EL PERFUME DE LA AMISTAD Y DE LA HERMANDAD
de Roberto Pisana

Yo no me he recuperado del todo.

Todavía puedo sentir el perfume de la sala de conferencias, el calor tibio que calentaba esa tarde.

La voz de Giorgio como fondo y de las muchas (maravillosas) personas, el perfume de la felicidad que se mezcla con un poco de cansancio.

Ha sido una bella jornada.

No soy escritor, pero expresar lo que sentí ese maravilloso sábado y aquella estupenda mañana de domingo no me resulta nada difícil porque las emociones aún vivas en mí vienen solas.

Siento la necesidad de compartir con ustedes los hermosos días que pasamos juntos.

El hecho es que escribir estas dos líneas significa admitir que la fiesta ha terminado, y un poco me disgusta.

Quiero quedarme con los ojos cerrados y mirar los rostros de las personas que he conocido, y sentir las manos que aprietan las vuestras, ver la felicidad en las sonrisas de mis hermanos y pensar, que un poquito, todavía estamos allí ... Juntos

Lo único que me consuela, y que sé que dentro de unos días volveré a ver a la mayoría de ustedes en Palermo y así podremos volver a abrazarnos.

Fue agradable compartir estos momentos especiales.

Y es gracias a ustedes que los días han sido un éxito.

Gracias de corazón por sus miradas vigilantes, atentas, por el apoyo, por el trabajo que han realizado conmigo y con nosotros.

Gracias a todas las arcas que han venido a Turín, Suiza, Liguria, Varese, Padua y Milán, con personas especiales al frente, Andrea con Chiara Linguanotto una verdadera fuerza de la naturaleza, Marco Procopio persona de experiencia, que cuando habla dice siempre lo correcto, los chicos de Milán súper técnicos para la transmisión de streaming, etc ...
Quiero agradecer a todas las personas que han estado cerca mío con tantos mensajes de texto, y la gran emoción que me han hecho sentir los hermanos, por ese aplauso largo y cálido que simplemente no me esperaba.
Espero no decepcionarlos.

Por supuesto, no podían faltar los invitados de honor, el sabio Marco Marsili y su bella Lady Oscar, Sante Pagano, que durante este tiempo estuvo tan cerca nuestro escuchando nuestros problemas y aconsejándonos en lo correcto.

Un gran agradecimiento va sobre todo a un amigo, persona que me parece conocer desde siempre, un alma centrada y equilibrada, y hablar con él no es fácil, AÚN MÁS, decir que es mejor que un hermano es decir poco, GIOVANNI BONGIOVANNI.
Y luego cómo no mencionar a los niños que eran entre 10/11 y todos han estado excelente. Han jugado, comido, dibujado y estaban siempre alrededor de Giorgio y Sonia, Dios estaba con nosotros.

Pero ya basta, ahora vayamos a nuestro personaje de honor.

En la vida de cada uno de nosotros hay personas que realmente tienen un lugar especial en nuestro corazón. Algunas las conocemos de toda la vida, otras se han vuelto importantes con el tiempo, incluso un poco por casualidad. No importa qué tipo de relación sea, lo que importa es que estas personas nos hacen sentir bien, y están ahí en los momentos más bellos y en los más malos y nos hacen sentir amados y, en consecuencia, ¡felices!

Tener a su lado figuras de este tipo es una verdadera suerte que nunca se debe subestimar. A veces las palabras no son suficientes para expresar lo importante que es una persona para nosotros.

Giorgio Bongiovanni, nuestro mentor maestro y guía, que con su energía, sus discursos y su experiencia, siempre nos lleva por el camino correcto. Lo que nos ha dado más satisfacción es ver a Giorgio llegar al hotel cansado, un poco desanimado, y marcharse con una sonrisa de 32 dientes, feliz y sereno.

Hemos hecho todo lo posible para hacer sentir a nuestro comandante como en su casa, hemos tratado de llenarlo de amor para poder hacerle olvidar por un momento las malas vicisitudes que han sucedido.
Nuestros niños con tanta espontaneidad y sencillez se han acurrucado y mimado a Giorgio todo el tiempo, transmitiéndoles mucha energía.
Es verdad que hemos perdido a personas importantes, pero no olvides que los que quedan son hermanos fieles, que te aman mucho, y que nunca te traicionaría.

No podría ser más que así, porque todos juntos nos hemos regalado una hermosa experiencia y una jornada que ¡no veo la hora que se repita!

Una vez más, muchas gracias de corazón, y para concluir esta hermosa aventura, les quiero compartir que llegué a casa el domingo por la noche lleno de cosas hermosas en mi cabeza. De frases, de palabras, de gestos, de miradas. Espero que haya sido lo mismo para los que han participado.

Un gran abrazo. ¡Hasta pronto!