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Gesu100Por Jesús Venegas
México D.F. a 2 de Junio de 2013
Domingo por la mañana, la natural prisa en casa por llegar a la celebración eucarística de las 10 de la mañana, el encuentro con el Padre en el sacrificio del Hijo que, amorosa e incansablemente, se repite para salvación de las almas que vuelven al redil, solo que esta vez no asistiré pues me encamino a reunirme con mis hermanos del Arca Nueva Tierra México, un encuentro diferente y que definitivamente se corona por la presencia de Cristo, pues “Donde dos o más se reúnan en mi nombre ahí estaré yo…”
Durante la semana Francisco nos ha informado de un amigo que simpatiza con la Obra de Giorgio y que vendrá desde el Estado de Durango, al norte de la República Mexicana, a la Ciudad de México para encontrase con nosotros, su nombre es José Bernardo Proal;  Francisco me llama por teléfono y me dice que se le complicará llegar a la reunión, así que me pongo en contacto con nuestro amigo y acordamos encontrarnos en Reforma frente a un restaurant que hace referencia en la Glorieta del Ángel de la independencia.
Por fin llego hasta donde está él y nos saludamos, nos encaminamos hacia el lugar de reunión acostumbrado a una calle de la embajada EUA, el ambiente es de fiesta y bullicio entre ciclistas y paseantes que visitan stands de diversos países apostados sobre la avenida Reforma, nuestro amigo me comparte de su experiencia en conocer la obra del Cielo a la Tierra por más de 10 años y de la cual también su esposa e hijas son seguidoras, comentamos sobre los acontecimientos mundiales principalmente en Sudamérica donde nuestros hermanos de Argentina se manifiestan en contra de la nefasta energía Nuclear, compartimos de las experiencias con naves extraterrestres que él y su familia han tenido en diferentes ocasiones, de la unión familiar que tienen al compartir este tipo de experiencias, y que, como a nosotros también en diversas ocasiones, han venido a confirmar el camino que seguimos, la verdad que nos envuelve y mueve a divulgarlo a los demás.
 
Se descubre nuestro amigo como un cercano seguidor, quien no se pierde ningún mensaje y que conserva la impresión de los mismos desde hace años; después de algunos minutos de plática llega nuestro hermano Carlos y minutos más tarde nuestra amiga Adriana; después de las presentaciones retomamos las notas que Carlos ha tomado durante su visita en la reunión de las arcas en Argentina, todas ellas interesantes y colmadas de luz, hacemos la observación de que es importante poder compartir todas esas notas a través de las crónicas y lo agendamos como un punto a desarrollar.
El sol en lo alto nos deja sentir su fuerza y contrario a mantenernos como siempre en ese lugar de reunión buscamos un espacio más protegido por la sombra de los árboles, retomamos las reflexiones anotadas y minutos más tarde prolongamos la reunión en un restaurante cercano, verdaderamente este encuentro nos hace sentir que la fraternidad nos hermana, que realmente los seres humanos no somos tan distintos y que una vez vencidas las ideas preconcebidas por la mundanidad podría el ser humano vivir una vida solidariamente digna en comunidad, claro… arrancando de cuajo la aberración del poder y dominio de unos pocos sobre todos los demás.
De entre las notas que nuestro hermano ha podido redactar, destaca sin duda esa frase de Giorgio donde nos asegura que el Arca de México será la más Grande, pero de igual manera grandes habrán de ser los sufrimientos y las pruebas, en general esta humanidad está llamada a ser grandiosa, pero nos hemos dejado consentir por la vida fácil, el mal se ha filtrado en nuestras vidas paulatinamente y el reto ahora es darse cuenta de ello teniendo la intención de mejorar, debemos entender que el mal nos tentará en aquellos puntos en que somos más débiles.
Reflexiono que No se prende una vela para ponerla bajo la mesa y el trabajo de divulgación, principalmente de los mensajes, es alumbrar a todos aquellos que aún están buscando la verdad; el mundo se ha procurado el bienestar físico, una seguridad económica y una comodidad tecnológica, ese mundo hoy debe entender y prepararse para dar al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios. Los integrantes poco a poco se han de acercar retomando el camino que Cristo ha venido a enseñarnos, entender la profundidad de esa frase “Yo soy el camino, la verdad y la vida”. El Dios todo poderoso, humilde y amoroso, se hace carne para enseñar a sus hijos desde la misma condición humana la manera de vencer a la muerte, la resurrección y la vida eterna; muchos son los llamados pero pocos los elegidos y a pesar de ello aunque solo sea por uno que regrese al redil habrá valido la pena, por eso nuestro trabajo no debe decaer.
Rogamos al Padre que esta semilla de amor y de verdad germine en cada región de este país mexicano, llamado a ser un faro que ilumine al mundo sobre la urgencia de los próximos  acontecimientos, venciendo la ignorancia que prevalece y se acentúa en estos tiempos.

Nueva Tierra México
Jesús Venegas