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rosario2014Por Alicia Becerra
Un año más Giorgio nos visita a los hermanos de Sudamérica y como siempre su cercanía nos produce mucha felicidad, ansiedad y temor de que el tiempo no sea suficiente para preparar toda su estancia aquí con su familia.
Vivimos  muchos días de trabajo en conjunto con toda el Arca, pintando, limpiando y embelleciendo nuestro querido espacio físico que para todos nosotros representa un segundo hogar, un hogar donde aprendemos entre todos y a través de diferentes tareas como la divulgación, la denuncia y brindar alimento a los necesitados, el concepto de la Unión, algo tan difícil y complejo entre seres absolutamente diferentes, con historias diversas y vivencias distintas… pero unidos por un fino y delicado cordón de Energía suprema representada por este Hombre que con su ejemplo de más de veinte años de Misión es para nosotros un ejemplo viviente de Sacrificio, valentía y trabajo.

Doce hermanos fuimos a su encuentro a la ciudad de Rosario en Argentina, donde el 19 de abril, se realizó el Encuentro Anual de Arcas de Sudamérica.
Hermanos de Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay nos encontramos una vez más, con la felicidad de volver a abrazarnos, contarnos nuestras vivencias y juntos disponernos a tener una jornada espiritual que siempre nos transforma interiormente.
El encuentro fue tan emocionante como siempre, solo que no existen palabras para describir la Energía que se respiraba. Los hermanos encargados de las diferentes Arcas exponen sus tareas a lo largo del año y por consiguiente sus logros, es una manera de trasmitir a los demás  todo lo hecho y también todo lo que se desea hacer, cada ponencia de ellos nos arrancan lágrimas de emoción y siempre se me cruza la misma certeza, que a pesar de la distancia, las diferentes costumbres y hasta culturas, todos tenemos la misma Inspiración que es Giorgio y toda su Obra.
Al siguiente, día Domingo de Pascua, todos nos reunimos en una pequeña ciudad distante algunos kilómetros de Rosario, llamada Las Parejas, en un lugar maravilloso pleno de naturaleza, en un día bendecido por el Padre Sol y una suave brisa otoñal.

Allí, a más de 150 almas presentes, Giorgio nos dio la Sagrada Comunión, la sangre y el cuerpo de nuestro Señor Jesucristo.
La emoción, la altísima vibración de ese momento mágico aún repercute en mi alma, como la bella música que luego Giorgio nos regaló. Fue un momento único de reflexión para cada uno de nosotros, ya que éste es el tiempo definitivo de la elección que deberemos hacer.
Si realmente nos comprometemos con las luchas a favor de la vida, o si cómodamente nos dejamos envolver por esta sociedad que nos materializa y nos idiotiza.
También es el tiempo del regreso de Cristo, de su segunda venida y de su Juzgamiento, de la selección de las almas y de La Ira de Dios para los que han propagado el mal en la tierra.
Debemos estar unidos, nos repite Giorgio por enésima vez, tanta veces nos lo repitió, pero quizás ahora recién empecemos a comprender que la Unión es la clave, es la llave maestra para que podamos enfrentar las tribulaciones que se avecinan.

Estas líneas no pretenden ser una crónica minuciosa y testimonial de todo lo dicho y acontecido, eso lo hacen maravillosamente los queridos hermanos que se toman el trabajo de grabar o anotar todo lo vivido, solamente es un puñado de emociones.
Que es lindo compartir con todos los que las lean.
Por último mi sincero agradecimiento a los Hermanos de Rosario por su hermosa hospitalidad y a Giorgio por ser quien Inspira todos estos sentimientos.
Alicia Becerra
3 de Mayo de 2014