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laverdadvieneDe Luigi Benedetti

DEL CIELO A LA TIERRA

“LA VERDAD ES UNA Y VIENE DE LAS ESTRELLAS.
Y YO HE VENIDO DE LAS ESTRELLAS PARA TRAERLES ESTA VERDAD", y viene de las estrellas Y yo he venido de las estrellas para traerles esta Verdad.”

ADONIESIS

Planeta Tierra
2 de Mayo del 2025

ENTREVISTA DE GIOVANNI BONGIOAVNNI A ADONIESIS. 1A PARTE

Cuando dos mil años atrás Pilato le preguntó a Jesús cuál era la Verdad, Él no respondió, al menos no con palabras. Pilato tenía la Verdad justo delante de sí, una Verdad sin adornos, vestida de saco, con una corona de espinas en la cabeza y un cuerpo marcado por heridas sangrantes. No había necesidad de repetirlo con el Verbo, pues las obras habían hablado por aquel Nazareno- "Aunque solo sea, creedlo al menos por las obras que veis"-.
Pilato temía esa Verdad, en cuanto había comprendido que era incompatible con el poder, y él representaba en aquel lugar el poder institucional. Tenía ante sí la Verdad encarnada en este joven que no bajaba la mirada, que hablaba solo cuando debía, pero sus palabras eran pesadas como piedras, afiladas como una espada y deslumbrantes como la luz del Sol.
Desde entonces han pasado cerca de dos mil años y aun todos se preguntan qué es la Verdad. Hasta hoy, aquel eterno joven de Nazaret, nos ha dejado el Espíritu de la Verdad, el Consolador prometido, que no habla por sí mismo, sino que dice todas las cosas que ha oído. Hoy la verdad es revelada en su totalidad. El pergamino de Patmos que contiene el Verbo de nuestros días, custodiado durante milenios, finalmente se despliega libre de sus sellos y regurgita sobre la Tierra su grito de justicia.

Ahora la humanidad es potencialmente capaz de llevar el peso de ciertas revelaciones que otrora habrían escandalizado a cualquiera y dejado incrédulos a aquellos que por fuerza no poseían elementos y conceptos idóneos para elaborar un razonamiento lógico al respecto. Pero con el advenimiento de la Era de Acuario, la Verdad es vertida del Cielo como agua fresca y pura para saciar la sed de todas las almas que, recorriendo su camino iniciático, están en busca de ella.
Afrontar seriamente el camino iniciático, a través de las diversas etapas y las inevitables caídas, es la única manera de comprender plenamente la Verdad de los viajeros estelares, que destruye toda ideología y toda falsa creencia. Nuestros puntos de vista sobre ella pueden ser también diferentes, pero la Verdad permanece tal, única e inamovible.
El camino iniciático, si se lleva hasta el final con valentía y perseverancia, nos permite pasar de la candidatura a la elección, hasta formar parte de una civilización humana integrada en la familia cósmica.
Hoy tal vez Jesús no se habría quedado callado ante la pregunta de Pilato. Hoy, tal vez Jesús lo habría mirado directamente a los ojos y con voz firme le habría respondido: “¡La Verdad viene de las estrellas!”.
Esta frase resuena poderosamente y abre escenarios de inconmensurable novedad, ya que todas las religiones, todas las huestes angélicas, todas las divinidades no tendrían modo de existir sin la revelación del cosmos.

¡Sí, la Verdad viene de las estrellas!
La ciencia del espíritu, que explica las leyes científicas de la inteligencia que rigen la vida, derriba los muros de nuestra ciudadela y traza un horizonte ilimitado sobre el origen de todo. Los dioses, los ángeles y las religiones provienen del universo, que es creado, animado y gobernado por la única Inteligencia Omnicreante, el Espíritu Santo que todo lo compenetra. Y la ciencia del espíritu nos muestra de manera científico-espiritual de dónde proviene esta Verdad, del universo espiritual, del universo anímico y del material.

La Verdad es una sola, y viene de las estrellas.
En todos los mundos del universo es llevada por los pueblos que viajan en el cosmos, de estrella a estrella, de planeta a planeta. Se presenta ante nuestros ojos a través del infinito, a través de una infinita creación de universos, de galaxias, de planetas nacidos millones y millones de años antes que nosotros.
En lo que respecta al planeta Tierra, la única Verdad que existe nos fue dada por un grupo de genios cósmicos, específicamente hace 100 millones de años, cuando injertaron espíritu-inteligencia en un antiguo dinosaurio acuático, la serpiente emplumada. Uno de estos genios solares fue nuestro propio Padre Adoniesis.

Todos los diversos filósofos, maestros, profetas, iniciados que se han sucedido en las diversas épocas pasadas han tratado de liberar al hombre de la ignorancia, para que tuviera la mente libre y estuviera listo a la comprensión de la única Verdad, que es la presencia en la Tierra de los ángeles de ayer, extraterrestres de hoy. Solo a partir de esta Verdad que viene de las estrellas es posible comprender totalmente y en todas sus facetas los diversos personajes como Cristo, Moisés, Elías, Confucio, Zoroastro, y muchos otros. Pero todo comienza en las estrellas.

La Verdad es una y sólo una, y su máximo representante ha sido Jesús, quien demostró físicamente ser inmortal con su resurrección. Cristo, el espíritu del Sol, decidió encarnarse en la Tierra para dar un mensaje, y eligió a Jesús de Nazaret mediante una operación científico-espiritual, creando directamente la semilla e injertándola en el vientre de María. Esto es porque en ese momento no había, en ese contexto social, un varón portador de semen con genética G.N.A.
El acontecimiento histórico del nacimiento de Jesús ocurrió para reunir a todos los iniciados que en ese momento estaban en el planeta Tierra, todos los elegidos que debían heredar el Reino Prometido. Pero la Verdad más importante es que la misión de Jesús hace dos mil años fue calibrada precisamente para este tiempo, para nuestros días, mediante la Obra del Consolador que nos revela las cosas del cielo, precisamente la Verdad de las estrellas.
Y es hoy el tiempo en que Jesús cumple su misión, llevando esta humanidad a la cuarta dimensión, es decir, a la única religión, a la única Verdad, a la única vida que puede tener el hombre: viajar y explorar el universo.
La razón de la vida, por la que existe el hombre, es explorar la magnificencia y los secretos del universo, vivir para conocer el universo, ya sea creado como increado.

En fe,
Luigi
26/04/2025

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