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A NUESTROS HERMANOS EN CRISTO
Por Mara Della Coletta
Queridos hermanos Ramón y Omar, cuánto nos emocionan vuestras crónicas sobre el trabajo que estáis desarrollando en Argentina uno y en Paraguay el otro. Personalmente me siento un granito de arena frente a hombres que, como vosotros con humildad, pasión y amor (porque es ésto lo que se siente al leer vuestras crónicas) habláis de Cristo Nuestro Señor, de la Virgen María, de su encarecido llamado a la humanidad al arrepentimiento, y de Giorgio Bongiovanni, el estigmatizado de Fátima.
Con vuestro peregrinar divulgáis las enseñanzas del Cáliz Viviente de la Comunión Cristica, despertando a esas almas que se acercan a vosotros.
Señalar el mal, el Anticristo, denunciar a sus servidores sin miedo, vasallos de la verdad luchando contra el cáncer que consume a la comunidad mundial llevando hambre y dejando morir a la vida: a los niños.
Trabajar a favor de la vida como hacéis vosotros con los niños de los Andes en Argentina y con los niños que viven en las calles de Asunción, Capital de Paraguay. Nuestros niños, los niños de todos, esencia primaria y linfa vital de este mundo martirizado.
Anunciar el retorno del Maestro de los Maestros Jesús Cristo como Él mismo prometiera “...no os dejaré huérfanos, volveré a vosotros” (Juan 14-18), mensaje de esperanza y de certeza que lleva a la meta a quien trabaja y cree en Él.
Y es Él, luz del Universo, quien os enciende el corazón con ese amor que expresáis y que entregáis a quienes reconocen en vosotros Su palabra.
Dios es vida y sólo quien ama la vida sigue y difunde las enseñanzas.

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Estamos unidos en Cristo.
Las grandes distancias, una sociedad diferente y un estilo de vida distinto, seguramente pueden tentarnos para dividirnos, pero ese cáliz que entre nosotros aún da sus pasos por el mundo, nos muestra la esencia de la vida, nos entusiasma al valor de la hermandad y actúa de cordón umbilical entre cielo y tierra, manteniendo viva esta unión.
Con el deber de continuar dando testimonio y por el futuro de nuestros hijos, nuevos parvulitos de Dios, trabajamos para renovarnos cada día afrontando los obstáculos que refuerzan nuestro Espíritu.
Señor, te ruego, danos la fuerza y la firmeza para que Tu palabra en nosotros no muera jamás.

07/06/2011
Della Coletta Mara, expresando el sentimiento de la Asociación Culrutal “Il Sicomoro” unida a su Presidente Giorgio Bongiovanni.