Por Claudio Rojas Guerra.
En relación al evento próximo, que será único en la historia de la humanidad y que será la muestra palpable y tangible del amor y de la misericordia divina, algo nunca antes visto, el llamado “AVISO”; muchos dicen que no tiene sustento bíblico y lo descartan, a lo mejor porque no han escuchado la voz del Espíritu del Consolador, pero, además carecen de base argumentativa…El Apóstol San Pablo desde hace mas de 20 siglos, ya nos advertía sobre el Gran Aviso de Conciencia que vendrá sobre la humanidad, esto lo dejamos por sentado, ya que, unas de las principales falacias y argucias que han pretendido usar los enemigos de la Iglesia y en especial contra el Gran Aviso, es la supuesta falta de sustentación de Profecía Bíblica de la que carecería el Aviso y en consecuencia la no autenticidad de la Profecías de la Virgen del Carmelo en las montañas cantábricas, donde precisamente este tema es uno de los ejes centrales de todo el mensaje de las videntes de la Aldea de Garabandal en España (1961-1965).
1ra. de Corintios 13...
9 Porque en parte conocemos (LA RAZÓN SIN LA ILUMINACIÓN DE CONCIENCIA), y en parte profetizamos (RECONOCIMIENTO Y CONFESION DEL PECADO SUPERFICIALMENTE Y EN OTROS MUCHOS CASOS NULO);
10 pero cuando venga lo perfecto (EL AVISO), lo incompleto se acabará (LA INCONCIENCIA FRENTE AL PECADO, TODO QUEDARÁ EXPUESTO ANTE NUESTROS OJOS).
11 Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, razonaba como niño; pero cuando llegué a ser hombre, dejé las cosas de niño. (LA HUMANIDAD SERA TRANSFOMADA DESPUES DEL AVISO, NADA VOLVERÁ A SER IGUAL, UNOS DEJARÁN PARA SIEMPRE LA VIDA DEL PECADO ASUMIENDO UNA VIDA ADULTA EN LA CIMA DE LA FE, OTROS DECIDIRÁN SEGUIR EN UNA VIDA INFANTIL O CARNAL CONDENANDOSE PARA SIEMPRE).
12 Porque ahora vemos por un espejo, veladamente (LA RAZÓN INCONCIENTE - UN ALMA CIEGA A SU PROPIA REALIDAD - UNA MENTE NUBLADA POR LA POLUCIÓN DEL PECADO), pero entonces veremos cara a cara (DIOS NOS DARÁ SUS OJOS PARA MIRARNOS); ahora conozco en parte (NO SOY CONCIENTE PLENAMENTE DE LA GRAVEDAD DE MIS PECADOS), pero entonces conoceré plenamente, como he sido conocido. (DIOS NOS MOSTRARÁ NUESTRA VERDADERA CONDICIÓN).
Este tremendo evento es una oportunidad más, un juicio en borrador, un juicio sin sentencia, es como un “EXAMEN DE NIVELACIÓN”; …que más podemos pedir, que más muestra de amor queremos. Un evento que está cada vez más próximo y la Santísima Trinidad nos ha llenado de señales en la tierra y en el cielo, mostrándonos una vez más una muestra de su infinito amor, el que hemos hecho muy poco para merecer y mucho menos, hemos retribuido.
Todo este magno y espectacular evento, único en la historia humana, es para la preparación de otro evento que será aún mayor, mucho más grande, …EL EXAMEN FINAL, EL JUICIO, a partir del cual vendrá el nuevo Reino prometido aquí en este mundo que nos traerá el Retorno de Jesucristo. Lo terrible es que ésto es tan evidente, porque está por todos lados, no lo creen realmente ni siquiera los que se supone que debieran hablar de esto, “los siervos de Cristo”, los que se consagraron a él aunque éstos están gobernados por el Anticristo (la masonería farisaica que gobierna el Vaticano) que está formado principalmente por los llamados “modernistas”. Y, aunque sabemos que antes de su manifestación física debe aparecer el hombre de pecado (2Teslonicenses 2:8. Y entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida). Parece que ellos no leen el Evangelio…
….De los 260 capítulos del Nuevo Testamento, la Segunda Venida de Jesucristo es mencionada no menos de 318 veces. Ésto significa un promedio de más de una vez por capítulo. Y en el Antiguo Testamento, profetas tales como Isaías (9:63,7;66,15), Ezequiel (21:25,27), Daniel (7:27), Joel (3:16,17), Abdías (21), Miqueas (4:3,4), Zacarías (14:4,5,9), Habacuc (2:2,3), Sofonías (1:14; 3:15), Hageo (2:7) y Malaquías (4;2,5,63); hablaron claramente de esa venida que aún no sea cumplido.
Cristo mismo habló de su regreso al mundo en sus parábolas del reino. El se representó como el novio que recibe a su novia en la parábola de las Diez Vírgenes; en la parábola de las Diez Minas él se presenta como el hombre noble que se fue a un país lejano para recibir un reino y regresar (Mateo 25; Lucas19).
Juan registró estas palabras de Jesús, “Vendré otra vez”, en su Evangelio, y en sus últimas epístolas él habló del regreso de Cristo con confianza diciendo: “Cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque LE VEREMOS TAL COMO ÉL ES” (Juan 14:3; Juan 3:2).
Pedro también habló con confianza del regreso de Cristo. En su segundo sermón después de Pentecostés, él dijo proféticamente: “Y él envíe a Jesucristo, que os fue antes anunciado; a quien de cierto es necesario que el cielo reciba hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas, de que habló Dios por boca de sus santos profetas que han sido desde tiempo antiguo”. (Hechos 3:20,21).
Pablo también habló mucho del regreso de Cristo en sus epístolas. A los Romanos les dice: “En el día en que Dios juzgará por Jesucristo los secretos de los hombres, conforme a mi evangelio” (Romanos 2:163), confirmando el hecho por medio de citar el Profeta, quien dijo: “Vendrá de Sión el libertador, que apartará de Jacob la impiedad” (Romanos 11:26). A los Corintios Pablo les dice que Cristo es “PRIMICIAS”, y luego añadió la esperanza de cada creyente: “Luego los que son de Cristo, en su venida.” (1 Corintios 15:23).
A los Filipenses también Pablo les expresa su confianza en el regreso de Cristo desde los cielos (3:20-11). Y a los Colosenses también Cristo expresa esa misma confianza o seguridad diciéndoles: “Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria.” (3:4).
Y cuando él escribe al joven Timoteo le dice, entre otras cosas: “Guarde el mandamiento sin mácula ni represión hasta la aparición de nuestro Señor Jesucristo” (1Timoteo 6:14). Y en su segunda carta a Timoteo, nuevamente le escribe: “He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida.” (2 Timoteo 4:7,8).
Otros escritores del Nuevo Testamento son igualmente explícitos al hablar de la segunda venida, como por ejemplo, Santiago. Él dice: “Por tanto, hermanos, tened paciencia hasta la venida del Señor…. Porque la venida de Señor está cerca.” (Santiago 5:7,8).
Lo cierto es que es una fábula pretender enseñar que la iglesia no sufrirá la gran tribulación final, ya que si examinamos Mateo 24:29 descubriremos que esa teoría se viene abajo. El texto dice enfáticamente: “E inmediatamente DESPUES DE LA TRIBULACIÓN DE AQUELLOS DÍAS APARECERÁ LA SEÑAL DEL HIJO DEL HOMBRE EN EL CIELO; Y ENTONCES LAMENTARÁN TODAS LAS TRIBUS DE LA TIERRA, Y VERÁN AL HIJO DEL HOMBRE VINIENDO SOBRE LAS NUBES DEL CIELO, CON PODER Y GRAN GLORIA.”
Notemos además, que al volver Cristo al mundo, las naciones le verán y se lamentarán por su presencia. Por tanto, su única segunda venida es audible, visible, y terrorífica para los malvados. No encontramos ningún texto donde se diga que Cristo vendrá en dos fases, como sostienen muchos “evangélicos”, quienes creen que el “arrebatamiento” o la evacuación planetaria los librará de vivir los dolores de “la Gran Tribulación”, esto es torcer las Escrituras, interpretándolas de forma caprichosa, y privada. Es que muchos cristianos le temen a la “gran tribulación” que vendrá sobre la tierra. Ellos quieren “escapar” antes que caigan las plagas del Señor. Pero: ¿Acaso es necesario escapar al cielo parta evitar las plagas de Dios? ¿Acaso no nos acordamos de los israelitas en Egipto? ¿Acaso no bajaron las diez plagas de parte de Jehová, y ningún israelita fiel murió? ¡Dios no arrebató a los israelitas al cielo para salvarlos de sus plagas!. Y ¿Qué diremos de Lot y su familia? ¿Acaso bajaron los ángeles de Dios para llevárselos al cielo a fin de que no murieran en Sodoma y Gomorra? Claro que No. Ellos fueron sacados a tiempo de tales ciudades y punto. Simplemente escaparon a otro lugar de la tierra.
En Mateo 24:16,17 Jesús da una salida a su pueblo para cuando se presente la gran tribulación: “Entonces los que estén en Judea, huyan a los montes… y el que esté en el campo, no vuelva atrás para tomar su capa.” Tal vez Dios ya tenga lugares de “refugio” para los suyos, cuando venga el tiempo de espanto.
Y finalmente, ¿Acaso no vamos a creer en las promesas de Dios dadas en el Salmo 91:7? Este texto dice: “Caerán a tu lado mil, y diez mil a tu diestra: MAS A TI NO LLEGARÁ.” Si, Dios puede protegernos aunque caigan miles de malvados a nuestra derecha e izquierda. Dios puede hacer maravillas y portentos que parecen imposibles hoy.
Es lamentable que por la falta de fe millones de cristianos no crean que Dios puede proteger a su pueblo aunque se encuentre en medio de las pruebas. El escape al cielo no es la solución para nuestros temores. ¡Está la confianza en las promesas divinas¡
La Segunda Venida tiene como fin el juicio sobre los que ahora se resisten a creer y servir a Cristo. En Hechos 17:31 leemos: “Por cuando ha sido establecido un día en que JUZGARÁ al mundo con justicia, por aquel varón a quien designó, dando fe a todos con haberle levantado de los muertos.” Y Pablo les dice a los creyentes de Corinto: “Porque es necesario que todos nosotros compadezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo.” (2Corintos 5:10). Y al joven Timoteo le dice Pablo: “Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino.” (2Timoteo 4:1). Pues nuestro señor nos ha dado una nueva oportunidad por su infinito amor hacia nosotros a pesar de que rechazamos su oferta de redención, y no sólo eso,…lo hicimos torturar y flagelar de la manera más despiadada, para finalmente darle muerte en la cruz. Él, perfectamente se pudo liberar y nos habría condenado de por vida; sin embargo, optó por dejarse matar y con ello nos salvó, purificando el planeta e impidiendo su destrucción. En ésa oportunidad nos dejó a su madre, los apóstoles y los 144.000 elegidos para que al cabo de 2.000 años la humanidad se convierta. Ahora, vuelve por amor a los elegidos que son los que su Padre le dio (Juan 17.9) y por los que se conviertan por la acción y palabra de ellos (Juan 17.20). Ahora viene a tomarnos el examen final de este curso que ha durado 2.000 años y que es otra oportunidad más para pasar de curso, aunque por cierto con un grado de dificultad mayor.
¿Qué recibirán los justos e injustos? La respuesta es clara e indiscutible. El Señor Jesús lo dice enfáticamente así: “No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz; y los que hicieron lo bueno saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron los malos, a resurrección de condenación.” (Juan 5:28,29).
Hay un glorioso comienzo para los creyentes, pero un trágico destino final para los que rehusaron obedecer a Cristo. Es claro que con la muerte no se acaba todo, pues todavía falta el juicio y la retribución por las obras hechas, sean buenas o malas. Dice el escritor de Hebreos, de este modo: “Pues si pecáremos voluntariamente después de hacer recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados, sino una horrenda expectación de juicio, y de hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios.” (10:26,27). A quien mucho se le ha dado mucho se le pedirá (Lucas 12.48).
También se nos dice que los fieles y creyentes heredarán, por fin, el reino de Cristo. En Mateo 25:31,34 leemos: “Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria. Entonces el rey dirá a los de su derecha: “Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo”. Obsérvese que hay un reino futuro que se heredará sólo en la segunda venida de Cristo.
Como un anticipo se dice que cuando Jesús venga CONQUISTARÁ a todas las naciones y estarán bajo su poder y mando. Él, y su iglesia, reinarán este mundo por mil años. La conquista de Cristo empezará con el derrocamiento de Satanás y sus demonios, a fin de que no engañe más a las naciones; y pueda dar inicio a su gobierno mundial desde la ciudad de Jerusalén. En esa fecha de su regreso se cumplirá la profecía de Lucas 1:31-33, la cual señala que Cristo será el rey del Reino de Dios en el trono de David, su padre en la carne. Por ejemplo, el profeta Isaías habla de Cristo y su futuro reino milenario, así: “Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz. Lo DILATADO DE SU IMPERIO y la paz no tendrán límite, sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre. El Dios de los ejércitos hará esto.”
Jesús fue contundente al afirmar que nadie puede saber el día y la hora. Esto nos permite estar en guardia y alerta cada año, cada mes, cada día, y cada hora de nuestras vidas. Jesús dijo: “Pero aquel día y de la hora nadie sabe, ni aún los ángeles que están en el cielo, ni el hijo, sino al Padre. Velad, pues, porque no sabéis cuando vendrá el Señor de la casa; si al anochecer, o a la medianoche, o al canto del gallo, o a la mañana; para que cuando venga de repente, no os halle durmiendo” (Marcos 13:32, 35,36). Y cuando los discípulos querían saber el tiempo del establecimiento del reino, Jesús les contestó: “No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad.” (Hechos 1:7). Pretender, pues, decir que una iglesia o persona sabe cuál es la fecha del regreso de Cristo, y del fin del mundo es una falacia mayúscula.
Y en Apocalipsis 16:15 Jesús dice: “He aquí, yo vengo como LADRÓN. Bienaventurado el que vela, y guarda sus ropas, para que no ande desnudo, y vean su vergüenza.” Sí, Jesús viene como ladrón en la noche, es decir, por sorpresa, cuando todos duermen. No es que Cristo vaya a venir necesariamente de noche, sino que se está refiriendo al elemento sorpresa.
La Biblia afirma que Cristo volverá VISIBLEMENTE, una sola vez, y que todo ojo verá. En Apocalipsis 1:7 leemos: “He aquí que viene con las nubes y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él. Sí, amén.” Es muy claro que todo ojo le verá incluso los malos e incorregibles. El vendrá de la misma forma en que se fue hace dos milenios. En Hechos 1:10,11, leemos que dos ángeles de Dios se les aparecen a los discípulos, mientras éstos iban viendo ascender a Jesús al cielo. Y, ¿qué les dicen los ángeles a los discípulos? Veamos: “Y estando ellos con los dos ojos puestos en el cielo, entre tanto que él se iba, he aquí se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas. Los cuales también les dijeron: varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? ESTE MISMO JESÚS, que ha sido tomado de vosotros al cielo, ASÍ VENDRÁ COMO LE HABÉIS VISTO IR AL CIELO”.
Jesús regresará con poder, y gloria, y en la compañía de millares de ángeles. El mismo Jesús lo revela en Mateo 16:27 con estas palabras solemnes: “Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre CON SUS ÁNGELES, entonces pagará a cada uno conforme a sus obras.”
También se nos revela que vendrá en un tiempo difícil en donde la fe en Él y en Sus promesas se ponen en duda, y son objeto de moda. El apóstol Pedro lo dice con estas palabras: “Sabiendo esto primero, que en los postreros días vendrán burladores, andando según sus propias concupiscencias, y diciendo: ¿Dónde está la promesa de su advenimiento? Porque desde el día en que los padres durmieron, todas las cosas permaneces así como desde el principio de la creación” (2Pedro 3:3,4). Y Jesús se pregunta: “…Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?” (Lucas 18:8).
¿Será silenciosa y secreta su venida? No. Ya hemos visto que todos le verán. Pero además de eso será “bulliciosa”, pues viene con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios. Dice Pablo a los Tesalonicenses enfáticamente: “Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero.” (1 Tesalonicenses 4:16).
También Jesús habla de su propia segunda venida, así: “Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta occidente, así será también la venida del Hijo del Hombre (Mateo 24:27). Pues bien, ¿acaso los relámpagos no hacen ruido cuando aparecen en el cielo nocturno?. Por cierto que sí. Del mismo modo, cuando Cristo regrese al mundo en persona, su presencia será como el relámpago que brilla, que hace ruido, y que atemoriza.
Será esta generación la que vea venir a Jesús en gloria para establecer su reino en la tierra. Durante casi dos milenios la iglesia cristiana ha estado a la espera del Señor Jesús. A los Romanos Pablo les expresa su seguridad que Cristo (nuestra salvación) está cada vez más cerca (13:11) y Santiago, escribiéndoles a judíos cristianos en la dispersión, les dice: “…Porque la venida del Señor ESTÁ CERCA.” (5:8). Sí, la venida de Cristo era “inminente” para los primeros cristianos, y la sigue siendo hoy. Siempre, desde los albores del cristianismo, se han podido aplicar las profecías de Jesús registradas en Mateo 24, Marcos 13, y Lucas 21, a las distintas edades post-cristianas; o al menos, a casi todas. En cierto grado, siempre hubo guerras, hambres, terremotos (su frecuencia ha aumentado vertiginosamente), falsos profetas, pestes, persecución, etc., en la tierra. No obstante, hay eventos dados por Jesús en sus profecías del fin, que difícilmente pudieron cumplirse antes de la segunda mitad de este siglo XX o un poco antes. Vamos a ver tres eventos predichos por Cristo que se cumplirán en la última generación predicha, y en la cual él volverá personalmente a la tierra.
1.- La Predicación del Evangelio del Reino. En Mateo 24:14 Jesús profetizó que antes de su regreso, su evangelio del reino sería predicado al mundo entero como testimonio. Ahora, esto difícilmente pudo cumplirse en los siglos pasados. Por ejemplo, la imprenta fue inventada por Gutenberg, en la Edad Media. En esa época, la impresión de un solo ejemplar era costosísima, y sólo podía comprarla un rico. Hoy, millones de libros salen de las imprentas cada mes. Aún la Biblia tiene un tiraje que no es superado por ningún otro libro en el mundo. Uno puede conseguir un ejemplar de la Biblia, o parte de ella, a un precio módico. Ha sido traducida a más de mil lenguas e idiomas como ningún otro libro. Además, la radio, la televisión, la internet, y otros inventos de este último siglo, han ayudado grandemente a que el evangelio llegue a millones de hogares por todo el mundo. El profeta Daniel (12.4) nos menciona que en aquellos días “la ciencia se aumentará y muchos correrán de aquí para allá”, esto es una evidente alusión a nuestros tiempos, pues hace siglos esto no habría sido posible.
2.- La Amenaza de la Extinción Humana. En Mateo 24:21,22 encontramos una escalofriante revelación que eventualmente puede referirse a la “energía nuclear” o también de la “desintegración del átomo”, y de la invención y el empleo de bombas atómicas en una guerra nuclear. Jesús dijo de esta espantosa realidad, así: “Porque habrá entonces GRAN TRIBULACIÓN, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá. Y si aquellos día no fuesen ACORTADOS, NADIE SERÍA SALVO; más por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados.”
3.- El retorno de los judíos a Palestina. En Lucas 21:24 Jesús predijo que Jerusalén sería dominada por los judíos. HASTA que los tiempos de los no judíos se terminaran o cumplan. Esto es tan cierto como que el fuego quema. Por más de dos mil quinientos años la ciudad de Jerusalén ha sido invadida y dominada por los gentiles (Babilonia, Grecia, Roma, los árabes, los turcos, y los ingleses). Pero en la “Guerra de los Seis Días (1967 D.C.), el ejército israelí arrebata a los jordanos el control de Jerusalén y es anexada a su territorio nuevamente.
Estos sucesos, repito, difícilmente pudieron cumplirse antes de la mitad de este siglo XX. Ahora nos preguntamos: ¿será este el tiempo aludido siempre por nuestro Señor Jesucristo?... ¡Todo parece indicar que sí…! De acuerdo a los mismos escritos bíblicos; nosotros sabemos que sí, porque Jesucristo mismo y la Santísima Virgen se lo han hecho saber a nuestro Giorgio, y también a través de otros videntes y santos de antaño. Este es el tiempo, y está cada vez más próximo, si ya casi se huele..., y lo añoramos con ansias, sed de justicia y humildemente debemos reconocer también, que no estamos exentos del miedo porque por nuestras miserias e imperfecciones, no sabemos si cumpliremos cabalmente, pero más allá de nosotros y nuestro destino, no podemos quedar inmunes ante tanta calamidad y abominación que vemos en este despiadado y apóstata mundo del cual somos partícipes, porque nuestro ideal está por sobre nosotros mismos. Sólo pido tener la fuerza y la fe necesarias para llegar hasta el final, con las manos firmes en el arado.
Claudio Rojas Guerra.
22.09.2011