DEL CIELO A LA TIERRA
SONIA ALEA. MADRE DE UNA IMAGEN VIVA E INTELIGENTE MÍA EN EL MUNDO: SONIA TABITA ARAT RA.
EN SUS SUBLIMES BOMBAS HE RANURADO LA SAVIA DEL AMOR, DE LA POESÍA, DEL CONOCIMIENTO.
LEA SONIA ALEA Y ALEGRE EL ESPÍRITU.
ADONIESIS
Planeta Tierra
12 de abril del 2025
Por Sonia Alea
Las hojas movidas por el viento cobran vida, contando historias antiguas transmitidas por árboles milenarios, testigos silenciosos de acontecimientos que han traído a la humanidad hasta este tiempo.
Hablan de divinidades que aparecieron en el planeta e intervinieron en la genética de una antigua criatura acuática para que pudiera albergar la Inteligencia-Espíritu.
Y así nació la humanidad.
A lo largo de los milenios, seres angelicales provenientes de las estrellas fueron enviados por la Inteligencia Suprema para guiar e injertar nueva genética capaz de empujar a las almas a elevar la mirada hacia el Cielo para abrirse a la belleza del cosmos y sus valores eternos.
El Inmortal confió a tres de sus hijos la tutela de la Madre Tierra y su pueblo. Lo guiaron a través de los siglos entre civilizaciones avanzadas y otras que, cayendo en la oscuridad, se alejaron de la luz.
Los imperios surgieron y cayeron. El alma humana fue contaminada por el germen de la presunción y las criaturas se distanciaron de su Creador, generando tiempos oscuros marcados por el dolor y la violencia. Sólo una pequeña parte de la humanidad permaneció fiel a los tres antiguos guardianes.
Luego, hace dos mil años, ocurrió un evento que detuvo el tiempo de esta humanidad y de todas las constelaciones.
En Palestina nació un hombre que contenía en sí mismo la luz del sol y la sabiduría de las estrellas. En Él residía el Creador y la creación al mismo tiempo.
Habló a los corazones de los pueblos, sanó cuerpos y espíritus, los elementos de la Tierra se inclinaron ante Su paso divino y las estrellas iluminaron Su camino glorioso. Él era la encarnación perfecta del Amor que contiene en sí el valor supremo de la justicia.
Sacrificó su vida para imprimir en el espíritu del ser humano los valores de la tolerancia, la humildad y el perdón. Se hizo un hombre entre los hombres. Él conquistó la muerte y regresó a la Tierra a lo largo de los siglos, acompañando y custodiando a Su pueblo hasta el último tiempo.
Todavía hoy el hombre se convierte en su cáliz sagrado y derrama su sangre. Él yace en un nuevo sudario y vence una vez más a la muerte para recordarnos el Camino. Para barrer el veneno del antiguo enemigo y su engaño que intenta nublar el ojo del espíritu hacia la Verdad de todos los tiempos.
El inmortal es testigo de este nuevo sudario. Experimenta el sufrimiento de ese cuerpo torturado que se contrae de dolor, reflejando el sufrimiento de la humanidad.
Él lo envuelve con sus ojos cósmicos, y en esa mirada divina que levanta para contemplar nuestras almas, siento su amonestación. Sé fiel hasta el final.
Con infinita devoción
SONIA ALEA
12 de abril 2025