BUJA – UDINE
Por La Redacción
Esta tarde tuvo lugar la conferencia pública LA VISITA DEL COSMOS Y EL RETORNO DEL CRISTO, organizada por cuatro queridos amigos que desde hace tiempo habían expresado un gran deseo de que se desarrollara en su ciudad situada en una amplia área gravemente afectada por el devastador terremoto en la región de Friuli Venezia Giulia en 1976. Alrededor de 300 personas fueron convocadas por la presencia de Giorgio Bongiovanni y de Pier Giorgio Caria; algo para destacar fue la gran presencia de jóvenes incentivados por el deseo de la búsqueda y el gran interés del público por las temáticas desarrolladas.
La presentación de Pier Giorgio Caria, apenas llegado de un viaje a los Estados Unidos realizado junto a Antonio Urzi y Simona Sibilla, se caracterizó por su exhaustividad y por ser completa en todos sus aspectos. Esta vez las profecías Mayas, los mensajes secretos de la Virgen, las pruebas excepcionales y los documentos fílmicos relativos a la presencia extraterrestre, provenientes de todas partes del mundo, actuaron como corolario del corazón de la misión del estigmatizado Giorgio Bongiovanni: el Retorno del Maestro Jesús Cristo, quien hace 2000 años no vino para abolir la ley sino para completarla, perfeccionarla y darle al hombre las claves para la cura del espíritu y del cuerpo, para así trazar el camino perfecto de la puesta en práctica de los valores de la convivencia pacífica, del amor y de la justicia social.
Un Maestro Jesús Cristo que regresará para juzgar y separar el trigo de la cizaña, y condenar a los asesinos de la vida, culpables, responsables de crímenes gravísimos en contra de la Madre Tierra y de los seres humanos. A través de ejemplos Giorgio Bongiovanni transmitió especialmente a los presentes que no podemos comprender a Jesús y Su mensaje si lo aislamos del Antiguo Testamento y de la justicia del Padre (como el Diluvio Universal, Sodoma y Gomorra); ni tampoco podemos comprender plenamente el Antiguo Testamento sin la luz de ese Amor Infinito que el mismo Padre que gobierna el Universo nos pide con un gran acto de humildad a cada uno de sus hijos.
La redacción 5 de marzo de 2011