El día 7 de septiembre, con motivo del aniversario de los estigmas y de la fiesta terrenal de Giorgio Bongiovanni, se realizó una nueva entrevista conducida por Dario Sanfilippo en la que el estigmatizado siciliano emitió declaraciones inéditas en nombre de Adoniesis, Ser de Luz y su guía.
A continuación, relatamos las importantes revelaciones de Adoniesis que se refieren a las razones y al significado teológico de la separación de Eugenio Siragusa de Giorgio. Son aclaraciones fundamentales para la comunidad giovannea y un testimonio histórico que nos habla de cómo los diseños de Dios, desconocidos para los hombres, representan siempre un acto de discernimiento y evolución para aquellos que son los verdaderos iniciados en la Verdad.
Durante la entrevista, Giorgio Bongiovanni habló de un grave error teológico cometido por miembros de la comunidad giovannea que se remonta al año 1989, cuando fue publicado en la revista 'Non siamo soli' dirigida por Filippo Bongiovanni y de la que Giorgio era subdirector, un mensaje recibido de Eugenio Siragusa.
En este mensaje estaba escrito que la única debilidad cometida por Cristo era aquella de haber permitido a sus verdugos que lo asesinaran sin poner en práctica la justicia del Padre. De este escrito de Eugenio siguieron otros mensajes, también relatados por él, en los que se afirmaba que el Padre había abandonado a Cristo.
Giorgio Bongiovanni reiteró su amor filial hacia su padre espiritual Eugenio Siragusa, quien no se equivocó, como Giorgio ha subrayado varias veces ante la presión de Sanfilippo, sino que fue el instrumento del Padre para poner a prueba a sus hijos y comprender si los miembros de la comunidad eran fieles a la figura del Señor.
El error teológico se cometió al publicar aquel mensaje en 'Non siamo soli'. Se trata de un error del que Giorgio Bongiovanni quiere asumir toda la responsabilidad, pidiendo disculpas al Padre y diciéndole a Adoniesis que toda su comunidad está dispuesta a redimirse dando su vida por ello, porque la figura principal sobre la que gira toda nuestra existencia debe ser Jesucristo.
El Señor no se equivocó, sino que solo cumplió la voluntad del Padre, yendo incluso contra sí mismo porque en el Getsemaní pidió que le alejaran de él ese cáliz para hacer justicia. El Padre le pidió la cruz para que se cumpliera el sacrificio del Cordero en expiación de los pecados del mundo y de su gloria que venció a la muerte.
Cristo, por lo tanto, nunca se ha equivocado porque Él es el Dios Viviente que siempre ha hecho la voluntad del Padre Celeste. Como hombre-Dios ha superado la prueba sin usar ninguno de sus poderes, aunque tenía infinitos. Su sacrificio, como afirmó Giorgio Bongiovanni, fue el acto de salvación que Dios ofreció al hombre a fin de que comprendiese el valor del perdón, de la fe y del propósito del sufrimiento, funcional a la evolución y a la realización del espíritu.
"En aquel momento nosotros éramos fanáticos y tentados por Satanás", afirmó Giorgio Bongiovanni, que se recomendó a sí mismo y a toda la confraternidad no volver a cometer más este error.
Dios quería poner a prueba a Giorgio y a sus hermanos. Esta prueba de fidelidad al Señor fue tan fuerte que al año siguiente Giorgio recibiría en Fátima los estigmas, señal de Cristo por excelencia.
"Yo he obedecido a mi maestro espiritual porque esta es la ley, pero si tú sientes dentro que no estás de acuerdo y obedeces de buena fe, Dios te viene a buscar. Eugenio ha reconocido los estigmas. Luego los dejó a un lado y así lo hizo siempre por el mismo motivo, creyendo que yo, como Jesús, no estaba haciendo la voluntad del Padre", afirmó Giorgio Bongiovanni.
Estas declaraciones representan el eje de la separación entre Eugenio Siragusa y Giorgio Bongiovanni.
Esto sucedió a nivel teológico para recrear lo que Cristo vivió en el Getsemaní cuando su Padre lo abandonó. Así se cumplió la iniciación más grande que un iniciado pueda recibir.
Sólo cuando un hijo es abandonado por el Padre puede emanciparse y seguir el camino que le ha sido reservado. Sólo con ese gran sufrimiento y sólo expulsándolo, Eugenio Siragusa podía alejar a Giorgio, que no lo habría abandonado nunca. "Lo quería tanto a papá Eugenio que ni siquiera a Dios le gustaba todo ese sentimiento. Dios es celoso y me dijo: tú debes seguirme", declaró Giorgio.
"Más allá de todo yo he vencido al mundo porque he conquistado también a quien no cree y que yo quiero que siga siendo laico. Mi victoria es que nosotros estamos juntos más allá de todo", dijo Giorgio Bongiovanni.
Como prueba de lo que sucedió en aquellos años dentro de la comunidad giovannea, Giorgio relató un acontecimiento particular ocurrido en casa de Eugenio en la Pascua de 1988 en presencia de su familia y de Filippo Bongiovanni.
Una noche, Giorgio y los presentes fueron testigos de un atentado tramado contra Eugenio cuyo verdadero instigador se encontró en los bolsillos de quien quería matar al contactado siciliano: una foto del Consolador. El Padre quería poner a prueba a todos los que formaban parte de la comunidad y hacerles comprender que nada ni nadie existe sin Cristo. "Cristo es la única razón de nuestra vida, no podemos decir que el Señor fue débil", reiteró Giorgio Bongiovanni.
"Eugenio era solo uno instrumento del Padre. Quienes estaban bajo la prueba de Dios éramos nosotros los hermanos, que tuvimos que entender quién es Cristo y que a Él le debemos todo. También en esto Eugenio fue un maestro. Yo nunca podré no amar a Eugenio... Ahora todos están muertos y sólo quedo yo. Todos y cada uno deben preguntarse el porqué de esto", afirmó Giorgio.
Eugenio afirmaba que el fanatismo es creer en lo que no existe. En esto el gran sabio puso a prueba a sus hijos más amados y fieles y a los hermanos.
"Cristo es el amor más grande de todos los amores porque ha perdonado a todos" insistió Giorgio en el curso de la entrevista prosiguiendo: "Las pruebas que el Padre nos da sirven para ser cada vez más fieles a Cristo y no a los hombres. Cristo es la figura principal de nuestra vida, el máximo punto de referencia que debe estar siempre con nosotros, incluso mientras concebimos un hijo, Él debe estar siempre presente. Cristo se hizo hombre, no es una figura etérea, sino que Él está aquí entre nosotros y regresará entre nosotros. Si alguien entre nosotros pone en duda esto, yo debo alejarlo de mí.
Jesús nunca se ha equivocado y nunca fue débil. Él es nuestra salvación y bendito sea por los siglos su nombre ", reafirmó Giorgio.
Giorgio también afirmó que el Padre puede poner a prueba a sus instrumentos.
"Sabía que tenía que ser así porque tenía que caminar solo. Yo sabía que me quedaría solo, sin Eugenio y sin Filippo. Al margen de mis nietos, no hay nadie que difunda el mensaje de los extraterrestres de Eugenio como lo hacemos nosotros.
La prueba más grande para mí fue el cuestionamiento de la figura de Cristo no tanto como figura divina sino como opción para salvarnos con su sacrificio. Esta fue una elección del Padre de Cristo. Yo no soy más tolerante en esto. No estuve de acuerdo, pero publiqué una cosa equivocada.
Después de un año la Santa Madre me llamó y me dio los estigmas porque sabía que lo que había sentido. Esta fue la división teológica que me ha llevado a seguir adelante solo. Se habla en los videos de mi separación de Eugenio, pero nunca se habla de esta división teológica que existió. Se veía a Cristo como un débil, pero nunca fue.
Cuando yo recibí los estigmas, Eugenio no dijo mas que Cristo se había equivocado, durante 10 años. Lo volvió a decir cuando nos separamos. La señal de la obra de Eugenio son los estigmas.
Quería decirles esta verdad que nadie conocía en escencia, el día de mi cumpleaños porque la Verdad es lo primero de todo.
No deben pensar que nuestra Iglesia sea perfecta. Sólo Cristo lo es.
Otro grave error teológico fue no ocuparnos de la lucha contra la mafia antes, quizás aún no era el tiempo. Pensábamos que éramos los elegidos, pensamos en hacer provisiones para sobrevivir y en cambio era solo una manera con la que el Padre nos tentaba para dejarnos encerrados en una campana de cristal.
Cuando recibí los estigmas rompí esa campana de cristal y saqué a mis hermanos a las calles y empezamos a ocuparnos de los últimos del mundo.
Muchas veces juzgábamos mal a nuestros hermanos, también había mucho racismo e ignorancia. Conmigo todo esto ha cambiado. Esos fueron todos los errores que se originaron por pensar que Cristo era débil porque ese tipo de pensamiento te entra dentro y luego te vuelves juez del prójimo. Te hace decir que no debes preocuparte por la mafia, por los derechos, por los pobres porque tienen un karma.
Yo he rechazado este tipo de mentalidad y la he reformado.
Sólo si revisamos algunas posiciones en nuestra vida, si enmendamos nuestros errores, podremos mejorar y avanzar.
Las sanguinaciones de los estigmas es una verdad, pero parcial. El Verbo, en cambio, es la verdad con testimonio y sinceridad. La verdad para mí es decirles todo sobre nuestra Iglesia. Deben saber que hubo pruebas muy graves que superamos, una de ellas no y hoy se las he revelado. Pensamos que el hijo de Dios era débil y nunca lo fue.
He nacido para decirles la verdad.
Nunca se puede dudar de quien nos ha salvado. Cristo es infalible.
¡Somos verdaderamente cristianos si le decimos 'Bendito el que viene en el nombre del Señor' y si nunca dudamos!"
Así concluyó esta importante aclaración que Giorgio Bongiovanni quiso hacer precisamente durante la celebración de su cumpleaños y del aniversario los estigmas.
Para profundizar sobre estos conceptos los invitamos a escuchar la entrevista aquí:
Con amor,
Francesca
19 de septiembre de 2024