
El sábado 22 de junio, en un agradable lugar de las colinas eugubinas, donde la Tierra se encuentra con el cielo, se celebró el evento "Ángeles ayer, extraterrestres hoy", que ya va por su tercera edición.
La jornada fue organizada por nosotros, los chicos de la asociación Del Cielo A la Tierra, y contó con la presencia de unas 260 personas, que llegaron de toda Italia y también del extranjero para conocer o profundizar sobre la temática relacionadas con las visitas extraterrestres y su misión en nuestro planeta. En particular, esta edición contó con la presencia exclusiva de Giorgio Bongiovanni quien, entrevistado por Marco durante la velada, transmitió al público numerosas enseñanzas y conceptos para atesorar por siempre.
Todo empezó alrededor de las 17 horas, cuando una breve presentación de la asociación y una armonización colectiva con bio frecuencias a cargo de Francesca Panfili sirvieron de preludio a la ponencia de Marco Marsili. Marco comenzó presentándose y guiando al público en un viaje emocionante con la historia de su primera experiencia con los Señores de las Estrellas, que tuvo lugar el 25 de noviembre de 2009 y continuó con nuevos encuentros (incluidos entre ellos los de Giorgio y Piergiorgio Caria) hasta la fundación de la asociación en el 2012 y sus actividades actuales.
Durante su intervención, Marco también habló de la Virgen, definiéndola como la Santa Madre, la encarnación humana del perfecto y sagrado femenino, la Madre Naturaleza. Habiendo aparecido miles de veces en los últimos 175 años, Ella intenta ayudar a la humanidad terrestre en todos los sentidos y realiza prodigios, como lacrimaciones, para intentar despertar la conciencia dormida del ser humano. El propio Giorgio recibió los estigmas en Fátima el 2 de septiembre de 1989, a la edad de 26 años, precisamente de la Santa Madre, que también hoy exhorta a todos los hombres de la Tierra a luchar por un mundo mejor
¿Pero cómo podemos hacer para tener un contacto con los extraterrestres? La respuesta es muy sencilla: vivir pensando constantemente que ellos existen, que están aquí, que nos miran, nos escuchan, nos siguen y nos ayudan. También debemos sentirnos siempre parte de una familia universal más grande. Más aún: convertirnos en inconformistas y portadores de mensajes liberadores. Esto sucede si se estudian y ponen en práctica los mensajes extraterrestres, ya que en cada individuo se produce una iniciación, una transformación anímica, astral y espiritual que quita los velos y saca a relucir nuestra verdadera identidad.
Al concluir la intervención de Marco, la música que salva el mundo de Sara Marini y Lorenzo Cannelli siguió acompañando a todos los presentes en este maravilloso viaje astral, que continuó con la cena social en el restaurante del agro turismo y culminó con la llegada de Giorgio Bongiovanni alrededor de las 21.30 horas.
Las emociones y la conmoción ciertamente no terminaron aquí: la entrevista de Marco a Giorgio nos permitió profundizar en ciertos conceptos sobre la ciencia del espíritu y la realidad extraterrestre. Durante la velada, Giorgio tocó con gran maestría el órgano electrónico que pertenecía a Eugenio Siragusa, recuperado por Marco y milagrosamente puesto en funcionamiento.
Cada sonido reproducido por las teclas del instrumento era imponente, casi sagrado, como si el espíritu de Eugenio estuviera presente tocando junto a Giorgio. ¿El marco de esta última parte del día?... Una tarde quizás un poco fría para el verano, pero un cielo despejado con una preciosa luna llena y el paso de algunos amigos del espacio.
Precisamente en ocasiones como esta reunión se manifiesta lo que los integrantes del caso “Amicizia” llamaron "Uredda", es decir Unión: a pesar de venir de diferentes lugares y a pesar de no conocernos bien, todos nos sentíamos parte de una gran familia que verdaderamente intenta comprometerse a cambiar las cosas para el bien del prójimo y para una sociedad mejor, y por ello no podemos más que estar agradecidos al Cielo y a Giorgio, que son nuestros guías constantes en nombre de Aquel que es "el Camino", la Verdad y la Vida”.
Con profunda devoción,
Alice
27 de junio de 2024