QUISIERA QUE MI VIDA SEA UNA LAGRIMA Y UNA SONRISA

De Alice Bei y Iacopo Palazzari

Nosotros y los demás chicos del Arca primero lo soñamos, luego lo imaginamos y, día tras día, después de varias reuniones, el proyecto se hizo realidad y el sábado 25 de junio, en el espléndido marco del Agriturismo San Bartolo, ubicado en la cima de una pequeña montaña que mira hacia abajo desde lo alto de Padule, una fracción de Gubbio, la presentación de "Experiencias Extraterrestres", el nuevo libro de Marco Marsili, se llevó a cabo bajo las estrellas.

Los que teníamos que montar lo necesario nos encontramos en la finca a última hora de la tarde, pero toda la gente que participó se nos unió cerca de las 20h para disfrutar juntos de una pequeña cena social con productos sociales y "caseros", y luego escuchar a Marco en el gran jardín frente al restaurante, mientras que iba oscureciendo.

Ha sido simplemente maravilloso encontrarse allí, con tantos amigos, conocidos y simpatizantes que venían de varias partes de Italia y de Europa, de Cerdeña e incluso de Alemania, cada uno unido a los demás por el deseo de conocer la Verdad, pero ha sido sobre todo emocionante escuchar a Marco al aire libre, con el olor de la pradera debajo de nosotros y arriba de nosotros un cielo sin luna, pero acolchado por una miríada de estrellas, entre las que también estaban nuestros hermanos mayores del espacio, que varias veces se muestran con destellos, volando sobre el área, o con esferas que se vuelven muy brillantes por un momento, y luego desaparecen inmediatamente después.

El cansancio tampoco dominó nunca: aunque el encuentro se prolongó durante casi toda la noche (eran cerca de las 4 de la mañana cuando llegamos a casa) todos pendientes de las palabras de Marco, quien nos contó su espectacular primer encuentro con los extraterrestres el pasado noviembre. 25 de 2009 (que en cualquier ocasión despierta una inmensa emoción como si fuera la primera vez que lo escuchas), para luego hablarnos de estos nuestros hermanos del espacio y del significado de nuestra presencia aquí en este tiempo, hasta que llega el momento más emotivo.: la música y las palabras de Eugenio Siragusa, que resonaban en la noche estrellada como si hubiera vuelto y estuviera físicamente presente en carne y hueso entre nosotros para recordarnos su anhelo más grande ("Ojalá mi vida siguiera siendo una sonrisa y una lágrima"). En el fondo cada uno de nosotros desea esto: una misión en la Obra hecha también de obstáculos, que podemos superar gracias a nuestra tenacidad, a nuestra voluntad, pero sobre todo gracias a nuestro inmenso amor por esta Causa.

El encuentro continuó luego con las preguntas de los invitados a Marco y con la intervención de nuestro querido hermano Alviano Appi, pero la alegría del encuentro continuó cuando nuestro grupo se reunió más tarde para un rico almuerzo en nuestra oficina: estábamos todos allí, para compartir la alegría de estar juntos y reflexionar tanto sobre lo fundamental que es la presencia de Giorgio Bongiovanni en nuestro camino hacia la Verdad, como sobre lo poco que se necesita para ponernos en contacto con el Padre Celestial y echar una mano a quien más nos necesita. Memorables y sin ningún comentario son las palabras de la santa indiana Amma, citadas por Alviano, al respecto: "Si pudiéramos meditar al menos cinco minutos seguidos podríamos acercarnos a Dios a través de la meditación, pero como no somos capaces, debemos ayudar al Dios que encontramos en el otro”.

En estos días también tuvimos la oportunidad de ir a Monte Ingino, precisamente en el lugar donde Marco ha tenido su primer encuentro con los Hermanos del espacio el 25 de noviembre de 2009: mientras describía de nuevo la emoción de ese momento, levantamos la mirada. hacia el cielo y vimos un águila, que sobrevolaba el área graciosa y majestuosa. La misma águila, quizà ? estabamos rezando la plegaria del Padrenuestro, como agradecimiento final al Padre Adonay, que nos permitió pasar estos días de forma intensa y viva.

Con amor,
Alice Bei y Iacopo Palazzari

28/06/2022

Agradecemos sinceramente a nuestros hermanos Luigi Benedetti que nos ha contado su testimonio de los momentos vividos en Monte Ingino, a Andrea Macchiarini por la foto de la tarde donde el cielo y la tierra se encuentran y a Piero Di Stefano y Francesca Panfili por la foto de grupo en el lugar del mágico encuentro. gubbio arca