¿Qué seguridad nos podrán otorgar jamás los deseos provenientes del Poder, del sometimiento, de la esclavitud física y mental?

Es tan simple todo a la luz de la luna, se siente tan claro si nos dejamos llevar por el Amor explotando dentro nuestro, haciendo vibrar cada partícula de nuestro cuerpo. Es tan cierta y tan tangible esta Verdad si la vemos a través de sus ojos. A través de sus continuas sangraciones y sus entregas amorosas. Pero si elevamos la mirada más allá de la materia, podremos ver la luz que emana de su frente, si pestañeamos una y otra vez veremos Su esencia de Luz por unos segundos y comprenderemos que Sus estigmas, sus pies, Su cansancio son un cascarón que envuelve en un lenguaje humano y Divino al mismo tiempo la luminosidad de La Verdad.

Esa tarde en el quincho un abismo dividió el Universo, y al mismo tiempo se nos ofreció tocar la Verdad que nos hablaba o continuar siendo una mezcla mortal de humanidad y materia. Arrojarse al abismo universal del Amor que trasciende para volver a nacer o permanecer en un mundo destinado a morir.

La elección duele y vaya como, la nostalgia de lo que fuimos hasta ahora intenta engañarnos con dulces melodías y sabios discursos objetivos, pero si caminamos hacia el otro lado y miramos hacia arriba o hacia abajo o hacia adentro encontraremos las estrellas y soles de los universos esperando ser abrazados. Nos encontraremos a todos nosotros nuevamente bajo el agua purificadora, como esa tarde, abrazando a Giorgio.

Erika Pais.

21 de Enero 2015